Cinco días de “reflexión de Sánchez”, para continuar
en una nueva etapa en la crisis del Régimen del 78
El miércoles 24
de abril el Presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, hizo pública una “carta
a la ciudadanía” en donde se daba 5 días
de reflexión personal sobre si continuaba al frente de la presidencia del
gobierno o si se marchaba, tras la denuncia en los juzgados del pseudo-sindicato
de funcionarios fascista “Manos Limpias” en contra de su mujer, Begoña Gómez,
por un presunto delito de tráfico de influencias, por supuestamente avalar a
empresas que se presentaban a licitaciones públicas, denuncia que fue aceptada
por el Juez Juan Carlos Peinado, titular del Juzgado de
Instrucción 41 de Madrid.
Por Salvador Pérez
Según
comunicaba Sánchez en dicha carta, tenía que ver "si merecía la pena
soportar el acoso que sufre él y su familia desde hace diez años". Los
primero que sorprendió tras conocerse este movimiento
de Sánchez fue como todos, sin excepción, tanto sus enemigos como sus amigos,
fueron tomados por sorpresa.
En
esos cinco días hemos visto a sus enemigos, fundamentalmente a los
representantes de la derecha y la extrema derecha, PP y VOX, vomitar verdadera
espuma por sus bocas, viéndose en la gran oportunidad de conseguir lo que no
pudieron obtener tras el resultado de las últimas elecciones generales, poder
llegar al gobierno.
La
situación que se abrió tras el anuncio de Pedro Sánchez de cancelar su agenda,
se refleja en casi todos los rincones de la vida política, como describían los
medios, "la
ansiedad en el PSOE se convirtió en pánico"; "hubo lágrimas y golpes
de pecho por el presidente, que dejó de contestar a los mensajes".
Internacionalmente hasta el mismo Javier Milei (Presidente de Argentina) ha
vertido opinión sobre el asunto, afirmando que
“el secretario general del
PSOE, a quien dice que tiene problemas más importantes de los que ocuparse,
como las acusaciones de corrupción que caen sobre su esposa, asunto que lo llevó
incluso a evaluar su renuncia”.
Como
abordaremos en este artículo, independientemente de las formas y los detalles,
que no dejan de ser anecdóticos, todos estos acontecimientos que hemos vivido
en los últimos días, así como las propias declaraciones del presidente Sánchez
anunciando el lunes “que sigue”, no son otra cosa que la demostración
fehaciente de la profunda crisis del régimen del 78, que se inició en 2011 con
el movimiento de luchas masivas de los llamados “indignados”, crisis de la cual
no se ha recuperado, al tiempo que viene a demostrar la total bancarrota que
vive y atraviesa la falsa “democracia burguesa en el Estado español.
Es por
ello que ha resultado verdaderamente lamentable, en una demostración más de la
propia crisis y bancarrota de los que en el último periodo han tratado de
presentarse como “la izquierda del PSOE”, haber visto en estos mismos días a
los “amigos de Sánchez”, textualmente “suplicándole que no se marchara”.
Como decimos,
tras esos ‘cinco días de reflexión’ Pedro Sánchez compareció en rueda de prensa
y en todo y formas de “gran hombre de Estado”, burgués por supuesto, anuncio las
conclusiones a las que había llegado: "He decidido seguir con más
fuerza si cabe al frente de la presidencia del Gobierno de España".
En un
reciente artículo que hemos publicado en la web de “La Marx España” hemos
analizado el lastimoso papel del gobierno “PSOE-SUMAR, el gobierno reformista
sin reformas” (https://la-marx-espana.webnode.es/l/psoe-sumar-el-gobierno-del-reformismo-sin-reformas/ ), por eso
aquí nos centraremos en los aspectos y situaciones que nos han traído hasta
estos últimos acontecimientos, al tiempo que plantearemos en opinión de los
marxistas cuales serían las mediadas y pasos a tomar frente a esta situación.
La reacción al ataque
El
hecho de que la derecha del PP y VOX estén utilizando todos los resortes que
tienen en sus manos para lanzar, en cada ocasión que pueden, sus ataques en
contra del Gobierno PSOE-SUMAR no nos debería extrañar en absoluto. Es propio
de dirigentes reformistas estúpidos pensar que la derecha solo utilizará los
métodos y las formas “políticamente correctas”, dentro de los causes
democráticos, para hacerle oposición a un gobierno en los que ellos no están.
En sí
mismo el llamado “Régimen del 78” español tiene y es un régimen totalmente
reaccionario, que se basó en dejar intacto todo el Estado (fuerzas armadas,
policiales, judiciales, junto al poder económico, heredado de la dictadura
militar de Franco). Y es evidente que esas estructuras reaccionarias del Estado
están fundamentalmente posicionadas en favor de los representantes políticos,
PP y VOX, reaccionarios.
El
problema no es pues que los dirigentes políticos herederos del franquismo, PP y
VOX estén utilizando sus métodos habituales, la mentira y las falsificaciones
por sistema, como forma de luchar contra lo que ellos ven como a sus enemigos y
adversarios, contra de lo que ellos llaman “la izquierda” y el gobierno del
PSOE-SUMAR. Igualmente, tampoco es raro, ni nuevo, que ellos utilicen cada vez
que pueden el aparato judicial del Estado para sus objetivos.
Durante
años, desde el nacimiento del partido PODEMOS, tras el 15M, la derecha utilizo
los medios de comunicación burgueses de masas, la judicatura y hasta los
Servicios Secretos de la Policía y el Estado, bajo el gobierno reaccionario del
PP presidido por Mariano Rajoy, para hacer una permanente campaña para
intoxicar a la opinión pública con montañas de mentiras entorno a PODEMOS y sus
dirigentes más enraizados con las masas, montando informes falsos sobre
“supuestas financiaciones de PODEMOS por gobiernos extranjeros, inventando
cuentas bancarias falsas de dirigentes como Pablo Iglesias en ‘paraísos
fiscales’, fraudes fiscales”,…. Y jueces
similares al ahora Juan Carlos Peinado, abrían procesos judiciales contra
PODEMOS. Estos casos, que luego eran todos archivados, tenían el efecto de
ocupar horas y horas de noticias en telediarios, grandes titulares en portadas
de periódicos y horas de tertulias de emisoras de radio, que claro que sí, cumplían
su misión de influir sobre la percepción de los trabajadores y la juventud
sobre PODEMOS.
Para hacernos una idea de la situación de las
actuaciones de estos jueces de la derecha reaccionaria, según el informe de ‘Freemuse’,
hasta el 2018 el Estado español tenía 14 artistas con condenas a
prisión, “por un uso
indebido de las leyes antiterroristas, en casos escandalosos
como los de los raperos Josep Miquel Arenas Beltrán (Valtonyc), Pablo
Rivadulla (Pablo Hasél)
y los 12 miembros del grupo de rap La
Insurgencia. Por ejemplo, en el caso de Pablo Hasél ingresó a prisión en España por las letras
de sus canciones, que según estos jueces "injuriaron a la monarquía y enaltecían
el terrorismo".
Estos
mismo jueces, insistimos, que enjuiciaron y condenaron a los dirigentes
independentistas catalanes por convocar un referéndum y llamar a votar en las
urnas a la población catalana, al objeto de que se decidiera que tipo de
vinculación debe tener Catalunya con el Estado español, alentados por el
reaccionario gobierno de Mariano Rajoy (PP), que aprobó leyes de medidas de
excepción, anulo de facto el gobierno catalán y mando a las fuerzas
antidisturbios de la Policía y la Guardia Civil a Catalunya para aporrear en
las filas de votación a trabajadores, mujeres y ancianos (todo ello con el
visto bueno y el apoyo de los dirigentes del PSOE, con Pedro Sánchez al
frente).
Los
marxistas partimos de las ideas teóricas expresadas por la experiencia histórica
de la lucha del proletariado. Ya en los años 30 León Trotsky escribió sobre la
importancia que tiene la defensa consecuente del conjunto de los derechos democráticos,
incluyendo el derecho de las nacionalidades a su libre autodeterminación. El
conjunto de estos derechos entran en contradicción con el propio mantenimiento
del capitalismo, un Sistema basado completamente en la opresión de la mayoría a
manos de la minoría, constituida en clase dominante.
León
Trotsky, refiriéndose a la situación en España, escribió un texto llamado “La
revolución española y los peligros que la amenazan”, el 28 de mayo de 1931, en
donde decía:
“La
consigna de la autodeterminación nacional reviste actualmente en España una importancia
primordial. Sin embargo, esta consigna se plantea también hoy en el terreno
democrático. Evidentemente, para nosotros no se trata de incitar a los
catalanes y a los vascos a separarse de España, sino de luchar para que se les
dé esa posibilidad, si expresan ellos mismos esta voluntad. Pero ¿cómo se puede
saber si lo quieren? Muy sencillo, hay que organizar un plebiscito de las
regiones interesadas, sobre la base del sufragio universal, igual, directo y
secreto. Actualmente no existe otro procedimiento”.
Por tanto, podemos deducir que el problema ahora de
Sánchez ha sido, es, que la actuación
reaccionaria en este caso judicial, con el objetivo de atacar a los adversarios,
la derecha judicial y política está actuando en contra de su esposa, Begoña Gómez. ‘Nada nuevo bajo el sol’, este
caso viene a demostrar de nuevo el carácter totalmente putrefacto del régimen
del 78, la viva imagen de un régimen que está absolutamente carcomido y
dominado en su Estado por la reacción y que con el caso de Begoña Gómez se muestra
nuevamente.
Con
independencia de las nulas simpatías políticas que nos causa Pedro Sánchez y su
mujer, Begoña Gómez, que en el mejor de los casos están situados en la defensa
del sistema capitalista y de los intereses del imperialismo europeo, pero que refleja
que estos jueces reaccionarios están al servicio completamente de los sectores
más reaccionarios de la clase dominante y que son capaces con los meros datos
de burdos titulares de ‘noticias periodísticas’, sin pruebas contrastadas de su
veracidad, noticias fabricadas en los despachos de los partidos de la derecha,
del PP y VOX, y publicados por la llamada “prensa amarilla”, permitir que el
juez los acepte y proceda a investigar esa denuncia que imputada a Begoña
Gómez.
Todo
ello a pesar de que en las puertas del Juzgado el responsable y famoso mafioso
dirigente de “Manos Limpias” llego a decir que “desconozco si tales
informaciones son ciertas o falsas”. Y tan solo un rato después aparecieron
Feijóo y Ayuso (lideres del PP nacional y de la Comunidad de Madrid,
respectivamente) para volver a criticar a Pedro Sánchez en cuando este comunico
que no dimitía, y afirmaron que este no “quiere someterse al control de los
jueces, medios y oposición”.
Es
claro que “la cortesía parlamentaria e institucional”, llamándolo por su nombre
real, el CRETINISMO INSTITUCIONAL BURGUES, junto con la aceptación de todo ese
mundo artificial que representa la clase dominante, impide a los dirigentes
reformistas de derechas del PSOE, y a esos otros que se dicen “izquierda del
PSOE” también, responder como se debe a toda esta banda de malnacidos de la
derecha reaccionaria española y ante ellos solo les dedican sonrisas hipócritas
y peticiones de que sean amables con ellos.
Por
ejemplo no está de más recordarle a esa gran “campeona de la libertad”, a la
Presidenta del Gobierno regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que es de público
y notorio conocimiento los informes que existen de las actuaciones de su pareja
sentimental, con la misma que vive, come y duerme, que lo colocan como a un
absoluto corrupto, que no tuvo miramientos alguno en lucrarse ilícitamente durante
los momentos más duros de la Pandemia, hechos que además él ha aceptado que son
delitos, por mucho que la pobrecita de Ayuso continue su campaña afirmando que
todo se trata de “un ataque de la izquierda a su persona”.
Desde
luego no está nada mal que se le recuerde, cosa que no hacen con la necesaria
contundencia los dirigentes ni del PSOE, ni de SUMAR, ni de IU, ni del PCE, que
Isabel Díaz Ayuso es todo un baluarte destacado de la reacción, que defiende de
forma miserable y descaradamente “el derecho a enriquecerse mediante la
corrupción, explotación y opresión”, de los suyos, de sus amigos y de la clase
dominante española.
Al aparato del Estado burgués, junto a los políticos que defienden la
existencia del sistema capitalista, el cumplimiento de las leyes, de las
instituciones, de la propia democracia burguesa, les importa, muy poco o nada.
Y ello se fundamenta en que para ellos estas leyes, instituciones y democracia
solo tiene el significado concreto de hacer que toda la situación continue como
hasta el presente, haciendo que “la España grande, unida y libre” continue
siendo en la práctica su Cortijo particular, en el cual está junto a ellos la
monarquía de Felipe VI, la jerarquía de la Iglesia católica y sobre todo y ante
todo los dueños del IBEX 35 y los Consejos de Administración de las grandes
empresas y bancos. Para todos ellos la llamada “justicia y libertad” siempre
hay que defenderla en la medida en la que les garantice su libertad para
explotar sin límites, para exprimir a la clase trabajadora e impedir que esta
pueda revelarse, pueda desarrollar la lucha de clases.
Marx y Engels señalaron que “el gobierno del Estado moderno no es más
que una Junta que administra los negocios comunes de la clase burguesa”. Para
que quede claro, durante todos estos años el gobierno de PSOE-SUMAR ha
demostrado de forma reiterada la corrección de este análisis de los fundadores
del socialismo científico. Y aunque ello ha sido y es así, el ala más
reaccionaria y defensora del pasado franquista del régimen del 78 no aceptan ni
toleran al gobierno de Sánchez, porque desean estar ellos directamente al
frente de esa Junta.
Respondernos
al porque no es bastante complicado: a pesar de que el gobierno PSOE-SUMAR
defiende en lo fundamental los intereses de clase del imperialismo español y
europeo, los sectores más reaccionarios son conscientes de que la base social
del gobierno no es la burguesía, sino la clase obrera y la izquierda, que son
quienes votaron frente al PP y VOX. Y los reaccionarios vestidos con Toga, al
frente de los Juzgados, igualmente son conscientes de esta situación.
Cuando
Felipe VI presento al Congreso para su investidura como presidente a Feijóo,
este dedico todo el tiempo a defender que tenían que votarlo, porque ese era el
orden natural de las cosas. Cuando fue rechazado y Sánchez fue elegido
presidente, en ese mismo momento la derecha reaccionaria se desquicio y aún más
al saber que el gobierno de Sánchez presentaría una Ley de Amnistía para los
presos políticos del independentismo catalán.
Y por
mucho que ahora Sánchez, Yolanda Díaz (SUMAR), Enrique Santiago (PCE) se quejen
de que son atacados y con ellos la “democracia”, la verdad es que ha sido el
propio gobierno de Sánchez quien ha facilitado a la derecha reaccionaria hacer
una permanente campaña de acoso y derribo en contra de ellos, sobre todo
basándonos en que han llevado a la práctica políticas totalmente pro burguesas,
que lejos de animar a la clase obrera y a la juventud a apoyar al gobierno
frente a esos ataques reaccionarios, los ha estado y está desencantando con la
política alejada de las necesidades de nuestra clase del gobierno.
Sánchez, un político burgués al frente del
PSOE
En general los dirigentes del PSOE, y en particular Pedro Sánchez, no han
dejado pasar una oportunidad de presentarse a sí mismos como “el ala izquierda
del régimen burgués del 78”. Y ello es obvio que no motiva ni ilusiona a la
mayoría de la clase trabajadora, que cada vez trabaja y vive en peores
condiciones. Pero a pesar de la realidad en la que vive la mayoría de la
sociedad, el gobierno de Sánchez no perdió nunca una oportunidad de defender,
en el Estado español e internacionalmente, los intereses de sus verdaderos
amos, los grandes capitalistas.
Como
decíamos, a pesar de presentar ahora la Ley de Amnistía, los trabajadores no
olvidan que antes de ello los dirigentes del PSOE apoyaron con las dos manos la
aplicación del artículo 155 de la Constitución, suspendiendo la autonomía
catalana cuando los independentistas promovieron la celebración de un
referéndum de autodeterminación. La clase trabajadora es plenamente consciente
de que, desde el comienzo de los gobiernos de Sánchez, en 2018, se ha extendido
a velocidad luz los empleos precarios, mal pagados, la carencia de viviendas
sociales, el deterioro de la Sanidad y la educación pública, Las condiciones de
vida de la mayoría han empeorado, mientras en la otra cara de la moneda, los
beneficios de los empresarios han crecido y aumentado por encima del 64%.
El
mismo Sánchez tiende a considerarse un “gran hombre de Estado”, un agente claro
de la política del Banco Central Europeo y de la Comisión Europea, cuyas
políticas están determinadas por los intereses de los grandes poderosos de
Europa y de España. Qué duda cabe que un sector de la burguesía le reconoce
todo ello a Sánchez, que de vez en cuando es alabado por ello en medios de
comunicación burgueses como el diario El País.
Y es precisamente por esto, no por ninguna otra cuestión, que ahora la
burguesía le permite seguir al frente del gobierno y no ha forzado su dimisión,
una posibilidad que estaba encima de la mesa. El sector más inteligente de la
burguesía española y europea tiene serias reservas de que ahora mismo un
gobierno con Feijóo, o la misma Ayuso, al frente no sería sinónimo de
radicalización de la lucha de clases y la posibilidad de que entráramos ante
una perspectiva a corto plazo de una explosión social.
Mientras
con Sánchez han conseguido que en las cuestiones fundamentales renuncie a
llevar adelante ninguna de las promesas electorales, tanto del PSOE como de
SUMAR. La clase dominante consiguió que se abandonara la idea de DEROGAR LA REFORMA
LABORAL, logrando consolidar los aspectos centrales que en su día aprobó el
gobierno del PP, LA LEY DE VIVIENDA no supone ningún peligro para la burguesía,
en cuyos bancos y fondos buitres continúan estando el grueso de las viviendas vacías
que hacen falta para solucionar el problema, NO HAN DEROGADO LA LEY MORDAZA,
que será objeto de tibias modificaciones, en el mejor de los casos, …
En el
periodo de la Pandemia del Covid19 el gobierno de Sánchez, pese a las pomposas
declaraciones de sus ministros de PODEMOS tuvo una actuación que en nada
fundamental fue distinta a la que tuvieron los demás gobiernos burgueses a
nivel mundial. Detrás de estas políticas estaban los empeños de mantener en pie
los beneficios de las clases pudientes, de las grandes empresas, inyectando
dinero de las arcas públicas, aumentando la deuda, para que ahora está recaiga
sobre los hombros de las familias trabajadoras.
El
gobierno de Sánchez, como todos los gobiernos capitalistas del mundo han estado
y están sosteniendo con dinero de los impuestos de los trabajadores a los
poderosos y ello tuvo como efectos que los precios se dispararan, la inflación.
El gobierno del PSOE-SUMAR se ha limitado a poner paños calientes en la
situación, sobre todo con el objetivo de que la clase dominante y los grandes
banqueros continúen haciendo lucrativos negocios, que están batiendo récords
año tras año, a costa de vaciarnos aún más los bolsillos.
La cosa
no es diferente en cuanto a su política exterior, que siempre supone una
prolongación de la política interior. El gobierno de Sánchez está defendiendo
claramente los intereses de las empresas e intereses de los imperialistas
españoles, con claros negocios muy suculentos en América Latina y otras
regiones del mundo. Su total subordinación a los intereses del imperialismo
europeo y norteamericano se ve claramente en la actuación del gobierno en la
guerra de Ucrania, en donde subordinados a la OTAN ha estado enviando armas. De
igual forma ha sido su hipócrita y criminal política con respecto a los
palestinos, en donde defendió el “derecho de Israel a defenderse”. Ahora dice
estar dispuesto a reconocer la creación de un Estado palestino, o a lamentar la
carnicería sionista en Gaza, pero continúa permitiendo la venta y envío de
armas hacia Israel.
Sin
titubeos en el fondo, aunque demuestre en público de cara a los trabajadores
“dudas”, Pedro Sánchez ofreció la rueda de prensa para decirnos que “continuará
como presidente”, hablando de que se trata de “defender la democracia”. Pero
siempre mostrando una aptitud de “siervo y vasallo fiel al monarca Felipe VI” y
al régimen del 78. Esta es la demostración clara de que Sánchez y los reformistas
están plenamente cómodos e integrados en la defensa del capitalismo y que por
ello buscan “la buena convivencia, la paz social, el acuerdo permanente entre
explotadores y explotados”, defendiendo además que las cosas continúen igual
que están, afirmando que “confío plenamente en la justicia, en su
independencia, y que este es un pilar fundamental de la democracia”,
avisándoles además a la derecha y a los reaccionarios del aparato del Estado
que con sus políticas “solo contribuyen a minar el crédito de las instituciones”
burguesas.
Y si
vienen estos otros, que antes que Sánchez han vivido en sus carnes los ataques
de ese aparato reaccionario del Estado, en coordinación con los medios de
comunicación reaccionarios de la clase dominante, como fue el ejemplo clarísimo
de Pablo Iglesias y PODEMOS, Pedro Sánchez también tiene respuesta para ello,
dentro de los límites del sistema capitalista, por supuesto. Ante esta cuestión
Sánchez no ha tenido rubor en declarar que “no había prestado suficiente atención
y me disculpo por no haber visto y actuado antes”.
Aunque
durante el Imperio Romano se acuño una frase en la que decían que “Roma no paga
traidores”, que parece ser el caso de lo que ahora le ocurre a Sánchez, el
continúa creyéndose un gran hombre de Estado y gobernante burgués, profesando
un enorme “amor por la democracia y, por supuesto, por la independencia del
poder judicial”. Aunque existen claros indicios que en aquellos ataques para
doblegar o destruir a PODEMOS y a su dirigente, Pablo Iglesias, colaboraron
directa o indirectamente él mismo y el resto de sus compañeros/as de la dirección
derechista en el PSOE.
Pero
ahora tratan de decir a los trabajadores y a la juventud que “por fin se han
dado cuenta de la realidad, de que ahora que están atacándolo a él mismo,
mediante el proceso judicial abierto a su mujer, estos socialdemócratas
integrados plenamente en el capitalismo y en sus Instituciones no son capaces
de plantear ninguna batalla seria en contra de la reacción de la derecha franquista
en las palancas represivas del Estado burgués.
Babosean una y otra vez que la solución es “renovar el Consejo General
del Poder Judicial (CGPJ) y que ello lo harán con acuerdo con el PP con una
mayoría en el Congreso de los Diputados”.
Estos
socialdemócratas en el gobierno, que son simples gestores de la crisis del capitalismo,
para lo único que sirven y lo único que preparan es el camino hacia su propia
derrota electoral y allanan el camino hacia una victoria y el retorno al
gobierno a la derecha. No han estado, ni están, dispuestos a enfrentarse
seriamente a los reaccionarios, a plantearles una batalla política seria, que
inevitablemente pasaría por defender un claro programa de lucha por soluciones
a los problemas serios que padecemos la inmensa mayoría de la sociedad, las
familias obreras. Y ello significa enfrentarse a la clase dominante, a su poder
y propiedad sobre los medios de producción, la banca y la tierra. Son estos los
que controlan y marcan las decisiones que toman los jueces, policías y demás
estamentos reaccionarios y corruptos en la estructura del Estado burgués.
“Amor a la democracia”, lo profesado por
SUMAR y PCE
Lo paradójico
en toda esta situación es que aquellos que se dicen en la izquierda del PSOE, todos
y todas ellos y ellas han sido tomados por absoluta sorpresa en toda esta
situación. Ello no es nada raro, porque jamás han sido capaces de comprender
nada en el pasado y ahora mucho menos. Los dirigentes de SUMAR, IU, PCE y
PODEMOS no dejan de ser, en su gran mayoría, simples elementos oportunistas,
carreristas de profesión y siempre apegados a cualquier puesto burocrático o
ahora sillón ministerial, que les brinden la oportunidad de codearse con algo
de las elites del sistema y por supuesto, que les reporten unos muy buenos
ingresos, con los que vivir plácidamente una vida de “izquierdistas
responsables”.
Ansiosos/as
por la posibilidad de perder sus sillones, corrían de un lado a otro, rogándole
y suplicándole a Sánchez ‘que no se fuera’. Comenzamos por ejemplo con la ínclita Yolanda
Díaz, quién inmediatamente tuiteó que “hay que defender la democracia, el
bloque progresista y la legitimidad del Gobierno de coalición que tanto
ha mejorado la vida de la gente.” Como demostrábamos en nuestro
anterior artículo, con el aumento de la pobreza para las familias trabajadoras
y la desigualdad entre ricos y pobres, desde aquí somo incapaces de ver en la práctica
que medidas concretas y reales se han tomado para que nuestras vidas hayan
mejorado, como dice ella. Eso sí, sabemos que los sillones que están ocupando
en el gobierno ella y el conjunto de los arribistas de la dirección de Sumar
están muy bien remunerados, hasta tal punto que sus vidas hayan mejorado
considerablemente.
Es
evidente que no hay que ser un revolucionario, un marxista, ni alguien muy
dotado políticamente para comprender que el paso con armar y bagajes del
conjunto de los dirigentes del PSOE a las trincheras de los grandes
capitalistas y banqueros hace muy, muy fácil poder aparentar para quien sea
estar a la izquierda de Sánchez. Y es por ello que los dirigentes de Sumar,
amigos de Yolanda Díaz y ella misma, están permanentemente intentado
convencernos que son la izquierda del PSOE, ¿pero en que se basan para decir
esto?
Por todos los movimientos de estos años y por sus comportamientos en estos
últimos días, solo podemos decir que son la “izquierda de Sánchez”, porque
“aman mucho más que nadie a la democracia”. Si, si, que si a la democracia en
abstracto y en general. Pero Lenin siempre decía que “la verdad es concreta,
que la verdad en abstracto no existe”. Estos arribistas siempre se caracterizan
por tener la memoria muy corta y hace ya tiempo que olvidaron de que esta España de la que nos hablan, junto a su “democracia” es propiedad
privada de la minoría, de esos mismos que nos explotan, nos oprimen, de esos
mismos que han vivido siempre a costa del trabajo de la clase obrera.
Por
mucho que se empeñen no nos harán olvidar que tras la enorme hoja de parra que
colocan a la “democracia española” lo que está detrás de ella no es otra cosa
que una verdadera “dictadura del Capital”. En este profundo “amor por la
democracia” ocultan también que está detrás la corrupta monarquía de los
Borbones, la cual junto con el conjunto del reaccionario poder del Estado
español (la justicia, la burocracia, la policía y el ejercito) está enferma
hasta la medula de los restos heredados de la dictadura franquista, a la cual
sostuvo durante 40 años la decrepita clase dominante española.
Sánchez
ha sido hasta ahora un hombre con suerte. Aquellos que dicen estar “a su
izquierda” lo han estado acompañando durante todos estos últimos años en el
gobierno, del cual han formado parte como Ministros y Secretarios de Estado, a
pesar del claro papel de gobierno pro imperialista que ha demostrado a cada
paso y los han dejado formar parte de el porque han sido precisamente ellos los
que han colaborado, los primeros, en garantizar una total “paz social”,
levantando un autentico muro ante las masas para impedirles movilizarse y
luchar en contra del empeoramiento de las condiciones de vida, mientras los
multimillonarios se hacían y hacen cada vez más ricos.
En este verdadero circo los ahora dirigentes de Sumar no han estado solos,
por supuesto. Primero contaron con la colaboración de los dirigentes de PODEMOS
y aún cuentan con la colaboración de los dirigentes de Izquierda Unida y del
Partido Comunista de España, con su secretario general, Enrique Santiago al
frente. y como no podía ser de otra manera, con la inestimable participación de
las direcciones sindicales de CC.OO. y UGT.
Todos ellos participan en una política de clarísima COLABORACION DE CLASES,
para maniatar a la clase trabajadora e impedir que este luche frente a la cada
vez peor situación a la que es sometida por el capitalismo español en crisis.
¿Se extrañan pues que cada vez todos ellos, con SUMAR ahora al frente, ya hayan
sido catalogados por la clase obrera como socios subalternos y colaboradores de
los dirigentes del PSOE y cada vez más las masas se divorcien de ellos, social
y electoralmente?
La clase trabajadora española ya es plenamente consciente de que estos
supuestos “sectores a la izquierda del PSOE” son y serán totalmente incapaces
de luchar y defender consecuentemente los derechos laborales, salariales y
democráticos de la clase obrera, ni frente a la patronal, ni frente a la
derecha ni frente al repugnante aparato judicial reaccionario.
Marx y
Engels explicaron que “el motor de la sociedad es la lucha de clases”. Pero
todos estos llamados “dirigentes” han renunciado a la lucha de clases para
defender a cada paso “la colaboración entre las clases, en perjuicio de la
clase obrera”. Es de risa ver a todos estos oportunistas hablando de
“democracia y de Estado de derecho”, al tiempo que olvidan que bajo el
capitalismo el Estado es un órgano de dominación de la clase capitalista sobre
la clase trabajadora.
Como
una muestra grafica de hasta donde llego la degeneración ideológica del viejo
estalinismo, convertidos hoy en día en los más entusiastas ·reformistas sin
reformas”, en estos días también hemos escuchado de boca del Sec. General del
PCE una enorme retahíla de estupideces, ajenas a las tradiciones y necesidades
de los trabajadores.
Estos
mal llamados “comunistas”, dominados absolutamente por pensamientos pequeño
burgueses, por boca de Enrique Santiago ha estado estos días dedicados en plan
moralista a denunciar el genocidio del pueblo de Gaza, sin decirnos porque
calla dentro del gobierno cuando este continúa vendiendo armas y apoyos al
Estado sionista de Israel. Igualmente, en unas declaraciones de anteayer se
lamentaba de las crecientes tensiones bélicas en el mundo, avisando “que Europa se enfrenta al riesgo de "un conflicto
armado generalizado". Y con respecto a la situación planteada por el amago
de dimisión de Sánchez, el dirigente del PCE ante los ataques de la reacción
dijo:
“El secuestro del CGPJ está llevando a la justicia a
un nivel de descomposición nunca visto. Nadie al mando y tribunales haciendo
política, mientras la ciudadanía pierde la confianza en el servicio público de
Justicia. No puede dilatarse más la reforma de Ley del Poder Judicial.”
Todo ello en boca del mismo dirigente del PCE que el año pasado procedió a expulsar
y disolver a toda la dirección de las Juventudes Comunistas, porque estaban en
contra del giro hacia la derecha de la dirección del Partido y ante las críticas
a la dirección, como en su día siempre hicieron los burócratas estalinistas, en
vez de contestar políticamente a esas críticas, eliminan a los opositores, ahora
se queja de que la “ciudadanía”, esto es mayoritariamente la clase obrera, haya
perdido y esté perdiendo su confianza en la justicia burguesa. Eso sí, nos
intenta asustar, para calmarnos, de que asistimos a una escalada bélica general
en Europa. ¿Son posibles tantas estupideces en tan corto espacio de tiempo?
Bueno, estamos tentados a pensar que hemos cogido a Enrique Santiago en un
mal momento personal y político, llevado por las emociones de perder de
presidente a su amigo Sánchez y sintiendo que padece un grave
peligro material para su persona, en caso de que pierda su Sillón
gubernamental. En todo caso, ninguna de estas dos razones puede justificar la
posición de un dirigente que está al frente del partido que históricamente se
ha llamado comunista en el Estado español. A menos que se acepte que la
política de su dirección es plenamente arribista y reformista, ajenas a las
ideas, el programa y las perspectivas del marxismo revolucionario, del genuino
comunismo.
Todo lo
que estamos viendo con respecto al papel del Estado burgués y de sus órganos
judiciales ya fue explicado de forma puntual y detallada por los clásicos del
socialismo científico, desde Marx a Engels, y además fue la piedra de toque por
la cual Lenin elaboro su monumental obra “El Estado y la Revolución”.
La
tarea de los comunistas consecuentes, de los marxistas revolucionarios, no es
llorar por los rincones ni ante los micrófonos de los medios de comunicación, sino
por el contrario comprender claramente la situación real y ante nuestra clase desenmascarar
el carácter de clase de la justicia, del Estado y de la “democracia” burguesa, denunciar
que todo ello está puesto de una forma clara y consciente al servicio de los
intereses de los oligopolios empresariales, del imperialismo español y
extranjero. Nosotros debemos partir de la realidad viva tal cual es, no
endulzarla con “añoranzas hacia la democracia” y cosas por el estilo, sino
decir la verdad tal cual es a nuestra clase, a los trabajadores y la juventud.
A pesar
de sus dirigentes, del claro carácter pro-capitalista de este gobierno del
PSOE-SUMAR, que cada vez crea mas desconfianza y frustración, comenzando por
las capas mas conscientes de los trabajadores, este gobierno tiene una base
social basada en la clase obrera y en la izquierda. Y muchos de estos
trabajadores ven la posible victoria de la derecha en unas próximas elecciones
como un elemento que vendría a profundizar aún mas los ataques salvajes que
desde los grandes empresarios y banqueros estamos recibiendo ya la clase obrera
y el conjunto de los oprimidos.
Partimos
del rechazo real que existe en la conciencia de millones en la clase obrera en
contra de estos ataques desvergonzados de la derecha reaccionaria y de los
sectores más reaccionarios del aparato del Estado burgués, para poner sobre la
mesa la necesidad de crear un FRENTE UNICO DE CLASE, del las organizaciones de
trabajadores, jóvenes y de los oprimidos, en defensa del conjunto de los
derechos democráticos y al objeto de movilizarnos masivamente en contra de toda
esta pandilla de reaccionarios.
Bajo el
principio democrático en este Frente Único de Clase, con un funcionamiento
claro de “golpear juntos, marchar separados”, los marxistas defenderemos entre
los trabajadores y los oprimidos las ideas y el programa en la perspectiva de LUCHAR
POR UN GENUINO GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES, el cual lleve a la practica un
programa en beneficio de la aplastante mayoría de la sociedad, de las familias
obreras y mas oprimidas bajo el capitalismo, transformando la sociedad en base
a un genuino programa socialista.
Somos
claros y nítidos. No nos gustan los juegos diplomáticos y menos cuando se trata
de luchar por nuestro futuro. Nosotros los marxistas no tenemos ninguna
confianza en los dirigentes actuales de PSOE, de SUMAR, de IU o el PCE, tampoco
compartimos en nada la política sindical de las direcciones de CCOO y UGT. Pero
en la medida en que aún miles, millones de trabajadores y oprimidos aún
mantienen algunas esperanzas en que estas direcciones puedan ayudar a luchar
contra la situación cada vez peor en la que vivimos, llamamos a esos millones
de trabajadores a participar en los centros de trabajo, en los barrios, en los
centros de enseñanzas, todos juntos en la lucha por barrer las políticas
reaccionarias de la derecha y sus compinches en el aparato del Estado burgués,
que son primos hermanos de los que nos explotan en nuestros empleos, aumentando
los ritmos de trabajo, las jornadas y reduciendo nuestros salarios y derechos.
Pensamos
que, de esta forma, a través de su propia experiencia, miles, millones de
trabajadores y oprimidos, podrán comprobar que sus actuales dirigentes
reformistas y viejos estalinistas en realidad se caracterizan “por no saber
organizar ni una borrachera en una bodega”. Sobre el trabajo en común que
proponemos hacer desde abajo estamos seguros que la mayoría aprenderán de lo
correcto de nuestra política, ideas y programa, basado en las lecciones de la
historia del triunfo de los bolcheviques en la rusia revolucionaria de octubre
de 1917 y condensadas en las resoluciones aprobadas por los 4 primeros
Congresos de la Internacional Comunista, bajo la dirección de Lenin y Trotsky,
antes de su criminal degeneración burocrática bajo la bota de Stalin.
Luchar por los derechos democráticos, para Cambiar la Sociedad
En cada lucha por mejorar las condiciones de vida en nuestros barrios, por mejores
condiciones de trabajo y salario, por mejores condiciones para la sanidad y la
educación pública, … hay nos encontraran nuestros compañeros de clase, los
trabajadores y los oprimidos. Nosotros los marxistas no somos contrarios a la
lucha por las reformas, pero a diferencia de los dirigentes reformistas
pensamos que la mejor forma de luchar por reformas progresivas estables y
duraderas es la lucha por acabar con la propiedad de la burguesía sobre las
grandes empresas y los grandes bancos, desde cuyos Consejos de Administración
mandatan y ordenan a los gobernantes, a los jueces y demás elementos del Estado
que les representa llevar a cabo su política en nuestra contra.
Al contrario de lo que desgraciadamente hace Sánchez, Yolanda Díaz y los
demás dirigentes de IU y del PCE, los marxistas no podemos alimentar ninguna
esperanza en que se pueda reformar progresivamente las estructuras del Estado
burgués. A los trabajadores, a la juventud y al conjunto de las familias
obreras españolas les decimos claramente que la lucha por salarios dignos, por
empleos para los parados, por mejores condiciones de trabajo, por el derecho a
una vivienda, por una educación y sanidad
digna y defender consecuentemente los derechos democráticos exige
claramente que dirijamos nuestra lucha hacia el derrocamiento del sistema
capitalista y comencemos la tarea histórica que tenemos por delante de
construir una “sociedad de
hombres y mujeres dueños
de los frutos de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes” (Resolución del Primer Congreso del PSOE, Barcelona
1988)
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