EL PARTIDO MUNDIAL DE LA REVOLUCION SOCIALISTA

BREVE HISTORIA INTERNACIONALES OBRERAS

LOS QUE LUCHAN
   “Hay hombres que luchan un día y son buenos / Hay otros que luchan un año y son mejores.  / Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos  /  Pero los hay que luchan toda la vida: /  esos son los imprescindibles”.   
- Bertolt Brecht -

    La clase obrera se enfrenta, en la actualidad, a la tarea histórica de encabezar la lucha social en aras a la transformación socialista de la sociedad. Desde un punto de vista objetivo el sistema capitalista agotó todo su potencial progresista. Ya no es capaz de hacer avanzar a la sociedad en su conjunto, desarrollando las fuerzas productivas que generan el conjunto de la riqueza social.

Por  Salvador Pérez

       Las condiciones objetivas para el cambio de sistema social, para el socialismo, no solo están maduras, sino que en sus aspectos generales comienzan a pudrirse. Bajo el dominio de la sociedad por la burguesia todo tipo de aberraciones, incluyendo el regreso de fenómenos de barbarismo, que pensábamos habian quedado atrás para siempre, estan de nuevo al orden del día.


  Tal y como habían analizado y previsto los teóricos clásicos del socialismo cientifico, en sus aspectos fundamentales, bajo el dominio de la burguesía la sociedad se encuentra hoy en día en un callejón sin salida. La propia existencia de la humanidad comienza a estar cuestionada. Las consecuencias del llamado 'cambio climático' son claro ejemplo de ello.

    El desempleo de masas, las enormes carencias de todo tipo que vivimos las familias trabajadoras, la extencion por millones de la pobreza, las condiciones cada vez peores de trabajo, … todo ello es una muestra inequívoca del carácter reaccionario del capitalismo en nuestros días.
Cuando más aumentan las posibilidades tecnologicas y científicas de producir de todo y para todos, en calidad y cantidad más que de sobra, el afán de más y más beneficios, del lucro privado, para un puñado de parásitos burgueses, hace que todo ese potencial sea tirado por la borda y lo que vemos aumentar día a día son las necesidades que padecemos la aplastante mayoría de la sociedad.

   Toda esta situación, en sus rasgos generales, ya había sido analizada, y prevista brillantemente, por los teóricos clásicos del socialismo científico, del marxismo.. Y esta comprensión fundamental les llevó a dedicar cuerpo y alma, sus vidas, a crear la herramienta que la clase obrera necesita para dirigir y encauzar la lucha para cambiar el sistema social: esto es construir una organización, basada en el programa científico del socialismo ý en los métodos de lucha clasicos de la clase obrera, para posibilitar que esa lucha de los trabajadores termine victoriosamente.

   Las condiciones objetivas para transformar la sociedad están dadas, de hecho desde hace ya décadas. Pero la clase obrera necesita del factor subjetivo, una organizacion internacional con una firme direccion, basada en las ideas, los métodos y el programa del marxismo revolucionario. Cambiar de abajo arriba, de arriba abajo, de una forma exitosa depende en el próximo periodo de la construcción del factor subjetivo, del necesario e imprescindible Partido Mundial de la Revolución Socialista.

LAS INTERNACIONALES OBRERAS

     La lucha teórica, el analisis de la situacion actual, extraer de los procesos históricos anteriores las lecciones correctas,... siempre ha constituido una prioridad para el marxismo. Sin una clara comprensión real de la situación objetiva todo lo demás es superfluo. Ello es el primer punto del orden del día para cualquier marxista serio, que por supuesto desea pasar al resto de las tareas: como llevar las ideas a la clase obrera y como construir el factor subjetivo y con que métodos construirlo.

Podemos decir, dejando a un lado a algunos grupos e individuos, que por alguna misteriosa razón que no acabamos de comprender se llaman a sí mismos marxistas, que sólo los analisis aportados por el genuino marxismo han permitido comprender lo que esta ocurriendo en el mundo, dando una explicación científica y una alternativa acabada a la crisis del capitalismo mundial. En ello las demás tendencias y corrientes del pensamiento humano han demostrado su esterilidad y ceguera total ante la realidad.

Pero como decimos, junto a un análisis correcto, inseparable de ello, es necesario afrontar la otra parte de la cuestion: construir la alternativa. Y en la medida en que solo el marxismo revolucionario ofrece un proyecto de sociedad alternativa al capitalismo, esta tarea sólo puede ser abordada desde las ideas, el programa y los métodos del marxismo, orientándose en las diversas batallas que se producen en el día a dia, con el firme rumbo de la perspectiva de derrumbar a la burguesia como clase dominante. 

    Defender un claro PROGRAMA, sin claudicación, es lo que permite abordar las tareas para que la clase obrera, en el contexto de la revolución social, pueda tomar el poder en sus manos. Mediante la expropiacion de las palancas fundamentales de la economía, arrebatando a la burguesía la propiedad y el control de las grandes empresas, de la industria; la banca y el sistema financiero; junto a las grandes fincas de la tierra, permitirá a la mayoria PLANIFICAR los recursos para interes de la sociedad en su conjunto.

      País a país, continente a continente, la clase obrera debe apoderarse de las palancas de la economía mundial, ejercer el control obrero de la produccion. Para ello hay que destruir, literalmente, el monstruoso Estado burgués y sustituirlo por un Estado obrero, un semi-Estado, que permite la plena participación democrática del conjunto de las masas, en la toma de las decisiones, desde las más básicas a aquellas que afectan a satisfacer el conjunto de las necesidades de la sociedad, del presente y futuro.

     El conjunto y unidad de estos dos factores, la existencia de las condiciones objetivas y la existencia del factor subjetivo, del Partido Mundial de la Revolución Socialista, con sólidos cuadros y una influencia seria entre las masas, son las unicas 'garantias' para que la lucha por transformar el mundo sea exitosa.

MARX Y ENGELS: LA AIT

      La fundación de la Primera Internacional fue el primer intento serio de los sectores más avanzados del movimiento obrero de dar una expresión organizativa a la política internacionalista de la revolución proletaria. En ella jugaron un papel destacado Carlos Marx y Federico Engels.

La Asociacion Internacional de Trabajadores (AIT), o o Primera Internacional, fue fundada en Londres en el año 1864 y tuvo su actividad hasta el año 1876. Fue una organizacion muy heterogénea, donde además de Marx y Engels también participaban reformistas, sindicalistas, anarquistas como Bakunin y Proudhon, Pablo Lafargue, los tradeunistas ingleses, delegados obreros ingleses, franceses, alemanes, italianos, ... de Europa.  

  La Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) fue el producto del nacimiento continental del proletariado europeo, tras el triunfo y consolidación de la revolucion industrial, en el contexto de una fuerte inmigración obrera que fluía como mano de obra hacia Inglaterra, uno de los países centrales de la industrialización capitalista.


    La existencia de la AIT permitió constatar la validez de las ideas de Marx y Engels, en el fuego de la revolución. Se estableció el Programa fundacional del Socialismo Cientifico, del marxismo, en una pequeña obra que no solo es un clásico, sino un documento de rabiosa actualidad: 'El Manifiesto Comunista'.

   Las condiciones objetivas e internas del movimiento, de la AIT, determinaron que tuviera una vida breve. La derrota de la primera revolución obrera, la Comuna de Paris en 1871, una derrota sangrienta en donde más de 30.000 parisienses fueron masacrados, abrió un periodo de reacción en Europa y la AIT fue perseguida con saña por los gobiernos burgueses del continente. Al mismo tiempo internamente la AIT vivía vientos tormentosos, de fuertes disputas fraccionales, comenzando por los anarquistas. En ese contexto, el Consejo General de la AIT fue trasladado a Nueva York y cesó su actividad.

F. ENGELS Y LA II INTERNACIONAL

   La II Internacional o Internacional Socialista fue fundada en el año 1889, entre otros y otras por Friedrich Engels, Rosa Luxemburgo, Karl Kaustky, August Bebel, Wilhelm y Karl Liebknecht, Rudolf Hilferding, Clara Zetkin, Franz Mehring,... en un Congreso fundacional celebrado en París, (Francia), aunque el partido alemán era el más fuerte y con mayor peso. Entre los textos programáticos, además de las resoluciones de los congresos de la Segunda, destacan los escritos de Engels y Rosa Luxemburgo, tal como su obra 'Reforma o revolución'.

      La Segunda surgio en medio de la consolidación de partidos obreros con influencia de masas en Europa, en una etapa de auge económico capitalista, que precedió al estallido de la I Guerra Mundial en el año 1914.


     Las condiciones objetivas favorecieron el desarrollo de todo tipo de ideas 'reformistas' en el seno del movimiento, a lo cual también ayudó el surgimiento y fortalecimiento de una 'aristocracia obrera' (burocratización de los aparatos de dirección) en los sindicatos y los partidos socialdemócratas (nombre que en aquella época expresaba ser socialista, marxista y revolucionario).

      El desplazamiento de la lucha de clases hacia las tribunas parlamentarias burguesas, en el trasfondo de un auge económico capitalista, con mejoras en la legislación laboral, acuerdos sindicatos patronos… todo ello, no siempre de forma visible para las masas, permitieron que las ideas del reformismo, la lucha que decia pretender avanzar gradualmente al socialismo, acabó imponiéndose en las direcciones de los partidos y de la propia Internacional.

   El proceso de degeneración ideológica en la II Internacional fue tan inesperado, rapido y profundo que el propio V.I. Lenin, cuando estaba a punto de estallar la Primera Guerra Mundial y lee en las cronicas periodísticas de Suiza las noticias de como los dirigentes socialdemocratas alemanes, franceses, británicos,… habian votado en 'sus' respectivos parlamentos el apoyo a los créditos presupuestarios para apoyar a 'sus' burguesías en la guerra, aun en esos momentos Lenin piensa que con dichos artículos los periódicos estaban intentando engañar a la población, que todo era mentira, al objeto de la burguesía desprestigiar a los partidos socialdemócratas.

   La gran traición chovinista de apoyar cada partido socialdemócrata a “su país” y su “propia burguesía", era la demostración final del colapso ideologico de la II Internacional, que degeneró en líneas nacionales y reformistas, ante la primera prueba seria que le puso por delante la historia. Como Lenin dijo, "el mundo conoce todo tipo de raras transformaciones personales".

La Internacional, a partir de ahí, era un cadáver putrefacto e inservible para los intereses de la clase obrera. Hoy día, aquellos que se dicen dirigentes de la Segunda, son puestos en los gobiernos como simples lacayos de la burguesía, para llevar a cabo ataques y contrarreformas sociales. Trotsky explicó como 'el reformismo lleva implícita la traición'. Y la verdad es que toda la experiencia historica, desde 1914, muestra que los llamados dirigentes 'reformistas' no son otra cosa, en los aspectos importantes, consciente o inconscientemente, que simples agentes de la burguesía en el movimiento obrero.

   La Segunda Internacional terminó apoyando a los gobiernos de los países imperialistas en cada pais, votando a favor de los créditos de guerra para enfrentar a los trabajadores de los distintos países, apoyando el inicio de la mayor matanza de la historia, hasta entonces. Esos dirigentes de la Segunda Internacional, que se declaraban 'herederos de Marx y Engels', en realidad habian destruido la Internacional para los objetivos que llevaron a su fundacion y no servían ni como oficina de correos, en palabras de Lenin, ya que incluso se negaron a distribuir entre los militantes, en las bases de los distintos partidos que la componían, los documentos críticos que escribieron los internacionalistas.

La Conferencia en Zimmerwald

  Los internacionalistas, los marxistas revolucionarios, habían quedado reducidos a pequeños grupos en distintos países. En medio de los ecos atronadores del nacional chovinismo, que rodeaban la atmósfera durante la Primera Guerra Mundial, los internacionalistas celebraron una Conferencia en Zimmerwald (Suiza), del 5 y al 8 de septiembre de 1915.  Leon Trotsky fue el​ encargado de redactar el documento de la conferencia.


      A dicha Conferencia acudieron treinta y ocho (38) delegados socialistas de once países, tanto neutrales como beligerantes. Doce de ellos provenían del Imperio ruso.​ Entre ellos se encontraban dirigentes de la izquierda internacional como: Yuli Mártov (quien al final renunció a asistir, en favor de Leon Trotsky, con el cual colaboraba en 'Nashe Slovo', a pesar de sus diferencias); Pável Axelrod, representante del Partido Menchevique; V.I. Lenin y Grigori Zinóviev por el Partido Bolchevique;  Víctor Chernov y Mark Natansón, por el Partido Socialrevolucionario ruso; Hermann Gorter, por Holanda; Christian Rakovsky, quien sería gobernador de Ucrania y opositor a Stalin; la delegación alemana estaba compuesta por varios diputados socialistas; la delegacion francesa, formada por algunos sindicalistas, lo cual reflejaba la debilidad de los grupos opuestos a la guerra en el país. Igualmente asistieron socialistas italianos, polacos y suizos.

Los grandes ausentes a la Conferencia fueron Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, quienes se hallaban encarcelados en Alemania por oponerse a la guerra. Karl Liebknecht envío desde la cárcel en Alemania una emotiva carta de saludo a la Conferencia, que fue leída al inicio de la misma y que decia lo siguiente:

"Carta a la Conferencia de Zimmerwald
Discúlpenme por escribir estas pocas líneas apresuradas.
Encarcelado y encadenado como estoy por el militarismo, no puedo estar con ustedes. Igualmente mi corazón, mi mente, como mi espíritu completo está con ustedes.
Ustedes tienen dos tareas solemnes, una que surge del terco deber y otra del sagrado entusiasmo y la esperanza:
Un inexorable ajuste de cuentas con los desertores y traidores de la Internacional en Alemania, Gran Bretaña, Francia, y de otros lugares.
Entendimiento mutuo, aliento y estímulo para aquellos que son fieles a su bandera y han decidido no ceder una pulgada al imperialismo internacional, aunque estén heridos. Y ordenar las filas de aquellos que están decididos a aferrarse, mantenerse firme, y luchar, con los pies firmemente plantados en las bases del socialismo internacional.
Los principios de nuestra actitud hacia la guerra mundial se pueden explicar brevemente como un caso especial de nuestra visión del orden social capitalista. En pocas palabras, espero, ya que todos nosotros, todos ustedes están y deben estar unidos en esto.
La tarea es, sobre todo, establecer las conclusiones prácticas que se derivan de estos principios, y hacerlo sin vacilaciones en todos los países.
¡No a la paz civil,  sí a la guerra civil!
Solidaridad internacional del proletariado por sobre y contra toda pseudo-patriótica y pseudo-nacional armonía entre las clases. Lucha de clases por sobre y contra la guerra entre estados. Lucha de clases internacional por la paz, por la revolución socialista.
¿Cómo debe librarse esta lucha? Es justamente lo que debemos determinar. El desarrollo de las fuerzas necesarias y dirigirlas hacia metas factibles sólo puede lograrse a través de la colaboración, a través de acciones que refuercen mutuamente las posiciones y la fuerza en cada país.
Nuestros amigos en cada país sostienen en sus manos las esperanzas y las perspectivas de sus camaradas en los demás países. Socialistas alemanes y franceses, sobre todo, ustedes sostienen en sus manos el destino de cada uno. Amigos de Francia, les imploro, no caigan en la trampa de los eslóganes de unidad nacional. ¡Son inmunes a sus reclamos! Pero también no deben quedar atrapados del igualmente falso mensaje de la unidad partidaria.
Cada protesta contra las políticas en favor del gobierno, todo signo de su rechazo, todo apoyo audaz a la lucha de clases y a la solidaridad con nosotros, con voluntad proletaria de paz, refuerza nuestro espíritu de lucha común e incrementa nuestra fuerza en más de diez veces. De la misma manera, nosotros, en Alemania, peleamos en favor del proletariado y por su liberación económica y política de las cadenas del capitalismo –y del zarismo, kaiserismo, junkerismo, y militarismo, y más aún– del militarismo internacional.
En Alemania peleamos por la liberación política y social del pueblo alemán, contra el poder imperialista alemán y su codicia territorial, por la paz que restaurará a la infortunada Bélgica, metida en el corazón de Europa, su independencia y libertad, al tiempo que devolverá a Francia de nuevo al pueblo francés.
Hermanos en Francia, somos muy conscientes de las dificultades excepcionales de su infeliz condición, y sepan que nosotros sangramos con ustedes como con las masas atormentadas y torturadas de todos los pueblos. Su desgracia es nuestra, como sabemos que nuestro dolor es también el suyo.
Que nuestra lucha sea también suya. Ayúdennos, al igual que nos comprometemos a ayudarles.
La nueva Internacional se levantará sobre las ruinas de la antigua; de hecho, sólo puede surgir de estas ruinas y sobre bases nuevas y más sólidas. Amigos, socialistas de todos los países, hoy día deben poner la primera piedra para la estructura del futuro. Pronunciar un juicio irreconciliable frente a los falsos socialistas. Conduzcan a los indecisos y escépticos hacia adelante sin vacilaciones en todos los países, y especialmente en Alemania.
La grandeza de nuestra meta los levantará por encima de las limitaciones y encierros del momento y sobre los sufrimientos de estos tiempos terribles.
¡Viva la futura paz entre los pueblos!
¡ Larga vida al antimilitarismo!
¡Viva el socialismo - internacionalista, la liberación de los pueblos, y la revolución!
¡Proletarios de todos los países, uníos una vez más!
Septiembre de 1915
Karl Liebknecht"

     Con este panorama por delante y en la perspectiva de construir una nueva Internacional revolucionaria, en el epicentro de la Primera carnicería del capitalismo imperialista, Lenin bromeó afirmando que "los internacionalistas cabían en cuatro carrozas". Lo cual, por cierto, reflejaba objetivamente la realidad.

    Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que aunque los internacionalistas numéricamente eran débiles, la Conferencia de Zimmerwald fue un acontecimiento histórico de primer orden. Era necesario transmitir a la clase obrera ideas y perspectivas, una firme defensa del programa del marxismo internacionalista. Todo ello constituía el elemento clave en lo que basarse, para dialecticamente transformar posteriormente esa debilidad numérica en su contrario, sobre las bases de lo que constituye para un revolucionario la prueba decisiva, la prueba de la revolución.

      La guerra imperialista sería la partera en Europa de la revolución proletaria. Se estaban acumulando todos los ingredientes y los acontecimientos decisivos, en el proceso molecular de toma de conciencia en las masas, que aunque de pronto no se percibían en la superficie de la sociedad, sino se podían analizar como procesos subterráneos, se irían abriendo paso por debajo, en un proceso hacia la revolución proletaria. La marea del nacional-chovinismo que precedió al estallido de la guerra imperialista daria paso posteriormente a la merea de la revolución.

     En contra de la corriente, combatiendo enérgicamente las ideas de la colaboración de clases, oponiéndose con una política de clase a la guerra de rapiña imperialista, combatiendo en cada país a sus propias burguesías nacionales, luchando contra la utilización de las distintas burguesías a la clase obrera y a la juventud como simple 'carne de cañón' en sus guerras, que sólo sirven para que los pumoderosos se disputan los mercados, ... era algo que solo se podía hacer desde una perspectiva marxista internacionalista.

   Pese a las dificultades objetivas del momento y las medidas represivas de los distintos gobiernos, la perspectiva era que la clase obrera se movería, tarde o temprano, en línea de sus intereses de clase. Era central que los internacionalistas, los marxistas, no se dejaran arrastrar por el ambiente reinante, en los estruendos de los cañonazos de la masacre imperialista. Era fundamental levantar la bandera en defensa de los intereses de la clase obrera internacional, frente a la burguesia, en cada país, embarcada en la guerra por el reparto del mercado mundial.

Y el ambiente en las masas, entre la clase obrera de toda Europa, fue cambiando efectivamente. La perspectiva de que la guerra sería la partera de la revolucion se concreto primeramente en Rusia, que no era el país más avanzado económicamente del capitalismo, sino uno de los más atrasados a todos los niveles.

Como Lenin explicó, "la cadena del imperialismo se rompio en primer lugar por el eslabón más débil". En febrero de 1917 las masas rusas acabaron con la autocracia y el poder despótico del Zar. Como una fruta podrida el zarismo cayo con los primeros soplos de la revolucion, abriendo las puertas a la revolucion democratico-burguesa y a un nuevo periodo histórico.
Las revoluciones tienen una caracteristica muumy especial y concreta: ponen a prueba a las diferentes organizaciones y a sus direcciones, a las ideas, a los programas y a los individuos. Las masas rusas pusieron a prueba al conjunto de las tendencias políticas, en el fuego vivo de la revolución.

     La revolucion rusa de febrero de 1917 comenzo situando al frente del Gobierno Provisional a aquellos dirigentes de las organizaciones que se presentan cotidianamente así mismas como las más 'realistas', las más moderadas: los Mencheviques, los hermanos gemelos de los actuales y 'modernos 'reformistas de todo tipo'. Aleksándr Fiódorovich Kérenski fue situado al frente del Gobierno Provisional, formando gobierno.

Tambien los "Soviets", de obreros, soldados y campesinos (que fueron creados por primera vez en la Revolución rusa de 1905), volvieron a reaparecer como genuinos organos de participacion, representación y de poder obrero. En ellos igualmente los partidos 'moderados' (Mencheviques y Socialrevolucionarios) tenían la mayoría. Los bolcheviques comenzaron la revolucion como una pequeña minoría en los Soviets. Hacian faltas tres cosas para cambiar la correlacion de fuerzas: acontecimientos, acontecimientos y acontecimientos, junto a no claudicar ante las presiones del sistema, defendiendo un programa correcto con tacticas y consignas flexibles.

Todos estos 'modernos y realistas reformistas' no fueron capaces de dar solución a ninguno de los problemas fundamentales de las masas, no cumplieron ni una sola, ni una, del conjunto de promesas, ni de las tareas pendientes de la revolución democrático burguesa, que las masas espeŕaban y necesitaban, con urgencia: 

  • Ni PAZ, poniendo final a la participación rusa en la carnicería de la guerra imperialista,  
  • Ni PAN, acabando con las hambrunas en las trincheras, los pueblos y las ciudades, 
  • Ni TIERRA, procediendo a su reparto entre los campesinos y jornaleros pobres.

    Dice el refrán inglés que "el Pudin se prueba catandolo". En este contexto concreto, la burguesia utilizó todos los recursos a su mano, incluyendo a sus agentes en la izquierda del movimiento obrero, que fueron puesto al frente del gobierno. Y la burguesía y los dirigentes reformistas sólo podían dar a los trabajadores mas guerra, más hambre y más sufrimientos. Todos ellos eran organicamente incapaces de dar ninguna solución progresista a los problemas que padecía la clase obrera y las amplias masas campesinas.

Fue así como las masas aprendieron en su propia experiencia. Y aprendieron rápido que solo los 'radicales', los 'extremistas', los 'demonios de todos los infiernos', con los que los 'POPES' (sacerdotes de la iglesia ortodoxa rusa) intentaban asustar a las masas, el PARTIDO BOLCHEVIQUE, con Lenin y Trotsky al frente, eran los únicos que cumplian con aquello que decían.

Los Bolcheviques lograron ganar la aplastante mayoría, el apoyo decisivo de los obreros, soldados y campesinos y como habian prometido hicieron que el poder se situara a las manos de la clase obrera, tomando el poder, en Octubre de 1917. Y acto seguido comenzaron a poner en practica un sencillo programa, que habían defendido durante meses entre las masas: "PAZ, PAN y TIERRAS". Esta es la simple y pura realidad.

     La revolucion rusa de octubre de 1917 es para los marxistas el mayor acontecimiento en la historia de la humanidad. Por primera vez en la historia la clase obrera tomo el poder y mostro que la sociedad puede funcionar, mucho mejor, sin la existencia de una clase social explotadora, sin la burguesia. 

     La industria, la banca y la tierra fue expropiada y paso a ser propiedad colectiva de la sociedad, para poner la economía a funcionar bajo el control democrático de la clase obrera y la producción dictada por el criterio de las necesidades colectivas de la sociedad, no del beneficio privado de la minoría, de la burguesia. 

    Con Octubre nacio el primer Estado obrero y por primera vez la sociedad comienza la tarea de construir una sociedad socialista. Y en la direccion se encontraban los marxistas internacionalistas, los bolcheviques, que veían desde el principio la revolucion rusa como el primer acto del proceso de la revolución mundial.

     Nada tiene de casual, sino que fue un acto de primer orden, que dentro de las primeras decisiones que tomo la dirección del Partido Bolchevique, con Lenin y Trotsky al frente, fue la llamada a constituir la III Internácional, el Partido Mundial de la revolucion socialista. Para Lenin, Trotsky y los bolcheviques, la suerte futura de la revolución rusa estaba íntimamente ligada al triunfo de la revolucion proletaria internacional.

Lenin y Trotsky: La III Internacional

    La III Internacional o Internacional Comunista (I.C.- Komintern) fue fundada en el año 1919, impulsada entre otros por  Lenin, Trotsky, Zinovev, Bujarin, Kamenev, Karl Radek, Georgi Lukacs, Gramsci, Mariategui, Andrés Nin, Mijaíl Tomski, Solomón Lozovski, Alexandra Kollontai, Karl Radek,... que también impulsaron la Internacional Sindical Roja, fundada en Moscú, Rusia.

   Podemos afirmar que existen al menos dos periodos, bien diferenciados, de la Tercera Internacional: 

  • 1919 - 1924, en donde nítidamente la autoridad política de Lenin y Trotsky sitúan a la Internacional como un genuino Partido mundial en la lucha por cambiar la sociedad en Europa y el mundo.
  • 1924 - 1943, en donde el proceso de la burocratizacion del Partido Comunista y del Estado obrero ruso se afianza y junto a ello en la propia vida interna de la IC, que cada vez más es vista por la burocracia como una simple 'agencia exterior' de su política interna. Finalmente, de forma deshonrosa la IC es disuelta por Stalin en 1943, como prueba a los 'aliados' en la Segunda Guerra Mundial de que la URSS no tiene ningún interés en favorecer o impulsar ningún proceso revolucionario en ningun rincón del mundo.

    De hecho, bajo las perspectivas y el programa del marxismo revolucionario, la Tercera Internacional tuvo un colosal alcance, por todo el mundo. Las perspectivas revolucionarias en toda Europa, y más allá del viejo continente, situaron a la IC como la más exitosa organización marxista internacional de toda la historia.

   
 Los cuatro primeros Congresos de la III Internacional han quedado como monumentos imperecederos de estrategia y táctica revolucionaria, en la construcción de una solida y correcta dirección para la revolucion socialista.

Como V.I. Lenin explicó:
"Formalmente, la III Internacional ha sido fundada en su I Congreso, celebrado en marzo de 1919 en Moscú. Y el rasgo más característico de esta Internacional, su misión, es cumplir, llevar a la práctica los preceptos del marxismo y realizar los ideales seculares del socialismo y del movimiento obrero. Este rasgo, el más característico de la III Internacional, se ha revelado inmediatamente en que la nueva, la Tercera "Asociación Internacional de los Trabajadores" ha comenzado a coincidir, ya desde ahora, en cierto grado, con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
La I Internacional echó los cimientos de la lucha proletaria internacional por el socialismo.
La II Internacional marcó la época de la preparación del terreno para una amplia extensión del movimiento entre las masas en una serie de países.
La III Internacional ha recogido los frutos del trabajo de la II Internacional, ha amputado la parte corrompida, oportunista, socialchovinista, burguesa y pequeñoburguesa y ha comenzado a implantar la dictadura del proletariado".
(La Tercera Internacional y su lugar en la historia, mayo 1919)


  Sin embargo, las jóvenes e inexpertas direcciones de los Partidos Comunistas no tuvieron suficiente tiempo para prepararse y dominar las ideas y los métodos genuinos del bolchevismo. Cuando llegaron los momentos decisivos se desaprovecharon situaciones claves para el triunfo de la revolución en algunos países, que eran claves, como fue el caso en Alemania, Gran Bretaña o China.

     El fracaso de la revolución en Europa dio aun más fuerza al asentamiento y consolidación de la nueva casta burocrática en Rusia, que se proyectaba como anillo al dedo en figuras mediocres y de bajo nivel, como J. Stalin. La política errática y consciente de la burocracia igualmente conducía a nuevas derrotas de los procesos revolucionarios, todo lo cual dialecticamente alimentaba al triunfo de la contrarrevolución.

     La muerte prematura de Lenin impidió que librara una lucha a fondo contra el crecimiento de la burocracia. En los últimos meses de su vida el asunto centraba su atención y había llegado a romper las relaciones politicas y personales con Stalin, al tiempo que llegaba a acuerdos con Trotsky para combatir dentro del Partido y del Estado obrero ese tumor maligno.

Desde el 22 de diciembre de 1922 al 4 de enero de 1923 dictó a su Secretaria unas CARTAS AL CONGRESO, que iba ha ser una auténtica bomba contra Stalin y su camarilla.

Lo siguiente es parte de esa 'Carta':
"El camarada Stalin, llegado a Secretario General, ha concentrado en sus manos un poder inmenso, y no estoy seguro que siempre sepa utilizarlo con la suficiente prudencia. Por otra parte, el camarada Trotsky, según demuestra su lucha contra el CC con motivo del problema del Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación, no se distingue únicamente por su gran capacidad. Personalmente, quizá sea el hombre más capaz del actual CC, pero está demasiado ensoberbecido y demasiado atraído por el aspecto puramente administrativo de los asuntos.
Estas dos cualidades de dos destacados jefes del CC actual pueden llevar sin quererlo a la escisión, y si nuestro Partido no toma medidas para impedirlo, la escisión puede venir sin que nadie lo espere.
No seguiré caracterizando a los demás miembros del CC por sus cualidades personales. Recordaré sólo que el episodio de Zinoviev y Kamenev en Octubre no es, naturalmente, una casualidad, y que de esto se les puede culpar personalmente tan poco como a Trotsky de su no bolchevismo.
En cuanto a los jóvenes miembros del CC, diré algunas palabras acerca de Bujarin y de Piatakov. Son, a mi juicio, los que más se destacan (entre los más jóvenes), y en ellos se debería tener en cuenta lo siguiente: Bujarin no sólo es un valiosísimo y notabilísimo teórico del Partido, sino que, además, se le considera legítimamente el favorito de todo el Partido; pero sus concepciones teóricas muy difícilmente pueden calificarse de enteramente marxistas, pues hay en él algo escolástico (jamás ha estudiado y creo que jamás ha comprendido por completo la dialéctica)".

Tras la muerte de Lenin la burocracia dio rienda suelta a sus ansias de poder y Stalin llego a un acuerdo con Zinoviev y Kamanev, para impedir que Trotsky pudiera suceder a Lenin. Una repugnante campaña contra Trotsky comenzó entre bambalinas, de forma sutil al principio y de forma brusca y violenta a continuacion.
La respuesta de Trotsky para poder luchar contra la cada vez más enquistada casta burocrática fue crear la Oposición de Izquierdas dentro del Partido Comunista ruso y posteriormente en la Internacional.

Objetivamente la lucha frente a la cada vez más poderosa casta burocrática rusa estaba perdida. La política del estalinismo conducía de derrota a derrota internacionalmente y dentro de la URSS la clase obrera había sido apartada del poder por la burocracia, que dirigía una guerra sin cuartel contra todo lo que representaba el genuino bolchevismo. El Comité Central del Partido que llevó a la clase obrera a tomar el poder en 1917 fue exterminado físicamente por Stalin y sus esbirros. Una nueva teoría sustituyó al internacionalismo proletario, la teoría antimarxista, antileninista, llamada del 'socialismo en un solo pais'.

    Aunque la lucha de la Oposicion de Izquierda Internacional (bolcheviques-leninistas) no impidió el triunfo de la burocracia y la degeneración de la IC, permitió mantener 'limpias' las banderas de las ideas, el programa y los métodos del marxismo revolucionario, del bolchevismo y el leninismo, frente a la casta burocrática que creció como un tumor maligno, usurpando el nombre y los símbolos de la revolucion de Octubre.

La lucha de la Oposicion de Izquierdas

     La Oposicion de Izquierda surgió como una fracción interna dentro del Partido en Rusia y se extendió al conjunto de la Internacional Comunista. Sus objetivos eran defender las ideas y el programa del marxismo, las ideas genuinas de Lenin, luchando por enderezar al Partido y a la Internacional de la deriva ideológica a la cual lo conducían la burocracia estalinista y su política de constantes zig-zag.

En las propias palabras de Leon Trotsky en julio de 1933, la Oposicion de Izquierdas pretendio dar la batalla interna para regenerar el Partido y limpiar al Estado obrero de la degeneracion burocratica:
     "Desde el día de su fundación la Oposición de Izquierda se impuso la tarea de reformar y regenerar a la Comintern mediante la crítica marxista y el trabajo fraccional interno hacia la  reforma» (…) 
     "Representó una etapa necesaria para el desarrollo del ala marxista de la Comintern; fue una oportunidad para educar a los cuadros bolcheviques leninistas y no pasó sin dejar su marca sobre el conjunto del movimiento obrero. (…) la Oposición de Izquierda no se ocultó, a sí misma ni a los demás, que una nueva derrota del proletariado, provocada por la política del centrismo, adquiriría inexorablemente un carácter decisivo y exigiría una drástica revisión de nuestra posición respecto de la disyuntiva: fracción o partido”

    Sin embargo, esta lucha cada vez tropezaba más y más con la propia naturaleza y el carácter antidemocrático de la burocrática, que monopoliza la dirección oficial del Partido Comunista de la Union Sovietica (PCUS) y de la propia III Internacional, provocando sus posturas que la clase obrera fuera de derrota en derrota.  

     Trotsky llamó a Stalin, en un documento escrito para la IC, "el sepulturero de la revolucion" y a vista de los acontecimientos de la época no le faltaba razon. Era una exacta definicion:

  • La burocracia estalinista del Kremlin apoyó en 1927 el golpe de estado del Kuomintang, que abortó la revolución china en aquel momento. 
  • Desde 1928 hasta 1933 los estalinistas defendieron la política del 'Tercer Periodo', contraria al Frente Único con la socialdemocracia frente al fascismo, política que permitió en 1933 que el nazismo llegara al poder en Alemania. 
  • A partir de 1933 los estalinistas saltaron de la sartén al fuego. Abandonaron su criminal política sectaria y ultraizquierdista del 'Tercer Periodo' y buscaron las alianzas entre las clases, con lo que llamaban 'burguesías progresistas', en los Frentes Populares. Con ello provocaron la derrota del proletariado español (1931-1939), preparando el triunfo del general Franco, en la guerra civil española que se inició en 1936.

      Como hemos dicho, la III Internacional de  Iosif Stalin, Giorgi Dimitrov, Andréi Zhdánov, Mao S-tung y Deng Xiaoping, Ho-Chi-Min, Kim Il-Sun, Josip Tito, Enver Hoxha, Jrushchov, Brézhnev, Gorvachov.... fue disuelta y sepultada oficialmente por Stalin en 1943, en medio de la Segunda Guerra Mundial. 

     Ello fue un reconocimiento explícito, definitivo, de la completa bancarrota política y organizativa de la dirección estalinista que había estado al frente del Partido ruso, de la Internacional Comunista y de los fabulosos recursos del Estado obrero degenerado burocraticamente.

El militante trotskista, quien se converteria en uno de los mejores teoricos marxista tras la II Guerra mundial, Ted Grant, explico y escribio al respecto lo siguiente:

"La Tercera Internacional oficialmente está enterrada. Ha desaparecido del escenario de la historia de la forma más indigna y despreciable posible de concebir. A toda prisa, sin consultar a los partidos adheridos a ella, por no hablar de las bases en todo el mundo, sin ningún tipo de discusión ni decisión democrática. Stalin ha abandonado perdidamente a la Comintern debido a la presión del imperialismo estadounidense". (Ascenso y caída de la Internacional Comunista, Junio 1943).

Leon Trotsky, la  IV Internacional

     Como siempre ocurrió antes, desde dentro de la vieja Internacional surgieron los primeros cuadros, las fuerzas preparatorias, para continuar la lucha para crear el Partido Mundial de la Revolucion Socialista. La lucha de Trotsky y la Oposicion de Izquierdas contra la degeneración de  la revolucion de Octubre salvo del naufragio las ideas, el programa, las tradiciones y los métodos genuinos y  correctos del marxismo.

    
   En realidad, dentro de la IC la burocracia estalinista usó todo su poder para imposibilitar que se diera un genuino debate democrático de las ideas y el programa. En la URSS y a escala internacional los opositores fueron perseguidos y expulsados, mandados al destierro de Siberia y simplemente eliminados ante los batallones de fusilamiento.

   Fue la llegada al poder de los Nazis en Alemania, 1933, sin que el Partido Comunista Alemán ofreciera una lucha seria, el acontecimiento objetivo decisivo, que hizo cambiar de postura a Leon Trotsky y a la Oposicion de Izquierdas Internacional.  El fascismo llego al poder en el país con la clase obrera más fuerte y estas no ofrecieron resistencia por el papel aberrante jugado por los estalinistas, que en aquel momento sostenian la teoría del 'Socialfascismo' (el llamado Tercer Periodo), que equiparaba a la socialdemocracia con el fascismo y llevo a los estalinistas escribir artículos donde explicaban que 'después de Hitler llegarían al poder los comunistas'.

    Trotsky considero que esta enorme traición histórica del estalinismo, paralizando la lucha de las masas y abriendo las puertas a la reaccion, costaría a la clase obrera alemana e internacional la eliminación del conjunto de los derechos democráticos y sociales conquistados durante décadas de lucha contra la burguesía y millones de vida, con la aniquilación por el fascismo de los partidos y los sindicatos obreros y en lo que sería el desarrollo de la Segunda guerra mundial.

    Trotsky proclamó la necesidad de construir la Cuarta Internacional al considerar que la Tercera Internacional había renunciado a defender los intereses de proletariado internacional, llevando a cabo grandes traiciones en Alemania, Francia y España, durante la década de los años 30, resultando la victoria del fascismo en gran parte de Europa.

    En un contexto objetivo muy difícil, las débiles fuerzas del genuino internacionalismo revolucionario, se plantean a partir de 1933 construir nuevos Partidos Comunistas en los distintos países, un nuevo Partido Mundial de la Revolución socialista, una nueva Internacional obrera, la IV Internacional.

     La IV Internacional fue una organización internacional de partidos comunistas defensores de las ideas de Karl Marx, F. Engels, Vladimir Ilich Uliánov Lenin y León Trotsky, quien además fue su principal dirigente. Fue establecida en un congreso de delegados en París, en septiembre de 1938., en donde fue aprobado el Programa de Transición.

Veintiséis (26) delegados representaron a 11 secciones sobre 29 afiliadas (según lo informado entonces por Secretariado Internacional). Algunas delegaciones no pudieron viajar por diversos problemas, entre ellos los económicos, como fue el caso de los trotskistas britanicos del grupo de Ted Grant. El propio Trotsky tampoco pudo asistir, confinado en México, sin VISA para poder viajar.

  El temario de debate de la Conferencia fundacional de la Cuarta era bastante extenso: España, la próxima guerra, China-Japón, la URSS, Francia, las Colonias, América Latina, campaña de solidaridad internacional frente a las persecuciones, problemas de las secciones y estatutos. Por cuestiones de tiempo, no todos los documentos pudieron ser debatidos y aprobados.

  
La IV Internacional es heredera de todas las internacionales obreras. En su Congreso fundacional aprobó como documento en el que basarse, el Programa de Transicion, elaborado por Trotsky y que constituye un 'puente', partiendo de las luchas cotidianas de la clase obrera hacia la tarea estratégica de la transformación socialista de la sociedad.

    Asi mismo, recogiendo todo el arsenal teórico de la Internacional Comunista, en cuanto a su orientación estratégica y táctica, la IV Internacional se basa en los Cuatro primeros Congresos de la III Internacional, cuando sus principales ideas y orientaciones estaban en línea con las ideas de Lenin y Trotsky, quienes elaboraron los documentos fundamentales. En  el plano organizativo la IV Internacional se basa en el modelo leninista de Partido, con un régimen basado en el centralismo democratico. 

    Leon Trotsky entendía la Internacional como el Partido Mundial de la revolución proletaria, con secciones en los diferentes países, que debian actuar como un todo en pro de la revolución mundial. Los ejes teoricos y programáticos, basados en la teoría de la revolución permanente, el Programa de Transición y el internacionalismo, determinaban todos los demás aspectos del funcionamiento, en la defensa de que la revolución socialista sólo podría triunfar, definitivamente, si se es capaz de hacerla triunfar a escala mundial.

    El asesinato de Trotsky, en agosto de 1940, por un agente estalinista de la NKVD, mandado por Stalin, (el español Ramon Mercader), significó un grave golpe político para la Cuarta Internacional, que se vio privada de su teórico fundamental al inicio del estallido de la Segunda Guerra Mundial.

    Gracias a la comprensión política de la situación y a la firme defensa de un auténtico programa marxista para transformar el mundo, tanto en los países capitalistas, como ofreciendo una alternativa mediante la lucha por una revolución política en la URSS, que pusiera fin a la burocracia y devolviera el poder a la clase obrera, Trotsky y sus seguidores habían sido capaces de soportar los tormentosos años 30. Y en 1938 habian puesto en pie una nueva Internacional.

    Trotsky y los trotskistas habían sido los únicos que se habían mantenido en pie, firmes en las bases teóricas y de programa, durante la negra reacción que supuso el MONSTRUOSO régimen de Stalin. Como Leopold Trepper, el organizador de la red de espionaje soviético, en su famosa obra 'El Gran Juego' escribio:

     "Los trotskistas tienen el derecho de acusar a los que en otro tiempo bailaban al son de la comparsa.
Que no olviden nunca que los trotskistas poseen, en comparación con nosotros, la ventaja inmensa de tener un sistema político coherente susceptible de reemplazar al estalinismo, y de aferrarse a una convicción profunda sobre la traicionada.
Ellos no ‘confesaban’, porque sabían que sus confesiones no servirían ni al partido ni al Socialismo”.

Una nueva época, nuevas perspectivas

     En este breve esbozo de la historia de las Internacionales obreras no es posible entrar en profundidad en muchos de los detalles de los acontecimientos. Existe material al detalle de todo ello, hasta nuestros días.  

     Solo afirmar que en 1946 se celebró el denominado Segundo Congreso Mundial de la IV Internacional, donde ya fue visible que la jóven dirección de la Cuarta, que había sido mermada por la propia Guerra Mundial, los Campos de Concentracion nazis y los asesinatos de trotskistas que realizó el estalinismo (tanto dentro como fuera de la URSS), carecían de la suficiente preparacion y  base teórica, para reorientarse en una situación objetiva que era distinta a las previstas en las perspectivas que León Trotsky había elaborado antes del comienzo de la Guerra Mundial.

     Las perspectivas marxistas son una ciencia y como toda ciencia requiere ir contrastandola permanentemente sobre la base de la experiencia práctica, en los acontecimientos, profundizando el análisis de los aspectos centrales y corrigiendo los posibles errores que se pueden cometer, enmendado las perspectivas o descartando algunos desarrollos, que serán sustituidos por aquellos otros que pongan sobre la mesa los acontecimientos.

    Este siempre fue el método científico de análisis de Marx, Engels, Lenin, Trotsky y otros teóricos del socialismo cientifico. Las perspectivas son hipótesis de trabajo, que ayudan al partido a orientarse en el complejo laberinto de la economía, la sociedad y la lucha de clases, permitiendo intervenir en los acontecimientos, sin que estos cojan al Partido por sorpresa. Las perspectivas son el arte de preveer los acontecimientos.

     Sin embargo, podemos decir que sin la presencia de Trotsky al frente de la IV Internacional, las perspectivas fueron un libro sellado bajo siete llaves para la joven dirección que se situó al frente de la dirección internacional. 

   El desenlace de la guerra había sido distinto al inicialmente previsto por Trotsky. El estalinismo salió fortalecido tras la guerra, donde la URSS jugo un papel central en la derrota militar de la Alemania nazi y en los países del Este, cuyas burguesías se habían unido en una y carne al nazismo, surgieron regímenes copiados del modelo de Estado y de economía existente en la URSS.

  En Europa occidental los intentos de los trabajadores de llevar a cabo la revolucion, como en Italia, tras la derrota fascista, fueron abortados con la inestimable ayuda de los dirigentes reformistas socialdemócratas y de los dirigentes estalinistas, que devolvieron el poder a manos de la burguesia una y otra vez.

   Después de la devastación propia de la guerra, los países y el continente mismo estaba destruido. Habia que poner en pie todo, comenzando por las más elementales bases de la economía y de la industria. Mientras tanto, los Estados Unidos de Norteamérica habia emergido de la II Guerra Mundial como Primera Potencia imperialista mundial. La 'ayuda' norteamericana fue crucial para reconstruir Europa y que país tras país no viviera en el fuego de la revolucion social.

  Los  EE.UU. lanzaron el conocido Plan Marshall, oficialmente llamado 'European Recovery Program' (ERP), por el cual los norteamericanos pusieron papel moneda, en doláres, por valor de más de 12.000 millones de doláres, de la época. Esto no fue algo gratuito, sino conscientemente una intervención de la burguesia norteamericana para evitar que la revolución socialista se extendiera al conjunto de Europa.

   De esta forma concreta, con el Plan Marshall y con la nada desdeñable colaboración de los dirigentes socialdemócratas y estalinistas, que abortaban cualquier lucha por la transformación socialista de la sociedad, la burguesia europea puso manos a la obra de reconstruir Europa por la senda del capitalismo. La economía capitalista inicio un boom económico que permitió que la burguesia 'comprara' la paz social, vía reformas sociales y la creación del llamado 'Estado del bienestar', que se prolongó por varias décadas. 

    Sin embargo todos estos hechos eran negados tozudamente por los llamados dirigentes de la Cuarta. Ellos se comportaron como autenticos formalistas empiricos, lejos de comprender dialécticamente la nueva situación. Fueron incapaces de comprender lo que estaba ocurriendo ante sus propias narices. Después de ir de fracaso en fracaso en sus análisis, repetian las palabras y las declaraciones anteriores de Leon Trotsky, sin entender para nada el método de análisis del materialismo dialéctico.

    En lugar de cambiar la perspectiva que Trotsky habia elaborado antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, que es precisamente lo que el mismo hubiera hecho, se agarraron a las palabras y a las consignas que 'el viejo' habia dicho, de la misma forma que un hombre desesperado y sin entender nada se agarra a un clavo ardiendo.

    Michel Raptis (Pablo), James P. Cannon, Ernest Mandel, Nahuel Moreno, Tony Cliff, Gerry Healy, Joseph Hansen, Livio Maitan, Pierre Frank, Pierre Lambert... comenzaron una carrera meteórica para ir de error en error, compitiendo entre ellos mismos haber quien cometia el error más grande y llevaron a la IV Internacional a su destrucción.

A cada paso caian en todo tipo de vicios, típicos de los grupos sectarios del pasado. Cabalgaron una y otra vez desde el ultraizquierdismo mas infantil al oportunismo mas repelente, para volver de nuevo al ultraizquierdismo y de nuevo al oportunismo.

     Michel Pablo fue puesto al frente de la Secretaria General de la Internacional,  entre otros, por los dirigentes del SWP norteamericano. Pablo y la direccion descartaban totalmente que pudiera tener lugar un boom económico capitalista, al tiempo que tenian una perspectiva de que era inminente la Tercera Guerra Mundial. De ello deducian que los Partidos Comunistas estalinistas iban a jugar un papel revolucionario, teniendose que enfrentar al tener imperialismo. 

   Con estas desastrozas perspectivas abandonaron las ideas y el programa de Trotsky, aunque juraban en los altares en nombre del trotskismo. Defendieron que en los países con Estados obreros burocráticos (la URSS y en el resto de Europa del Este) la tarea de los trotskistas no era construir Partidos, organizaciones, revolucionarias de la IV Internacional, sino que debian entrar dentro de los Partidos Comunistas estalinistas y ayudarlos a impulsar la tomar el poder.

    Todo esto puso el sello final a la IV Internacional, que acabó en este proceso rota en diversas y variadas fracciones. Directamente las secciones que siguieron la política 'pablista' fueron destruidas, con sus cuadros politicos absorvidos por las burocracias de los Partidos Comunistas estalinistas.

    En 1953 se produjo una profunda y crucial crisis, con una división interna abierta que jamas se cerraria. Los grupos de Francia (el Partido Comunista Internacionalista); de Argentina (el Partido Socialista de los Trabajadores) y de EE.UU. (el SWP) no aceptaron las Tesis mayoritarias y abandonaron la IV Internacional.

(En las siguientes fotografías, M. Pablo, J. Cannon junto a F. Morrow, E. Mandel, N. Moreno y P. Lambert)



   










 En la década de los 60, en torno al debate sobre la revolución cubana, de si se había creado un nuevo estado obrero o no, de nuevo anunciaron que habia una nueva reunificación. Se constituyo una nueva dirección internacional, el  'Secretariado Unificado', que ahora encabezaban aquellos otros dirigentes que, de alguna forma, se opusieron a Pablo. En el S.U., entre otros estaban James P. Cannon, del SWP americano; Nahuel Moreno, del PST argentino y el belga Ernest Mandel.

    Pero como siempre en la vida, 'las cosas bellas duran poco'. Y esta reunificación duró bastante poco. Una de las características de los grupos sectarios, siempre es que "se unen cuatro, para lograr una magnifica y bella división de ocho". 

El 'Secretariado Unificado', dirigido por ahora por Ernest Mandel, comenzo una busqueda intensa, rabiosa, de sustitutos a la lucha de la clase obrera. Busco 'atajos' en la tarea de construir pacientemente el partido revolucionario. Y lo peor de todo, creyeron encontrar el sustituto de la lucha de clases en el 'guerrillerismo'. Ello les llevo a la tarea de construir el 'foquismo'.

Ello tuvo consecuencias desastrosas, sobre todo porque abandonaron la tarea de construir un Partido revolucionario de masas entre la clase obrera. Se puede plantear como se quiera, pero esta es la auténtica verdad del 'mandelismo'.

    Los grupos norteamericano y argentino rechazaron ésta política. De nuevo la 'Internacional'  se encontraba rota. Los denominados líderes de la IV Internacional jamás fueron capaces de elaborar perspectivas correctas de la situación y por tanto jamas fueron capaces de construir seríamente entre la clase obrera. 

     Los errores políticos, como Lenin y Trotsky explicaron una y otra vez, se acaban pagando muy caros y las desviaciones oportunistas y ultraizquierdistas se sucedieron. Un error político si no es corregido a tiempo te lleva a nuevos errores, con consecuencias aún más graves. Los errores acaban convertidos en tendencia hacia el error.

    La IV Internacional fue destruida por aquellos que decían ser sus dirigentes. Comenzaron por no entender y analizar correctamente la situación objetiva y buscaron todo tipo de 'atajos', en el guerrillerismo, en los estudiantes, en el apoyo a movimientos del nacionalismo burgués en los países atrasados,...

Paradojicamente todo lo que vimos fueron intentos vanos de construir el Partido Revolucionario Internacional en los margenes de la clase obrera, no entre la clase obrera.

  Pablo, Cannon, Mandel, Frank y los demás, provocaron la descomposición de las fuerzas del trotskismo, del marxismo revolucionario en nuestros días, llevando al movimiento finalmente al abandono de las ideas, del programa. Fruto de todo ello finalmente abandonaron los metodos y el modelo de construccion de un partido tipo bolchevique, de organización revolucionaria a construir.

     Es necesario, en estos momentos en los que la clase obrera está entrando en batallas decisivas, en donde la revolución y la contrarrevolución estarán al orden del día pais tras pais, que se pueda reatar el hilo histórico de la lucha en la construcción de un Partido Mundial de la revolución socialista.

De ello dependerá el desenlace de la lucha a vida o muerte en este próximo periodo y con ello el propio futuro de la humanidad. Este hilo histórico nos conduce precisamente a los debates cruciales que se vivieron en el movimiento después de la II Guerra Mundial.

Dentro de la Cuarta Internacional hubo intentos de reexaminar toda la situación objetiva, manteniendo las ideas, los principios y el programa del marxismo revolucionario. En ello jugaron un papel importante la que era 'mayoria' en la direccion del entonces Partido Comunista Revolucionario (PCR), con Jock Haston y Ted Grant al frente.

Por supuesto, los trotskistas británicos no estuvieron solos en ese intento de desenredar y comprender lo que estaba ocurriendo. 

   
En el período inmediato al final de la Segunda Guerra Mundial, también hicieron intentos serios de comprender la nueva situación y comenzaron la tarea otros trotskistas. Entre ellos destacan David Rousset, de Francia; Felix Morrow y Albert Goldman, de EEUU. 

     En el movimiento por la construcción del Partido Mundial de la revolución socialista, desde sus inicios en la época de Marx y Engels, las diferencias y los debates a fondo siempre han sido la norma. La AIT fue un ejemplo de intensos debates, entre los partidarios de Marx y los del anarquismo de Bakunin, por ejemplo. En la IC Lenin y Trotsky tuvieron que librar duros debates, sobre todo con los ultraizquierdistas. 

    Era norma, más allá de los Estatutos, que no se expulsaba a nadie por diferencias políticas. Los debates servían para elevar el nivel político, en su conjunto, de la organización. Este es el genuino significado del centralismo democratico, donde la autoridad de la dirección está determinada por su capacidad política de convencer a la organización, o a la mayoría de ella, con datos, cifras y argumentos.

    Sin embargo, como prueba de su incapacidad política y su deriva hacia el sectarismo, el ultraizquierdismo y el oportunismo (todo ello son dialecticamente distintas caras de la misma moneda), los llamados dirigentes de la Cuarta, en vez de propiciar el debate y de esta forma poder corregir sus errores, procedieron como es típico de todos los grupos sectarios a expulsar a todos aquellos que planteaban diferencias con sus ideas, cada vez más alejadas del marxismo revolucionario.

    Pablo y la llamada dirección de la IV Internacional eran incapaces de soportar las críticas, a sus ideas y a sus métodos de funcionamiento. Ello les llevó en 1950 a expulsar a los dirigentes trotskistas ingleses (Ted Grant, Jock Haston y Bill Hunter). En 1952 rompieron con la mayoría de la sección francesa (Parti Communiste Internationaliste, PCI),...

Ese tipo de politica y funcionamiento, hay que decirlo claramente, es totalmente ajeno al bolchevismo y a la Cuarta Internacional en vida de Trotsky. Esos fueron los metodos de los zinovististas, en ultima instancia de los estalinistas, no del marxismo leninismo.

    En el denominado 3º Congreso Mundial de la Cuarta Internacional (1951) las posiciones “pablistas” fueron formalmente aprobadas y desde entonces los choques de mayoría ("pablistas") con la minoría (“anti-pablistas”) fueron creciendo, hasta el punto de que a finales de 1953 culminaron nuevas rupturas. En realidad todo indicaba no solo la descomposición política de la dirección de la IV Internacional, sino que esta se había convertido en un cadaver presa del sectarismo.

   Los marxistas británicos lucharon con las únicas armas con las que podían luchar: perspectivas, ideas, programa y los métodos del marxismo revolucionario. Ted Grant fue expulsado, la primera vez, después de 22 años militancia en el movimiento trotskista. En el momento de su expulsión era miembro del Comité Ejecutivo de la Cuarta Internacional.  El Tercer Congreso Mundial ratificó la expulsión de Ted Grant, a propuesta de Ernest Mandel (Germaine). 

     En una de esas paradojas de la vida, el propio Ernest Mandel habia descrito a J. Haston y a T. Grant como "la encarnación de la tendencia del trotskismo británico que obstinadamente se niega a integrarse en la Internacional, a asimilar el nuevo rumbo del trotskismo".

     Hasta nuestros días han llegado diferentes grupos y tendencias que se reivindican 'herederos de la IV Internacional'. De una forma u otra, implícita o explícitamente, la gran mayoría de aquellos que pertenecieron a la Cuarta Internacional, al igual que la gran mayoría de los que de palabra aun siguen afirmando ser los 'reconstructores' de la Internacional, hace ya mucho tiempo renunciaron a lo fundamental: a las perspectivas, a las ideas, a los metodos y a un programa correcto. 

   Construir el Partido, comenzando por los primeros núcleos de cuadros, requiere realizar un trabajo paciente entre las masas, en la clase obrera. No pueden existir 'atajos' en la labor de 'explicar pacientemente', en el trabajo día a día con los trabajadores y la juventud, en respirar junto a la clase obrera cada etapa del proceso molecular de toma de conciencia, trabajando en los sindicatos y en las organizaciones en donde la clase obrera se expresa. Construir una dirección marxista, ganando la autoridad política entre las masas, ganando su oído y acabando por influenciarlas con el programa de la transformación socialista.

  A continuación un resumen de algunas de estas "internacionales". La IV Internacional en la actualidad:

* El SECRETARIADO UNIFICADO, de tradición mandelista, que se sigue reivindicando la IV Internacional. Fue creado en 1963, tras la unificación del Secretariado Internacional de M. Pablo y el Comité Internacional, los anti-pablistas, pasando a dirigir este 'Secretariado Unificado' Pierre Frank, Ernest Mandel y Joseph Hansen. Hace ya décadas abandono las ideas y al programa trotskista y abandono igualmente el modelo del 'centralismo democratico', en la construcción del partido, junto con la lucha por la Dictadura del Proletariado. Afirman querer funcionar como una Federación de partidos, no como un partido mundial.

* La 'INTERNATIONAL SOCIALIST TENDENCY', impulsado por el 'Socialist Workers Party', con las ideas de Tony Cliff. Este grupo rechazó las ideas fundamentales de Trotsky y de la tarea de construir la IV Internacional, fundamentalmente por su análisis de la ex-URSS, que definían como Capitalismo de Estado. Dicen defender 'algunas' ideas de Trotsky.

* La LIGA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES - Cuarta Internacional (LIT-CI), grupo fundado por Nahuel Moreno (morenistas). Afirman querer reconstruir la IV Internacional, sobre la base de un programa revolucionario.   
  Fundamentalmente tienen presencia en latinoamerica, con el Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU) como mejor exponente. En Europa tienen presencia en el Estado español, con el Partido Revolucionario de los Trabajadores - Izquierda Revolucionaria (PRT-IR) y en Italia con el Partido de Alternativa Comunista (PdAC).La

*CORRIENTE MARXISTA INTERNACIONAL (CMI), procede de la sección inglesa de la IV Internacional, que dirigía su principal teórico Ted Grant. La CMI se caracteriza del resto de los grupos que se reclaman de la Cuarta por su énfasis en dos aspectos importantes: la formación teórica de cuadros políticos y su constante orientación hacia el trabajo en las organizaciones de masas, con el objetivo de evitar el aislamiento de las ideas de la clase obrera. 
Esta orientación del trabajo hacia las organizaciones de masas hace que reciba críticas por sistema del resto de grupos, pensando este es el punto débil de la CMI.    Pero por el contrario, el análisis que la CMI mantiene, en palabras del propio Ted Grant, es que "los revolucionarios deben trabajar dentro, fuera y alrededor de las organizaciones de masas, porque los trabajadores comienzan a moverse a través de sus propias organizaciones de masas tradicionales y por lo tanto,  fuera del movimiento obrero, no hay nada".

* El MOVIMIENTO POR LA REFUNDACIÓN de la Cuarta Internacional, que se fundó en 1997, en Génova (Italia), donde reagrupaban a grupos 'trotskistas' de  Sudamérica y Europa.   
En 2004 se cambiaron el nombre para convertirse en la Coordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional (CRCI), con grupos en 3 continentes y unos 10 países. 
En este grupo se encontraba el Partido Obrero de Argentina (al menos hasta su reciente crisis interna que ha provocado la expulsión del partido de su fundador, Jorge Altamira y un tercio de la militancia), el Partido Revolucionario de los Trabajadores de Grecia, el Partido de los Trabajadores de Uruguay y el Partido Comunista de los Trabajadores de Italia.

* La CORRIENTE COMUNISTA INTERNACIONAL, que procede del Partido Comunista Internacionalista francés, dirigido por Pierre Lambert, quien también tuvo su parte de responsabilidad en el naufragio y deriva de la IV Internacional.  Este grupo se reproclamo en 1993 como la auténtica IV Internacional, aunque no es reconocido como tal por nadie más que por ellos mismos.

 A forma de conclusion

Hoy en día la discusión, en el terreno teorico y practico, no debe estar planteada en torno al nombre que debe asumir el Partido de la Revolucion Socialista Mundial. Lo fundamental son las ideas, el programa y los metodos de construccion de la misma. Este es el verdadero debate y sus conclusiónes deben estar centradas en comprender que la clase obrera mundial esta mss necesitada que nunca de una dirección marxista, de un PARTIDO MUNDIAL PARA LA REVOLUCION. De ello dependera que la clase obrera pueda tomar el poder en sus manos. Y esa direccion solo podra ser posible sobre las sólidas bases, sobre la roca firme, de las ideas y los metodos centrales y fundamentales de Marx, Engels, Lenin y Trotsky.

La tarea central de los próximos años será la transformacion radical de la sociedad y para ello será necesario que al menos estos dos factores confluyan:

  • Acontecimientos, acontecimientos y más acontecimientos. La situación objetiva, la inviabilidad del capitalismo, llevará hacia la lucha y hacia la revolucion socialista a la clase obrera. La sociedad internacionalmente será una olla a presión.
  • Una dirección, con ideas, perspectivas y un programa claro, que de una salida revolucionaria a la lucha de la clase obrera, es imprescindible.
En ese ánimo esta escrito el presente texto, para que pueda servir de ayuda y debate, en la comprensión de donde estamos y sobre todo a dónde necesitamos ir. Publicamos estas líneas para debatir de las ideas, el programa y los metodos para la construccion de nuestro Partido revolucionario mundial. En esa tarea concreta estamos. Esperamos que los compañeros y compañeras mas conscientes se unan a esta lucha.

Tenemos plena confianza en que la clase obrera mundial será capaz de encontrar el camino hacia un verdadero futuro para la humanidad, construyendo una genuina dirección revolucionaria que le permita poner fin al dominio bárbaro que actualmente ejerce la burguesia mundial.

Los propios acontecimientos determinarán el nombre con el que se conozca finalmente la necesaria Internacional obrera marxista. Recientemente hemos constituido un Comite de Enlace y discusion, en diferentes paises de America Latina, con el objetivo de caminar juntos en la construccion del Partido de la Revolucion Socialista mundial.

Con paciencia revolucionaria haremos posible aquello que el 28 de octubre de 1938, en un discurso grabado para un acto masivo en los EE.UU., Leon Trotsky explico, sobre el objetivo del movimiento trotskista:

"Queridos amigos, el nuestro no es un partido como cualquier otro. Nuestra ambición no se limita a tener más miembros, más periódicos, más dinero, más diputados...

Todo eso es necesario, pero no es más que un medio. Nuestro objetivo es la total liberación material y espiritual de los trabajadores y los explotados a través de la revolución socialista".

Comentarios

  1. Buen artículo Salvador Pérez,con mucha verdad y optimismo.pero cada vez la clase trabajadora se va encontrando en peor situación .los poderosos nos destruyen el camino ganado.

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  2. Caríssimos camaradas. Écom imenso prazer ler essa narrativa, muito elaborada e bem preparada pelo camarada Salvador. Espero, imensamente, quwe consigamos reconstituir um comitê de debates -jhá em andamento- e que dele surja, realmente, a construção de umaInternaciona operária revolucionária e que esta, ajude, aqui no Brasil, na Colômbia como em outros países não só latinoamericanos, mas, inclçusive, em outros continentes, partido operários de caráter revolucionário. Temos certeza de caminharmos no caminho dessa construção. Um grande abraço!

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