ESPAÑA, ¿DONDE ESTAN LOS DIRIGENTES SINDICALES, TOXO Y MENDEZ?

* Debemos Impulsar la Lucha Social. Cambiemos las direcciones de nuestras organizaciones, que no están a la altura de las tareas

Salvador PEREZ

           El pasado 14 de noviembre, entre otros países, hubo en el Estado español una Huelga General que dejo patente, de forma clara y nítida, que la clase trabajadora, la inmensa mayoría de la población está en contra y se posiciona activamente en contra de las políticas de permanentes recortes y ataques sociales del gobierno del PP, de la derecha española. Después, y antes, del 14 de noviembre los trabajadores y la juventud en España han dado muestras sobradas de su voluntad firme de luchar hasta el final en contra de las políticas del gobierno, en connivencia con los estrategas imperialistas de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

             Pero para la convocatoria de la Huelga General del 14 de noviembre, a la que los dirigentes se vieron empujados por el ambiente social existente, aunque hicieron todo tipo de maniobras, que no contribuían precisamente a garantizar el éxito de lucha.  Entre otras, para evitar dar la cara al 100 por cien, en la lucha, como correspondía en la situación, crearon lo que llamaron ‘CUMBRE SOCIAL’, en donde en el fondo pretendían esconderse detrás de un conglomerado de siglas y colectivos, con el único objeto de no aparecer ellos mismos como los máximos responsables de que la convocatoria de Huelga fuera un éxito.

             Existía una enorme necesidad de que los dirigentes sindicales llevaran el debate social sobre la necesidad de impulsar una lucha sostenida contra las reaccionarias políticas gubernamentales a cada centro de trabajo, a cada barrio, a cada centro de estudios,… Pero poco o nada de eso vimos, o para decirlo más ‘elegantemente’, mucho más a este respecto pudieron hacer y no hicieron las direcciones sindicales.

            Sin embargo, lo más curioso es que tras la Huelga General del 14 de noviembre no solo el gobierno no dio marcha atrás en sus políticas de ataques, sino que continuamente están planteando nuevas medidas que suponen hacernos retroceder en derechos sociales y empobrecernos desde el punto de vista de nuestras condiciones de vida. Sin embargo, los que veíamos la convocatoria de la Huelga General como un paso más en un proceso de lucha social contra estas políticas, nos hemos dado cuenta pronto de un hecho decisivo, a la hora de garantizar el éxito de la movilización social: los dirigentes sindicales, comenzando por sus máximas cabezas visibles, Toxo y Méndez, han desaparecido de la escena, por supuesto de las luchas y movilizaciones.

            Y el problema no es que algunos podamos pensar eso. El problema y situación desgraciada en estos momentos es que esta misma visión está siendo tenida y vista por miles, cientos de miles de trabajadores, incluyendo a millares de afiliados y activistas sindicales de los propios sindicatos, de CCOO y UGT, que están sintiendo en estos momentos una orfandad total de dirección, en los momentos en los que más se necesita de una dirección que encauce y dirija la movilización, que tire hacia delante de la lucha. Las cúpulas sindicales de CCOO y UGT se convierten así en un elemento clave para que el gobierno de la derecha continúe machacando a los trabajadores y sectores mas oprimidos de la sociedad.

           Desde aquí hacemos un llamamiento a la reflexión y al debate permanente y concretamente a la necesidad de que NO CONFUNDAMOS NUESTRO ENEMIGO EN ESTOS MOMENTOS CLAVES. Nuestro enemigo central en estos momentos son las políticas reaccionarias del gobierno del PP, que son llevadas a cabo para satisfacer los intereses materiales de nuestros enemigos de clase, los grandes empresarios, banqueros y todo tipo de especuladores financieros.

           Por todo ello tenemos que decir que la aptitud de los dirigentes sindicales de CCOO y UGT no nos ayudan, ni mucho menos, en estos momentos a que tengamos siempre presente esta cuestión de quienes son nuestros enemigos. Ellos con sus aptitudes y posturas están creando confusión y en cierta forma contribuyen a poner mordazas al movimiento, evitando una mayor amplitud de la lucha. Y es por ello que desde aquí debemos recordar que si queremos culminar nuestra lucha por evitar retroceder a dosis altas de barbaries, debemos comenzar desde ya a provocar un cambio en las direcciones de nuestras organizaciones sindicales. Un cambio que no puede ser simplemente de personas, sino de las ideas, los métodos y el programa que los dirigentes actuales, que evidentemente deberá comenzar por cambiar las cabezas más visibles de las direcciones, Toxo y Méndez, que están defendiendo posturas totalmente incorrectas, que no se corresponden a las necesidades objetivas que tenemos por delante, que no es otra cosa que vencer contundentemente al gobierno y sus políticas reaccionarias.