Siria, matanza del pueblo

LA REVOLUCION CONTINUA SU DESARROLLO 

                

              Una revolución nunca es un acto único, sino por el contrario un proceso de lucha de fuerzas vivas, en donde rivalizan dialéctica y físicamente por el poder. Es la lucha de clases llevada a sus extremos. El proceso revolucionario en Siria está viviendo momentos trágicos, en donde el régimen del dictador Bashar Al Assad, está provocando un autentico baño de sangre entre la población. Desde el inicio de las protestas, al menos 8.000 personas han sido detenidas y los muertos ya suman cerca de 800.

                Este último fin de semana el régimen de Bashar Al Assad ha comenzado a rodear con tropas y tanques las ciudades emblemáticas de las protestas, en donde en un claro aumento de la represión, ´la policía está entrando casa por casa, arrestando a los lideres opositores’. Miles de detenidos se han sumado estos días a la larga lista y todos ellos con un incierto destino sobre su futuro. Es más que probable que un número de ellos jamás aparezcan con vida.

              La dictadura intenta acabar con la revolución mediante la represión dura, pero esto puede servir, al mismo tiempo, como un látigo para el avance de la revolución a unos niveles superiores, inclusive si se produce un momento momentáneo de espera de la misma. Toda revolución tiene sus ‘Jornadas de Julio’, pero también sabemos que tras Julio viene ‘Octubre’.

           El movimiento revolucionario en Siria está exigiendo ‘libertades democráticas  y mejoras en las condiciones de vida de la población’. Las manifestaciones están contando con la participación activa de la etnia sunnita, que es la mayoría entre la población del país. Los sunnita están totalmente marginados de cualquier participación en el poder del Estado. Igualmente entre los manifestantes están los kurdos, que en Siria como en casi todos los demás países donde viven están marginados. El gobierno de Bashar pertenece a los alauitas, una minoría shiíta, y son la autentica sombra de los intereses del imperialismo en Siria.

              Ayer viernes la violencia reaccionaria del Estado se desató ferozmente, contra la población que nuevamente tomó las calles en un abierto desafío al régimen de Bashar Al Assad, con manifestaciones de masas en las principales ciudades de Siria.   Los policías ‘francotiradores’ del régimen, apostados en los edificios más altos, dejaron un balance no inferior a los 30 muertos entre aquellos que pedían libertad. La policía represiva y asesina procedió a disolver con violencia las manifestaciones, momento que aprovechaban los ‘francotiradores’ apostados para asesinar a los manifestantes.

              Como prueba del total cinismo del régimen reaccionario de Siria, las autoridades afirmaron que ‘que un grupo terrorista –al que no identificaron– atacó un retén en Homs y asesinó a 10 policías’.  En realidad el régimen de Bashar Al Assad está intentando ocultar algo mucho más profundo, que sectores del ejército están siendo atraídos por las ideas de la revolución, se niegan a disparar a los manifestantes y están manteniendo enfrentamientos con la policía represiva del régimen. Esto ha sido confirmado por distintas versiones, aparecidas en la cadena televisiva Al Arabiya y en Twitter.

              Entre las ciudades más combativas están destacando Deraa, Homs, Lataquia, Jablah, Deir Al Zor y Damasco, entre otras. Estos son los puntos neurológicos de Siria, que están comenzando hacer tambalear a todo el régimen dictatorial y amenaza con desbordar el marco del capitalismo. Buena prueba de ello es que las ‘plegarias musulmanas en las mezquitas’ son la justificación para que la gente se congregue, pero que inmediatamente la ‘tradicional actividad religiosa se desborda en un gran movimiento popular para reclamar cambios políticos y económicos’, algo que viene desarrollándose desde hace ya casi dos meses de forma continua.

              Los trabajadores, los jóvenes y desposeídos sirios saben perfectamente lo que no quieren, el régimen dictatorial y sanguinario de Bashar Al Assad, que defiende una sociedad que excluye a la mayoría de la población de todo tipo de derechos y los condena a la miseria, propia de un injusto sistema social basado en el capitalismo.

              Podemos decir que las masas sirias están demostrando un claro instinto revolucionario, un ascendente nivel de conciencia de sobra sobre que no quieren y aprendiendo rápidamente que es lo que necesitan y por ello luchan titánicamente en contra del régimen. Esto es una patada en la boca a todos aquellos que siempre están hablando de que los trabajadores, los jóvenes, todos menos ellos, no tienen conciencia. ¡ Claro, eso siempre suelen decirlo desde cómodos despachos o cátedras universitarias !

               Si existiera el factor subjetivo, como llamamos los marxistas, una autentica dirección revolucionaria, con  perspectivas claras, métodos de lucha correctos orientados a ganar a las bases del ejercito para la revolución y un programa firme para transformar la sociedad, acabando con la dictadura y el capitalismo, sería cuestión de poco tiempo ver el fin del odiado régimen dictatorial y del capitalismo en Siria, lo cual sería un enorme revulsivo para la revolución en toda la zona, para la lucha por el socialismo a nivel internacional. 

             Esta cuestión clave en toda revolución, la existencia de una dirección marxista para el movimiento de masas,  en Siria está ausente. Pero ‘la vida enseña’ y las masas están improvisando y reconquistando viejas tradiciones de lucha, en ellas está fraguando los elementos de esa dirección revolucionaria.

             Todo está cogido, por el momento, por débiles alfileres y ello es lo que hace preocupar a la burguesía internacional. Por esta razón, “Francia y Gran Bretaña dicen estar impulsando la inclusión inmediata del Presidente Sirio entre aquellas personalidades afectadas por abolición de visa y para que se congelen sus bienes en territorio de la UE”. Pero en esto también hay división entre los países de la UE, pues otros países, como “Italia y Alemania, prefieren dar un enfoque “progresivo” al asunto, enviando una señal fuerte a Damasco, sin cerrar todas las puertas”.

Por ahora han aprobado un paquete de medidas que prevé el embargo sobre la ‘provisión de armas y equipos que vienen utilizando las fuerzas de seguridad sirias en las acciones de represión. También dejaron la puerta abierta a nuevas sanciones’. Parece ser que en esta ocasión, a diferencia de lo que ocurrió en Libia, nos quedaremos sin escuchar a los hipócritas dirigentes de gobiernos europeos pedir en las Naciones Unidas ‘un bombardeo contra el régimen dictatorial sirio’. Y todo indica que Zapatero, la ‘Trini’, ni por supuesto Mariano Rajoy nada tienen que decir sobre la matanza de manifestantes en Siria,  Y es que la hipocresía del Sistema impregna hasta la medula a todos estos ‘caballeros y damas’, que para ello cobran buenos dividendos.

Fdo. Salvador Pérez