GRECIA, EN EL PRECIPICIO ECONOMICO

UN NUEVO MAMPORRAZO A GRECIA

Producto Interior Bruto sufre caida 6,8 % en 2011

Salvador PEREZ

        

     Las cifras de la economía griega demuestran que la situación, a todas luces critica, es cada vez más predecible, hacia un precipicio al que nada puede evitar que caiga el país. La Troika europea había fijado un objetivo de caída del PIB griego en el 5,5%, pero la realidad supera la ficción y esta caída ha sido muy superior, del 6,8 % en 2011.

         

       Las medidas que ha impuesto e impone a cada paso la Troika a Grecia, lejos de mejorar la situación, claramente empeora todo, haciendo mayor su caída en el pozo y reduciendo a niveles difíciles de soportar el nivel de vida de las masas griegas.

       Mientras el Eurogrupo ‘evalúa’ la luz verde para un nuevo préstamo que evite la inevitable declaración de bancarrota del país, un préstamo 130.000 millones de euros para salvar la situación por semanas, la economía de Grecia recibió un mazazo con la noticia de que su PIB sufrió una caída del 6,8 % durante 2011. Ante estos datos el Eurogrupo suspendió su reunión.

 

       La economía griega se ha quedado muy lejos de cumplir el objetivo previsto por la troika, de mantener la contracción del producto interior bruto (PIB) en un 5,5 %. Los datos son asoladores todos los trimestres, que cerraron todos en negativo, con caídas de recesión muy superior a los del resto de Europa, de la zona euro: -7,3 %, -8,0 %, -5 % y -7,0 %.

        

     Esto es la demostración más palpable de que todas las medidas que han impuesto a Grecia la llamada Troika europea (Banco Central Europeo (BCE), Comisión Europea (CE) y Fondo Monetario Internacional (FMI) ), lejos de servir para solucionar nada, han propiciado una situación de barbarie económica en el país. Han provocado una mayor parálisis de la economía real, han llevado al desempleo a duplicarse, hasta el 21% oficial actual, los salarios han sufrido retrocesos del 20 al 40 % y los precios acumulan ya aumentos de más del 10%.

       

   Los imperialistas europeos revisarán el estado de las medidas en junio y solo se espera que impongan nuevas y mayores condiciones draconianas a los griegos, que sea bastante probable que tengan que salir del euro, de la UE y declarar la bancarrota antes, o por esas fechas.

        

  La capacidad adquisitiva de los griegos esta por los suelos, fruto de las políticas de austeridad. Ello ha tenido ya un efecto demoledor, con el cierre de más de 60.000 negocios en 2010 y 2011. Las perspectivas no son mejores para 2012, como apuntan la patronal y sindicatos, que están en contra de los nuevos recortes aprobados por el Parlamento el pasado domingo, al que correctamente consideran unas medidas que alimentan y empeoran el escenario de recesión que vive Grecia.

        

   Los imperialistas europeos exigen que las medidas de ‘ataques sociales’ sean firmadas por los líderes de los dos principales partidos de Grecia: el socialista Yorgos Papandreu y el conservador Antonis Samarás.

        

   Los copresidentes del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), Charles Dallara y Jean Lemierre, que representa los intereses de los grandes bancos privados, estarán mañana presentes en la reunión de los Ministros de Fianzas. Ello es una muestra de quien está detrás de los ataques a las masas griegas, los grandes bancos europeos y mundiales, aunque esta reunión de Ministros ha sido desconvocada finalmente, dado que Grecia no ha cumplido, dicen, todas las condiciones para recibir un nuevo ‘rescate’.

        Desde la UE aseguran que aún falta más ‘trabajo técnico entre Grecia y la troika -la Comisión Europea, el FMI y el BCE- en varias áreas y que todavía no ha recibido el compromiso por escrito de los líderes de los partidos de la coalición gubernamental de que aplicarán el programa de ajustes y reformas estructurales acordado’.

          

       Las llamas de la revolución social están siendo infladas permanentemente por gasolina, por parte de los imperialistas europeos y sus aliados del gobierno griego. La tarea en estos momentos, la única viable desde un punto de vista progresista, es dotar al movimiento obrero griego de un claro programa de lucha por la transformación socialista de Grecia, que abriría el camino en la misma vía a cambiar la sociedad en el conjunto de Europa.