GRECIA: ¡ POR UN GOBIERNO OBRERO, YA !

Colapso Capitalista en Grecia:
 
SOLO LA DEMOCRACIA OBRERA EVITARA LA CONTRARREVOLUCION BURGUESA

Salvador PEREZ
      
          La situación en Grecia constituye el centro de atención internacional, en estos momentos, de los acontecimientos sociales, políticos y económicos que están teniendo lugar durante los últimos años en Europa. La situación griega coloca a los trabajadores en este país a la vanguardia de la lucha por la transformación socialista, verificando una vez más la idea de que “el eslabón más débil de la cadena capitalista amenaza con romperse en primer lugar”.  Grecia es ahora mismo uno de los eslabones débiles, pero no el único.
       
          La agencia de calificación crediticia Fitch, al igual que S&P, nuevamente ha procedido a rebajar la nota de solvencia de Grecia, situándola en la categoría 'RD' o lo que es lo mismo, "impago restringido". Este es el ultimo paso hacia la declaración oficial de la SUSPENCIÓN DE PAGOS. Ello constituye una brillante confirmación del análisis marxista, con el que hemos explicado desde el principio que la bancarrota griega es inevitable, dentro del marco del capitalismo. 
 
TROIKA Y GRECIA
       Un enorme y amplio movimiento de lucha de los trabajadores, la juventud y los oprimidos se ha venido, se está, desarrollando en Grecia. Los planes brutales de ataques sociales, salvajes, propiciados e impuestos por el imperialismo internacional, que han sido aplicados obedientemente por el gobierno de la clase dominante griega, están empujado a la clase obrera griega, a la cabeza de los sectores oprimidos de la sociedad, a la senda de una situación prerrevolucionaria. En última instancia esta situación está poniendo en el orden del día la cuestión del poder, si este caerá en las manos de los trabajadores o se mantendrá en la putrefacta burguesía griega.
 
       Si la clase trabajadora toma el poder en Grecia podrá poner punto y final a un sistema social, el capitalismo, que condena a la sociedad a un absoluto caos y colapso económico, a todos los niveles. En los últimos meses hemos asistido a un proceso de luchas crecientes, con numerosas huelgas generales, jornadas de lucha, ocupaciones de empresas,… El enorme caudal de fuerza que tiene la clase obrera, al frente de la juventud, los desempleados, y sectores empobrecidos de las clases medias, se ha constatado paso a paso.
        
          La clase obrera ha demostrado una y otra vez en los últimos meses que sin su ‘amable permiso’ nada en la sociedad funciona: ni encienden las bombillas, giran las ruedas,.. Frente a todas las teorías estúpidas de los pequeñoburgueses cuando afirman que ya la clase obrera no tiene el mismo papel en la sociedad, las luchas demuestran claramente que la clase obrera es la clase determinante para el funcionamiento de la sociedad. Ahí radica su poder. Desde el punto de vista de los intereses de clase de los trabajadores, la actual crisis capitalista en Grecia, Europa y el conjunto del mundo solo puede encontrar una salida progresista, desde cualquier punto de vista, si los trabajadores toman el poder en sus manos, y proceden a expropiar los resortes fundamentales de la economía, las grandes empresas monopolistas, la Banca y al parasito sector financiero.
         
        Se han creado todas las condiciones objetivas para que la revolución socialista se desarrolle en Grecia y triunfe, que los trabajadores procedan a barrer hasta el cubo de la basura al gobierno burgués y al parlamento que lo sustenta, que solo representan los intereses de la clase dominante griega y de los imperialistas europeos y del resto del mundo. Los trabajadores con su lucha tienen que lograr establecer una genuina DEMOCRACIA OBRERA, con un genuino GOBIERNO OBRERO, que represente los intereses de la mayoria de la sociedad, llevando a cabo un programa de que satisfaga las crecientes necesidades del 90 por ciento de la población.  
 
LA RESPUESTA, SOCIALISMO
       Ello tendrá unos efectos eléctricos sobre la conciencia y la lucha de los trabajadores en el resto del mundo. Los efectos serán eléctricos, comenzando por los trabajadores de la propia Unión Europea (en Portugal, España, Italia,… el movimiento obrero se verá inspirado en la lucha por transformar la sociedad).
          De nuevo la lucha por el socialismo se demuestra como una lucha de la clase obrera  internacional y sus éxitos estarán ligados a  esta perspectiva. Las condiciones objetivas para cambiar la sociedad no solo están maduras, sino que en algunos casos comienzan a pudrirse. Junto a las condiciones objetivas, que están presentes en la situación internacional, hay que levantar, crear y fortalecer la condición subjetiva para este triunfo: la existencia de una dirección revolucionaria fuertemente implantada, con influencia entre las masas, que defienda un claro programa en dirección al socialismo.
       
        Bajo el capitalismo, con todos los tipos de marionetas de gobiernos y parlamentos de la burguesía, los imperialistas han llevado a la economía griega a su quinto año consecutivo de recesión económica. Esto es el fruto directo de los llamados “rescates” y del conjunto de políticas de austeridad, que han dejado a la mayoría de la sociedad en una situación más allá de los huesos. Somos testigos de los verdaderos efectos de las políticas reaccionarias del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la propia Unión Europea (la famosa y despreciable Troika),  que han provocado una caída de la economía en Grecia superior al 14 por ciento desde el año 2008.
      
       Los efectos directos de estas políticas reaccionarias han sido una caída brutal de los niveles de vida de la población. Las constantes reducciones en el poder adquisitivo de la población reduce la demanda interna y todo ello se trasluce en mayor crisis económica. Sin ir más lejos, en 2011 hemos visto una reducción del 6,8 % del Producto Interior Bruto, con una caída brutal de la producción industrial por encima del 11 %.
      
        El propio gobierno griego reconoce que fruto de la caída del nivel de vida de la población, el Estado dejará de ingresar más de 1.500 millones de euros de impuestos que salen de los salarios y que todo ello empuja igualmente a mayores aumentos de los déficits, comenzando por el del Sistema de pensiones, que subirá otros 2.000 millones de euros, más otros 2.000 millones que la Seguridad Social dejara de ingresar por aquellos trabajadores que han visto perder lo más valioso que tenían, el empleo.
        
        En un escenario donde se atacan salvajemente los gastos sociales, se reducen los salarios sistemáticamente, las pensiones se quedan en cantidades míseras, vemos el asqueroso espectáculo de los capitalistas griegos, eso siempre autonombrados como ‘buenos patriotas’, que no tienen limites en pedir más y más ataques, recortes sociales, que están evadiendo y sacando fuera del país el dinero a sacos, llevando el mismo a cuentas bancarias opacas en países como Suiza. El propio Gobierno griego reconoce una evasión fiscal en 2011 superior a los 37.000 millones de euros. Desde el comienzo de la crisis los los millonarios, empresarios y banqueros, han sacado de Grecia no menos de 560.000 millones de euros. Esto representa más de DOS VECES LA DEUDA GRIEGA. Aquí tenemos el misterio del porque, a pesar de los ataques y recortes permanentes, la deuda griega en vez de reducirse los últimos años continúa creciendo: en los últimos tres años ha pasado del 113% al 160% del PIB.
CLASE OBRERA GRIEGA
       
        Los ataques a las condiciones de vida están significando en Grecia un verdadero terremoto social, desconocido en las épocas de paz. Los empleados públicos han visto reducidos los salarios en un 50% y en términos medios los ingresos familiares han sufrido una caída de más del 30%. Esto por un lado, por otro una enorme presión sobre la población en  forma de subidas escandalosas de los precios de la llamada cesta de la compra, incluyendo los productos de primera necesidad.
          
     Según datos oficiales, más de un tercio de la población, 860.000 familias, están viviendo bajo el umbral de pobreza. Fenómeno como “los sin techo” se ha convertido en algo dramático, a niveles desconocidos.  En Atenas se ha incrementado  más del 25%. No menos de 30.000 personas están sufriendo una vida en las calles de Atenas, en una situación que afecta a trabajadores que han perdido el puesto de trabajo y a sectores de lo que llamaban ‘la clase media’. Como comentaban en el  periódico español ‘El País’ (18 de febrero), “hay de todo, ahora hay clase media, abogados que pierden sus casas y comenzaron a dormir en las oficinas, la gente hace cola para pedir comida en la misma calle donde estaba la Bolsa de Atenas”.
         
      Toda esta situación objetiva ha creado el óptimo caldo de cultivo, desde el inicio de la crisis allá por 2008, de un proceso creciente de desarrollo de la lucha de clases. Hasta estos momentos hemos asistido a 18 huelgas generales, a una verdadera insurrección de la juventud en diciembre de 2008; tras el brutal asesinato por parte de la policía de un joven con 15 años, ocupaciones de centros de estudios; de trabajo, centenares de manifestaciones de trabajadores y estudiantes. Estamos asistiendo a un creciente movimiento de masas de desobediencia civil, bajo el lema “Yo no pago” más de cuatro millones de griegos han dejado de pagar el impuesto de bienes inmuebles, entre otros impuestos.
 
EFECTO GRIEGO EUROPA
      Cuando el gobierno ilegítimo y el Parlamento de la clase dominante griega aprobaba el ultimo ‘Plan de Ataques ordenado desde las instituciones imperialistas’, la clase obrera griega dio una respuesta ejemplar, por llamarla modestamente. Dos huelgas generales, una de 24 y otra de 48 horas, se celebraron los días 7, 10 y 11 de febrero, con un seguimiento masivo, casi unánime por parte de la clase obrera, apoyada por  más del 90%.  
 
       Las huelgas culminaron con manifestaciones masivas frente al Parlamento, lo cual era un fiel reflejo de la situación social existente: los representantes oficiales de la clase dominante, reunida en el Parlamento aprobando los ataques sociales y las masas de la población en las calles, llenas de ira, rabia, frustración y coraje contra la situación insostenible, contra el conjunto de las instituciones del imperialismo europeo, el parlamento griego y su gobierno. Este ambiente continua profundizándose aun en estos momentos. Tan solo en Atenas vimos a más de 500.000 personas participar activamente en la manifestación, pero centenares de miles más salieron a las calles en todo el país, en más de 62 manifestaciones celebradas en distintas ciudades y pueblos de Grecia.
       
        El gobierno de la clase dominante, fiel servidor de los intereses de los capitalistas europeos, utilizo la represión brutal de los antidisturbios contra los manifestantes, al objeto de intentar evitar la concentración de las masas en la Plaza Syntagma, frente al parlamento, mientras este discutía los ataques. Pero ni siquiera la represión con todo el material antidisturbios logro desanimar a las masas, donde miles continuaron concentrados manifestando su oposición a las políticas de la clase dominante. En una acción coordinada por la burguesía, como después hemos visto también en Valencia (España), los medios de comunicación capitalistas, griegos e internacionales, en vez de sacar la violencia gubernamental de la policía contra los manifestantes, hicieron de sus primeras planas de noticias los edificios ardiendo en Atenas, provocado por grupos de infiltrados, con toda probabilidad de la propia policía. Con ello pretendían justificar la represión policial.
 
Giro a izquierda y derecha. Revolución y Contrarrevolución
 
         Toda situación clásica de revolución conlleva una polarización social hacia extremos irreconciliables. Mientras la clase obrera busca instintivamente, girando a la izquierda, soluciones al impases de la sociedad capitalista, mediante la búsqueda de un genuino programa socialista que les permita cambiar los fundamentos de la sociedad, la clase dominante gira más y más hacia la derecha, hacia posturas cada vez más reaccionarias, con las cuales lograr mantenerse al frente de la sociedad por medio de los instrumentos que sean, aun los de la dictadura policiaco-militar.
PODER OBRERO
        
       Los trabajadores en estos momentos mantienen una postura, que refleja un claro avance en el nivel de conciencia, muy crítica hacia los dirigentes sindicales y de las organizaciones y partidos tradicionales. Han sacado, correctamente, que son ellos, mediante la movilización y la lucha, los únicos capaces de hacer avanzar al movimiento en línea a buscar soluciones de clase a los problemas económicos y sociales que padecen. Nada bueno pueden esperar de la clase dominante y sus políticos, al igual que muestran creciente desconfianza de dirigentes en los sindicatos y partidos de izquierdas que sobre todo destacan por su miedo a la lucha.
          
    En este sentido estamos asistiendo a un fenómeno típico de todo proceso prerrevolucionario: la clase obrera se mueve en línea a ‘ocupar’, hacerse dueños, de los centros de trabajo. En las últimas semanas ha salido a la luz pública la ocupación del Hospital de Kilkis, que está siendo gestionado eficazmente por los propios trabajadores. La Asamblea de Trabajadores del hospital anuncio que a partir del 20 de febrero el centro quedaba bajo el control de los trabajadores y que todas las decisiones sobre el funcionamiento del hospital serian tomadas en dicha Asamblea General. En un magnifico manifiesto hicieron un claro y genuino llamamiento de clase al conjunto de la clase obrera griega para que siguiendo su ejemplo extiendan las ocupaciones y el camino del CONTROL OBRERO. Los trabajadores del periódico Eleytherotypia, uno de los más importantes de Grecia, se han hecho cargo del periódico, convirtiéndolo en la práctica en uno de los principales altavoces de las luchas de trabajadores, jóvenes y oprimidos de Grecia.
         
       Estas ocupaciones de los trabajadores de las empresas no son casos aislados, ni mucho menos. Estas se están extendiendo a todos los sectores, como por ejemplo los Ferrocarriles, en donde estamos viendo ocupaciones espontaneas para exigir al gobierno la readmisión de los despedidos, la paga de los atrasos salariales y la paralización del proceso de privatización del ferrocarril iniciado por el gobierno. Empresas del metal, de agricultura, de telecomunicaciones,…. Están viendo el renacer de un proceso clásico en toda revolución: la ocupación de los trabajadores de las empresas y la aparición de órganos de control, de poder, obrero.
         
      Las luchas de los trabajadores están provocando de entrada una creciente división en el conjunto de los partidos políticos que sostienen al gobierno burgués. Crisis en el PASOK, en Nueva Democracia, en LAOS (Ultraderecha), quien finalmente, de forma populista, ha abandonado el propio gobierno. Esta crisis de los partidos políticos que sostienen al gobierno es el reflejo igualmente de la creciente división en el seno de la clase dominante griega. La burguesía tiene enormes dudas de cómo actuar en esta situación, pues ven los riesgos de cada decisión que tomen.
 
REPRESION POLICIAL
        Un sector de la clase dominante mira atónita la situación y solo piensa en cómo exprimir al máximo todas las posibilidades de actuación del actual gobierno, machacando los niveles de vida, los salarios,… de las masas. Otro sector, que siente a cada paso que son estrechamente vigilados por los trabajadores cada vez más radicalizados hacia la izquierda, es firme partidario de medidas radicales, de fuerza, contra los trabajadores, incluyendo la posibilidad de un golpe de Estado militar para meter ‘en cintura’ a los trabajadores, mediante una carnicería en las filas obreras. Estos ruidos de sables fueron evidentes antes de la dimisión de Papandreu, pero sigue estando la alternativa sobre la mesa de la burguesía. Otra cosa es que en el envite, que es lo que siembra las dudas en el otro sector de la burguesía, el golpe se parado por los trabajadores y estos pongan fin al capitalismo como reacción al mismo.
 
Los trabajadores deben tomar el poder
     
           La democracia para la burguesía es un instrumento valido mientras ella le permite seguir detentando el poder en la sociedad. Cuando tiene dificultades, y es la situación actual en Grecia, no duda en tirar a la basura las ideas democráticas y recurrir a las dictaduras más sangrientas. Cuando Papandreu planteo la posibilidad de un Referéndum en Grecia sobre los ‘rescates’, el conjunto de los ‘democráticos lideres de Europa’ pusieron los gritos en el cielo, lo hicieron dimitir y ellos mismos nombraron un nada democrático gobierno de ‘unidad nacional’, sombra real de la gran banca internacional.
        
       Las posibilidades en las próximas elecciones en Grecia de que los partidos a la izquierda del PASOK puedan obtener una mayoría que les permita gobernar están sembrando dudas ‘razonables’ entre la clase dominante griega y europea sobre si es conveniente celebrar dichas elecciones. DIMAR (Izquierda Democrática), SYRIZA y el KKE (Partido Comunista), según las encuestas podrían obtener más del 40 por ciento de los votos y ello es motivo suficiente para ‘suspender la propia democracia’, por parte de la clase dominante.
         
      En realidad lo dramático de la situación es que estos partidos no tienen, ninguno de ellos, un programa claro para la revolución social, para la transformación socialista de la sociedad. Pero sin lugar a dudas, fruto de la situación objetiva de crisis capitalista, del giro a la izquierda de los trabajadores, en estos momentos estas organizaciones están experimentando un proceso de giro en sus posiciones, mucho más proclive a las ideas de cambiar la sociedad, que tenían en el periodo anterior. Ello es el verdadero pavor que siente la burguesía, que a pesar de ideas aun ambiguas en las direcciones de estos partidos, con mezclas de oportunismo reformista y ultra izquierdismo, están girando hacia posiciones clásicas del reformismo de izquierdas o el ‘centrismo’ (posiciones que oscilan entre el reformismo y el marxismo), que los aproxima en muchos aspectos ante los ojos de las masas a planteamientos de un programa revolucionario.
 
Synaspismos
        En la situación actual debe ser posible construir una verdadera dirección revolucionaria, marxista, que oriente la lucha por la transformación socialista. Y ello no está descartado, sino que es la tarea del momento. Existen grupos marxistas, como el agrupado tras el periódico ‘'Marxistiki Foni’, los seguidores de la CMI en Grecia (Corriente Marxista Internacional), que están participando e interviniendo activamente en el movimiento, en los acontecimientos.
      
     Los bolcheviques en 1917 demostraron en Rusia que un pequeño grupo puede transformarse en una poderosa organización, capaz de dirigir a los trabajadores a ‘tomar el cielo por asalto’, con la condición de que posea ideas claras, unas tácticas flexibles y una estrategia firme en la lucha por cambiar la sociedad. Los acontecimientos enseñan a las masas y estas buscaran el programa del genuino marxismo, posibilitando construir una dirección revolucionaria con influencia de masas. 
          
      Si ello ocurre así, y está dentro de las posibilidades de la situación, el mañana de Grecia en estos momentos comenzaría a ser más claro. Con los trabajadores al frente de la sociedad, formando un gobierno obrero basado en la más amplia DEMOCRACIA OBRERA, todo el viejo continente entrará en ebullición, comenzando una nueva época de transformación de abajo arriba y de arriba abajo de la sociedad. Abrir las páginas de la historia a una nueva etapa de desarrollo de la humanidad esta al alcance de las manos de los trabajadores, permitiendo que la sociedad en su conjunto se eleve del reino de la necesidad al reino de la igual.

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