LOS DIRIGENTES DEL PSOE DINAMITAN EL GOBIERNO DE IZQUIERDAS

        PEDRO SANCHEZ, LOS DIRIGENTES DEL PSOE, CLAUDICAN ANTE LOS PODEROSOS Y FIRMAN UN PACTO DE INVESTIDURA Y GOBIERNO CON LA DERECHA, CON CIUDADANOS.

Las pasadas elecciones del 20 de diciembre en el Estado español vinieron a poner sobre la mesa el hecho de que la sociedad ha entrado en un periodo de total inestabilidad. Tras cuatro años de gobierno de Mariano Rajoy, al frente de un Partido Popular que se descompone a cada paso más, infectado por la sífilis de la corrupción más putrefacta que pudiéramos imaginar, cuatro años caracterizados por brutales ataques sociales, laborales, a los derechos democráticos,…. (Sanidad, Educación, Pensiones, Derecho a huelga y protesta,…), los partidos tradicionales y mayoritarios que apuntalaron el sistema tras la caída del franquismo se ven imposibilitados, por falta de apoyos sociales y electorales, a ofrecer un gobierno estable, con mayoría parlamentaria clara.

Salvador PEREZ

Esta situación política es el claro reflejo de todo el periodo social anterior, en donde a pesar del papel jugado por las direcciones sindicales y políticas de la izquierda, la mayoría de la sociedad abrió brechas importantes de luchas en contra de los ataques que estábamos recibiendo. Las mareas y plataformas de lucha se abrieron paso en lucha por la sanidad, la educación publica, en lucha contra los desahucios, contra los ataques laborales sancionados por la Contrarreforma Laboral,… la lucha de los indignados en general frente a cada vez unas peores condiciones de derechos sociales y de vida para la mayoría de la población.

      Es evidente que este ambiente nuevo en la sociedad el que explica el surgimiento de nuevas fuerzas políticas de izquierdas, como ha sido el caso de Podemos y sus distintas versiones en diferentes nacionalidades. Igualmente es claro que todo ello ha causado pavor y miedo en sectores de la clase dominante, que observa el nuevo panorama político con las luces de alarma roja encendida (más aún ante la perspectiva de colapso y desintegración de su principal partido, el PP), lo que les llevó a apostar por sacar de la manga, a golpe de chequera sin límite en el gasto, el surgimiento de un nuevo partido político de derechas, Ciudadanos, al frente del cual han colocado a personajillos grises en la mayoría de los casos, ubicados en posiciones tan aparentemente ‘centristas’, como de ultraderecha.

En todo este contexto objetivo es evidente que tras el resultado electoral habido en diciembre pasado, sectores amplios de trabajadores y jóvenes estaban atentos, con bastantes ilusiones por cierto, en la posible configuración de un gobierno de izquierdas que pusiera punto y final a las desastrosas políticas económicas y sociales de los últimos cuatro años de gobierno PP. Cuando Mariano Rajoy declino en dos ocasiones el presentarse al debate de investidura para Presidente de gobierno, que lo hubiera dejado aun más en evidencia de la ruindad de las politicas e intereses reales que defiende en pro de los poderosos, la sonrisa que podíamos ver en miles de rostros de trabajadores y jóvenes era evidente.

         Pero en el momento en el que escribimos este articulo las cosas parecen han tomado el rumbo que era más que previsible. Los dirigentes derechistas del PSOE parece que han considerado ya el momento de poner las cosas en su sitio, que no es otro que el que la experiencia de las ultimas décadas han constatado cada vez que ha habido una oportunidad.

Los dirigentes socialdemócratas de derechas no son otra cosa que 'una cara amable de las politicas de derechas', de los poderosos. Hace décadas que abrazaron la defensa del capitalismo, sistema bajo el cual en su actual etapa de crisis orgánica que vive están descartadas de forma duradera y estable politicas progresistas de calado. La defensa del capitalismo descarta la lucha por mantener y mejorar los derechos sociales, las condiciones de vida y de trabajo de la mayoría de la sociedad.

Pablo Iglesias (el fundador del socialismo español, del PSOE y la UGT) explico correctamente en multitud de ocaciones que “no se pueden servir a dos amos a la vez. O se esta con los trabajadores y los oprimidos por el capitalismo, o se esta con los intereses de la burguesía y los banqueros”.  Bajo este prisma el acuerdo anunciado hace unas horas  por Pedro Sánchez (Sec. General del PSOE y candidato a Presidente de gobierno) con Ciudadanos supone una nueva y clara entrega de los dirigentes del PSOE a defender los intereses de la clase dominante española y europea, en contraposición con los intereses de los trabajadores y la juventud española y europea.

Pedro Sánchez afirmaba hace unas horas que el acuerdo con Ciudadanos supone el 80 por ciento del programa electoral del PSOE. Paradojas de la vida, estas palabras las pronunciaba minutos despues de que el mismo Albert Rivera, el repelente dirigente derechista de Ciudadanos, afirmara ante los medios que el acuerdo alcanzado era la aceptación por los dirigentes del PSOE de más del 80 por ciento del programa electoral con el cual se habían presentado Ciudadanos a las elecciones. Como suele decir el viejo dicho popular, ‘las mentiras tienen las patas cortas’ y las de Pedro Sánchez parecen carecer de ellas.

          Con el acuerdo de investidura y gobierno con Ciudadanos es claro que Pedro Sánchez y la cúpula dirigente del PSOE se abrazan de nuevo a los ricachones, a los grandes empresarios y banqueros, a los especuladores del IBEX 35,  todos ellos representados políticamente en esta ocasión por Ciudadanos y claramente coloca al propio Pedro Sánchez y a los denominados “barones-as socialistas” como simple ala ‘progre’ de la derecha española. Muy lejos de los verdaderos deseos, sentimientos y necesidades de los millones de votantes, simpatizantes y aun militantes de izquierdas del PSOE.

El contenido del ‘acuerdo’

Todo lo anterior resulta evidente tras una mera lectura del acuerdo de los dirigentes del PSOE y de Ciudadanos, en el texto real más allá de las palabras ‘caritativas’ de Pedro Sánchez en la rueda de prensa para justificar su bajada de pantalones ante la derecha.  Veamos algunos ejemplos concretos:

REFORMA LABORAL:   De la derogación de la contrarreforma laboral a la que se comprometió Pedro Sánchez y la dirección del PSOE se ha pasado a aceptar los postulados centrales de la propuesta de Luis Garicano (Ciudadanos), que incluye tres contratos. Esto es, uno de prácticas, uno indefinido y otro ‘estable y progresivo’, “que tendrá una indemnización creciente por despido por causas económicas, organizativas, productivas, técnicas y de finalización del trabajo, que tendrá un coste de 12 días el primer año, de 16 días el segundo año y confluye con 20 días de indemnización, como el indefinido, para el resto. En caso de despidos improcedentes la indemnizaciones serán de 20 días primer años, 25 para el segundo y para el resto los 33 días actuales”.  

       En el fondo el acuerdo lo que supone es un nuevo abaratamiento de los despidos, en linea con los planteamientos y politicas que defiende la gran patronal. Una bajada de pantalones de Pedro Sánchez y la direccion del PSOE en toda regla.

DESAHUCIOS Y SALARIO MINIMO: Lejos de las ‘bellas’ palabras que quiera hacer Pedro Sánchez sobre el asunto, en este tema también vemos una ausencia total de algo digno se ser llamado realmente 'progresista y de izquierdas'. 

        La ‘Dación en Pago’ está ausente del acuerdo, ni en su forma retrospectiva, ni en ninguna otra forma. Lo acordado solo se refiere a ‘alquileres sociales para personas por pobreza sobrevenida’, e incluyen solamente una reforma de la ley hipotecaria para la eliminación de las llamadas clausulas abusivas en las hipotecas.

Con respecto al Salario Minimo Interprofesional, lejos de la propuesta del PSOE en las elecciones, que decia querer subirlo un 5 por ciento, el acuerdo con Ciudadanos habla de un incremento del 1 por ciento, que traducido a los numeros reales supone aumentar el míserable Salario Mínimo en el Estado español unos 6 euros y medio. Esto es una nueva vergüenza, que de nuevo proviene de gente que vive mensualmente con miles y miles de euros de sueldos institucionales y de aparatos politicos que sirven a los intereses de los poderosos.

COPAGOS FARMACEUTICOS: Nuevamente Pedro Sánchez afirmo que el acuerdo elimina los copagos farmacéuticos implantados por el gobierno del PP. Pero leyendo el acuerdo que han firmado es una nueva mentira. En ningún lugar del mismo se menciona esa eliminación, limitándose a afirmar que “garantizar que el copago farmacéutico no sea una barrera de acceso, en especial para las personas en situación de especial vulnerabilidad”. Esto supone simple y llanamente, en el mejor de los casos, una regulación de los actuales copagos, no su eliminación.

LEY DE SEGURIDAD CIUDADANA: De nuevo de las palabras de Sánchez a la realidad del acuerdo hay un nuevo salto. En ningún lugar del acuerdo habla de la derogación de esta ley que restringe libertades democráticas básicas. Conocida como ‘Ley Mordaza’.  En realidad hablan de ‘reformar’ la Ley, que al mismo tiempo es una ‘reforma’ de una ley anterior.

El acuerdo dice textualmente que “Se reformara la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana para revisar los preceptos que han sido recurridos ante el Tribunal Constitucional…”

LOMCE:  Más de lo mismo, de las promesas los dirigentes del PSOE de derogación a lo plasmado en el acuerdo, “paralizar la aplicación” de la Contrarreforma educativa, con el objetivo de buscar un ‘amplio acuerdo para una nueva reforma educativa’, lo cual huele claramente a que los dirigentes del PSOE ceden nuevamente a los intereses de los sectores más reaccionarios, de la educación privada y plantean ‘negociar una reforma educativa’, esto es llegar a nuevos acuerdos de recortes educativos y desmantelamiento de la educación publica.

¿Ahora qué camino?

Frente al habitual y tradicional mundo de ilusiones de todos los tipos de viejos y nuevos socialdemócratas, ideas que en el terreno práctico del mundo actual de dominio de la crisis orgánica capitalista solo pueden ser de carácter derechista,  la realidad del PACTO de los dirigentes del PSOE y de Ciudadanos representa un balón de oxigeno a las políticas de ajustes y recortes. El citado ‘pacto’ ha sido presentado hipócritamente como la base para constituir un “gobierno progresista y reformista”,  pero en realidad sus efectos reales son los de dinamitar las ilusiones y esperanzas de millones de trabajadores y jóvenes que veían la posibilidad de que se constituyese un gobierno de izquierdas, sobre la base de romper en el fondo y en las formas con las políticas burguesas basadas en la austeridad y los recortes.

Nada de casual es el hecho de que Albert Rivera, desde el minuto cero, no ha dudado en insistir en que el PP debe sumarse al ‘pacto’, el cual ve como una continuación de las políticas económicas de los últimos años. Entre sus primeras palabras estaban las siguientes: “Nos toca sentar las bases de otros 40 años de justicia, prosperidad y unión. No va a ser fácil poner de acuerdo a los que piensan distinto, pero lo será si ponemos encima de la mesa lo que nos une”.

            De hecho esto está en línea con las pretensiones del propio PP de intentar “lograr un gobierno fuerte y estable, un gobierno de coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos”.  En esta misma línea parecen estar situados la mayoría de los estrategas de la burguesía española y europea, al menos sectores muy representativos, ya que buscar inteligentes entre la clase dominante es cada vez algo mas difícil.

            Desde un punto de vista objetivo los intereses de la burguesía y los banqueros en estos momentos pasan por un gobierno de ese tipo, que al parecer está encontrando un ‘inconveniente’ de última hora en lo que representa los intereses de la casta política del propio PP, que esta al completo en entredicho por los innumerables casos de corrupción que les afecta. Es esta situación interna del PP la que les puede llevar hasta el último momento, o más allá del, a forzar el llegar a unas nuevas elecciones, con la esperanza de ganar tiempo, poder dar una capa de maquillaje al partido, incluyendo quitarse de en medio al propio Mariano Rajoy, quien a cada paso huele mas a muerto político, a elemento del pasado que incluso podria tener que afrontar responsabilidades judiciales por los casos de corrupción conocidos hasta hoy, o los que con seguridad irán surgiendo en las próximas semanas.

 Una alternativa de izquierda

El acuerdo entre Pedro Sánchez y Albert Rivera se produjo en medio de la celebración de ‘mesas de negociación a cuatro’, con los partidos de izquierda. Los dirigentes del PSOE en esa mesa de negociación con IU, Compromis y Podemos estaban simplemente intentando ganar tiempo, negando la existencia del acuerdo con Ciudadanos, dando la apariencia de voluntad de los propios dirigentes derechistas del PSOE de querer buscar un acuerdo de izquierdas, mientras firmaban el acuerdo con la derecha.

La reacción de los dirigentes de izquierdas ante el anuncio de pacto del PSOE con Ciudadanos es esperanzadora, aunque deberemos ver ahora que camino concreto y práctico toman.  Alberto Garzón, portavoz de Izquierda Unida-Unidad Popular, ha valorado el citado pacto como “muy regresivo y contrario a los intereses de las clases populares, da la impresión que el PSOE ha elegido ya. En esas condiciones de acuerdo con Ciudadanos estamos ante un no claro en la votación de investidura”.

Igualmente los dirigentes de Podemos también han reaccionado de forma positiva ante lo que es una nueva claudicación a la derecha de los dirigentes del PSOE.  En este sentido  Íñigo Errejón estuvo correcto al afirmar que “Nos parece que el PSOE ha elegido y que esa elección es incompatible con nosotros. Con esta elección se ha frustrado, por el momento, una oportunidad histórica. Es un acuerdo pensado para el PP y el Ibex”. De forma inclusive más firme hemos podido escuchar al propio Pablo Iglesias.

¿Lucha social o cretinismo parlamentario?

            Sino la primera, si una de las fundamentales conclusiones que deberíamos sacar de todo el periodo anterior es que en una situación como la actual pensar que para la izquierda el centro del trabajo debe girar en torno al trabajo institucional, incluyendo el parlamentario, es un grave error. Esto seria continuar con la estrecha y estupida vision politica que hasta ahora hemos visto en la mayoria de los dirigentes de la izquierda, de absoluto ‘cretinismo parlamentario’, que se empeña en erroneamente en sustituir el trabajo politico basado en la movilizacion social por reuniones de despachos e institucionales, en donde ya todo esta decidido a favor de los poderosos.

Bajo el dominio efectivo de las palancas fundamentales de la economía que es ejercido por la clase dominante, el papel de las instituciones y de los representantes electos en ellas no es otro que el de poner sellos democráticos a las decisiones que se adoptan en realidad en los Consejos de Administración de las grandes empresas y Bancos.

Por todo lo anterior, los dirigentes de izquierdas, de IU y Podemos fundamentalmente,  deberían poner todo el énfasis en estos momentos, lo que también debería ser prioridad de los sindicatos de clase si somos capaces de limpiarlos de los ‘lacayos de la patronal’ que ejercen de dirigentes en ellos ahora mismo, en movilizar a la mayoría de la sociedad en lucha contra los intentos de consolidar y avanzar en nuevas políticas de ataques y recortes, como ya llevan semanas anunciando desde la Comisión Europea y el Banco Central Europeo que deberá hacer sea cual sea el nuevo gobierno que se forme en el Estado español, ahora en la investidura o después de celebradas nuevas elecciones generales.

La lección que debemos grabar en nuestra mente, sobre la base de la experiencia de las últimas décadas, es que ningún gobierno por si mismo será garantía para mantener nuestras condiciones de vida y trabajo. Todos los avances sociales y laborales que tenemos fueron el fruto de la lucha del periodo anterior y sin afrontar y prepararnos para establecer nuevas luchas sociales, sobre la base de la amplia movilización y protesta en las calles, somos ni más ni menos que ‘carne de cañón’ frente a las políticas que han dictado y dictan desde las grandes empresas y bancos de este país, e internacionalmente.

En este sentido, oponerse  a lo que representa esta nueva claudicación política de los dirigentes del PSOE ante la burguesía y los banqueros es la primera letra a decir por alguien de izquierdas, máxime por los que pretenden ser los dirigentes. Pero después de esa primera letra vienen todas las demás, llamando a la aplastante mayoría de la sociedad a movilizarse y luchar en las calles por las que han sido las principales reivindicaciones y demandas de las luchas sociales en contra del gobierno del PP. Por los servicios sociales de calidad y dignos para todos y todas, por condiciones de vida y vivienda dignas, por un empleo para todos los trabajadores, de calidad y bien remunerado.

La tarea de hoy, de estos momentos es convocar a la movilización, sin más aplazamientos y dilataciones en el tiempo. La movilización debe ser convocada explicando claramente que necesitamos un genuino gobierno de los trabajadores y la juventud, un gobierno basado en un programa que conlleve la expropiación sin indemnización de las palancas fundamentales de la economía, al objeto de ponerlas a funcionar sobre la base del bien general de la mayoría de la sociedad.

Tras el nuevo ultraje a los intereses de la mayoría de la sociedad que está llevando a cabo los dirigentes derechistas del PSOE, se impone la necesidad de que las fuerzas de políticas de izquierdas, comenzando por IU y PODEMOS, establezcan una clara unidad de acción para la lucha y la movilización social. No hay una sola excusa que pueda ser comprensible para que nadie en la izquierda se niegue a participar en UNIDAD DE ACCION en las necesaria movilizaciones sociales que necesitamos convocar ya. Este es el primer punto.

Posiblemente la situacion nos lleve a nuevas elecciones generales y la izquierda puede y debe vencer, basandonos en la movilizacion y lucha social. Pero aun en el caso de que Pedro Sanchez lograse formar gobierno, este seria desde el principio totalmente inestable, un gobierno en crisis, que podria caer de forma mas o menos rapida.

Y de toda la situacion del presente se desprende igualmente el segundo punto: establecer los mecanismos necesarios que permitan una lista electoral comun de la izquierda, como elemento de continuidad a la lucha y la movilización social, con la defensa firme de un verdadero programa de gobierno de izquierdas, que ofrezca una alternativa y una perspectiva clara a la aplastante mayoría de la sociedad en el sentido de que desde un gobierno tal romperíamos los lazos visibles e invisibles que unen a todos los ejecutivos que hemos visto hasta el día de hoy con los ricos y poderosos, poniendo las velas en dirección a la lucha por construir una sociedad socialista, basada en la igualdad y la justicia social.

Es probable que ante esta perspectiva haya algunas capas que dudan o no lo vean del todo claro. Explicar pacientemente es también la tarea importante del momento. Una alternativa de lucha por una sociedad socialista es lo único serio y realista que podemos defender hoy en día, al objeto de que no seamos empujados a una espiral de horror sin fin por parte de la burguesía y su casta de representantes políticos.

Solo nosotros, los trabajadores, los jóvenes, los pensionistas,…. podremos evitar, sobre la base de la movilización y la lucha en las calles, que seamos condenados a más y más dosis de barbarie creciente, al cual nos conduce el capitalismo trasnochado en el que vivimos y todos aquellos que ejercen de "Comites Ejecutivos (gobiernos) de los intereses comunes de la burguesia", en palabras de Marx. 

¡¡ Juntos  y organizados, vamos a vencer !!