ESPAÑA: 5 MILLONES PARADOS

La Prolongada Agonía del Capitalismo español 

    

                Este 6 de mayo hará dos años que, tras jurar como Ministra de Economía, Elena Salgado nos iluminara el futuro con un brillante pronóstico. Declaró que "la situación económica está teniendo algunos brotes verdes y hay que esperar a que crezcan". Ahora, dos años más tarde ya podemos valorar con cifras esos ‘brotes verdes’: 4.910.200 trabajadores desempleados, oficialmente apuntados al Instituto Nacional de Empleo (INEM),  lo cual representa el 21,3% de la población activa.

 

       Para hacernos una idea de la verdadera importancia del asunto, el ‘Financial Times’, el órgano de expresión del capital británico, llego a dejar en un segundo plano la ‘boda real británica’ para encabezar sus titulares con las cifras records de parados en el Estado español.

 

            Frente a los mensajes optimistas del Gobierno derechista de Zapatero, la realidad concreta es que el Estado español tiene más parados que Francia e Italia juntas, que los tres últimos años de crisis ha eliminado completamente los efectos de toda la etapa de crecimiento económico,  de 15 años, un crecimiento de la economía que no volveremos a ver más.

          Hoy tenemos más del 45 por ciento de los jóvenes en España en paro forzoso, con una incidencia fuerte de destrucción del empleo en los sectores de la industria y la construcción, en donde el sueño de los pequeños negocios ha caído por los suelos, con la incorporación de 59.300 autónomos a las listas de parados entre enero y marzo de 2011. La Seguridad Social a perdido más de 200 mil cotizantes.

 

             “No volveremos a tasas de expansión hasta dentro de mucho tiempo. Todavía queda mucho que digerir del boom, sobre todo, en la deuda privada”. La actividad, continúa, “se mantiene gracias a las exportaciones y el turismo”, declaró María Jesús Fernández, analista de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).

             En esta situación resulta patético ver a muchos llamados economistas buscar ‘apuntes al optimismo’ y resaltar las frases estúpidas sobre las ‘positivas cualidades de la economía española’.  Cuentan que el equipo de futbol ‘Alcollano’ iba perdiendo por 10 y sus jugadores aun insistían al árbitro que midiera el tiempo de descuento para ver si empataban. Más o menos esto le ocurre hoy en día a estos economistas capitalistas, que ven todo el desastre que representan las cifras de la economía real y todavía buscan alguna cifra, algún dato para auto-consolarse.

 

             Pero la realidad es cruel en ocasiones con estos señores / damas y todavía cuando no han terminado de pronunciar sus palabras sobre ‘el optimismo en la cualidades de la economía española’, nuevos datos golpean sus narices y salen a esconderse debajo de cualquier escalera, para salir de ella al rato volviendo a decir tonterías con la ilusión de que nadie recuerde las que acababan de decir ratos antes.

 

Crisis de Sobreproducción

 

            La verdadera situación de la economía española es tal que algunos economistas ‘más serios’ la describen como un ‘circulo vicioso entre desempleo, consumo, inflación y déficit’. Y no dejan de tener absolutamente razón en este calificativo de ‘circulo vicioso’. ó pescadilla mordiéndose la cola. El marxismo explica, nadie más que los marxistas basándose en ‘El Capital’ de Marx es capaz de hacerlo,  el fondo, el origen y el desarrollo de las crisis de sobreproducción capitalistas.

           En otros artículos en este blogs lo hemos explicado: la actual crisis económica mundial, en la que está inmersa la economía española, hunde sus raíces en la incapacidad de la inmensa mayoría de la población de poder consumir todo lo que el sistema es capaz de producir, incapacidad derivada del robo sistemático de la plusvalía o beneficio que los empresarios hacen sistemática y permanentemente a los trabajadores.

 

    Como se produce exceso de producción, los empresarios recortan capacidad productiva, despiden a parte o a toda la plantilla de las empresas y se produce el desempleo de masas, lo cual crea aún mayor incapacidad para consumir en la mayoría de la población, lo cual genera más exceso de producción.

           Si además añadimos que los especuladores, que ayer hacían ‘sus agostos’ en los negocios inmobiliarios, por ejemplo, hoy se dedican a especular y hacer subir los precios de las materias primas (por ejemplo el petróleo) y los alimentos, con lo cual crece la inflación, que ya alcanza el 3,8 por ciento, vemos reducirse aun más la capacidad de consumo de la población.

 

             Todo ello en su conjunto genera mayores aumentos en los déficit públicos, de los cuales sacan tajada los banqueros cobrándole al Estado mayores tipos de interés por prestarles el dinero, en un contexto en donde el Estado recauda menos ingresos e impuestos, hay menos cotizantes a la Seguridad Social por el aumento del desempleo, al igual que aumenta en el Estado la necesidad de dar un mayor número de subsidios a los nuevos parados.

            En este contexto los capitalistas solo conocen, es posible, una solución: cargar sobre los hombros de la clase trabajadora los efectos de la crisis. Porque todos sabemos que los capitalistas son todos muy patriotas, pero ellos también nos explican que existen para tener grandes beneficios y cuando estos son menores de los planeados, gritan al cielo que tienen perdidas y que es el fin.

‘Pacto Social’ No
¡¡ Luchar, movilizar, organizarse !!

 

              Por eso siempre están proponiendo e imponiendo  ‘nuevas reformas laborales’, esto es mayor capacidad para explotar al máximo a los trabajadores sin controles sindicales ni de ningún tipo, menores salarios, menores o ninguna indemnizaciones en caso de que despidan a sus plantillas, menores o ninguna cotización para ellos a la Seguridad Social, recortes en los presupuestos sociales y que se dediquen dichos recursos a subvenciones a las empresas.

 

               Pero resulta vergonzante absolutamente que los dirigentes sindicales hayan aceptado, junto a una claudicación absoluta ante las ideas del capitalismo, las políticas de ‘pactos sociales’ entre empresarios – gobierno – sindicatos, que siempre son lo mismo: que la crisis sea pagada por los trabajadores.

 

            Insólitas y frustrantes nos resultan las declaraciones, en estos días,  de Cayo Lara y Gaspar Llamazares (Coordinador General y Parlamentario de Izquierda Unida, respectivamente), el primero pidiéndole al Gobierno un ‘gran pacto de Estado de todos los partidos frente a la crisis para evitar que España tenga que ser rescatada’ y el segundo diciendo que las cifras son producto de las políticas del Gobierno y ‘no un castigo divino’.

            En ambos casos demuestran que no entienden absolutamente nada, que son incapaces de hacer un análisis objetivo, y mucho menos marxista, de la verdadera situación. Como políticos reformistas tienen aún confianza en que son posibles ‘políticas progresistas, reformistas’ dentro del marco del capitalismo. Ambos olvidan que las políticas del Gobierno Zapatero son las mismas que las de todos los gobiernos de cualquier país, sean de derechas o se llamen a si mismos de izquierdas, que como en el caso de los dirigentes sindicales con sus ‘pactos sociales’, lo que propone el compañero Cayo es un ‘abrazo de la muerte’ de Izquierda Unida con el Gobierno y el capitalismo, que lo único que hoy pueden ofrecer son contrarreformas y ataques a los trabajadores.

 

            El Gobierno, la cúpula empresarial y los estrategas del capitalismo hoy están planteando recrudecer sus políticas en línea a reducir el déficit, lo cual invariablemente significa menores presupuestos sociales (reducir los gastos en sanidad, educación, pensiones, subsidios desempleo, …) y cambios en la fiscalidad, aumentando la directa, la que pagamos todos y reduciendo los impuestos a las grandes fortunas y empresas. A esto llaman ‘conjugar una mayor estabilidad macroeconómica’.

 

           Hoy por hoy la incógnita principal de la economía española es saber cuando Bruselas le da un nuevo tirón de orejas al Gobierno de turno, sea de Zapatero o de Rajoy, y le exige mayores dosis de ‘reformas estructurales’ (ataques a todo lo social) y si los bancos exigen al Gobierno que finalmente pida el ‘rescate a la UE y el FMI’, para embolsarse ellos millones de euros.

 

           Pero como hemos dicho en muchas ocasiones, la situación actual es absolutamente volátil, todo está cogido por débiles alfileres y puede saltar todo por los aires en cualquier momento. La recesión continua instalada en toda Europa y los síntomas del enfermo no dan motivos para optimismo.

 

             Como decía un comentarista económico hace unos días, “la atención internacional, por suerte para la zona del euro, se ha desviado hacia el Norte de África. Pero un recrudecimiento de la crisis de deuda griega o las materias primas podría poner de nuevo en la picota a España”, lo cual tiene mucho más que ver con la verdadera realidad que los auto-anuncios de los ministros diciendo que la crisis ha tocado ya fondo, lo cual repiten cada día haber si tienen suerte uno de ellos.

 

Es necesario Cambiar la Sociedad

 

           Es el momento de prepararse para la lucha, para la movilización y la respuesta contundente al Sistema. Como el 1º de Mayo los dirigentes sindicales de UGT y CC.OO. dijeron, “este año hay 4.910.200 razones más para salir a la calle y mostrar que otra forma de organizar la sociedad, la economía y los derechos asociados al trabajo es posible".

 

            Ello, desde un punto de vista literal, es correcto. Ahora solo es necesario que recuerden que es hora de pasar de las palabras a los hechos, que esa otra forma de organizar la sociedad solo puede ser el socialismo y que ellos, como dirigentes de los sindicatos de clase,  son los que tienen la obligación de organizar y poner fechas a la movilizaciónes, ‘en la calle’,  por un empleo para cada parado y condiciones de vida dignas para todos. Si ellos son políticamente unos cobardes, incapaces de dar la talla, que se vayan, que dejen la dirección en manos de verdaderos luchadores obreros que no tengan miedo a enfrentarse a los empresarios, banqueros y sus representantes en el gobierno.

           En vez de regalarles el dinero a los burgueses a chorros, desde Gobierno y demás organismos burocráticos e ineficaces del Estado burgués, los trabajadores  deben asumir el control de la sociedad, expropiando la Banca parasita, las grandes empresas y a los grandes terratenientes, elaborando un Plan con todos esos recursos que permita satisfacer las enormes necesidades sociales existentes, presentes y futuras, lo cual permitiría poner a funcionar todo el potencial productivo hoy dilapidado por el capitalismo, al mismo tiempo que mejoramos las condiciones laborales de la clase trabajadora, acabando con la explotación, los ritmos de trabajo de infarto, la precariedad laboral y las largas jornadas de trabajo. Trabajar mas humanamente y trabajador todos, ese es el otro gran reto que lograra el socialismo.

 

Fdo.   Salvador Pérez