LAS IDEAS A LAS QUE LLEGAN SU MOMENTO HISTORICO, PERVIVEN CONVERTIDAS EN UNA NECESIDAD
Este 20 de agosto se cumple el
84 aniversario del atentado homicida que cometió el sicario/agente estalinista
español Ramon Mercader, que se hacia pasar por "Jackson", en contra del gran teórico marxista, dirigente junto a Lenin de la revolución rusa de octubre de 1917, Lev Davidovich Bronstein, conocido mundialmente como León Trotsky.
Por: Salvador Pérez
Al día siguiente, el 21
de agosto, Trotsky falleció a las 19:45 horas, producto de la herida mortal que
Mercader le propicio en el cráneo con un piolet. Dejó de existir “uno de los
más brillantes cerebros del marxismo revolucionario”, como describió a Trotsky
su nieto, Esteban Volkov.
La muerte física de Trotsky se consumó, pero hoy más
que nunca LA VIGENCIA DE LAS IDEAS DEL MARXISMO MODERNO, DEL TROSKISMO SON
PLENAMENTE VALIDAS, PARA HOY Y LOS ACONTECIMIENTOS QUE COMENZAMOS A VIVIR.
Un Sicario Estalinista
El asesino de Trotsky fue
Jaime Ramón Mercader del Río, un militante estalinista español y agente del
servicio de seguridad soviético NKVD, preparado y enviado expresamente para
cometer el repugnante crimen que cometió. En recompensa por ello fue premiado concediéndole
la ciudadanía soviética y la casta burocrática criminal le concedió con la más
alta medalla, la mal llamada "Orden de Lenin", en 1940.
Posteriormente fue nombrado 'Héroe de la Unión Soviética' en 1961. Tras salir
de la cárcel mexicana se fue a vivir a Moscú y luego a La Habana (Cuba), donde murió
de cáncer de hueso en 1978.
Ramon Mercader adopto multitud de identidades, como los nombres falsos de
"Jaques Mornard" o "Frank Jackson", que utilizó para
acercarse al entorno de Trotsky. Durante su estancia en París, hizo amistad con
Sylvia Ageloff, militante trotskista norteamericana que involuntariamente seria
quien serviría de excusa para acercar a Mercader al entorno y al propio
Trotsky.
Tras el ataque
criminal, Trotsky fue trasladado al puesto central de socorro de la Cruz Verde,
donde fue intervenido en quirófano. Antes de que perdiera el
conocimiento, alcanzo a decirle a su secretario, Joseph Hansen, que: “Estoy
cerca de la muerte a causa de un asesino político que me atacó en mi casa.
Luché contra él. Haga el favor de comunicarlo a nuestros amigos. Estoy seguro
de la IV Internacional. ¡Adelante!”.
Exterminio de la dirección bolchevique
Con el asesinato del
dirigente de la revolución de octubre y fundador del Ejército Rojo, Ramón
Mercader dio cumplimiento al plan establecido desde años antes por ese criminal
y sepulturero de la revolución proletaria llamado Joseph Stalin.
Con
la muerte de Trotsky el Comité Central del Partido Bolchevique que en octubre
de 1917 había dirigido la lucha revolucionaria de la toma del poder, había
perecido a manos de la reacción contrarrevolucionaria burocrática, que
encabezaba Joseph Stalin.
El asesinato y
exterminio de la generación revolucionaria era una obsesión para la mente
criminal, simplona y primitiva de Stalin. Como todo vulgar criminal, Stalin sentía
la fuerte necesidad psicológica de destruir toda prueba viviente que
atestiguara sobre cuáles eran las ideas genuinas del bolchevismo, del
leninismo. Stalin era consciente de su verdadero papel de traidor al
bolchevismo, de cabeza representante de los intereses de la burocracia
usurpadora del poder.
Lev
Davidovich Bronstein, conocido como León Trotsky, nació en Yanovka, Ucrania, el
7 de noviembre de 1879. En su juventud fue encarcelado y deportado por el
Estado zarista. Fue presidente del Soviet de Petrogrado en la revolución de
1905 y de nuevo encarcelado y deportado.
Junto
a Vladimir Ilich (Lenin), codo con codo, fue dirigente clave para poder
orientar, armar y rearmar políticamente al Partido Bolchevique, comenzando por
el resto de dirigentes y cuadros, durante la revolución de 1917, que derrotó
primero al zarismo, en febrero, y puso el poder en manos de la clase obrera, en
octubre.
Bajo
los primeros años del nuevo poder de los Soviets Trotsky jugo un papel titánico,
como Comisario de Asuntos Exteriores, como organizador del Ejército Rojo,
reorganizando sectores de la economía y el Transporte. En su 'Testamento' Lenin
lo califica, sin dudas, como "el hombre más capaz del Comité
Central", del Partido Bolchevique. En aquel periodo, de hecho, los
bolcheviques eran identificados como "el Partido de Lenin y Trotsky".
Sin
embargo, pese a todo lo importante de lo anterior, el papel más importante que jugaría
León Trotsky en la historia, papel que finalmente le costaría la vida, fue su
lucha heroica contra el proceso de degeneración burocrática del Estado obrero
que nació tras la revolución de octubre.
La
prematura muerte de V.I. Lenin imposibilito que diera a fondo la batalla, para
lo cual había forjado un acuerdo con Trotsky, en contra de la cada vez más
monstruosa casta burocrática, que ya a partir de 1923 se fraguaba entorno a la secretaria
general del Partido que estaba en manos de José Stalin.
Trotsky comenzó
la tarea de luchar contra la burocracia en el Estado soviético, y en el
Partido, organizando la Oposición de Izquierdas, que más tarde seria la Oposición
de Izquierdas Internacional y el embrión que llevaría a la fundación de la IV
Internacional en 1938.
Era
momentos en los que unos claudicaban ante los métodos e ideas de la reacción burocrática
estalinista en la URSS y otros muchos, por el papel del propio estalinismo y
sus métodos bastardos, abandonaban el marxismo, el socialismo y el bolchevismo,
para abrazar directamente las manos de la burguesía y el imperialismo. Solo y
tan solo León Trotsky, la tendencia marxista que representaba, conocidos como 'bolcheviques
leninistas', continuaron defendiendo las genuinas ideas de la revolución de
octubre, las ideas y el programa internacionalista del marxismo revolucionario.
El 28 de octubre de 1938, en
un discurso grabado para un acto masivo en EE.UU. que festejaba la fundación de
la IV Internacional, Trotsky explico el objetivo del movimiento trotskista: "Queridos amigos, el
nuestro no es un partido como cualquier otro. Nuestra ambición no se limita a
tener más miembros, más periódicos, más dinero, más diputados... Todo eso es
necesario, pero no es más que un medio. Nuestro objetivo es la total liberación
material y espiritual de los trabajadores y los explotados a través de la
revolución socialista".
Aquí radica el motivo central
del porque fue asesinado. El miedo de Stalin y la casta burocrática a que estas
ideas, las genuinas ideas del marxismo revolucionario, conectaran nuevamente,
como en octubre de 1917, con la clase obrera rusa y pudiera desarrollarse una
triunfante revolución política que eliminara a la burocracia del poder y
restableciera una genuina DEMOCRACIA OBRERA.
Mantener
limpias las ideas, el programa y las tradiciones revolucionarias, explicando
porque degenero burocráticamente la revolución, trazando y preparando los próximos
procesos revolucionarios, fue la gran lucha que mantuvo Trotsky y sus
compañeros de la Oposición de Izquierdas, la IV Internacional. Y ese papel que
jugo Trotsky fue “el más importante de su vida".
El
análisis de la situación, las perspectivas marxistas, mantener el hilo de
continuidad histórica de las ideas y los métodos de Marx, Engels y Lenin fueron
crucial durante la negra reacción del surgimiento del estalinismo y Trotsky
jugo un papel monumental, defendiendo y ampliando la teoría del marxismo.
Ello fue
posteriormente reconocido, como por ejemplo por Leopold Trepper, el
legendario jefe de la Orquesta Roja —del servicio de contraespionaje de la
Internacional Comunista en la Europa ocupada por los nazis— quien escribió su
conocido libro titulado 'El Gran Juego', reconociendo el papel de Trotsky y los
trotskistas en la época. Esto escribió:
“Los fulgores de octubre iban extinguiéndose en los crepúsculos
carcelarios. La revolución degenerada había engendrado un sistema de terror y
horror, en el que eran escarnecidos los ideales socialistas en nombre de un
dogma fosilizado que los verdugos tenían aún la desfachatez de llamar marxismo.
Y, sin embargo, desterrados pero dóciles, nos había seguido triturando el
engranaje que habíamos puesto en marcha con nuestras propias manos. Cual ruedas
del mecanismo, aterrorizados hasta el extravío, nos habíamos convertido en
instrumentos de nuestra propia sumisión. Todos los que no se alzaron contra la
máquina estalinista son responsables, colectivamente responsables de sus
crímenes. Tampoco yo me libro de este veredicto.
Pero, ¿quién protestó en aquella época? ¿Quién se levantó para
gritar su hastío? Los trotskistas pueden reivindicar ese honor. A semejanza de
su líder, que pagó su obstinación con un pioletazo, los trotskistas combatieron
totalmente el estalinismo y fueron los únicos que lo hicieron. En la época de
las grandes purgas, ya sólo podían gritar su rebeldía en las inmensidades
heladas, a las que los habían conducido para mejor exterminarlos. En los campos
de concentración, su conducta fue siempre digna e incluso ejemplar. Pero sus
voces se perdieron en la tundra siberiana. Hoy día los trotskistas tienen el
derecho a acusar a quienes antaño corearon los aullidos de muerte de los lobos.
Que no olviden, sin embargo, que poseían sobre nosotros la inmensa ventaja de
disponer de un sistema político coherente, susceptible de sustituir al
estalinismo, y al que podían agarrarse en medio de la profunda miseria de la
revolución traicionada. Los trotskistas no ‘confesaban’, porque sabían que sus
confesiones no servirían ni al partido ni al socialismo”.
PLENA VIGENCIA DE SUS IDEAS DE TROTSKY
Hace
84 años un esbirro de Stalin acabo con la vida física de León Trotsky. Pero
este horrendo crimen no impidió que Trotsky dejara a la nueva generación de
luchadores de la clase obrera internacional un enorme tesoro y armamento para
la lucha del presente. Un enorme arsenal basado en las ideas, el programa y los
métodos genuinos del marxismo revolucionario.
Las
obras y escritos de Trotsky son imprescindibles para comprender de dónde
venimos, donde estamos y como luchar correctamente por el mundo socialista al que
queremos ir. Obras
como "Historia de la Revolución Rusa", "Lecciones de
Octubre", "1905, resultados y perspectivas", "Mi
Vida", "Como se armó la revolución (escritos militares)",
"La revolución permanente", "La revolución traicionada",
"Literatura y revolución", "El programa de transición",
"Los cinco primeros años de la Internacional Comunista",
"España, última advertencia", "Su moral y la nuestra",
"Stalin", … son obras maestras de todo el arsenal de ideas que nos dejó,
para la lucha por transformar radicalmente las bases de la sociedad.
La
historia tiene en muchas ocasiones raras formas de manifestarse. Ocho décadas después
de su asesinato por un agente estalinista, del monstruoso régimen de la casta burocrática
no quedo nada. Nada que sea de utilidad a la clase obrera mundial para la lucha
por superar el capitalismo.
De
hecho, como en una tragicomedia, los herederos de Stalin y el estalinismo, se
pasaron casi en bloque, con armas y bagaje, a las trincheras de la burguesía.
Los antiguos dirigentes de los autollamados Partidos 'Comunistas', los
estalinistas de la URSS y del Este europeo, ahora son los "nuevos
ricos", la nueva burguesía, los propietarios de las empresas que saquearon
de la economía nacionalizada. Del estalinismo solo quedo los recuerdos
repugnantes de una negra noche reaccionaria, de la historia del siglo XX.
Y
a 80 años de su asesinato, los trotskistas podemos reafirmar, punto por punto,
la plena vigencia de las ideas, del programa y los métodos que "el
Viejo", de León Trotsky, que defendió hasta su última hora de vida. Estas
ideas, programa y métodos abrirán un futuro digno y verdaderamente humano a
hombres y mujeres en los próximos años.
LA VERDAD HISTORICA SE RESTABLECERA
Es en el contexto de esa
esperanzadora lucha por una sociedad basada en la absoluta igualdad y libertad
del ser humano en donde cobra vida y sentido las líneas del Testamento político
que León Trotsky dejo. En el decía:
"No necesito refutar
una vez más las calumnias estúpidas y viles de Stalin y sus agentes; en mi
honor revolucionario no hay una sola mancha. Nunca entré, directa ni
indirectamente, en acuerdos ni negociaciones ocultas con los enemigos de la
clase obrera. Miles de adversarios de Stalin fueron víctimas de acusaciones
igualmente falsas. Las nuevas generaciones revolucionarias rehabilitarán su
honor político y tratarán como se lo merecen a los verdugos del Kremlin. ...
Fui un
revolucionario durante mis cuarenta y tres años de vida consciente y durante
cuarenta y dos luché bajo las banderas del marxismo. Si tuviera que comenzar
todo de nuevo trataría, por supuesto, de evitar tal o cual error, pero en lo
fundamental mi vida sería la misma. Moriré siendo un revolucionario proletario,
un marxista, un materialista dialéctico y, en consecuencia, un ateo
irreconciliable. Mi fe en el futuro comunista de la humanidad no es hoy menos
ardiente, aunque sí más firme, que en los días de mi juventud.
Natasha
se acerca a la ventana y la abre desde el patio para que entre más aire en mi
habitación. Puedo ver la brillante franja de pasto verde que se extiende tras
el muro, arriba el cielo claro y azul, y el sol brilla en todas partes. La vida
es hermosa. Que las futuras generaciones la libren de todo mal, opresión y
violencia, y la disfruten plenamente".
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