MOVILIZACONES EEUU... TUMBAR AL CAPITALISMO RACISTA


      Después de más de una semana desde la muerte de George Floyd, el trabajador   afroestadounidense de 46 años, asesinado a pies y manos por varios policías en Minneapolis, las protestas y manifestaciones del movimiento 'Black Lives Matter' continúan creciendo.  Una ola de solidaridad recorre el mundo, con concentraciones y manifestaciones celebrándose en muchos otros países.

Salvador Perez

   El movimiento de lucha, con claros tintes prerrevolucionarios, se extiende de una ciudad a otra, de un Estado a otro. Ya hemos presenciado, en los EEUU manifestaciones de masas en más de 75 ciudades, en donde las autoridades han llegado a declarar el 'Toque de queda' en mas de 40.

 
    El gobierno Trump está utilizando la represión violenta del movimiento, intentando dispersar las manifestaciones con gases lacrimógenos y tiros, que ya han causado la muerte de varios manifestantes. Han recurrido a la 'Guardia Nacional' (una fuerza militar de reserva para situaciones de emergencias), que a principios de semana ya había desplegado más de 16.000 efectivos, en 24 estados y en la capital, Washington D.C.

    Sin embargo, se están encontrado con la paradoja que mientras más represión emplean, más fuerte hace al movimiento de lucha. Estamos, como hemos dicho, ante la mayor ola de manifestaciones, sin precedentes, en al menos medio siglo. Estados Unidos vive las manifestaciones, el movimiento de lucha, más importantes desde las ocurridas en 1968,  tras el asesinato del líder por los derechos civiles Martin Luther King Jr.

    
  Toda esta situación no cae del cielo. Es fruto directo de la nueva situación social y económica en la que hemos entrado. Los marxistas hablamos previsto, en su perspectiva general, todos estos acontecimientos, explicando que debajo de la superficie, en aparente calma, se estaban y están desarrollando procesos virulentos, procesos que de un punto a otro del planeta llevan la semilla de la revolución social.

 De hecho la propia clase dominante es consciente del enorme callejón sin salida en el que se encuentra su sistema, el capitalismo, al igual que es consciente que cualquier acontecimiento, que en otros momentos podría ser 'uno mas', ahora puede ser la chispa que denote el barril de dinamita en el que se encuentran sentados. 

  La burguesía y sus representantes son conscientes, pero también lo son del hecho que no pueden hacer nada, de fondo, que evite que toda la rabia, la ira, la frustración que esta acumulada en las masas en un momento determinado acabe expresándose de forma concreta en movilizaciones, lucha y organización de la clase obrera y los sectores optimidos bajo el capitalismo.

      La burguesía, los imperialistas, no pueden dar soluciones definitivas a los problemas que la mayoría de la población padecemos y que en esta época de crisis y decadencia del sistema capitalista se han convertido en lacras insolubles. 

  El racismo estructural, la desigualdad creciente, las injusticias sociales, la explotación laboral, el desempleo de millones de trabajadores, las carencias y privaciones en el derecho a la educación y la sanidad,... no solo no tendrán solución bajo el dominio social de la burguesia, sino que empeorarán aun mas en el próximo periodo.

  Es claro que también tienen importancia, en muchos casos en los ritmos de los acontecimientos, las formas y los métodos que emplean los gobernantes. Y posiblemente, en el caso de D. Trump y su gobierno, estamos ante los que mundialmente sean los politicos más ignorantes, cínicos y estupidos. Son fiel reflejo de la clase dominante norteamericana.

      Tras el asesinato de George Floyd el gobierno de D. Trump solo ha contribuido a la situación arrojando más gasolina al fuego. En vez de aparentar, al menos, que condenaban el asesinato racista, Trump se ha dedicado a criminalizar las manifestaciones, llamando una y otra vez a la represión de las mismas. A conseguido exactamente lo contrario de lo que pretendía y lejos de dar una sensación de fortaleza, su gobierno es visto claramente en extrema debilidad. La noticia de Trump escondido en un Bunker ante los manifestantes en las puertas de la Casa Blanca es fiel reflejo de ello.

   
     Estados Unidos, agosto de 2014, en Ferguson (Misuri), un joven de 18 años, Michael Brown, afroestadounidenes también, es asesinado a manos del policía blanco Darren Wilson. En noviembre, en medio de fuertes protestas en Ferguson contra ese asesinato, D. Trump escribe aleŕtando en Twitter:    "Nuestro país está totalmente fracturado y con nuestro débil liderazgo en Washington podemos esperar disturbios y saqueos, como los de Ferguson pueden ocurrir en otras partes".

      Hoy, cinco años y medio después, con Trump al frente del gobierno de los EEUU, la situación objetiva indica que:

1.- El país esta socialmente más fracturado que nunca, por el repugnante racismo asesino y por la desigualdad económica creciente. 
2.- El gobierno de Trump, en Washington, representa un liderazgo débil, cínico y estupido.
3.-  Por todo el país prende el descontento, la rabia y la ira social, cuyas masivas movilizaciones son un rayo de esperanza de qué la lucha por transformar la sociedad, una vez sea asumida la idea conscientemente, por la mayoría de la clase obrera, no tendrá obstáculos insalvables enfrente.

Racismo cuestión de clase

     George Floyd era joven, negro y trabajador. Su asesinato por la policía ha sido el detonante de las movilizaciones. Pero no ha sido una muerte extraña, sino parecida a muchas otras que han ocurrido en los últimos años. Los ataques policiales se repiten contra jovenes, trabajadores y sobre todo si estos son negros.

  Como declaró a BBC Ashley Howard, profesora de Historia y Estudios Afroestadounidenses de la Universidad de Iowa, "esta muerte no ocurre en el vacío, sino en un contexto donde las comunidades negras están constantemente sometidas a una excesiva vigilancia policial". 

 Julian Zelizer (historiador político de la Universidad de Princeton), señala que "estas personas viven con miedo porque se sienten vulnerables ante quienes se supone que deberían protegerlos".

  Rashawn Ray (Investigador del Brookings Institution, con sede en Washington D.C.) afirma que:
      "Las personas negras tienen 3,5 veces más probabilidad que las blancas de morir a manos de la policía cuando no están atacando ni tienen un arma. Los adolescentes negros tienen 21 veces más probabilidades que los blancos de morir por agentes de policía. La policía mata un negro cada 40 horas. 

     Uno de cada 1.000 negros muere a manos de la policía. Y, pese a lo impresionantes que son, estas estadísticas representan una mejoría en relación con el pasado, Estas estadísticas son la razón por la cual desde Minneapolis a Los Ángeles hay gente protestando, marchando y causando disturbios".

    Ashley Howard explica que los negros en Estados Unidos tienen mayores tasas de ingresos en Prision que los blancos y otras comunidades, que tienen diferencias claras en la calidad de la educación que reciben.

   La profesora afirma que:
      "No podemos dejar de lado que hay profundas desigualdades en Estados Unidos que afectan la vida cotidiana de los afroestadounidenses . Estas son el origen de que haya disparidades en cada una de las medidas significativas de la vida de los afroestadounidenses, desde la mortalidad materna, hasta las diferencias de ingresos y en la riqueza que pasa de una generación a otra.

    Todas estas cosas están continuamente en el trasfondo. Es simplemente tener conciencia del hecho horrible de que tu vida puede ser borrada en cualquier momento. Eso también es algo que impulsa a la gente a salir a las calles".

El Covid19 y discriminacion social y racial

       Las movilizaciones de esta última semana se están desarrollando en medio de la pandemia mundial del Covid 19. Estados Unidos esta sido fuertemente golpeado por el virus, que ya contabiliza más de 100.000 muertes, posiblemente en pocos dias la cifra se vera doblada, y a provocado ya más de 40 millones de trabajadores que han perdido sus empleos.

     
     Ashley Howard afirma que "sabemos que los afroestadounidenses sufren con esta enfermedad de forma desproporcionada. Ellos se están enfermando y muriendo a tasas más altas que el resto de estadounidenses. Eso está documentado. Ellos también están más expuestos debido al tipo de trabajo que realizan , pues están en primera línea como asistentes sanitarios, conductores de autobús, empleados de tiendas o de oficinas postales. Todos esos trabajos esenciales son cubiertos con frecuencia por personas negras, lo que potencialmente los pone en mayor contacto con la enfermedad".

La profesora explica claramente que:  
      "la pandemia ha empeorado los problemas derivados del racismo estructural, por como las personas pueden hacer frente al virus.  ¿Tienen acceso a atención médica?,  ¿pueden tomarse el día libre en el trabajo si se sienten enfermos?, ¿les pagan ese día sin trabajar? , ¿tienen hospitales y médicos en sus comunidades a los cuales recurrir?, ¿si se enferman, tienen apoyo para el cuidado de los niños? Todos estos tipos de racismo sistémico y estructural que los afroestadounidenses enfrentan cotidianamente se exacerban en una crisis como la de esta pandemia".

      Por su parte, Julian Zelizer concluye que "no tengo duda de que simplemente vivir esta pandemia del covid-19, que golpeó de forma más dura a muchos afroestadounidenses, generó mucho malestar. Estoy seguro de que la manera como se vivió esto de forma distinta para una parte de la comunidad afroestadounidense avivó la rabia sobre cómo funciona la sociedad estadounidense y creo que el temor por los empleos dejó a mucha gente molesta, lista para protestar".

Cambiar la sociedad, la alternativa 

        Podríamos continuar dando argumentos, datos y cifras, que vienen a confirmar una y mil veces que el racismo estructural existente en el Sistema, en las estructuras del Estado burgues norteamericano, del cual las fuerzas policiales son sus "grupos de hombres armados en defensa de la propiedad privada", que las crecientes necesidades sociales existentes, el crecimiento del desempleo, la imposibilidad para millones de acceder a una sanidad, vivienda, educación digna... todo ello unde sus raíces en la existencia y mantenimiento del sistema capitalista y la división social en clases.

  
  Los marxistas, sin ningún tipo de dudas, apoyamos, participamos y animamos a profundizar la lucha, las movilizaciones, en contra del asesinato racista de George Floyd, exigiendo juicio y castigo de sus asesinos. Como no puede ser de otra forma, animamos a los trabajadores y jóvenes a luchar organizadamente, comenzando en primer lugar por crear mecanismos de autodefensa de nuestras manifestaciones contra la represión policial y estatal, o de ataques que podemos recibir de las bandas de extrema derecha.

      Animamos al movimiento obrero y a la juventud (negros, blancos, asiáticos, latinos,...) a debatir y aprobar un programa de lucha que contemple el conjunto de las necesidades sociales y económicas que tenemos, cara a luchar firmemente contra la desigualdad social existente. La lucha hoy debe continuar partiendo de las reivindicaciones mas basicas y democráticas, como son:

- Lucha contra la represión policial. ¡Luchemos contra el Estado capitalista que la ampara!.

- Por la unidad en la lucha de la clase trabajadora:  ¡Un ataque contra uno es un ataque a todos!.

- Construir en todos nuestros barrios, en nuestras ciudades, COMITÉS VECINALES DE AUTODEFENSA, elegidos democráticamente en Asambleas y que rindan cuentas antes estas Asambleas.

- Llamar al Movimiento Obrero organizado a unirse a la lucha, participando activamente en los Comités Vecinales y convocando una HUELGA GENERAL que paralice todo el país.

- ¡Abajo el gobierno Trump!, el gobierno de Republicanos y Demócratas, que representan los intereses de la clase capitalista.

- ¡Por la creación de un Partido Socialista de masas de la clase obrera!. ¡Por un gobierno de los trabajadores!.

     Los marxistas somos optimistas, porque creemos en la capacidad revolucionaria de las masas en hacer avanzar la rueda de la historia. Por muy poderoso que pueda parecer el capitalismo y sus representantes, en la medida en que hoy no son capaces de hacer avanzar a las fuerzas productivas, están condenados a desaparecer. 

    Donald Trump aseguró que "Estados Unidos jamás será socialista". Este ignorante y corrupto burgués ni siquiera es capaz de explicar y definir que es el socialismo. Su opinión al respecto nos es indiferente. De cualquier forma, su opinión es radicalmente distinta a la mayoría de los jóvenes, de entre 18 a 29 años, que opinan que prefieren el socialismo al capitalismo. Aún antes de los combates decisivos de la lucha de clases, es relevante esta opinión de la juventud en EEUU. Como Lenin explico, "quien tiene a la juventud, tiene el futuro".

    Como marxistas defendemos que las palancas fundamentales de la economia, las grandes empresas y el sistema financiero, debe ser expropiado y puesto bajo el control directo de la clase obrera, para abordar un plan económico que garantice el pleno empleo y la satisfacción del conjunto de las necesidades existentes.

     Evidentemente la clase dominante, ni en EEUU ni en ningún otro país, estará de acuerdo con esto. Los marxistas, en la actual lucha en decenas de ciudades de EEUU, al igual que internacionalmente, estamos plenamente convencidos de que una vez la clase obrera se ponga en movimiento, no hay, ni habrá, una fuerza capaz de parar la lucha por la transformación socialista de la sociedad. Crear, fortalecer y dotarnos de una dirección revolucionaria, a la altura de las tareas de la historia, es el punto central del momento presente.

     En el último periodo vimos claros anticipos del mismo fenómeno del que forma parte la lucha actual en los EEUU, el proceso de la revolución socialista mundial. Hace meses vimos levantamientos, huelgas generales, movilizaciones amplias, insurrecciones en Chile, Libano, Iraq, Ecuador, Bolivia, Argelia, Paris, Catalunya,... y ahora ciudad tras ciudad en los EEUU.

     Varios denominadores comunes vimos y vemos en todas estas luchas. La política de los Estados burgueses, basada en reprimir salvajemente a los trabajadores y oprimidos en lucha, con todo tipo de acciones criminales de la policía y las fuerzas represivas, por un lado. Por otro, la política consciente de la clase dominante de utilizar a los dirigentes reformistas del movimiento obrero para contener las luchas dentro del marco del sistema capitalista.

   
      La conclusion fundamental de todas estas luchas, comenzando ahora con las de EEUU, es que revelan la enorme fortaleza de la clase obrera, país tras país, cuando se mueve como clase, dejando al desnudo la debilidad intrínseca de la burguesía y su Estado, frente a la clase trabajadora movilizada. 

     A finales de los años 30, Leon Trotsky explico una idea que es hoy en día mil veces mas correcta que cuando fue escrita. La crisis de la humanidad en última instancia se debe a la debilidad, aún, del factor subjetivo, de una dirección revolucionaria para que la clase obrera pueda transformar la sociedad. 

   Ahora, con la crisis orgánica galopante del capitalismo ante nosotros, ante la agonía del capitalismo, que asumirá un carácter prolongado, luchar es la única salida ante nosotros y en esa lucha debemos construir esa dirección revolucionaria que necesitamos para vencer.

      
     "Socialist Revolution", la sección estadounidense de la Corriente Marxista Internacional, trabaja política y organizativamente en esa tarea histórica. Animamos desde aquí a los trabajadores y jóvenes a conocer más en profundidad las ideas y el programa del marxismo, a organizarse y luchar para cambiar los cimientos sociales y económicos en los EEUU y el mundo.

¡¡ Adelante la lucha. Cambiemos la sociedad en los EEUU, cambiamos el mundo !!      ¡¡ Proletarios de todos los países, uníos !!

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