EEUU: PRENDEN PRIMERAS LLAMAS DE LA REVOLUCION


       La muerte, a manos y pies de la policía, de George Floyd está siendo el catalizador para la mayor ola de protestas y movilizaciones en décadas en los EEUU, en unos niveles de protestas que desde la década de 1960, cuando se dio el movimiento por los Derechos Civiles de los afroestadounidenses.

Salvador Pérez
Colombia, 2 junio 2020

      Este asesinato racista ha sido una nueva gota que colma el vaso, en la tensa situación social que vive EEUU. Las movilizaciones han prendido por todos los Estados, con un verdadero tinte de insurrección, en más de 25 grandes ciudades y los primeros soplos de la revolución literalmente han puesto contra las cuerdas al reaccionario gobierno Trump, que lejos de fortaleza lo han dejado como lo que es, un gobierno en crisis y débil.

   Las imágenes que se observan, incluyendo incendios en las cercanías de la Casa Blanca, vienen a poner de manifiesto que también los Estados Unidos han entrado en una nueva época histórica, que estará marcada por la llama de la revolución.

       No dudamos que la clase dominante es consciente de que están sentados sobre un verdadero barril de dinamita y que esta amenaza con explotar y llevarse por delante a todo el podrido sistema capitalista y su repugnante Estado, del cual los policías que asesinaron a George Floyd son unos peones más.

       Las imágenes que tras el asesinato se difundieron, grabadas por personas presenciales de los hechos, muestran claramente como los policías habían asesinado a Floyd. Sin embargo, la primera autopsia y el Fiscal, intentaron exculpar a los policías.

        na segunda autopsia encargada por la familia deja claro que no solo el pie de Dereck Chavin en el cuello de de Floyd sino también el de otros policías en la espalda, durante más de 9 minutos, impidieron la circulación de la sangre y oxigenación de la cabeza de Floyd.

       La muerte de George Floyd, de 46 años, según los forenses de la autopsia independiente, encargada por la familia, indica que murió por "asfixia mecánica". "La causa de la muerte en mi opinión es asfixia, debido a la compresión del cuello, que puede interferir con el oxígeno que llega al cerebro, y la compresión de la espalda, que interfiere con la respiración", dijo Michael Baden, uno de los doctores.

       El abogado de la familia de Floyd, Benjamin Crump, explico: "Sin lugar a dudas, él estaría vivo hoy si no fuera por la presión aplicada en su cuello por el oficial Derek Chauvin y la tensión en su cuerpo de otros dos oficiales. La ambulancia era su coche fúnebre".

  Este vil y cobarde asesinato de un afroestadounidense no es algo nuevo y se enmarca dentro de la repugnante política racista que predomina en amplios sectores de las fuerzas represivas policiales de numerosos Estados de Norteamérica.

   Al día siguiente de este repugnante asesinato policial, comenzaron las protestas en Minneapolis, donde miles de personas tomaron las calles con consignas como ‘No justice, no peace’ o ‘Black Lives Matter’.

      Las protestas marcharon hacia el Departamento de Policía, exigiendo justicia. La respuesta que se obtuvo fue, nuevamente, la policía disparando gases lacrimógenos y balas de goma. Por ejemplo, en Detroit han habido lugar grandes manifestaciones, y un manifestante de 19 años fue asesinado a tiros, con bastante probabilidad en un ataque en un ataque perpetrado por vigilantes de seguridad reaccionarios. A pesar de los ataques reaccionarios a los manifestantes, estos no se amedrantaron y la lucha está en aumento. El látigo de la reacción, en este caso, sirvió para dar un salto hacia adelante en la lucha.

       El Presidente Trump ordenó el despliegue de 550 efectivos de la Guardia Nacional en Minneapolis. Al segundo día de manifestaciones y protestas, un manifestante murió asesinado de un disparo policial, envueltos los manifestantes en gases lacrimógenos. Decenas de miles de jóvenes negros, blancos, asiáticos, de trabajadores y personas mayores estaban ya en lucha, abriendo un nuevo periodo social.

       La brutalidad policial no ha servido, ni mucho menos, para disminuir la lucha, sino todo lo contrario. Una de las Comisarías de la ciudad fue incendiada, y pudimos ver como esas ratas lacayas de los poderosos, vestidas de uniforme policiales, salían corriendo ante el avance de la población en lucha. Es claro que los manifestantes se estaban defendiendo 'legitimamente' de la brutalidad policial.

       Estos acontecimientos, en el corazón de la primera potencia del capitalismo mundial, no difieren en su fondo de las imágenes de los acontecimientos revolucionarios que hace unos pocos meses veíamos en Santiago de Chile, en Quito, en Bogotá, en París o Barcelona.

        Los intentos del Presidente D. Trump de mirar para otro lado, cuando no hasta justificar la violencia policial, solo han servido para verter más gasolina al fuego de la protesta social. Los manifestantes llegaron hasta prácticamente las puertas de la Casa Blanca, en donde como "medida de seguridad" tuvieron que apagar las luces del Palació por primera vez desde 1889. A Trump, en previsión de que los manifestantes pudieran entrar al Palacio, lo tuvieron que esconder en un Bunker.

 Las movilizaciones masivas continúan desarrollándose, a lo largo y ancho del pais. Desde Minneapolis, a Boston, Louisville (donde la policía a matado a tiros a otro manifestante), en Nueva York, en Iowa y hasta la entrada de la misma Casa Blanca, en Washington.

      Tras 7 días ya de manifestaciones masivas, la única respuesta a estas es la mentira del gobierno Trump y sus medios de comunicación. Ellos critican lo que llaman "violencia callejera", mientras callan criminalmente sobre lo que son brutales comportamientos policiales y judiciales. Son clarísimas las imágenes de las manifestaciones, en donde los coches patrullas de la policía literalmente atropellan a decenas de manifestantes, así como el uso de las armas de fuego de los policías.

    ¡Que hipocresía ver a los burgueses hablar de violencia callejera!. En todo caso los manifestantes están tímidamente, aun, respondiendo a la brutal represión de los esbirros del Estado, de esos grupos de hombres armados en defensa de la propiedad privada.

      Pero esta semana de manifestaciones solo vienen a demostrar que una vez la clase obrera norteamericana se ponga en marcha nada ni nadie podrá parar el enorme potencial de lucha de la gran clase obrera de EE.UU. Los primeros movimientos de la lucha ya son reveladores de ello. El ambiente eléctrico de lucha social ha hecho que decenas de policias se hayan puesto de rodillas ante los manifestantes, hayan pedido perdón y se han sumado a las manifestaciones. La lucha, que ha detonado inicialmente contra el racismo y la desigualdad, en la medida que amplíe sus horizontes en contra del orden establecido, puede barrer toda la podredumbre del capitalismo norteamericano. Dialecticamente, la sociedad que nos era presentada como la más conservadora, será punta de lanza en la lucha de la revolución mundial por una sociedad socialista.


    Los  EE.UU. aún viven el azote de la pandemia del coronavirus, que ha dejado ya más de 100.000 muertos. Mientras aún continúan vigentes las normas de distanciamiento social, las movilizaciones están adquiriendo tintes revolucionarios. Las autoridades locales han decretado toques de queda en más de 40 ciudades y en 15 Estados, donde han llegado ha desplegar la Guardia Nacional, la fuerza militar de reserva, que utilizan para situaciones de emergencia.

 Una vez la cuarentena del Coronavirus vaya quedando atrás, las masas trabajadoras y oprimidas de EE.UU. vivirán en primera persona los efectos de lo que ya se dibuja como la mayor crisis de la historia del capitalismo, con tasas de desempleo masivo y un océano de miseria creciente, en un claro contraste con el mundo de opulencia del 1% mas rico de la población. La lucha contra el racismo estará por siempre unida a la lucha contra la creciente barbarie social capitalista.

     La clase obrera norteamericana encontrará el camino hacia la verdadera libertad e igualdad social en la lucha por una sociedad socialista. En esta lucha del periodo ahora comienza los trabajadores y la juventud construirá potente organizaciones de clase, Sindicatos y un genuino Partido obrero, basado en las ideas, el programa y los métodos del socialismo cientifico.

     Como a Lenin le gustaba decir, "la vida enseña". Los trabajadores, la juventud y el conjunto de los oprimidos de la sociedad norteamericana están aprendiendo, sobre la base de la experiencia práctica, que bajo el capitalismo la explotación, los salarios de miseria, el desempleo, las carencias de sanidad y educación,... al igual que el racismo putrefacto, jamás encontrarán una solución definitiva.

   Acabar con las lacras del capitalismo que padecemos significa, ni más ni menos, acabar con el Sistema socioeconómico mismo. Ahora mismo, en estos momentos álgidos de la lucha, es necesario que los sindicatos de trabajadores, las organizaciones de izquierdas, ... hagan un contundente llamado a la lucha, todos juntos, el mismo día y la misma hora, exigiendo la solución a los problemas economicos y sociales que padecemos, a poner punto y final al racismo...

      Ahí que explicar sin titubeos que solo una sociedad en donde la riqueza, las palancas fundamentales de la economía, estén en manos de la clase obrera, lejos de los mezquinos intereses de un puñado de multimillonarios, puede garantizar una vida digna al conjunto de la aplastante mayoría de la población, incluyendo el fin de los odios motivados por raza, sexo o religion.

¡¡ VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA Y LOS OPRIMIDOS DE NORTEAMERICA !!

¡¡ SOCIALISMO O BARBARIE !!

Comentarios

Entradas populares de este blog

INFORME ANTE LA CORRUPCION EN COLOMBIA Y LA DEPORTACION DE SALVADOR PEREZ

¡¡ Derogar Ya !! Las medidas de Migración Colombia contra Salvador Pérez

COLOMBIA: SITUACION Y PERSPECTIVAS - ¿ HACIA DONDE VAMOS ?