SOBRE LA OBVIEDAD Y LA NECESIDAD

Sí aqui afirmamos algo que a todas luces es obvio, muchos podrían decir que "para que repetir algo que por obvio, cae por su propio peso". Veamos un ejemplo concreto: SIN EL PROLETARIADO NO EXISTIRIA EL CAPITALISMO.

Querido amigo o amiga. Ya se, soy "anticuado", ya no esta bien decir ni "proletariado", ni mucho menos "capitalismo", son palabras que para las ideas dominantes de la burguesía suenan bastante mal. 

Pues bien, como dijo el clásico de la literatura inglesa, "una rosa con otro nombre huele igual de bien, al igual ciertas sustancias orgánicas, con otro nombre huele igual de mal".

El capitalismo, o como gustan llamarlo ahora, la "economía de libre mercado", sin la existencia del trabajo asalariado (que es el que realizan los proletarios y proletarias en todo el planeta), no podría existir. Esa es una realidad objetiva. La clase dominante, dueña de la gran industria, obtiene de cada asalariado/a la Plusvalia, que le exprime gota a gota en cada jornada de trabajo. Esa plusvalía es el beneficio no pagado al proletario (uy, perdón, al asalariado).

Hoy, como en pleno siglo XIX, cuando Marx y Engels analizaban y escribían los fundamentos y principios del socialismo científico, un proletario (un asalariado/a) no es otra cosa que aquel o aquella que no posee ningún medio de producción de su propiedad y solo posee sus manos, su cerebro pa poder trabajar. Entonces, el burgues o empresario, previo acuerdo, le compra su fuerza de trabajo para producir en la fabrica, el taller, … propiedad de ese capitalista. Hoy, año 2020 del siglo XXI, sigue siendo exactamente lo mismo.

El burgues o capitalista es alguien que solo, o fundamentalmente, ve números y balances económicos. Los de los beneficios y la rentabilidad para el mismo. Los burgueses  poseen la propiedad: el Capital, las máquinas, las instalaciones,la fábrica y contrata al asalariado para explotarlo por horas y horas, a ritmos de trabajo llenos de inhumanidad, al objeto de extraer más y más Plusvalia, a cada proletario.

Por mucho que algunos burgueses sean amantes, entre otras cosas, de dioses, el asalariado bajo el capitalismo no nació por una decisión de un Dios en el cielo. Fue el fruto directo de la ruptura de la burguesía con el Sistema del feudalismo, haciendo desaparecer las relaciones de servidumbre de los campesinos.

El ascenso al poder de la burguesía, el establecimiento revolucionario del capitalismo, empujo a millones de campesinos que no poseían nada más que sus manos para trabajar,  hacia las ciudades, para que se ofrecieran como mano de obra libre asalariada, a los burgueses capitalistas.

Evidentemente, como cualquier persona pensante sabe, eran tan libres, como que tenían que buscar trabajo, si o si, en las condiciones que les fijara el empresario de turno; jornadas de trabajo extensas, escasos salarios, … todo lo que fuera, para poder comer el y su familia, en el día a día por la  supervivencia.

Los capitalistas tampoco cayeron del cielo, de mano de un Dios determinado, que los abría colocado en la cúspide de la sociedad, para vivir en la opulencia, mientras condenaba a la inmensa mayoría ha ser simples esclavos modernos, asalariados, de ellos.

Los burgueses son el producto directo del Sistema socioeconómico llamado capitalismo. En su nacimiento y desarrollo, en su historia, el burgues es el producto acabado de la llamada "acumulación originaria del capital", que se desarrolló mediante formas muy concretas:  la piratería, el robo, el saqueo, la guerra, la usura y el comercio desigual.

El capitalista es dueño legal de las empresas y esa legalidad la determina el sistema jurídico que determina la legislación burguesa. Es claro que como clase dominante en la sociedad la burguesía impuso e impone su cultura, sus leyes... Y cada vez es más claro que esas leyes que determinan el control y propiedad de las Fuerzas Productivas por parte de los capitalistas son reaccionarias, en la medida que ellas chocan a cada paso con las necesidades objetivas de la aplastante mayoría de la sociedad.

La clase obrera tiene que rebelarse contra esa situación y en la lucha deberá dotarse de una nueva legalidad obrera, que estará dentro de un nuevo Estado, el cual deberá representar los intereses generales de los trabajadores y sectores oprimidos hoy en día bajo el capitalismo.

Bajo el dominio de las ideas mayoritarias en la sociedad, que bajo el capitalismo no son otras que las ideas de la burguesía, el proletario o asalariado, como gusten, la mayor parte del tiempo no es consciente ni siquiera que "su fuerza de trabajo es una mercancía mas", en manos de los capitalistas.

Normalmente, en el vivir diario y normal de la existencia cotidiana, las relaciones entre Capital y Trabajo no sé cuestionan. Es como si se auto completaran día a día. Pero estas relaciones en sí mismas viven, a cada paso, un proceso de contradicción y lucha, subterráneo y no visible en lo cotidiano. Y este proceso de contradicciones se va marcando más y más, hasta poner en evidencia y a las claras que la realidad del capitalismo genera un proceso creciente, hasta la brutalidad, de DESIGUALDAD SOCIAL Y ECONOMICA ENTRE CAPITAL Y TRABAJO, que genera "paraísos terrenales, para unos pocos y un tremendo "océano de miseria creciente para la mayoria".

Esta es la situación en la que vive la humanidad hoy por hoy. Incluso en los países más avanzados económicamente del planeta, en cada gran ciudad, al lado de los más lujosos barrios burgueses, de sus repletos negocios de ropa, comida y todo caro, un mar de miseria para miles, decenas de miles, millones de seres humanos condenados a vivir en viviendas infrahumanas o directamente en las calles, buscando un trozo de comida en los contenedores de basura y pasando hambre. Este es el capitalismo en el que vivimos.

Mientras todo ello ocurre, las fábricas producen por debajo del 80% de sus capacidades, decenas de empresas son cerradas como cajas de cerillas, porque no son rentables para el capitalista. Los beneficios privados del 1% de ricos caminan por un lado y las crecientes necesidades de la aplastante mayoría de la población por otro bien distinto.

En el pasado, cuando aún el capitalismo en sus épocas de boom económicos era capaz de desarrollar las fuerzas Productivas, muchos podían sentir la "esperanza" de poder obtener algunas mejoras en las condiciones de vida, algunas "reformas" que paliaran en parte los problemas que sufrimos.

Pero esa época del pasado capitalista ha quedado definitivamente en la historia y con ella las ideas y programas que desde una pretendida izquierda se hacían llamar "reformistas". En los años siguientes a la crisis de 2008, aún cuando los indicadores decían la economía "crecia", las políticas económicas aplicadas en todos los países, fueron de ataques a los niveles de vida de las familias trabajadoras, políticas tendentes a desmantelar las conquistas históricas del movimiento obrero en educación, vivienda, pensiones, sanidad,...

La burguesía es incapaz ya de propiciar ningún desarrollo progresista de las Fuerzas Productivas. Y ello es el motivo central de que la existencia del desempleo masivo, las políticas de recortes sociales, los ataques a las condiciones de trabajo y salario, sean el pan nuestro de cada día.

Toda la situación objetiva del capitalismo expone que es un sistema social y económico condenado históricamente a desaparecer. Que la burguesia se ha convertido, sin titubeos, en una clase social absolutamente reaccionaria, como antes que ella lo fueron los feudalistas y los esclavistas.  El capitalismo está enfermo de muerte, pero es claro que la burguesía no "renunciara" a sus lujosos modos de vida así como si. Es una clase reaccionaria y esta dispuesta a defender sus intereses y beneficios aún a costa de llevarse consigo a la humanidad a su tumba.

Solo la lucha de la clase obrera Internacional, al frente del conjunto de los sectores oprimidos bajo el capitalismo, puede meter el cadáver de la burguesía en su ataud y darle sepultura. Y este funeral a la burguesía coincide con el parto y alumbramiento de una nueva sociedad, el Sistema socialista, armónico y democrático, que planificará el conjunto de la riqueza existente en el planeta para satisfacer el conjunto de las necesidades humanas.


Es obvio, para la clase obrera como clase, que si la burguesía necesitaba del proletariado para su existencia, nosotros al contrario, necesitamos de la eliminación de las clases sociales, comenzando por la burguesía como clase explotadora, para un desarrollo pleno de la humanidad, en donde los problemas que sufrimos bajo el capitalismo no sean otra cosa que viejas pesadillas de la prehistoria de la raza humana.

Nuestra sociedad, el socialismo, será el punto de partida de la verdadera historia humana, una historia que si merecera la pena que vivamos plenamente.

Algunos datos:

  • La Organizacion Internacional del Trabajo (OIT) calcula que más de 195 millones de empleos serán destruidos por los efectos del Covid-19.
  • Los sectores, que la Oŕganizacion Mundial de la Salud, considera de "alto riesgo de sufrir Covid-19, emplean a más de 1.250 millones de trabajadores.
  • El primer trimestre de 2020 vio un desplome del 32% del crecimiento económico mundial.
  • Las previsiones son, a modo de ejemplo, de una Tasa de desempleo oficial del 20% en España.

Salvador Perez
Colombia, 6 de mayo de 2020

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