RAJOY ELEGIDO PRESIDENTE: CRISIS DEL SISTEMA, DEL PSOE Y LA SOCIEDAD

         Este pasado sábado, 29 de octubre, ha visto finalmente como el Parlamento español ha elegido Presidente del Gobierno a Mariano Rajoy, del Partido Popular. Un 'personajillo' gris, que encarna de forma nítida los valores de la decadente clase dominante española, en una total y profunda crisis, de la que nada escapa: la economia, la sociedad, la politica, la cultura, la moral,...

 Salvador Pérez y Manuela Pérez

         

          Como buena prueba de la crisis y decadencia del capitalismo español, al culo y remolque del capitalismo europeo, como excelente prueba de la profunda crisis política y social que vive el Estado español, han sido necesarios dos procesos electorales y la amenaza de unas terceras elecciones, para elegir Presidente de nuevo a Rajoy, que contara desde su primer día con el menor apoyo parlamentario de todos los gobiernos habidos desde la primera legislatura de 1977 en España. Si sus apoyos parlamentarios son débiles, podemos decir sin la menor duda de equivocarnos que sus apoyos sociales brillaran por su ausencia.

        

        Así tenemos que en extremis, a costa de sacrificar el sistema bipartidista que se estableció en España con la aprobación de la Constitución de 1978, con apenas el margen de las 48 horas antes de terminar el plazo que la Ley establece para que nuevamente fuera disueltas las cortes españolas y la celebración de nuevas elecciones. Mariano Rajoy ha sido elegido para presidir un gobierno que sin duda será de un claro contenido reaccionario y de permanentes ataques sociales, pero también un gobierno de inestabilidad y crisis permanente. La estabilidad del régimen político español terminó con la entrada del capitalismo en una profunda crisis económica a partir del 2008, que no tiene miras de que pueda superar la burguesía española.

Del “No es No” a la abstención

        En la votación de este sábado, que ha permitido su designación como Presidente, Rajoy ha vuelto a obtener el mismo número de apoyos que registró en anteriores votaciones: 170 votos (137 del PP, los 32 de Ciudadanos y 1 de Coalición Canaria). Pero este sábado la diferencia ha estado en los votos en contra, que han sumado 111 (los de PODEMOS, los de ERC, PNV y otras fuerzas minoritarias, junto con el voto en contra de Rajoy de 15 parlamentarios/as del PSOE). Así que destacar que ante unas de las mayores claudicaciones históricas de los dirigentes derechistas del PSOE, el grueso de los parlamentarios/as mal llamados socialistas, 68 finalmente, se han abstenido en la votación que ha permitido elegir a Rajoy Presidente, con esa vergonzante abstención que representa una traición total a la militancia, los votantes y la clase obrera española.

Mariano Rajoy

         En la tarde de este sábado en los bancos del PSOE había un parlamentario menos, tras la renuncia de Pedro Sánchez a su acta de diputado. Independientemente de las consideraciones que el mismo Pedro Sánchez haya querido hacer con su renuncia, ello ha constituido un nuevo error político del que fuera hasta hace poco Secretario General del PSOE, que tras haber sido obligado a dimitir como Secretario General por los sectores más derechistas del partido, que reflejan directamente las posiciones de clase de la burguesía y los banqueros del país.

      La única posición política correcta que tenia ante si Pedro Sánchez hubiera sido mantenerse en el Parlamento, votar NO y abrir la batalla dentro y fuera del partido por librarlo de las tenazas que representan el dominio en el mismo de las posiciones de los derechistas, encabezados por Felipe González, Susana Díaz, …

          Con total independencia de cómo hayan querido presentar los derechistas dirigentes del PSOE su actuación vergonzosa, ella ha constituido un elemento más en una política de traición y venta de los intereses de la clase trabajadora y de la juventud española a manos de unos dirigentes entregados a la defensa del programa e intereses de los poderosos, de los grandes empresarios y banqueros, de los que más tarde esperan los recompensen con buenos puestos en los Consejos de Administración de esas mismas grandes empresas y bancos.

          Esto ha propiciado que durante los discursos de los portavoces parlamentarios hayamos podido escuchar una excelente intervención del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien se dirigió expresa y exclusivamente a los parlamentarios del PSOE, recordándoles el significado de ser socialista y la traición que estaban realizando a los principios e ideas del socialismo, por las cuales miles, cientos de miles de trabajadores y jóvenes en el Estado español dieron lo mejor de sí mismos, sus sudores, lagrimas y hasta su sangre. Era patético ver a estos mismos dirigentes derechistas del PSOE retorciéndose hipócritamente ante las palabras del representante de ERC.

              En esta situación el PSOE se ha auto descartado para poder ejercer, desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores, la juventud y los sectores oprimidos de la sociedad, el papel de oposición al nuevo gobierno reaccionario del PP, presidido por Rajoy. Un gobierno que desde sus primeros días deberá llevar a cabo una verdadera ofensiva contra las políticas sociales, con nuevos y profundos recortes a las mismas, tal y como ya están ordenando desde la Unión Europea, desde Bruselas y Berlín.

Dirigentes Podemos

 ¿Que alternativa?

        La tarea del día, de las próximas semanas y meses, será la de organizar la respuestas a los nuevos ataques que la clase dominante tiene ya preparados contra lo que quedan de viejas conquistas sociales. Y esta respuesta solo puede venir de un sitio: de la calle, de la movilización y la lucha consciente de los trabajadores, la juventud y el resto de sectores oprimidos de la sociedad. Como la noche sigue al dia, la lucha de clases se abrirá paso en un nuevo estadio, de movilizaciones, huelgas y luchas.

            En todo ello unas organizaciones como PODEMOS  e IZQUIERDA UNIDA pueden y deben jugar un papel trascendental, con la condición de que utilicen sus posiciones en las instituciones, incluidas las del Parlamento, para que sirvan de genuina “caja de resonancia” de las luchas sociales, de las reivindicaciones de la aplastante mayoría de la sociedad. El futuro no se va a decidir en el Parlamento, sino en la movilización y la lucha, la cual hay que dar un cauce correcto organizado, al objeto de que podamos transformar radicalmente la sociedad.