LONDRES: UN ATAQUE TERRORISTA DEJA CUATRO MUERTOS
Cuatro personas han muerto y al menos 20 han resultado heridas en
lo que la policía está describiendo como un “incidente terrorista”, esta tarde
en el centro de Londres.
Poco después de las 14 horas, un
hombre conducía un vehículo atropellando a los peatones en el puente de
Westminster antes de chocar contra las vallas del Parlamento para luego entrar
en el complejo empuñando un cuchillo. Apuñaló a un policía antes de ser
disparado y abatido por otros agentes. Entre los muertos están el atacante, un
oficial de policía y dos peatones. La Cámara de los Comunes fue blindada y
evacuada.
Jorge
Martin – www.marxist.com
22
Marzo 2017
Condenamos esta acción brutal que ha causado el caos y el pánico
entre los turistas y londinenses en sus quehaceres diarios. En el momento de
escribir estas líneas, se sabe muy poco sobre el atacante y sus motivos. La
policía está llamando a esto un “incidente terrorista” pero ha añadido que este
es el caso “hasta que sepamos lo contrario”. No debemos olvidar que un ataque
violento en Russell Square, en agosto el año 2016, también fue descrito
inicialmente como un incidente terrorista, pero más tarde se descubrió que el
asesino sufría un episodio agudo de esquizofrenia paranoide.
Según informes de prensa, un
funcionario de la Comisión Europea ha dicho que “el ataque fue inspirado por la
propaganda del Estado Islámico”. Si finalmente se comprobara que este ataque ha
sido llevado a cabo por un terrorista fundamentalista islámico, podemos decir
que las raíces de este terrorismo se pueden remontar a la política del
imperialismo, principalmente de Estados Unidos, pero también británico, francés
y otros, en Oriente Medio. Este es el caso tanto desde el punto de vista de la
participación de estos países en la ocupación militar de naciones formalmente
soberanas en defensa de los intereses capitalistas, como también por el uso que
el imperialismo ha hecho del fundamentalismo islámico con el fin de promover
sus intereses en la región.
Esto se remonta a la década de 1950
y 60, cuando el imperialismo financió y promovió el fundamentalismo islámico
para contrarrestar la creciente radicalización de izquierda en el norte de
África, Oriente Medio y Asia. La política de apoyo a estas fuerzas
oscurantistas reaccionarias continuó y aumentó en la lucha de los EE.UU. contra
el régimen del PDPA en Afganistán después de 1979. Las fuerzas que los EE.UU.
crearon en ese momento (con todo el apoyo de la monarquía semifeudal reaccionaria
de Arabia Saudita) a los talibanes y finalmente a
la formación del ISIS en Irak.
Como ha ocurrido en otros países
europeos, especialmente en Francia, este ataque terrorista será utilizado por
la clase dominante para justificar una política de restricción de los derechos
democráticos y dar más poderes a la policía y al Estado en general. En el caso
de Francia vimos cómo se utilizó el brutal ataque de Bataclán en noviembre de
2015 para declarar el estado de emergencia, que todavía está en vigor y que da
el Estado amplios poderes para prohibir las reuniones públicas,
manifestaciones, etc., de cualquier tipo. Estos poderes se utilizan como chivo
expiatorio contra las comunidades musulmanes e inmigrantes y en general contra
el movimiento obrero y la izquierda.
Algunas de estas medidas ya existen
en Gran Bretaña, por ejemplo en la forma del programa Prevent. Supuestamente
creado para combatir la “radicalización”, el programa otorga a la policía
amplios poderes para espiar a los niños y su impacto principal ha sido la de
separar a las comunidades musulmanas del resto de la población. ¡Más de 400
niños menores de 10 años han sido investigados en los últimos cuatro años!
Estas medidas son de hecho inútiles
para combatir el tipo de ataques terroristas que hemos visto recientemente en
Europa. Un solo individuo siempre puede hacerse con un vehículo a motor y
atropellar a los peatones, o usar un cuchillo para apuñalar a un oficial de
policía. El ataque de hoy es un ejemplo de ello. El parlamento de Westminster
ya está fuertemente protegido con barreras de hormigón y acero en su exterior
en la mayoría de las entradas. Eso no impidió que el atacante de hoy entrara en
el patio y apuñalara a un policía.
Como marxistas condenamos las
brutales acciones terroristas de grupos fundamentalistas islámicos que están
motivadas por objetivos totalmente reaccionarios. Al mismo tiempo, entendemos
que las acciones del imperialismo han creado este monstruo, por acción e
intelectualmente. Rechazamos cualquier intento de la clase dominante de
restringir los derechos democráticos con la utilización de este tipo de ataques
como excusa, ya que los poderes represivos del estado serán utilizados contra
el movimiento obrero.
Antes de la invasión de Afganistán y
luego de Irak, el fenómeno del fundamentalismo islámico estaba en un nivel
mucho más bajo. Desde las guerras de Afganistán e Irak, seguidas por el
bombardeo de Siria y Libia, el fenómeno se ha disparado. No paran de decirnos
que se requiere la intervención militar para frenar el problema, pero en
realidad sólo lo exacerba.
En la actualidad, el ISIS está en
retirada, pero su derrota militar no va a poner fin a los ataques terroristas.
Incluso si sus bases en Siria e Irak fueran barridas por completo, nada impide
que “lobos solitarios” o pequeños grupos organizados lleven a cabo ataques como
el que hemos visto hoy. Ninguna cantidad de seguridad puede impedir que
individuos lancen vehículos contra la multitud o apuñalen a la gente.
El capitalismo ha creado este
monstruo, que incluso ahora es útil para crear un sentimiento de pánico entre
la población que pueda ser utilizado para justificar todo tipo de medidas
reaccionarias. Es otra expresión de la crisis del sistema en su conjunto, y
sólo puede ser verdaderamente eliminado cuando terminemos con el sistema que
engendra tales fenómenos.
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