NUEVO PERIODO LUCHA DE CLASES,
LA HUELGA
GENERAL DEL LUNES 2 DE SEPTIEMBRE
Este pasado domingo se produjo la recuperación por
Israel de seis de los rehenes que estaban en manos de Hamás. Han sido
recuperados muertos. Lo cual ha tenido como efecto un aumento del estado de
indignación que reina entre la población israelí en contra del gobierno de
Netanyahu. Correctamente las masas en Israel comienzan a ver que el primer ministro y su Ejecutivo "tienen las manos manchadas de sangre de los rehenes".
Por Salvador Pérez
Pese a los intentos de Netanyahu de culpar a Hamás de asesinar a sangre fia a los rehenes, Khalil al-Hayya, funcionario de Hamas y principal negociador, ha negado estas afirmaciones y afirma que "algunos de estos prisioneros fueron asesinados directamente por las fuerzas israelíes, ya sea a través de ataques aéreos o fuego real".
Para añadir incluso mas "leña al fuego", presionado evidentemente por toda la situación social en la zona, el presidente Joe Biden también responsabilizo al primer ministro israelí del retraso en la conclusión del acuerdo. “Estamos cerca de un acuerdo para liberar a los secuestrados, pero no creo que Netanyahu esté haciendo lo suficiente”, afirmó Biden en Washington.
Este mismo domingo, 1 de septiembre, se han
producido masivas manifestaciones en Israel, en donde claramente los
trabajadores y la juventud israelís están cada vez mostrando más y más
oposición a la guerra genocida del Estado sionista en contra del pueblo
palestino en Gaza. Cada vez más existe una clara división social en contra de
la política del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, cuyo gobierno esta
cada vez más cuestionado. Estamos ante una profunda crisis política, que podría estar anunciando la propia destitución del primer ministro israelí.
Las exigencias de que pare la guerra y se acceda a
sellar un acuerdo con Hamás, el cual permita la pronta liberación de los 97
rehenes que aún continúan cautivos en Gaza aumenta en la sociedad israelí.
Según cálculos de diferentes organismos, un tercio de esos rehenes habrían muerto
ya.
La indignación social ha llevado tras las
movilizaciones de este domingo a que haya sido convocada ya una Huelga General,
que comienza este mismo lunes, convocada entre la clase obrera israelí entre
otros por el sindicato Histadrut (Organización General de Trabajadores de Israel), el más importante de Israel. La entrada en
escena de la clase obrera israelí, junto al aumento social de absoluto rechazo
entre las masas árabes de toda la zona, puede suponer un auténtico punto de
inflexión en toda la situación, que podría acelerar la caída del criminal y
genocida gobierno de Benjamin Netanyahu.
Como decimos, este domingo miles de trabajadores y
de jóvenes israelíes han salido a las calles en las principales ciudades de
Israel. El movimiento va cogiendo fuerzas y durante toda la noche han
continuado las movilizaciones, convocadas por el Foro de Familiares de los
Rehenes.
En el centro de Tel Aviv se han vivido una de las
concentraciones mas numerosas e importantes, en donde miles de manifestantes
llenaron todas las calles adyacentes al cuartel general de las Fuerzas
Armadas israelíes. Los propios medios de comunicación israelíes hablan ya
claramente de las mayores movilizaciones desde el inicio de la genocida guerra en
la Franja de Gaza.
Igualmente en Jerusalén la manifestación se
ha producido frente a la sede de la Knesset (Parlamento israelí), en
donde además se ha anunciado la celebración de una nueva manifestación este
mismo lunes, a las 12.00 horas, coincidiendo con la reunión que prevista por el
Consejo de Ministros de Netanyahu.
En esta protesta se han exhibido los ataúdes
simulados de las últimas seis víctimas israelíes del conflicto, al tiempo que
los manifestantes manifestaban "miembros del Gobierno: vais a
aprender por las malas lo que es importante para esta nación. No vais a
tener ni un momento de silencio", según recoge el diario The
Times of Israel.
La Huelga General abre un camino
Los
jóvenes Marx y Engels escribieron en común un “Manifiesto”, por encargo de la Liga Comunista, una organización obrera internacional, en 1847 y que vio su publicación al año siguiente, escribieron y publicaron ese monumental
documento que sentó las primeras bases científicas para la construcción de un
análisis y un programa de combate para transformar la sociedad. Y comenzaron
afirmando que:
“Toda la historia de la sociedad humana, hasta
la actualidad, es una historia de luchas de clases.
Libres
y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y
oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre,
empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y
abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación
revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases
beligerantes”.
Sobre
este análisis en este Blog hemos afirmado anteriormente que todo el “horror sin
fin” de la guerra de exterminio del Estado de Israel sobre el pueblo palestino
podría tener un punto de inflexión en la entrada en acción de la clase obrera,
internacionalmente y en el propio Israel, en donde las elites dominantes basan
su dominio sobre cada vez peores condiciones de vida para los trabajadores, la
juventud y el conjunto de los oprimidos.
Significativamente
es por ello de gran importancia la entrada en acción de la clase obrera
israelí, cuyos interese materiales están mucho mas cerca de las masas árabes
que de las elites sionistas gobernantes. El domingo pasado más de 300.000 trabajadores
se manifestaron tan solo en Tel Aviv.
La
convocatoria de la Huelga General indefinida por parte del sindicato Histadrut,
la
organización de sindicatos más grande de Israel, supone un salto importante
hacia adelante en toda la situación. Han anunciado huelga general a partir
de este lunes, que paraliza el conjunto de la economía de Israel,
incluyendo la paralización del Aeropuerto de Tel Aviv. Histadrut afirmo
que "a partir de las 06.00 de la mañana la economía israelí se
detendrá. A las 08.00 de la mañana se cerrará el aeropuerto y
se suspenderán los despegues y aterrizajes", en palabras del presidente de
la organización, Arnon Bar-David.
Desde el mismo sábado anterior miles de
trabajadores tomaron las calles de Tel Aviv, en clara oposición y protesta en contra
de Netanyahu, demandando con claridad la celebración de unas elecciones
anticipadas que pongan punto final al gobierno actual y la firma inmediata
de un acuerdo de tregua con Hamás.
La mecha se encendió aún más el domingo, después
de que el Ejército israelí confirmase que los cadáveres que recuperó este
sábado en un Túnel en el sur de Gaza corresponden a seis rehenes —cuatro
hombres y dos mujeres— que Hamás había secuestrado tras el ataque del 7 de octubre.
"Estaban vivos. Netanyahu y el
gabinete de la muerte decidieron no salvarlos. Todavía hay
rehenes vivos allí, todavía se puede llegar a un acuerdo. Netanyahu no
lo está haciendo por razones políticas", declaro el líder de la
oposición, Yair Lapid, quien al mismo tiempo ha hecho un llamado a los empresarios
y a las autoridades locales a unirse a la huelga general.
De la "conmoción" de Netanyahu al apoyo a la huelga
Bajo el lema 'Detener la nación', la iniciativa ha
sido secundada también por el Foro Empresarial de Israel, que aglutina a las
200 empresas más grandes del país. El alcalde de Tel Aviv, asimismo, ha
avanzado que su ciudad estará también en huelga en apoyo a las
familias de los rehenes: "No habrá recepción de público y permitiremos que
todos los empleados salgan a apoyar la lucha de las familias", ha
expresado. Un pronunciamiento al que también se han sumado los alcaldes de las
ciudades de Givatayim y de Kfar Saba.
Por otro lado, Lapid, líder del partido Yesh Atid,
ha exigido una sesión especial en el Parlamento israelí para discutir un
nuevo acuerdo de tregua con Hamás como el pactado el pasado mes de
noviembre y que permitió la liberación de 105 rehenes a cambio de 240
palestinos presos en cárceles israelíes.
Sin embargo, la realidad es que la cámara israelí
está en receso hasta finales de octubre y una sesión plenaria ordinaria
requeriría el apoyo de al menos 25 legisladores. Para exigir
la asistencia de Netanyahu se necesitan 40 legisladores.
Con el cinismo típico de todos los reaccionarios
del mundo, tras conocerse la noticia de la aparición de los seis rehenes
muertos y ante las crecientes criticas de las familias de los secuestrados y
del movimiento obrero, Netanyahu declaro que "al igual que todos los
ciudadanos de Israel, me he sentido profundamente conmocionado por
el terrible asesinato a sangre fría de seis de nuestros
secuestrados". “Conmocionado”,
como todo aquel que ve su cabeza pender de un fino hilo.
Los marxistas hemos explicado que la política exterior
siempre es la continuación de la política interior y que en última instancia la
guerra es la continuación de la política por otros medios. Bajo este prisma es
bajo el que tenemos que continuar el análisis de la situación de 11 meses de ofensiva,
de bombardeos y destrucción de todo en la Franja de Gaza, del genocidio de todo
un pueblo, el palestino.
Y las masas de Israel ya están dando claros
mensajes de estar cansadas y hastiadas de toda esa política criminal de
Netanyahu y su gobierno. Ello lo demostraron de forma clara y nítida el pasado
domingo, cuando cientos de miles de trabajadores, jóvenes y oprimidos salieron
a las calles para protestar contra el Gobierno del primer ministro, Benjamín
Netanyahu, al que certeramente responsabilizan de que su política de exterminio
del pueblo palestino haya impedido la liberación de los rehenes cautivos.
Desde luego esta descartado que en el proximo periodo la situación social en Israel sea de calma, sobre todo en un contexto en donde la clase dominante prepara nuevos ataques, a todos los niveles, en contra de la clase trabajadora y los oprimidos. El propio ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, afirmo que "el presupuesto del Estado para 2025 incluirá fuertes recortes de
gastos, ya que el Gobierno intenta equilibrar la responsabilidad fiscal con la
necesidad de financiar la guerra que Israel mantiene con Hamás en Gaza".
Y en este mismo sentido estaba la convocatoria de
la Huelga General, convocada por el principal sindicato israelí, el Histadrut,
que claramente ha sido secundada por la clase trabajadora, afectando al
conjunto de las administraciones y servicios públicos, a las empresas
tecnológicas, a los bancos y hospitales. Durante horas se produjeron
cancelaciones de los vuelos en el principal aeropuerto de Israel, el de “Ben
Gurión”, en Tel Aviv. Junto a ellos ya comenzábamos a ver el surgimiento de
movilizaciones empleando los métodos clásicos de la lucha de clases, con cortes
de vías y carreteras en varios puntos estratégicos del país.
A las mismas puertas de la residencia de Netanyahu
se han concentrado los manifestantes y se han llegado a producir incidentes y
enfrentamientos con la Policía, que ha intervenido ordenada por el gobierno,
que niega la vida al pueblo palestino y el conjunto de los derechos democráticos
a los trabajadores y la juventud de Israel. En las protestas han participado
miles de trabajadores y jóvenes, en una jornada que huelga que ha sido cortada
por las leyes reaccionarias del Estado israelí, pero que servirá para que el
movimiento avance en conclusiones en conjunto. Nuevos acontecimientos están madurando
y una explosión de la lucha de clase es inevitable en este próximo periodo.
Netanyahu y su reaccionario gobierno no han
tardado ni media jornada en catalogar a la Huelga General como de “política
e ilegal", y desde el comienzo de los primeros cortes de carreteras el
gobierno pidió a los Tribunales y Jueces de Tel Aviv que actuaran en contra de
la huelga, la declararan como ilegal y la desconvocaran. Es lo que hemos visto
ocurrir a medio día del lunes. Pero es claro que la necesidad de luchar acabara
encontrando una salida, que nuevas e inevitables luchas se producirán por
muchos jueces al servicio del Ejecutivo que las declaren ilegales. El ministro de Finanzas israelí, el
ultraderechista y supremacista judío, Bezalel Smotrich, había
recurrido la convocatoria ante el Tribunal, que ha fallado que la huelga no
está justificada, porque sus motivos son "políticos" y no
condicionados por un "conflicto laboral colectivo".
La situación es cada vez mas inestable en Israel. Es clara ya que existe una profunda división en la propia clase dominante, cuyos sectores mas inteligentes son conscientes de que no podrán controlar la situación sobre la base de una política de represión sistemática de los derechos democráticos. El propio Netanyahu es consciente de que su situación y el poder mantenerse en el poder pende de un frágil hilo que amenaza con romperse en cualquier momento.
Por todo ello desde el gobierno intentan buscar un "equilibrio" con una manida política de "palo y zanahoria". La Agencia de noticias France24 acaba de informar que: "Miles de personas protestaron en Israel por segundo día consecutivo, pidiendo la renuncia del Primer Ministro Benjamín Netanyahu, y exigiendo un acuerdo de alto el fuego a cambio de liberar a los rehenes que continúan en poder de Hamás, en la Franja de Gaza. Las manifestaciones estallaron luego de que el Ejercito recuperara los cuerpos de seis rehenes asesinados en Rafah, el fin de semana, Netanyahu pidió perdón a las familias, al tiempo que reitero que Israel continuará controlando el corredor Filadelfia, que conecta a Gaza con Egipto,..."
Hay un refrán español que dice que "una cosa es predicar y otra es dar trigo". La petición de perdón de Netanyahu no tiene credibilidad alguna, no debe tenerla en absoluto. Al tiempo que el "pedía perdón", el Ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, dijo este mismo martes que "el Presupuesto del Estado para 2025 incluirá fuertes recortes de
gastos, ya que el Gobierno intenta equilibrar la responsabilidad fiscal con la
necesidad de financiar la guerra que Israel mantiene con Hamás en Gaza". Una vez más buscan que los hombros y la espalda de la clase trabajadora israelí pague el precio de su borracha política de guerra y exterminio del pueblo palestino, mediante recortes sociales, mas impuestos y bajada de los salarios.
Construir una alternativa de clase
La urgencia de construir una genuina organización revolucionaria
que permita dotar de una dirección correcta a las masas israelíes y árabes, en
lucha contra el imperialismo y los gobiernos reaccionarios de toda la zona, comenzando
por el Ejecutivo de Netanyahu, se abre paso en el actual escenario. La lucha
por la vida, la lucha por condiciones dignas de vida también es una lucha en
contra del imperialismo y el conjunto de sus gobiernos títeres en todo el
Oriente Medio. La transformación socialista de la sociedad es en última
instancia la única vía de futuro para las masas en toda la región y el planeta.
En cierto sentido, con una perspectiva histórica, en estos momentos vemos una situación que parece estancada. Y las aguas estancadas viven un proceso de pudrimiento. Solo y tan solo la acción revolucionaria de las masas pueden encontrar una salida a la podredumbre actual.
En occidente tenemos el deber de clase de rebelarnos contra las política belicistas de los gobiernos, que sustentan los actuales crímenes de guerra de los que somos testigos. Sin el apoyo de Occidente, del imperialismo norteamericano y europeo, el horror actual que vive el pueblo palestino no tendría lugar.
Por otra parte, los gobiernos árabes de la zona están apoyando políticas claramente en favor de las clases dominantes, en contra de las masas empobrecidas de toda la región. Es una necesidad organizar la lucha revolucionaria para tumbar a esos gobiernos reaccionarios y títeres del imperialismo, en Arabia Saudita, los Estados del Golfo, en Jordania, Egipto, Turquía y demás países con sus gobiernos cómplices en la masacre del pueblo palestino.
La clase obrera de Israel esta obligada a comprender que un pueblo que oprime a otro pueblo jamás podrá ser un pueblo libre. La sociedad israelí no es uniforme, la clase obrera tiene intereses objetivos y materiales enfrentados a la clase dominante. Y esto es de particular importancia. Es necesaria una política de absoluta independencia de clase, que defienda los intereses de los trabajadores judíos y árabes frente a los burgueses. Hoy más que nunca, nuestra consigna central continua siendo:
¡¡Proletarios de Oriente
Medio, Uníos!!
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