COLOMBIA: TUMBAN LA CONSULTA POPULAR
¡¡ Luchar por todas las Reformas !!
¡¡ Organizar y Fortalecer los Cabildos Abiertos !!
El pasado 18 de marzo los ocho Senadores de la Comisión Séptima del Senado, puestos al servicio de la oligarquía y la burguesía colombiana y extranjera, hundieron la Reforma Laboral que presentaba el gobierno de Gustavo Petro. En la noche del miércoles 14 de mayo, en una rocambolesca votación en el Congreso de la República, con trampas en la propia votación que la hicieron concluir cuando iba 49 votos contra 47 a favor, el Congreso tumbo la propuesta del Gobierno de someter a CONSULTA POPULAR, a decisión de la ciudadana, los puntos principales de la Reforma Laboral.
Es claro y nítido que estas decisiones de Senadores y Congresistas, en sintonía con los intereses de la clase dominante, representa un nuevo golpe en contra de la clase obrera, los campesinos pobres, la juventud y las mayorías sociales que estuvieron movilizándose y marchando por las calles y plazas de Colombia durante el estallido social de 2021.
Con estos últimos acontecimientos es claro que la clase dominante colombiana, de la mano de las multinacionales, no está dispuesta a que la clase trabajadora pueda avanzar unos centímetros en derechos laborales, sociales y de mejoras de sus condiciones de vida. Lo que hemos visto realizar a los espurios “representantes de las elites” (financieras, empresariales y de los clanes corruptos y NarcosParácos) es la completa afirmación de que continúan dispuestos a utilizar todos los mecanismos a su alcance para evitar que el Gobierno apruebe ninguna medida en favor de la mayoría de la sociedad, para evitar ninguna mínima reforma progresista.
Y si para lograr eso tienen que tirar al retrete cualquier principio básico en los que se debe fundamentar una democracia, ellos no tienen ningún reparo en hacerlo, como vemos cada día. Al fin y al cabo, ellos son “expertos” en todo tipo de corruptelas, en hacer constantemente todo tipo de trampas legales e ilegales, ya que se conocen al “dedillo” esos mecanismos de a ver trampas jurídicas, artimañas y tejemanejes parlamentarios y controlan corruptamente las propias entrañas del Estado, el cual utilizan para sangrarlo económicamente y en el cual tienen enormes grupos y clanes corruptos controlándolo para sus intereses. Es por ello que de este mismo Estado no podemos esperar nada bueno, esta administrado para defender los intereses y privilegios del 1% de los ricachones, que controlan todas las palancas fundamentales en Colombia.
En un contexto internacional de crisis orgánica del sistema capitalista la economía colombiana se encuentra en claro estancamiento y totalmente condicionada a los intereses de las grandes potencias. Y es esta situación la que determina la voluntad inequívoca de la clase dominante colombiana de hacer que el costo de la crisis del Sistema recaiga sobre los hombros de la clase trabajadora y de los sectores desfavorecidos de la sociedad.
Como ocurre a lo largo y ancho de todo el mundo, bajo el capitalismo la época de reformas progresistas quedo atrás en el tiempo. Las políticas de las clases dominantes van encaminadas en eliminar más y más derechos laborales y sociales, empeorando a cada paso las condiciones de vida de millones y millones, de trabajadores, jóvenes y oprimidos. Lo que estamos viendo en el mundo de la hipocresía y la mentira constante que rodea todo lo relacionado con el Senado y el Congreso de la República es una confirmación de todo ello: “elegantes, bien pagados y bien vestidos Senadores/as y Congresistas”, que cumplen fielmente para lo que están puestos ahí, defender los privilegios de los poderosos.
Estamos ante una nueva embestida de la clase dominante en contra de los trabajadores y los mas necesitados de Colombia, al objeto de continuar exprimiendo y explotando al máximo la fuerza de trabajo de la clase obrera, dejándola sin derechos laborales, salariales y sociales. Y en esa embestida el Senado y el Congreso solo son vistos como órganos que deben poner sello oficial a las decisiones de los Consejos de Administración de los grandes bancos y empresas, haciéndolas pasar como “democráticas”.
Es claro que intentan utilizar con cierto cuidado las instituciones de la pretendida democracia burguesa por miedo a que sus políticas de continuidad en los ataques a los mas necesitados de la sociedad acaben provocando un nuevo estallido social, como vemos en diferentes puntos del planeta y como ocurrió en Colombia en el año 2021, acontecimientos frescos aún en la memoria colectiva. Cada ataque provoca una reacción de respuesta y los oprimidos de la sociedad no estamos dispuestos a continuar retrocediendo sin que demos batalla.
Sectores de la clase dominante colombiana aun siente temor al recordar el Estallido Social de 2021, en donde la juventud, la clase trabajadora, el campesinado y los oprimidos pusieron durante meses en jaque al Sistema y en las calles derrotaron claramente al ultimo gobierno uribista de Colombia, el del títere Iván Duque. Aquellos acontecimientos prepararon el terreno en las calles y la sociedad para el posterior triunfo del Pacto Histórico, el primer gobierno de izquierdas en la historia de Colombia. Y esos acontecimientos también están frescos en la memoria de todos aquellos sectores que “no tienen nada que perder bajo el capitalismo raquítico de Colombia y tienen todo un mundo que ganar luchando.
Las maniobras del Congreso están generando una absoluta ola de indignación, totalmente legítima. Pero ahora es tarea y necesidad central el poder organizar esa indignación mediante la organización y la lucha. Tal y como explicaba León Trotsky, “Sin una organización dirigente la energía de las masas se disiparía, como se disipa el vapor no contenido en una caldera. Pero sea como fuere, lo que impulsa el movimiento no es la caldera ni el pistón, sino el vapor.”
Cada ataque de la oligarquía y la burguesía en contra de la “reformas” tiene que ser respondido inmediatamente con fuerza por parte de las masas oprimidas, de la clase trabajadora. Es enormemente positivo de que el gobierno de Gustavo Petro esta llamando a movilizarse por las Reformas y las manifestaciones del pasado 1º de mayo fueron una clara demostración de que la clase obrera esta dispuesta a afrontar esa lucha y de que tiene fuerzas suficientes y de sobra para imponer esas reformas. Hay que organizar, organizar y volver a organizar de forma detallada y con un claro plan de lucha a la clase trabajadora y a los oprimidos.
Especialmente importante, además de llamar a la lucha, es la convocatoria que se esta haciendo a que se organicen CABILDOS ABIERTOS, los cuales debemos ver y convertir en instrumentos de lucha, para planificar las movilizaciones y poder organizar a los trabajadores y oprimidos en la perspectiva de una Huelga General en donde la clase obrera dispute el poder real a la oligarquía, a los banqueros y a los grandes empresarios, a todos esos parásitos sociales que viven del trabajo de los oprimidos.
Los Cabildos Abiertos deben en sus deliberaciones realizar un juicio político contra los congresistas que cometieron graves delitos en la votación de la Consulta Popular en el Senado de la República; por no permitir que el pueblo se exprese por los derechos de los trabajadores, verdaderos anhelos de un pueblo que ha decidido salir a las calles para acusarlos publicamente como culpables y no volverlos a elegir con pena de inhabilidad de por vida. El constituyente primario es el pueblo.
Y es que solo y tan solo la clase trabajadora ha demostrado su poder y ha conquistado avances cuando se ha movilizado en las calles, el campo de batalla en donde siempre consiguió sus principales y fundamentales victorias históricas. Frente a la ofensiva reaccionaria la clase obrera debe emplazar a todos estos parásitos en las calles, en la lucha de clases.
Basándonos en toda la experiencia histórica es necesario comprender cuales son los limites en toda esta situación, los limites presentes de las políticas reformistas en la actualidad. El Sistema capitalista no se puede reformar hoy en día, pues está diseñado, con su Estado al frente, para defender las riquezas y privilegios de una pequeña minoría a costa de la aplastante mayoría de la sociedad. Si queremos hablar seriamente de reformas progresivas, de cambiar las cosas, de liminar el hambre, la miseria y la explotación, tenemos que hablar de desafiar las bases materiales del Sistema en su conjunto.
Tenemos la obligación de ser totalmente claros en nuestras ideas: Ninguna reforma será duradera en el tiempo mientras tanto y cuando el poder económico, y político, permanezca en manos de la oligarquía, que controla todo gracias a ello. La clase dominante no permitirá voluntariamente que se produzcan grandes cambios, menos aún por vías tradicionales o parlamentarias. Sus “valores democráticos” terminan en el momento en el cual ven peligrar sus enormes beneficios y ganancias.
En estos momentos es fundamental dar un gran impulso a la lucha desde abajo hacia arriba. Tenemos que hacer posible que los CABILDOS ABIERTOS se implanten en todos los lugares de trabajo, de estudio, en los barrios y pueblos, que podamos garantizar el derecho democrático real a la libre sindicalización del conjunto de los trabajadores (tanto en los trabajos “formales como informales”).
Todo ello hay que hacerlo preparando desde ya una amplia campaña de movilización que exija contundentemente la puesta en marcha no solo de la Reforma Laboral, sino del conjunto de Reformas que mejoren las condiciones de trabajo y vida de millones y millones de colombianos. Toda la experiencia histórica nos dice que cuando golpeamos contundentemente a los grandes empresarios sus oídos se vuelven mas sensibles y receptivos a escucharnos, ante el miedo a perderlo todo.
Tenemos la obligación y necesidad de apoyar con ambas manos todas las reformas progresistas planteadas desde el actual gobierno de Colombia. Pero al mismo tiempo sentimos la necesidad de decir a cada paso la verdad y nada más que la verdad sobre la situación actual y cuales pensamos son las perspectivas. Basándonos en un análisis serio de toda la situación comprendemos que ninguna reforma progresista puede ser permanente y duradera mientras que el control y las palancas fundamentales de la economía y la tierra continúen en manos de la oligarquía, los grandes banqueros y empresarios, aliados todos ellos con las grandes empresas multinacionales e imperialistas.
Los intereses fundamentales de millones de oprimidos están en contradicción con el dominio que ejercen los poderosos de todos los resortes fundamentales de la sociedad, del Estado y las Instituciones de la llamada democracia formal. La clase trabajadora, los oprimidos de Colombia pueden y deben derrotar a todo este puñado de parásitos, que viven de nuestro sudor y sangre. Cualquier pretensión de hacer mejorar las condiciones de trabajo y vida de la aplastante mayoría debe ir acompañada de un plan serio de EXPROPIACIÓN DE LAS GRANDES EMPRESAS, LA TIERRA, LOS BANCOS Y LAS EMPRESAS MULTINACIONALES QUE SANGRAN AL PAIS, AL PUEBLO COLOMBIANO.
No se trata de ideas románticas o mas o menos bonitas, sino de una necesidad objetiva que existe. Hemos visto y vemos como las Instituciones (Congreso y Senado incluido) están dominados por intereses oscuros y corruptos, ligados a los intereses de los poderosos y las bandas criminales del pais. Tenemos que pasar pagina de esas Instituciones hipócritas y corruptas de la llamada democracia burguesa, procediendo a sustituirla por órganos de poder de los trabajadores y oprimidos, creando las bases de una autentica y genuina DEMOCRACIA OBRERA, en donde el poder real este en manos de los trabajadores y los oprimidos bajo el capitalismo. El unico Sistema que nos puede garantizar un futuro digno y en paz es una Sociedad socialista, de hombres y mujeres libres e iguales, limpio de las corruptelas del capitalismo.
Porque el futuro nos pertenece si lo ganamos:
¡¡ Las reformas se conquistan en las calles !!
¡¡ Que se vayan todos, que los obreros gobiernen !!
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