EL IMPERIALISMO: MUERTE Y DESTRUCCION ABSOLUTA EN GAZA

         Algunos “histéricos” en los márgenes del movimiento obrero no cesan de hablar y escribir de “paliza, paliza, paliza de los palestinos a Israel”. Tan en los márgenes que apenas son escuchados por media docena de personas. Otros mucho más numerosos, los reformistas socialdemócratas de todo tipo de pelaje, que están plácidamente instalados en el sistema capitalista, con voz mas clara o con palabras entrecortadas, defienden "el derecho israelí a defenderse" y por ello de forma directa o indirecta el holocausto que estamos viendo.  

        Unos y otros ignoran la verdadera naturaleza de los acontecimientos que tienen ante sus ojos. Informes recientes, como los publicados en la revista médica británica The Lancet, de las más serias y prominentes, manejaba unas cifras escalofriantes y proyectadas cifras de más de 186.000 muertes en Gaza, causadas por el régimen israelí y sus partidarios imperialistas occidentales. 

Por: Salvador Pérez

         Es claro que inmediatamente los reaccionarios sionistas israelíes están intentado desacreditar esos informes y cifras, calificándolos como un simple "libelo de sangre", dicen que absolutamente infundado. 

        Sin embargo ni la propaganda israelí, ni la de sus acólitos occidentales, podrán nunca ocultar la realidad, que no es otra que tras meses de bombardeos incesantes, estos se combinan y sincronizan con una general desnutrición de la población palestina y con la aparición de lacras de enfermedades, causadas por el bloqueo de Israel, que finalmente puede dejar esas cifras en datos trágicamente conservadores.

        El diario "La Opinión de Málaga" afirma hoy mismo que "en Gaza se ha llegado a la dramática cifra de 40.000 fallecidos desde que comenzó la guerra. Son cifras del ministerio de salud de la franja en las que no se distingue entre civiles o miembros de Hamás. De los 40.000, más de 18.000 son niños". 

     Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí, recientemente recibió un atronador aplauso y ovación, puesto en pie ante el Congreso de los Estados Unidos, mientras que afirmaba sin muestra alguna de sentir vergüenza, que “en la ciudad sitiada de Rafah, las víctimas civiles son prácticamente nulas y que Israel sacó previamente a los civiles fuera de peligro". Mentiras, malditas mentiras.

 La verdad desnuda sobre el terreno

         Mientras algunos sectarios y ultraizquierdistas viven en sus mundos de ilusiones, en los últimos 300 días el ejército israelí textualmente ha destrozado Gaza, con una potencia de fuego que equivale a múltiples bombas nucleares. El resultado pues es obvio, para todos los que quieren ver la realidad tal cual es: más del 56 por ciento de los edificios han sido reducidos a escombros y polvo; más del 90 por ciento de la población palestina, unos 1,9 millones en la Franja, se han visto obligados al desplazamiento interno, mucho de los cuales se han tenido que desplazar en repetidas ocasiones.

     Por muchas mentiras que repita el reaccionario Netanyahu, lo único cierto es que ningún sitio, ningún rincón de Gaza está hoy por hoy "fuera de peligro". En estos momentos mas del 86 por ciento de Gaza está bajo órdenes de evacuación. Israel está bombardeando de forma sistemática todo, incluyendo awuellas zonas que había declarado previamente como “seguras".

     El Ministerio de Salud de Gaza tiene unas modestas estimaciones oficiales que sitúan el número de muertos en la cifra de 39.000. Estas cifras son solo “bajas confirmadas”. Otros muchos más es probable que puedan ser identificados en los próximos meses, cuando los escombros puedan ser excavados o simplemente puedan ser identificadas las extremidades que resultaron amputadas. Según estimaciones modestas más de 10.000 personas aún están enterradas en esos escombros y no figuran como muertos contabilizados.

     La mayoría de esa política de muerte de los sionistas israelíes, bendecidos por los imperialistas norteamericanos y europeos, son mujeres, niños y ancianos. En estos momentos existen más de 20.000 niños simplemente desaparecidos, unos datos simplemente espeluznantes.

     Y los refugiados que sobrevivan se enfrentarán a las armas indirectas de guerra de Israel. Tal y como indicaba la carta en “The Lancet”:  "Incluso si el conflicto termina de inmediato, seguirá habiendo muchas muertes indirectas en los próximos meses y años por causas como enfermedades reproductivas, transmisibles y no transmisibles. Se espera que el número total de muertos sea grande dada la intensidad de este conflicto; la destrucción de la infraestructura sanitaria; grave escasez de alimentos, agua y refugio; la imposibilidad de la población de huir a lugares seguros; y la pérdida de fondos para la UNRWA, una de las pocas organizaciones humanitarias que siguen activas en la Franja de Gaza".

 “Directa o indirectamente, muertos”

         Y es que, a los muertos directos por los bombardeos y atrocidades israelíes en las zonas urbanas, debemos añadir las muertes indirectas: esas que son causadas por el hambre, la aparición de las enfermedades asociadas a la destrucción de la guerra, el aumento de los “defectos de nacimiento y las catástrofe ambiental”. Todo ello hace que el numero de muertos aumente al menos otras 15 veces sobre el número de "muertes directas".

 Una tormenta perfecta

         Para poder hacernos una idea, el cólera, la fiebre tifoidea, el sarampión, están aumentando junto con la sarna y la tuberculosis, de forma abrupta. Ya se han declarado más de 100.000 casos de hepatitis B en Gaza, una brutalidad comparada con tan solo los 85 declarados en el año pasado. Según informan observadores internacionales, las pilas de desechos de guerra y hospitalarios, junto con las aguas residuales contaminadas, junto al aumento de las temperaturas están creando el caldo de cultivo perfecto para que las enfermedades se propaguen a gran escala.

    “The Lancet” especula en esa carta que estos factores pueden elevar el número de muertes en Gaza hasta los 186.000. Cuatro veces más por muertes indirectas, comparadas con las muertes directas de la guerra. El número de "muertes indirectas" aumentará más aún si Israel mantiene el bloqueo de hambruna que mantiene sobre los palestinos. Un cercano funcionario de Netanyahu ya ha afirmado a “The Economist “que el régimen sionista es esa la intención que tiene: afirmo que "hasta que Hamas se vaya, nadie va a entrar".

     Las intenciones de las FDI, que desde el principio tiene planes de inundar los túneles de Gaza, lo cual destruirá el acuífero principal, aumentará el riesgo masivamente de la propagación de nuevos brotes más ampliamente de enfermedades. Gaza se queda sin escuelas y hospitales. Arrasar todo y asesinar civiles ha sido la permanente política del imperialismo israelí, pero no están aún saciados. Ante todo, y sobre todo, el objetivo de Netanyahu es mantener la guerra para el poder seguir manteniéndose en el poder.

     En parte todo lo que estamos viendo en Gaza es esto, una lucha de Netanyahu por mantenerse en el poder y no acabar en la cárcel por sus corrupciones. Y es por ello que insiste en que las atrocidades sobre Gaza continuarán “hasta que haya logrado destruir a Hamas y su red de apoyo”. Todo un objetivo ambiguo, el cual no tiene un claro final. Y ello es lo que está detrás de que ahora Netanyahu esté girando hacia una extensión de la guerra en el Líbano.

     Aunque algunos hipócritamente están tratando de negar estas afirmaciones, incluyendo algunas organizaciones sionistas, tratando de encontrar “fallos en la distinción entre los muertos de combatientes y los civiles palestinos, que están muriendo deliberadamente de hambre, en ambos casos ello constituye claros “crímenes de guerra” de Netanyahu y su gobierno reaccionario. Altos funcionarios israelíes han repetido constantemente que “no ven ninguna distinción significativa entre combatientes y civiles”.

        Más de 500 ejemplos de casos de estos, con diferentes funcionarios israelíes afirmando estas cosas, han sido recopilados por el “Grupo Ley para Palestina”. El propio Presidente israelí, Isaac Herzog, afirmo en una Conferencia de Prensa, días después del 7 de octubre, que: "No es cierta esta retórica de que los civiles no son conscientes, no están involucrados... Es toda una nación la responsable". El plan de gobierno israelí, llamado Gaza 2035, que ha sido publicado por la propia Oficina del primer ministro de Israel, nos deja poco espacio a las especulaciones: Promete “reconstruir Gaza como un puesto de avanzada sionista permanente, desde la nada”

 Los imperialistas y sus intereses estratégicos

     Podríamos citar y dar multitud de más ejemplos en este sentido, que solo harían reforzar lo anteriormente expuesto. Como afirmo el general de División retirado Giora Eiland, actualmente asesor del ministro de Defensa de Israel, “las FDI dan la bienvenida al riesgo de un desastre humanitario, si ayuda a las FDI a ganar la guerra”.

          Todo esto es suficientemente claro para que nadie pueda albergar dudas respecto a si este holocausto en contra del pueblo palestino podrá ser parado por organismos como la ONU, los EEUU o la Unión Europea. A pesar de toda esta barbarie, los imperialistas han respaldado a Israel, más allá de alguna declaración hipócrita de cara al público.

         Y todo ello a pesar de que los imperialistas son plenamente conscientes de que con todo ello están jugando peligrosamente. La clase dominante de todos los países han tratado y tratan de mantener la verdad enterrada, llegando incluso al asesinato de un numero records de periodistas, para que la verdad no salga a la superficie. Pero todas estas verdades se han estado y están cometiendo a la luz del día y de forma descarada, con lo cual no han podido evitar que las imágenes y los datos salgan a la luz publica y se hayan difundido por todo el planeta.

 La lucha de los trabajadores y la juventud, el único camino

     Al gran revolucionario ruso, a Lenin, le gustaba citar el proverbio ruso que dice “la vida enseña”. Todos estos acontecimientos están sirviendo como gran escuela de aprendizaje para las masas en todo el planeta, comenzando por el pueblo árabe. En los cinco continentes las personas, normales y corrientes (no hablamos ya de los sectores más conscientes) están llegando a la conclusión correcta de que los palestinos y ellos tienen un enemigo común: aquellos que manejan los hilos y las economías en todos los países, la clase dominante capitalista que no duda en masacrar para seguir manteniendo su dominio sobre países y zonas enteras del planeta.

     Hemos sido testigos de enormes movilizaciones en la mayoría de los países en solidaridad, de apoyo con el pueblo palestino y condenando la complicidad de sus gobiernos con el genocidio israelí. Este año pasado vimos como los jóvenes estudiantes y trabajadores irrumpían en la escena, organizando acampadas en las principales universidades, comenzando por el corazón mismo del imperialismo, los EEUU, que rápidamente contagiaron el movimiento de protesta a otros países, incluyendo a Europa. El movimiento de solidaridad con Gaza ha sido de carácter internacional y ha expuesto la masividad en sus inicios. Millones de trabajadores, de jóvenes y oprimidos en todo el mundo han salid a las calles a protestar por la complicidad de sus gobiernos en la masacre.

     No podemos tener, como decíamos, ninguna confianza en los organismos internacionales del imperialismo, como la ONU. Mucho menos en los políticos  que están en los gobiernos o aspiran a estarlo, que tan solo representan los intereses de los poderosos, de sus amos los capitalistas y banqueros, los grandes poderes imperialistas.

     Desarmar y tirar abajo con éxito a todos estos verdaderos criminales de guerra es la tarea que tenemos por delante la clase trabajadora y la juventud en todos los países. Hay que continuar, a pesar de la oposición de los renegados dirigentes reformistas y sindicalistas a dirigir la lucha, llamando a la solidaridad de clase con el pueblo palestino y árabe, por acabar con el criminal Estado sionista en Israel. Solo y tan solo esta lucha puede liberar a los palestinos del actual genocidio que sufren en Gaza.

     Debemos confiar plenamente que los oprimidos, los trabajadores y la juventud árabe, formara parte de este ejercito de lucha por una sociedad verdaderamente justa, que ponga punto y final al criminal Estado israelí y al resto de regímenes en los países árabes, que tienen sumidas a las masas en las mas barbaras condiciones de vida, mientras una ínfima minoría vive a cuerpo de reyes, nadando en las mas repugnantes riquezas.

     El sangriento Estado sionista tiene que ser derrocado, junto con todos sus compinches en los países árabes, gobernados por déspotas en todo el Oriente Medio. Para ello la única alternativa es organizar y desarrollar una verdadera MAREA REVOLUCIONARIA QUE UNIFIQUE LA LUCJA DE TODOS LOS TRABAJADORES Y JOVENES DE LA REGION, en lucha por la transformación socialista de la sociedad.