LEVANTAMIENTO TRABAJADORES EN LOS ÁNGELES
EL MOVIMIENTO CONTRA TRUMP SE EXTIENDE POR EEUU
Por: Salvador Pérez
Por todo el mundo están dando vueltas las impactantes imágenes en el país más poderoso del planeta, en donde se aprecian a decenas de miles de trabajadores y jóvenes manifestándose, heroicamente resistiendo, ante la brutal represión que ha ordenado el Gobierno ultraderechista de Donald Trump, a la caza y captura de los inmigrantes en Los Ángeles.
A estas horas podemos afirmar que asistimos a un nuevo conato de masas, que en el terreno practico del movimiento amenaza con convertirse en un feroz fuego antisistema, en un levantamiento imparable de la clase obrera y la juventud migrante, que comenzando en Los Ángeles rápidamente tiene la tendencia a extenderse a decenas de nuevas ciudades por todo el país. Sin ninguna duda este movimiento inspirara a las masas internacionalmente, fuera de las propias fronteras de los EE. UU. Por lo pronto ya hay anunciadas manifestaciones masivas y unitarias a lo largo y ancho del país para este próximo 14 de junio.
Agencia EFE informa hoy 12 de junio desde Washington, bajo el significativo titular de “Las protestas contra redadas se extienden por EE. UU. y Texas despliega la Guardia Nacional”, nos dice que:
“Las protestas contra las redadas migratorias iniciadas en Los Ángeles (California) se han extendido a otras grandes ciudades de Estados Unidos, ante lo que las autoridades republicanas de Texas, aliadas del Gobierno de Donald Trump, han decidido desplegar la Guardia Nacional para contenerlas.
Los Ángeles vivió anoche su
primer toque de queda desde el inicio de las manifestaciones, en un intento de
las autoridades locales por frenar los disturbios.
Mientras tanto, las protestas se
trasladaron a Nueva York, donde se registraron enfrentamientos con la policía
en las inmediaciones de la sede del Servicio de Control de Inmigración y
Aduanas (ICE), organismo encargado de las redadas.
También se reportaron incidentes en Chicago y protestas menores en otras ciudades como Denver, Las Vegas, Atlanta, Filadelfia, Boston y Washington”
De la misma forma el periódico “La Vanguardia”, en su edición del 11 de junio, plantea lo siguiente: “Los marines, símbolo global del ardor guerrero estadounidense, ya están en Los Ángeles. Listos para responder junto a los militares de la Guardia Nacional, aunque en principio no se implicarán en la represión de las protestas contra las redadas para deportar indocumentados.
El periódico catalán prosigue: “Esta es la primera de las operaciones, tal vez de muchas. Si no hubiéramos atacado ésta con fuerza, habríamos visto lo mismo en todo el país”, respondió en el despacho oval. “Puedo informar al resto que cuando lo hagan (protestar), si lo hacen, se enfrentarán a una fuerza igual o mayor”, amenazó” (Trump).
En los comienzos de esta nueva batalla de clase en EE. UU. lo primero que está destacando a todas luces es el coraje, el arrojo y la valentía de las masas de Los Ángeles, que está marcando el camino al conjunto de la clase obrera estadounidense, mostrando el camino que puede permitir provocar una derrota en toda línea a las medidas a cada paso más autoritarias y claramente antidemocráticas de la Administración Trump.
En vez de ver en sus politicas reaccionarias "la chispa que esta encendiendo el fuego", en un material social altamente combustible, desde el gobierno Trump se comienzan a buscar responsables "externos" al movimiento: "mensajes virales afirman que las protestas están organizadas por la CIA a través de la alcaldesa de Los Ángeles", "la Secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, acuso a la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum de “alentar la violencia” en las manifestaciones de Los Ángeles". Como comenta en titular el medio Newtral, "De la CIA a Soros: acusaciones cruzadas y desinformación sobre las protestas en Los Ángeles"
En estos momentos están siendo los migrantes latinoamericanos el blanco de la ofensiva del Sistema y son ellos quienes están tomando la senda de la lucha para oponerse al Gobierno ultraderechista. Pero es claro que estas medidas de Trump no tienen un carácter arbitrario, sino que son el reflejo claro de una sociedad en decadencia, fruto de la profunda crisis del imperialismo estadounidense. Las políticas de Trump son una clara declaración de guerra al conjunto de la clase obrera, de los oprimidos en el país y fuera de él.
El
racismo de clase de Trump levanta enérgica respuesta
Si al principio asistíamos a “redadas nocturnas, en las últimas semanas veíamos detenciones en las propias instalaciones de las autoridades migratorias, a donde las personas acudían a regularizar sus papeles. En las últimas fechas la mayoría de los que eran detenidos han sido mujeres, madres incluyendo, que tenían a sus hijos en la escuela. El miedo momentáneo se apodero de los migrantes, que no querían salir de sus casas por temor a ser detenidos, tuvieran o no los papeles en regla. Los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) no detenían para “verificar” si eran legales o no, solo por el color de la piel detenían y ponían en marcha los procesos de deportación.
Como muchas veces ocurre en ciencia o en la historia, los reaccionarios de Trump estaban llenando tanto el vaso que una gota más, la última, lo derramo todo. Una salvaje redada en el Distrito de Paramount, frente a un “Home Depot”: el ICE desplego un dispositivo militarizado y armado con metralletas, por más de ocho horas, con decenas de trabajadores detenidos. Una operación de carácter claramente militar en contra de trabajadores desarmados y con el único horizonte de acabar en campos de concentración como la Macro-Cárcel construida por Bukele en El Salvador o directamente a Guantánamo, tratados como meros delincuentes o criminales y no como trabajadores.
El accidente juega muchas veces un crucial papel. En respuesta a
este tipo de acciones, más de 10.000 personas salieron a las calles por Los
Ángeles con el objetivo de parar esta “ofensiva reaccionaria”, una movilización
que suponía un salto delante de las protestas que tuvieron lugar ya el día 5 de
abril por todo el país y que suponían el inicio de un verdadero levantamiento
popular en contra de las políticas de Donald Trump. Se convoco un mitin frente
a un Centro de Detención Migratorio y rápidamente este se convirtió en una gran
manifestación masiva, con verdaderas columnas que partían desde los distintos
Distritos de la ciudad.
“Demócratas” y repugnante hipocresía
Para llevar a cabo esta política reaccionaria en casa, Trump comenzó con el despliegue de 300 agentes de la Guardia Nacional en California y ya ha enviado a más de 2000. Sin tener en cuenta que esto constituye en sí mismo una clara violación de las leyes, algo sin precedentes desde el año 1965, que está tratando de justificar invocando la Ley de Insurrección de 1807, para amparar el despliegue de un cuerpo policiaco-militar como la Guardia Nacional. Lo importante para nosotros es que a pesar de ello no ha conseguido parar o disolver las protestas, sino todo lo contrario.
Al objeto de hacernos una idea más aproximada del nivel de represión que estamos viendo en estos momentos, traemos aqui la noticia difundida por la Agencia de Noticias EFE, que desde Los Ángeles, el 12 jun, nos informa de un caso paradójico que,
“El senador demócrata por California Alex Padilla cuestionó este jueves el uso de la fuerza de las autoridades federales bajo el Gobierno del presidente Donald Trump, tras ser empujado y esposado en Los Ángeles cuando trató de preguntar a la secretaría de Seguridad Interna, Kristi Noem, sobre las redadas migratorias.
Se encontraba en una instalación federal de Los Ángeles para recibir un informe de un general cuando supo que en el mismo piso Noem ofrecía una conferencia de prensa junto a otras agencias federales, sobre las redadas migratorias y los arrestos en las manifestaciones en rechazo a los operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), por lo que quiso preguntar directamente a la alta funcionaria.
Si así responde esta Administración a un senador que
hace una pregunta... imagínense cómo están tratando a los trabajadores del
campo, a los cocineros, a los jornaleros de la comunidad de Los Ángeles, de
toda California y de todo el país", dijo Padilla en conferencia de prensa
improvisada”.
Hemos entrado de lleno en un periodo nuevo de la historia y para comprender ello solo nos basta ver como Trump esta utilizando para su brutal despliegue represivo también enviando a efectivos de un cuerpo que históricamente los imperialistas norteamericanos han utilizado siempre para invadir a otros países: los marines, conocidos por su carácter brutal, por su historial de torturas y de crímenes de guerra.
En política cuando dices A, debes ser capaz de decir B, C y el resto de las letras del abecedario. Trump para justificar esta salvaje represión está obligado a recurrir a un típico discurso de tipo “fascistoide”, en el cual está calificando a los manifestantes como “amenaza a América”, “invasores” o “insurreccionistas”. Afirma que “si no hubiese enviado a la policía y el ejército Los Ángeles estaría destruido”. Pero las imágenes que vemos, de un montón de grabaciones, son de que las acciones de violencia, los ataques a romper las manifestaciones pacíficas han sido obra de las “fuerzas del Estado”.
El movimiento, comenzando por sus activistas más avanzados, necesita comprender cual es el verdadero papel del Estado burgués, de sus gobiernos, de sus “fuerzas del orden” y jueces. Todo ello forma parte de un andamio construido para defender los intereses de los poderosos, de ese 1% de los mas ricos de la población que no están dispuestos a renunciar ni a un solo dólar de sus riquezas y que están dispuestos a todo por continuar manteniendo su dominio económico, político y social sobre el 99% restante de la población.
En Los Ángeles vemos de nuevo como la verdadera violencia no se produce por parte de los manifestantes, sino que la sufren de manos de las políticas represivas y racistas, que practican los dos partidos de la clase dominante, aunque las disfracen con distinto lenguaje. Comenzando por los Republicanos, pero continuando por los Demócratas, quienes pretenden esconder detrás de un teórico “discurso de paz” las mismas políticas capitalistas, que han sido las que tendieron la alfombra para que Trump llegara de nuevo a la Casa Blanca, con sus políticas de racismo y odio en contra de los oprimidos.
Acaso, ¿debemos olvidar que hicieron los gobiernos de Biden y Obama?, quienes también DEPORTARON A MIGRANTES EN UN NUMERO PARECIDO A LOS QUE LLEVA AHORA TRUMP. Estos gobiernos Demócratas mantuvieron en pie las leyes y las medidas que ahora Trump utiliza contra los migrantes. O es que acaso debemos olvidar que el gobierno de J. Biden comenzó su complicidad total con el sionismo de Netanyahu en su masacre al pueblo palestino, por ejemplo, que ahora es prolongado por Trump de forma entusiasta.
Enemigos internos?
Paradójicamente en los últimos días D. Trump incluso llego a amenazar con encarcelar al gobernador de California y a la misma alcaldesa de Los Ángeles. Y todo porque estos dos “responsables Demócratas”, tras justificar y colaborar con la represión, posteriormente debido al ambiente social generado han tenido que realizar declaraciones en contra de la “brutalidad del gobierno Trump”. Pero si alguien tenia dudas de la verdadera cara de los dirigentes Demócratas, solo debemos ver como la alcaldesa de Los Ángeles ha declarado el Toque de Queda en la ciudad, algo que favorece los planes represivos del gobierno Trump.
Es también claro que las amenazas que salen por la boca y la firma de Trump no son meras bravuconerías. La política de Trump refleja las tendencias hacia el autoritarismo entre sectores de la clase dominante y apuntan hacia posturas hacia la semi dictadura, algo que pondrán en practica en la medida que puedan ver en peligro sus actuales posiciones dominantes en la sociedad. Y es claro que esas tendencias bonapartistas son para aplicar a la clase trabajadora, tanto nativa como migrante, no hay dudas de ello.
Desde inicio de esta semana, como decíamos, las movilizaciones están continuando y extendiéndose a otras ciudades y Estados, incluyendo a sitios considerados como bastiones de la reacción: Austin, Houston, San Antonio y Dallas (Texas). Es por ello que el gobierno Trump percibe que necesita escalar en la represión y en la violencia contra el movimiento.
El objetivo de Trump no es solo aplacar el movimiento de los migrantes, sino aleccionar al conjunto de la clase trabajadora norteamericana. Para ello Trump amplia el despliegue represivo, desplegando a 10.000 soldados en la frontera sur, 20.000 agentes de la Guardia Nacional en operativos para deportaciones masivas y Trump está estableciendo “zonas de defensa nacional”, en las zonas fronterizas de Nuevo México y Texas, al tiempo que está ansioso por legitimar la ocupación militar de Los Ángeles con 4100 soldados más y con 700 marines.
Pero cada vez es más claro que lo que persigue Trump no es otra cosa que en cierta forma “militarizar a la sociedad estadounidense”, sembrar cada vez con mas fuerza el miedo en la sociedad y de esta forma tener más fácil poder aplastar cualquier tipo de conato de resistencia en la sociedad a sus planes reaccionarios en contra de la clase trabajadora y el conjunto de los oprimidos en los EE. UU. A eso es a lo que Trump llama hipócritamente como “Gran Hermosa Ley”.
El programa de Trump no es otro que UN ATAQUE BRUTAL AL PRESUPUESTO PÚBLICO: reducciones de los presupuestos de Ciencia, Salud pública e Investigación de hasta un 56%; eliminación del Complemento de Financiación estatal y local para los niños con bajo rendimiento en las “escuelas de alta pobreza”; reducción de los subsidios educativos; eliminación de derechos contra la comunidad sexodiversa; despidos en el sector público masivos y algo no menor, EL DESMANTELAMIENTO DEL MEDICARE.
Como escribió Bertolt Brecht, "Hay muchas formas de matar a una persona. Apuñalarlo con una daga, quitarle el pan, no tratar su enfermedad, condenarlo a la miseria, hacerlo trabajar hasta desfallecer, impulsarlo al suicidio, enviarlo a la guerra, etc. Solo lo primero esta prohibido por nuestro Estado".
Sin lugar a duda que los planes y políticas de la clase dominante norteamericana, que refleja por sus poros Trump, constituye una verdadera declaración de guerra, no solo a los migrantes, sino al conjunto de la clase trabajadora y los oprimidos norteamericanos. La lucha se presenta como el único camino por el cual podremos transitar en este próximo periodo. Prepararnos para ello es clave.
No asistiremos a un solo acto de toda esta lucha, sino a múltiples, diversas y continuadas batallas. Al fragor de ellas la clase obrera norteamericana encontrara la forma y los métodos de como organizarse, de como construir una sólida dirección para afrontar esta guerra de clases, que debe permitir salir de ella transformando la sociedad, colocando las palancas fundamentales de la economía en manos de la clase trabajadora, nativa y migrante, al objeto de poder planificar las fuerzas productivas en beneficio de las necesidades del 99 por ciento de la población, de la sociedad.
El 17 de Agosto de 1934 León Trotsky escribió un breve articulo llamado "Si Norteamérica se hiciera comunista", el cual recomendamos leer en estos momentos, convencidos de que su lectura nos permitirá comprender mas a fondo cual es el significado e importancia histórica de la lucha que comenzamos afrontar en el presente. Aquí puedes leerlo: León Trotsky: Si Norteamérica se hiciera comunista
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