LA CRISIS CHINA Y SU EXPORTACION MUNDIAL

        Se suele decir que “a perro flaco todo son pulgas”. En medio de la reciente crisis griega, la cual continua avanzando por sus laberintos internos, paso como noticia de segundo plano el gran batacazo acontecido en la bolsa china, que venia a reflejar de una y otra forma que el gigante asiático comienza a mostrar claros signos de que su economía comienza a entrar en crisis, al tiempo que reflejaba también la enorme bomba de relojería que ello significara para el conjunto de la economía mundial, que se vera arrastrada sin duda a nivel productivo y financiero.

Salvador Pérez

          Es claro a estas alturas que los gobernantes chinos intentan desesperadamente aplazar la entrada del país en recesión y para ello recurren a algo que no es en absoluto nuevo, a la política monetaria en un claro intento de trasladar a los ‘vecinos’ la crisis. De forma continua hemos visto en los últimos días tres devaluaciones del renminbi o yuan, la moneda china, cuyo objetivo central es relanzar el comercio exterior chino a consta de hundir los precios, aun mas, de las materias primas de aquellos países llamados emergentes, que hasta ahora habían evitado entrar en recesión gracias precisamente a vender masivamente sus materias primas a la producción china.

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        Los expertos dan por segura nuevas devaluaciones de la moneda china, en otro mas del 10 por ciento, lo cual sin duda tendrá efectos inmediatos en la economía internacional. Otros muchos países se verán arrastrados a una política de devaluación competitiva de sus monedas, obligados por la devaluación de la moneda del país consumidor de esas materias primas, China, veremos una mayor caída de los precios de las materias primas en América Latina y el resto del mundo.

       Con ello las economías de estos países están condenadas a retroceder, rompiendo el periodo de crecimiento de los últimos años. Ello, sin duda, tendrá a medio plazo efectos sociales tremendos. Todas las perspectivas de crecimiento, por ejemplo, para las economías de América Latina han caído hacia el estancamiento e incluso la entrada en recesión de la mayoría de los países de la zona, no siendo ajena la situación que aparece en el panorama para China.

       Así por ejemplo en Brasil tenemos una contracción de su economía en torno al 1.6 por ciento en 2015, con políticas de austeridad que profundizaran en la recesión. Será el peor rendimiento económico en las ultimas dos décadas. En México los expertos de ‘FocusEconomics’ acaban de revisar sus previsiones de crecimiento económico, dejándolo en el 2.5 por ciento, unos 0.1 puntos porcentuales menos que el crecimiento esperado el mes pasado y sobre todo basando sus ‘esperanzas’ en que la económica de EEUU se fortalezca (de lo cual solo algunos ilusos confían seriamente) y ayude a la exportación de productos mexicanos.

        El caso de Venezuela es aun peor inclusive. Las perspectivas son pésimas, con un país en clara recesión, una inflación por las nubes y unos precios del petróleo bajos que ayudan a provocar la contracción económica más grave de toda la década. La contracción económica en Venezuela puede ser finalmente en torno al 6.2 por ciento en 2015.

         La tendencia general en la zona es de recortes en las previsiones crecimiento, derivando en menores tasas de crecimiento para toda Latinoamérica, que incluye como vemos a México y Brasil, las dos economías más grandes de América Latina. Todas las previsiones para el crecimiento económico en Chile, Perú y Venezuela también están siendo recortadas por los analistas. Por ahora parece escapar a esta tendencia Argentina y Ecuador, que están viendo sus perspectivas de crecimiento económico revisadas a la alza.

         Los gobernantes chinos son conscientes de que el país no puede continuar avanzando económicamente y que el ‘aviso’ del reciente pinchazo de la burbuja bursátil existente pone de manifiesto todos los puntos centrales en los cuales se moverá la crisis económica en China, preludio de una profundización de la crisis económica del capitalismo mundial.

        El colapso bursátil chino se ha saldado con pérdidas millonarias, de los ahorros del trabajo de toda la vida, para millones de chinos, que con ello han perdido en gran parte o por completo el poder adquisitivo que podían tener. Y ello en un país en donde el principal problema es lo limitado de su propio mercado interno, porque al lado de un puado de chinos supe ricos existen millones obligados a trabajar en condiciones tremendas y con salarios ridículos, lo cual impide que pueda existir capacidad de consumo para la mayoría y a medio y largo plazo supone una verdadera guillotina para la economía en su conjunto, de China e internacionalmente.

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         Y en los últimos años, deslumbrados por el teórico éxito de la economía China, este es el modelo económico que los imperialistas pretende implantar en el conjunto de la economía mundial. Producción masiva de productos a bajos precios, con derechos laborales mínimos y condiciones de trabajo y salariales tendentes hacia la esclavización de la mano de obra.

         China produce de todo y su producción inunda los mercados mundiales. Pero ello es solo una parte de la ecuación. La otra es que al objeto de competir en todo el mundo con productos baratos, estos productos finalmente no los quieren ni los propios chinos con cierta capacidad de consumo.

        Es curioso y ejemplar incluso para aquellos que aun en día pueden considerar defensores del keynesianismo. Los primeros golpes serios de la crisis del capitalismo chino es combatida por el gobierno chino con la política de “crear tanto dinero como sea necesario”, una política de expansión de la masa monetaria, que lleva a devaluaciones competitivas de las monedas, a la inflación y aunque logre aplazar la crisis, prepara un estallido mas grave en el siguiente punto de la misma.

         Los actuales avances de la crisis en China prepara la entrada en crisis económica de toda la llamada zona emergente del capitalismo, que con las políticas que vemos serán sinónimos de explosiones económicas y financieras aun mayores que las vividas hasta hoy, que con toda probabilidad de los relojeros pondrán en jaque al sistema financiero-bancario internacional y con el al conjunto de la economía capitalista mundial.

        De forma directa los primeros afectados por la devaluación de la moneda china son aquellos países como los de Latinoamérica, que son proveedores de materias primas al gigante asiático. Si estos países, por ejemplo, no proceden a devaluar sus monedas, lo cual paralelamente lleva a un fortalecimiento cambiario del dólar, pierden gran parte de su capacidad competitiva en el mercado mundial.

        La caída de los precios de las materias primas en general, los del petróleo en particular, afectan muy negativamente a economías como la de Rusia o Venezuela, las cuales tienen bastante dependencia del precio del Crudo. Todo ello crea de inmediato problemas adicionales a estos países para cumplir con las llamadas ‘obligaciones internacionales’, ante la falta de divisas a la que se ven abocados por los menores precios de sus materias primas. Todo ello provoca además un aumento, en muchos casos incontrolados, de los precios en sus economías internas, provocando de nuevo que la inflación sea como una sífilis que les corroe sus economías.

          Podríamos decir sin exageración alguna que la incipiente crisis china acabara exportando al resto del mundo mayores tasas de pobreza y que la clase trabajadora en muchos países se enfrenten a mas ataques de la clase dominante para que trabaje mas por menos salario directo e indirecto. La política de la burguesía de abaratar todo, desde las materias primas, los productos manufacturados y en general las condiciones de vida de las masas, mediante menores salarios y menores gastos en políticas sociales.

         Hoy por hoy la burguesía en occidente mira hacia China con enorme temor, en muchos y amplios sentidos. En EEUU y Europa temen que la actual ‘tormenta en oriente’ agrave de forma directa la crisis financiera existente ya y que provoque mayores dosis de desestabilización en el mundo financiero y bancario internacional, que ponga mas allá de los actuales riesgos existentes. Existe un enorme agujero financiero en China, que de momento no se ha manifestado plenamente, pero acabara haciéndolo.

         En realidad estos agujeros financieros son lo que temen como a la peste la burguesía internacional y sus estrategas mas lucidos. En el caso de China este agujero podría suponer la aparición del autentico ‘dragón’, que finalmente acabe por devorar al conjunto del sistema financiero mundial.

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