PARTIDO LABORISTA: El "Barbudo repelente" y las ideas Socialistas

* En general siempre se puede ver que las direcciones de las organizaciones de clase sus bases siempre están a la izquierda de los dirigentes y las masas a la izquierda de esos partidos.  

Salvador Pérez

     Sin lugar a dudas el conjunto de los acontecimientos que están teniendo lugar a nivel internacional están poniendo, poco a poco, a prueba al conjunto de las tendencias políticas en la sociedad. No solo están sirviendo para provocar un creciente nerviosismo e histeria en la clase dominante y sus estrategas, sino que la crisis orgánica del capitalismo esta poniendo en crisis y bancarrota al conjunto de las tendencias ideológicas en el movimiento obrero y la izquierda en general, que como la socialdemocracia se basa en una tenaz lucha por mantener en pie al agonizante cuerpo del sistema capitalista moribundo. 

     Lenin durante el proceso vivo de la revolución rusa descifro atentamente cual es el movimiento histórico de la clase obrera en su lucha por cambiar la sociedad, al tiempo que lucho incansablemente por corregir una y otra vez las posiciones equivocadas de la propia dirección del Partido Bolchevique durante la propia revolución, que en mas de una ocasión se llego a impregnar de ‘conservadurismo de aparato’. Esta lucha de Lenin la podríamos resumir en su afirmación de que “las masas están a la izquierda del Partido y este a la izquierda de su dirección”. 

     “… y sin embargo se mueve”, decía Galileo a la Inquisición. A pesar de los intentos de la jerarquía de la Iglesia católica de parar el movimiento del universo, este continuo y continua en permanente movimiento, antes, durante y tras la muerte del mismo Galileo.

      Y como en el universo en la sociedad ocurre tres cuarto de  los mismo. A pesar de los intentos de todo tipo de reformistas de derechas de parar la historia, de acabar con la lucha de clases y sus contradicciones en la sociedad, esta esta tomando nuevos bríos en el ultimo periodo, sobre todo fruto de la profunda crisis económica y social del capitalismo, que se descompone ante nuestros ojos.

     Años, décadas de giros hacia la derecha en las direcciones de los partidos y sindicatos tradicionales de la clase obrera ahora acaban chocando con la realidad objetiva y las necesidades de la clase obrera de defenderse frente a las políticas depredadoras de los banqueros y grandes empresarios a nivel mundial. Y estamos tan solo ante el principio de acontecimientos que están suponiendo un autentico salto hacia adelante en el proceso de toma de conciencia de la clase obrera y la juventud, internacionalmente, en su objetivo histórico de derrocar al capitalismo y sustituirlo por un sistema social nuevo, basado en la justicia y la igualdad social. 

      En ultima instancia es esto lo que explica los cambios fundamentales que estamos viendo, aun en sus inicios repetimos, en el seno de las organizaciones políticas y sindicales de la clase obrera. Los marxistas vemos estos acontecimientos de una forma dialéctica, en un movimiento lleno de contradicciones y lucha interna, entre lo reaccionario y lo progresista, en una lucha del propio movimiento obrero por tirar por la borda las tendencias entreguistas al capitalismo, en lucha por dotarse de una dirección correcta. 

     Los sectarios son la cara adversa a los reformistas de derechas, pero sin duda tienen en común su miopía y ceguera para ver el movimiento real de la clase obrera y como esta se mueve al objeto de avanzar. Ambas tendencias, las reformistas y la sectaria ven al movimiento obrero desde fuera, sin capacidad dialéctica para comprender nada de lo que ocurre en realidad, sin ver debajo de la superficie la lucha existente y como se desencadenara. Por ello todos ellos están siendo cogidos por sorpresa por los acontecimientos que estamos viendo. Pero en fin, dejemos que ‘los muertos entierren a sus muertos’. 

     Los últimos acontecimientos en Grecia casi nos hacen olvidar como las masas griegas han tenido que librar una dura lucha por quitarse de encima de sus hombros a la dirección socialdemócrata y pro burguesa del PASOK, entregada en cuerpo y alma a la clase capitalista. Que en este periodo hayan fortalecido una dirección por la izquierda, llamada a la lucha por cambiar la sociedad y que esta finalmente este claudicando ante la misma clase dominante no debería servir para que cerremos los ojos ante ese cambio fundamental en Grecia: la clase obrera esta buscando una dirección basada en el programa del marxismo para cambiar la sociedad y si la dirección mayoritaria de SYRIZA tampoco sirve, la tarea es ahora sobrepasarla y cambiarla, situando al frente a una dirección digna del tal nombre para luchar por el socialismo. 

     En el Estado español hemos visto, estamos viendo con enormes contradicciones, un proceso similar con el surgimiento de PODEMOS como nuevo partido, a costa de las derechistas direcciones del PSOE y de IU. Y en la medida en que este proceso esta en sus inicios, claramente, vemos como éxito de la lucha social  de clase la llegada a gobiernos en ciudades de plataformas unitarias de izquierdas. Y dialécticamente la dirección ‘reformista de izquierdas’, de PODEMOS,  se asusta ante las presiones de los banqueros y burgueses. Los máximos dirigentes de este partido hablan, por ejemplo, de ‘ni izquierda ni derechas’… y han acabado apoyando lo que es claramente una claudicación del gobierno de SYRIZA ante los imperialistas,…  Todo ello limitas las expectativas en el propio terreno electoral de PODEMOS, que aparece como que toca ‘techo’ y comienza a mostrar signos de retroceso.  Veremos avances y retrocesos en todo este proceso y sin duda la ultima palabra estará siempre en manos de la clase obrera el darla.

     El movimiento esta abierto, sin duda, y la propia existencia de PODEMOS, como creación de la lucha social acontecida en los últimos meses y años, ha significado un cambio central en el panorama político español. Los acontecimientos de los próximos meses serán decisivos para ver el rumbo que toman los acontecimientos, pero la clase obrera española es rica en tradiciones de lucha revolucionaria espontanea y el devenir próximo esta por escribir, dependiendo ello mucho de hasta que grado sea capaz de ir dotándose, construyendo, de una correcta dirección marxista.  Este factor, el factor subjetivo no es ara nada secundario, sino absolutamente importante. Finalmente el éxito y fracaso en el próximo periodo de la lucha de clases estará predeterminado por la existencia o no del factor subjetivo de una dirección correcta en la clase obrera. correcta el propio movimiento obrero. Esta dirección no caerá del cielo, sino que debe ir tomando consistencia en este periodo en lucha abierta contra las tendencias reformistas y socialdemócratas, que agotaron todo papel progresivo junto al sistema capitalista al que están pegados con miles de hilos, visibles e invisibles. 

     Hasta ahora el denominador común de las organizaciones tradicionales de los trabajadores y la juventud era el conservadurismo de sus dirigentes, sus estados vegetativos sin apenas vida interna y el arrinconamiento o practica aniquilación de cualquier ala izquierda en su seno. Años y décadas de políticas socialdemócratas cada vez mas a la derecha ayudaron a crear esa situación. Los sectarios, por supuesto, se basaron en ello para repudiar que en ellas pudieran ocurrir acontecimientos futuros de giros hacia la izquierda. Por ello estos señores y damas nada podrán decir o hacer ante los nuevos acontecimiento que les esta pillando por sorpresa. 

     Clara prueba de todo ello lo vemos estos días en el Partido Laborista británico, en donde un candidato de la izquierda (a la que muchos dieron por muerta y enterrada) esta en las mejores condiciones para ganar el liderazgo del PL, frente a todas las viejas y derechistas tendencias pro capitalistas, los autodenominados ‘tercera vía’ de Tony Blair y Gordon Brown.  Sin lugar a dudas este acontecimiento marca el inicio de un nuevo periodo de giro hacia la izquierda en la sociedad.

Todo ello esta siendo visto con enorme preocupación entre los estrategas burgueses en gran Bretaña e internacionalmente. Algunos de sus medios ya advierten que “un ‘barbudo repelente’ de izquierdas revoluciona a los laboristas británicos, lo que ha suscitado ilusión entre las bases y desconfianza entre los altos cargos de la formación”.

     Entre los militantes de base del laborismo, entre los activistas sindicales cansados de soportar los ataques de los empresarios, comienza a crecer  “un coro creciente de activistas que dicen que los centristas que han estado dirigiendo el partido durante dos décadas han traicionado sus raíces en las últimas elecciones, haciendo que el partido repita como un loro las políticas de sus oponentes conservadores”.

     Y esta es la base detrás de la cual Jeremy Corbyn, diputado y veterano activista que no participo en labores ministeriales de gobierno, pasa de presentarse simplemente a las primarias para elegir al dirigente del partido, creyendo tener pocas posibilidades de éxito, a convertirse en estos momentos en el líder y próximo candidato electoral para Primer Ministro por el Partido Laborista. Las tradicionales Casas de Apuestas británicas ya comienzan a dar a Corbyn como al favorito para derrotar a dos ex ministros de los derechistas gobiernos laboristas. El próximo día 12 de septiembre veremos el resultado.

 

 

      Ted Grant, fundador de la Tendencia Militant del Partido Laborista, expulsado junto a otros miembros del Comité de Redacción del periódico del mismo nombre,  en el recurso apelación ante el Congreso por su expulsión del Partido en los años 80.  La ‘caza de brujas’ que los derechistas hicieron en el laborismo contra los marxistas del Partido, fueron respondidas por Grant afirmando que “nada impedirá que el marxismo vuelva, nada lograra separar las ideas del marxismo del movimiento obrero, de las bases del laborismo”.

   

     Estos acontecimientos sin lugar a duda pillan por sorpresa a la misma clase dominante británica, que pensaba tener bien atado el futuro de la dirección del Partido Laborista y ahora estar perplejos por la aparición del izquierdista Corbyn. Los burgueses, como los marxistas sabemos también, son plenamente conscientes de estos acontecimientos reflejan como decíamos al principio el claro aumento de tendencias hacia la izquierda en las sociedades europeas, desde Grecia hasta España, desde Gran Bretaña a Francia, Italia, Portugal,…. 

      Los sectores derechistas del partido Laborista ya se preparan por si son derrotados por J. Corbyn y hablan claramente de sus planes. Ellos, defensores de los intereses de los poderosos no aceptaran sin mas esa derrota y hacen planes para “si gana Corbyn, lo cual no es nada descartable, los laboristas se partirán en dos, conduciendo a la creación de un nuevo partido”.  Esta perspectiva de los sectores derechistas del laborismo son las mismas que tienen los empresarios, como demuestra la declaración de uno de sus representantes, John Mills, quien dijo que "sospecho que si Corbyn ganara, ocurriría una división al estilo del SPD en Alemania". Misteriosamente esta gente comienza hablar entorno al asunto de Corbyn como de una "infiltración de la izquierda radical para dinamitar al Partido desde dentro”.  Ellos, los burgueses, ya ‘infiltraron hace décadas al laborismo con sus agentes y han llevado al partido a la casi destrucción, comienzan a perder los nervios ante el renacimiento de una corriente de izquierda en el laborismo.

      Y es que ven claramente el movimiento que existe tras de Corbyn, que no esconde ni mucho menos sus ideas. Cuando fue entrevistado recientemente en TV, preguntado Corbyn si se consideraba marxista, contestó que era “una pregunta muy interesante, que admiraba muchas de las ideas de Marx, de las que hay mucho que aprender. Todos le debemos algo a Marx”.

      El apoyo de las bases, de los activistas sindicales y amplios sectores de la clase obrera a Corbyn hace que en el otro polo este concentrando los odios de la clase dominante y sus medios de comunicación. Hasta el ahora derechista diario español ‘El País’ ha escrito artículos sobre Corbyn, al cual dibujan como el nuevo “Quijote inglés” y dicen de el cosas como que “Jeremy Corbyn, favorito en las encuestas para ser elegido líder del Partido Laborista, es diputado parlamentario desde 1983, habla bien el español, procede de la izquierda radical, denuncia la desigualdad social y la ortodoxia merkelista de la austeridad, está a favor de la nacionalización y de subir los impuestos a los ricos, desea que Irlanda del Norte abandone Reino Unido y se incorpore a la república del sur, venera la figura del difunto líder venezolano Hugo Chávez y ha viajado a Atenas a compartir escenario con Alex Tsipras, el primer ministro griego, en aquellos tiempos en que Syriza pensaba que iba a cambiar el mundo”.

     Pero todo el odio que destilan los plumíferos a sueldo de la burguesía no podrá evitar que estos fenómenos sigan avanzando. La crisis de las organizaciones tradicionales de la clase obrera es el precio a pagar por la colaboración de sus dirigentes derechistas con las políticas burguesas de austeridad frente a la crisis capitalista que comenzó en 2008. Los dirigente derechistas que han dirigido y dirigen aun las organizaciones obreras y de izquierdas no son diferenciables en nada de los dirigentes políticos de la burguesía. No son mas que meros infiltrados de la clase enemiga en las organizaciones para corroerlas y destruirlas desde dentro. 

     Pero todo lo que aparentaban de éxitos en el pasado hoy se convierte en su contrario dialécticamente. Los dirigentes amigos y colegas de Tony Blair apoyan fuera y dentro del parlamento las políticas de austeridad del gobierno conservador de Cameron y han llevado al partido a la hecatombe electoral. El propio Blair, que se decía una figura carismática y central de la derechización del PL es hoy por hoy una figura discutida y hasta  odiada por muchos en el mismo PL, el cual es continuamente ridiculizado por sus lucrativas ganancias como ‘Conferenciante’, al igual que ‘consultor de autócratas en el extranjero’. 

     No solo Blair, es la política que representa el y sus escuálidos. Es el modo de vida de la burguesía y la defensa de los intereses de los mas favorecidos es la base de estas tendencias derechistas en el laborismo. Otro ejemplo lo tenemos en el confidente, que fue también Ministro,  de Blair,  Peter Mandelson, quien es archiconocido por sus asquerosas fiestas de lujo en superyates de oligarcas rusos y que hace poco declaro que “el nuevo gobierno se ha relajado intensamente con las personas que son asquerosamente ricas".

     Que una persona como Corbyn este emergiendo como dirigente de izquierdas en el PL no es casual, por supuesto. Corbyn fue, por ejemplo, el mes pasado el único diputado laborista que fue capaz de votar en contra en el Parlamento de un ‘Proyecto de Ley del gobierno Conservador qué contempla nuevos y profundos recortes en los créditos fiscales que afectan a los ingresos de los trabajadores con peores salarios. 

      En ultima instancia lo que vemos desarrollarse en el PL es una batalla mas en la guerra por recuperar al partido para la izquierda. Una guerra que tuvo puntos importantes en los años 80, cuando el ala izquierda era capaz de batallar contra la derecha del partido y vencer, en donde la tendencia Militant jugaba un papel importante. Finalmente parecía que el ala de derechas, no sin la ayuda de personajes como la misma Margaret Thatcher, había ganado la guerra. Pero ahora vemos que en este nuevo periodo comienza a perder batallas y se abren las puertas para un triunfo de la izquierda del laborismo, en donde es necesaria la presencia de los marxistas, al objeto de ofrecer un programa coherente de transformación radical de la sociedad, objetivo ultimo e histórico del movimiento laborista.

     Todos estos hechos no son mas que el reflejo de la propia lucha de clases dentro de las organizaciones obreras y de izquierdas. Como declaraba hace unos días Dave Ward, el Secretario General de la ‘Unión de Trabajadores de la Comunicación’, dirigente sindical que ha apoyado y respaldado a Corbyn, ·el Partido Laborista ha sido infectado con un ‘virus y Corbyn es el antídoto’".  El antídoto que pasa por volver a los principios y fundamentos del laborismo, a las ideas y el programa por la transformación socialista de la sociedad.   

     Y ese antídoto, mas allá del propio Corbyn, solo puede ser fructificado y dotado de contenido por una corriente marxista,  orientada y preparada para dar la batalla por las ideas y el programa dentro del Partido Laborista y los sindicatos. Ahí, aquí, comienza en realidad el futuro de las inminentes y decisivas batallas en la guerra por una sociedad a la altura y las necesidades de la mayoría de la población.