CRISIS COVID19 Y DECADENCIA CAPITALISTA - LATINOAMERICA

LOS FAROS LATINOAMERICANOS APAGADOS

El Covid19 esta apagando los llamados tres faros económicos de América Latina: Colombia, Chile y Perú. Las que fueron llamadas locomotoras en el último lustro están sufriendo los envites de la crisis del coronavirus. Y sin embargo, dicen, es lo mejor que el capitalismo puede ofrecer en esta zona.

Salvador Perez

Colombia

Estos años atras, al menos la ultima decada, los economistas burgueses han sólido poner, una y otra vez, de ejemplo el 'éxito economico' de América Latina y citaban en concreto las economías de Colombia, Peru y Chile, a lo cual llamaban "trilogia de locomotoras de la region". 

Estos tres países, sumergidos en un mar de miseria social,  presentaban ligerisimas tasas de crecimiento economico, que eran presentadas como un 'faro',  ante la atonía y decadencia de las economías de los 'gigantes de la region';  Brasil, México y sobre todo Argentina.

Ahora, en un proceso que ya se observaba en los últimos años, de forma abrupta el coronavirus ha dejado sin luz económica, sin 'faro'' a toda la region: las economías de Colombia, Peru y Chile cabalgan hacia el abismo, sobre el caballo de la parálisis que el Covid19 ha generado hasta lo más profundo de la economía, que en América Latina tendrá efectos desgarradores.

En economías donde lo denominado como 'informal', esto es el vivir en el día en día, con ingresos míseros, es mas que evidente que las "limitaciones al movimiento interno de sus ciudadanos" ha tenido y tiene un efecto deprimente en el consumo interno. Si la gente no puede salir a ganarse la comida del día, no come. Si a ello unimos la parálisis generada en el mercado mundial para la compra de materias primas, tenemos los dos factores que están llevando a un colapso económico en toda la región.

El resultado: las economías de Colombia, Peru y Chile, no serán posiblemente las que peor lo pasen por los efectos de la pandemia, pero ya, en estos momentos, sufren un mayor empeoramiento en sus cuadros macro - economicos, en los escenarios pre-coronavirus. 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) a principios de este 2020 hizo unas previsiones de crecimiento, que hoy están en los cubos de la basura. Preveían un crecimiento del 3,6% para Colombia; del 2,6% para Perú y del 3% para Chile. 

A pesar de que eran proyecciones de crecimiento débiles, raquiticas, para países con enormes necesidades sociales, como decimos esas cifras de hace tan solo unos meses, son puro pasado. Ahora las previsiones, de todos los organismos nacionales e internacionales, son de crecimiento neģativo, con tasas que serían del menos -2,6% para Colombia y de -4,5%, respectivamente para Peru y Chile. Como observamos, los 'faros se apagaron', las estrellas han desaparecido.

Sin embargo, incluso esas nuevas previsiones son vistas como optimistas por los economistas y organismos económicos mundiales. Como indica, claramente, Martín Rama (economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe), "todas las previsiones de crecimiento hay que tomarlas con cautela: vamos aprendiendo día de lo que va pasando y muchas veces tenemos fenómenos de eco [entre organismos] cuando hay rebajas”.

Los efectos económicos de la salida a la pandemia son vistos como los de un brutal golpe que noqueara el conjunto de las bases económicas de los tres países señalados. Pero añade, “Pero también siguen siendo las economías más sólidas y con mayor margen fiscal. Tienen reservas, una deuda [pública] baja y capacidad para acceder a los mercados financieros. Son las economías  más semejantes en la región a las de las economías avanzadas”.

En un mundo lleno de ironías en la vida, resulta como un mal chiste que sea la Cepal quien llame a los países latinoamericanos a crear una renta básica como paso previo al ingreso universal. La actual crisis llevará, en cifras claramente optimistas, al desempleo a más de 11,5 millones de latinoamericanos este año. La magnitud de la crisis esta empujando a varios de los Bancos Centrales latinoamericanos a territorio desconocido. Posiblemente al abismo.

Segun Rama, "la perspectiva del Banco Mundial sigue siendo que haya una recuperación en V, en prácticamente todo el bloque latinoamericano"... pero andan cargados de previsiones optimistas, como vemos en esta afirmación del propio Rama: “En los próximos meses vamos a entender más cómo funciona la covid-19 en los próximos meses y podremos contenerla con menores costos sobre la economía. Y los tres motores del mundo (Estados Unidos, Europa y China) han puesto en marcha paquetes de estímulo muy grandes: si recuperan bien y la epidemia se contiene, la demanda externa mejorará y también lo hará la situación de América Latina”. 

Siempre es curioso, la mayor parte del tiempo hasta divertido, leer a los estrategas de la burguesía, que se caracterizan casi siempre por una mezcla de enorme cinismo, al tamaño de su  ignorancia. Este jefe de análisis del Banco Mundial para el subocontinente latinoamericano afirma, sin sonrojarse siquiera que:

    "En la región los países que peor se recuperarán serán aquellos en los que se produzcan impagos masivos de deuda por parte de las empresas y problemas de balance en los bancos. Pero Colombia, Chile y Perú no deberían estar en ese grupo, con lo que su recuperación también debería ser más rápida después”. De ilusiones nadie logró comer, aunque este señor tendrá un enorme sueldo que le permite decir imbecilidades.

Las economia latinoamericanas carecen de una base será productiva y es por ello que son mucho más proclives a descomponerse ante las circunstancias adversas en el mercado mundial, del cual son dependientes en su totalidad.

COLOMBIA

En caso, por ejemplo de Colombia, "una de las economías latinoamericanas más estables" dicen, la parálisis económica es apremiante. Tal es así que las acciones del gobierno derechista de Ivan Duque, a pesar de haber prolongado la cuarentena ya hasta principios de julio, insiste dramáticamente en "recuperar la vida productiva" (permitir a las empresas hacer su actividad y ganancias, por encima de la vida de la gente) y ha programado una "reactivación económica escalonada que ya lleva un par de semanas en marcha. Sectores como la construcción, la manufactura y algunos comercios están autorizados a salir a las calles bajo ciertos protocolos.

Aunque Colombia se precia con razones de tener "una de las economías latinoamericanas más estables", la mordida que esta dando el coronavirus ya se deja sentir, con enorme claridad. El Gobierno derechista de Iván Duque prolongó esta semana hasta principios de julio una cuarentena nacional que ya cumple dos meses, pero también insiste en recuperar la “vida productiva” que le impone, no los criterios de salud sino las patronales, mediante una reactivación económica "escalonada", que ya lleva un par de semanas en marcha. Los sectores de la  construcción, la manufactura y el comercio están autorizados a salir a la actividad.

Como decimos, con bases económicas basada en los pilares de lo "informal", cualquier acontecimiento deja trastocada las propias bases de la economía. Colombia comenzó 2020 con tasas de crecimiento del 4'4%, pero rápidamente comenzó a reflejar la crisis económica internacional que se avecinaba y vimos un crecimiento inferior al 1'1%. Este es el miedo del gobierno Duque, a publicar los datos de crecimiento desde abril, que se habrán desplomado, lo que le empuja a buscar abrir la economía, al tiempo que mantiene la cuarentena.

A los efectos de la pandemia se deben añadir los efectos en la economía colombiana de las caídas de los precios de las materias primas, comenzando por los del petroleo, que es el primer producto colombiano de exportación. El Ministerio de Hacienda colombiano está, ya, proveyendo unas cifras negativas en el crecimiento de más del -5,5% para 2020. Una cifra a todas luces muy optimista.

Toda esta situación, más temprano que tarde, tendrá su reflejo en la sociedad, en la actitud de las masas. Podemos afirmar, con plena seguridad, que pese a las trampas oficiales a la hora de medir el desempleo, que estaba situado oficialmente en el 10'5% a finales de 2019, este año no terminará sin una tasa superior al 20%. Todo ello en un contexto en donde las desigualdades y los niveles de pobreza siempre han sido enormes, pese a los 'maquillajes' cosméticos a las estadísticas.

Por poner un solo ejemplo, la Universidad de Los Andes esta advirtiendo de que "puede implicar un retroceso de dos décadas en los niveles de pobreza, a una época en la que cerca de la mitad de la población, 50%, se ubicaba por debajo de la línea de la carestía, cuando en 2018 se había reducido al 27%"

PERU

Siguiendo las políticas que vemos país tras pais' Peru 'sorprendio' al mundo mundial, anunciando su elogiada, por los poderosos, Ministra de Economia, María Antonieta Alva, un "ambicioso plan de estímulo económico frente al Covid19 del equivalente al 12% del PIB.

Aunque las cifras no mienten, los mentirosos y mentirosas saben usar cifras. Este 12% significa unos 26.000 millones de doláres, que están mal, si fueran dedicados al pueblo, a las necesidades, de las masas en Peru. Pero, como ocurre en la regla General I Internacional, este monto va dirigido en lo central a inyectar liquidez a las empresas, sobre todo a las grandes.

De las 2'8 millones de familias vulnerables en Peru, teóricamente susceptibles de acogerse a ayudas del Estado, para afrontar la cuarentena, una mayoría ni oleran tales ayudas, que el gobierno 'realizara' a través del sector bancario. ¿Que familia en precario total, sumergidas en la total 'informalidad laboral', puede poseer una cuenta bancaria?. Muy poquitas.

Hugo Ñopo, Investigador principal del Grupo de Análisis para el Desarrollo Grade, lo explicaba asi:  

"En su diseño está magnífico, pero en su logística todavía está teniendo problemas para llegar a todos...  Perú probablemente tenga una de las caídas más severas, pero también uno de los rebotes más rápidos. El país andino ha crecido a un ritmo promedio de 4,5% anual en los últimos 20 años. En el juego de sumas y restas, es un país importador de petróleo, y la caída de los precios le favorece. Pero su principal exportación es el cobre, cuyo precio también ha caído, y eso lo golpea con fuerza. En el frente externo, en términos de la balanza comercial, no queda tan claro de que signo y tamaño es".

Al referirse a la situación internz, incluso el pesimismo empeora. Oscurisimos nubarrones para una economía en donde la base informal predomina. Dice Ñopo al respecto:

"La nuestra es una economía bastante informal, bastante autoempleada, bastante precaria, donde todos tienen que confinarse en sus casas, y muchos hogares no tienen la capacidad de generar esos ingresos del día a día para sobrevivir”.

CHILE

En octubre de 2019 vimos un enorme movimiento revolucionario en Chile, fruto entre otros factores del impasse y la falta de perspectivas para las masas de la economía chilena. De hecho, la pandemia ha encontrado ya a Chile en serias, muy serias, dificultades económicas. El PIB creció en 2019 un mísero 1,1%, que representaba tan solo una tercera parte de lo que el gobierno había previsto para el año pasado.

Economista burgueses chilenos, como Óscar Landerretche (académico de la Universidad de Chile), incluso se remontan a más de diez años atrás, analizando la tendencia de caída de productividad, mucho anterior al estallido social del año pasado. Es evidente que la falta de perspectivas de progreso para la aplastante mayoría de la población jugó un papel.

La existencia de enormes problemas estructurales en la economía chilena son reconocidos hasta por el propio gobierno reaccionario de Sebastián Piñera, quien reconoce ya que el desempleo puede llegar al 18%, una enorme cifra, aunque sea vista desde una perspectiva histórica. 

De existir existen muy pocas bases económicas para no pensar que Chile está a las puertas de un enorme batacazo. Aunque algunos parecen contentarse con milongas, como el expresidente de la cuprífera estatal CODELCO, quien afirma que el país "tiene dos activos importantes construidos hace al menos tres décadas que son útiles a la hora de enfrentar el batacazo: un sector financiero muy sano (supuestamente por una ley bancaria muy conservadora) y un sector público con unas cuentas fiscales en orden y poca deuda externa". Enormes Torres hemos visto demolerse, ante veamos ahora a bancos chilenos y empresas públicas.

El gobierno chileno, como todos los demás, han aprobado "paquetes de ayudas"', que llaman Plan Economico, para 'contener la pandemia'. En este caso representa un Plan equivalente al 6 9% del PIB de Chile, unos  17.105 millones de dólares. Como siempre, los grandes beneficiarios serán las grande empresas. 

El economista burgues chileno Landerretche afirma, en todo caso que:  “Los paquetes fiscales están siendo discutidos como paquetes de emergencia, bajo la hipótesis de que esta pandemia será corta, como si muy pronto —tres o seis meses— vamos a estar fuera de esto”. Sería más conveniente, dice, trazar una “economía de pandemia” pensando en los próximos tres o cinco años. “Chile sí podría endeudarse en forma bastante pesada, ir donde los empresarios y decirles: ‘Te voy a ayudar, vas a asumir a cambio algunos compromisos —como despedir al mínimo de gente, por ejemplo—. A la salida de la pandemia debemos tener empresas líderes a nivel mundial en atributos de la economía del futuro: más verde, con igualdad de género, con trabajadores sentados en los directorios...”.

Música celestial de nuevo, simples buenos deseos, de este economista, quien sin embargo cree que Chile no opte por este camino: “No tenemos esta discusión estratégica y, por otro lado, en el discurso del Gobierno ha predominado cierto nivel de austeridad fiscal, lo que me resulta incomprensible”.

Como siempre, ante las hecatombe del presente, los estrategas burgueses siempre están dispuestos a prometernos 'el paraíso capitalista del futuro'. Aquí tenemos estos buenos deseos, que no realidades, de 'Goldman Sachs': para 2021 y 2022 los tres países en cuestión crecerán significativa y misteriosamente de forma importante. "El PIB de Chile debería rebotar un 3,3%, el de Perú un 6,4% y el de Colombia un 3,6%,". El único gran problema, el rebote es mas probable, pero hacia el precipicio, no en cifras positivas como dice Goldman Sachs, sino hacia indicadores en negativo.

Y es que el que no se consuela es porque no quiere. Al fin y al cabo, como dice el dicho popular, "con pandemias o sin ellas, la banca y los ricos siempre ganan". Claro está, a menos que la clase obrera se revele y logremos cambiar la sociedad y las relaciones de propiedad. Expropiar las grandes empresas, el sistema financiero y la tierra, para que pasen ha ser propiedad común de la sociedad, no es otra cosa que una necesidad objetiva hoy para la aplastante mayoría de la humanidad.

Aún la mayoría no es consciente de ello, pero sin el amable permiso de la clase trabajadora, en todo el mundo, nada en la sociedad funciona, no se mueve un bus, no se enciendes las bombillas, no hay telefonia, no hay abastecimiento de mercados, no se produce nada. Este es un enorme potencial, una enorme fuerza, que debemos utilizar para acabar con la dominación de la sociedad por un pequeño puñado de individuos, estableciendo una sociedad de plena igualdad y justicia socisl: el socialismo.