PREPAREMOS NUEVO ESCENARIO DE LUCHA SOCIAL, DE CLASE

·  El mundo, la sociedad, de los empresarios y banqueros amenaza con hundir al conjunto sociedad. gobiernos de Europa cuestionan derechos sociales, laborales, salariales y También se cuestionan derechos democráticos para la mayoría.

·  Solo los trabajadores y la juventud en lucha pueden poner coto a los fascistas, como se demostró ayer en Alemania, donde “miles de personas bloquearon este sábado una manifestación nazi, del NPD, en un barrio de población turca en Berlín”.

Salvador PEREZ

        La crisis económica del capitalismo se ha transformado, a todos los niveles, en crisis social, política y en general de las relaciones entre las clases, tal y como las habíamos conocido durante décadas y décadas. Los cimientos que anteayer nos presentaban como firmes del capitalismo en Europa se tambalean desde un extremo hasta el otro. Nada queda estable. La propia burguesía es consciente de que todo ello constituye el caldo de cultivo objetivo para explosiones sociales y procesos de revoluciones en la sociedades europeas.

         Es necesario remarcar que tras décadas de predominio aplastante de las ideas del reformismo de derechas, este que planteaba que ‘mañana mejor y pasado aun mejor’, el proceso de la revolución esta siguiendo una línea dialéctica de aproximaciones sucesivas, en la gran escuela de aprendizaje de las masas que supone el nuevo escenario de la lucha de clases.

        Lo primero que hizo la crisis fue hacer que en la clase dominante se abandonara cualquier perspectiva de realizar reformas en beneficio de la mayoría de la población. Lejos de ello, la clase dominante, la burguesía, saco una importante conclusión de la situación económica del capitalismo: “los llamados Estados del bienestar son inasumibles por el sistema y uno tras otro hay que demolerlos, acabar con el conjunto de las conquistas sociales, laborales y salariales de la clase trabajadora”. A partir de ahí es lo que estamos viendo, con el desmantelamiento de la sanidad, la educación, las pensiones,… los servicios públicos, que están en la mira de aquellos que solo han visto siempre como potenciales negocios lucrativos.

        Pero las agresiones que están perpetrando los poderosos contra los débiles de la sociedad no están quedando sin respuestas. Huelgas Generales, movilizaciones de sectores completos, manifestaciones masivas,… hemos visto en Grecia, Portugal, España, Italia,… A pesar de la aptitud anti-lucha que en muchos casos vienen mostrando las  direcciones sindicales y de los partidos tradicionales de la izquierda, estas se están desarrollando, en muchos casos desde abajo. Estos movimientos y luchas son fenómenos inevitables en este contexto y la necesaria preparación para el aprendizaje, en el proceso que llevara mas adelante al desarrollo de la revolución socialista a plantearse abiertamente las masas cambiar la situación, poniendo fin al sistema capitalista y expropiando las riquezas, el fruto del robo sistemático del poder económico, en manos de los grandes empresarios y banqueros.

        Esto es conocido como el proceso molecular de toma de conciencia de las masas hacia la revolución. Los estrategas serios de la clase dominante son conscientes de esta situación objetiva, al igual que los principales representantes de la propia clase dominante, que siente la respiración del ascenso de la lucha de clases en sus cuellos e intentan tomar medidas para luchar contra ello.

       Los únicos que al parecer no se enteran de nada, anclados en sus posiciones erráticas de la ‘paz social’, son los dirigentes de los sindicatos y de las organizaciones reformistas de la izquierda. Aquí tenemos impepinablemente a vendedores de humo, que se niegan admitir que las reformas son incompatibles con el capitalismo en crisis y que ante la embestida en todas las líneas que esta realizando la clase dominante y sus gobiernos tan solo saben gritar “lleguemos a un acuerdo, pacto, social, por favor”. Por penoso que es el espectáculo de estos dirigentes, que se llamaban a si mismo ‘realistas’, no deja por ello de ser menos cierto al cien por cien.

       Pero los intentos de estos dirigentes sindicales y reformistas de derechas están condenados al mas escandaloso de los fracasos. En este periodo de decadencia capitalista, de ataques continuos a los derechos sociales, laborales y salariales, con altas tasas de desempleo y creciente niveles de miseria, la confrontación social es inevitable. Ello es comprendido, en primer lugar, perfectamente por los estrategas del capital, que se preparan concienzudamente para este alza de la lucha de clases.

       ¿Cómo se prepara la burguesía para este nuevo periodo histórico del capitalismo?. Pues no existe un solo factor, pero si toda una serie de medidas y medios sintomáticos. De la misma forma que la clase dominante ya no tolera condiciones de vida dignas para la mayoría, en líneas generales comienza a cuestionarse inclusive los elementos externos e internos que caracterizan la propia existencia de la llamada democracia burguesa.

       Esta democracia siempre ha sido mas de formas que real. En lo sustancial la clase dominante a convivido cómodamente con los derechos democráticos, el derecho al voto, a manifestación, reunión, huelga,… siempre y cuando ellos mantengan firmes la ‘sartén por el mango’. Inclusive la democracia mas avanzada bajo el capitalismo esta sustentada en el dominio y control de la sociedad por parte de los Consejos de Administración de las grandes empresas y bancos, que son los que deciden en ultima instancia los aspectos centrales de las políticas que se aprueban en los ‘democráticos parlamentos burgueses’. El lema y funcionamiento es claro: ¡Tu vota, pero decidimos nosotros, los de arriba!.  Miles de lazos visibles e invisibles condicionan a las instituciones burguesas con los centros del poder real en la sociedad, las 100 familias de la oligarquía financiera, industrial y de la propiedad de las tierras.

     Desde el inicio de la crisis capitalista allá por el 2008 hemos visto como todo un síntoma de anticipo de la verdadera naturaleza de clase de la llamada democracia, como la clase dominante ha prescindido de las ‘formas democráticas’ incluso destituyendo gobiernos de países y nombrando directamente desde los Consejos de Administración de la burguesía gobiernos que bautizaron como ‘técnicos’. Grecia e Italia han sido los casos mas claros, pero los casos de los gobiernos de Portugal o España, subordinados a las ordenes de imperialismo europeo, no han sido menos clarificadores de la situación.

      Otra peculiaridad de este periodo esta siendo la destrucción de los derechos democráticos de la clase trabajadora, al objeto de intentar evitar que las luchas se produzcan. Los derechos a huelga, manifestación y libre expresión están siendo cuestionados país tras país en Europa. La represión estatal que ejerce la burguesía esta creciendo de forma alarmante. Los manifestantes son identificados, multados y detenidos. Los gobiernos utilizan como hacia décadas no veíamos a las unidades policiales para reprimir las manifestaciones, policías que infiltran a las propias manifestaciones para crear violencia y ‘justificar’ sus criminales represiones.

        Y existe un ultimo elemento que no queremos dejar de mencionar aquí. Se trata del resurgir de las bandas fascistas país tras país. No tenemos dudas de que detrás de ello están sectores importantes de la clase dominante, que ven la necesidad de tener a estas bandas fascistas preparadas para combates directos con la clase trabajadora en un periodo de ascenso de la lucha de clases. Como demuestra la experiencia y la evidencia de ejemplos como Amanecer Dorado en Crecía, estas bandas están siendo financiadas, preparadas y armadas desde las llamadas ‘cloacas de los Estados’, como fuerzas auxiliares de choque contra el movimiento obrero.

       Si bien es cierto que aun hay sectores de la clase dominante que recuerdan la experiencia de cuando los movimientos fascistas se les fueron de control y tuvieron problemas para meterlos en cintura de nuevo, con un paréntesis de una guerra mundial de por medio, ante el miedo que los grandes empresarios y banqueros sienten ante luna clase trabajadora en ascenso de sus luchas, no dudaran en utilizar a los matones fascistas.

       Y debemos de tener claro una idea central. La lucha contra el fascismo es parte de la lucha de clases de los trabajadores, la juventud y los oprimidos de todo el mundo, una lucha simultanea a la lucha por el socialismo, por acabar con el dominio social y económico de la burguesía. Seria un tremendo error que confiáramos en que la policía y el Estado combatirá a esos criminales fascistas. En lo esencial están sostenidos y apoyados por esa misma policía, como demuestran claramente los datos de Grecia o de España, en donde bandas como ‘los Camisas Negras’ intentaron infiltrarse en la manifestación del pasado 22 de Marzo, crearon violencia donde pudieron para justificar la brutal represión al movimiento de lucha por parte de la propia policía y el gobierno que anda detrás de esta.

       Cortar de raíz el ascenso y fortalecimiento de los grupos fascistas es la tarea que debemos realizar, basándonos en los métodos de lucha tradicionales de la clase trabajadora, como es mediante la organización de potentes ‘servicios de orden’ de nuestras manifestaciones, lo único que puede garantizar a partir de ahora que podamos ejercer nuestros derechos democráticos. Es menester el establecimiento de un claro y nítido ‘frente único’ de clase, del conjunto de las organizaciones de los trabajadores y la juventud, al objeto de protegernos de los fascistas, bajo la clara idea de que ‘ni una sola agresión sin respuesta’.

        Ayer mismo en Alemania los grupos nazis intentaron hacer una demostración de fuerza convocando manifestaciones. En Berlín tenían convocada una marcha, que fue impedida su desarrollo por miles de manifestantes antifascistas. Los cien manifestantes fascistas solo pudieron andar 200 metros, ante la presencia en la calle de varios miles de manifestantes, convocados por la Asociación “Berlín libre de nazis”, compuesta por miembros de organizaciones de izquierdas como Los Verdes, La Izquierda, las juventudes del Partido Socialdemócrata (Jusos) y el sindicato Verdi, que les bloquearon las calles. De nuevo los fascista intentaron crear bulla y violencia, tirando piedras y botellas, pero los miles de manifestantes se mantuvieron firmes y no pudieron dar un paso mas. Como no podía ser de esperar de otra forma, la policía ataco a los manifestantes de izquierda y protegió a los fascistas.

        Un nuevo periodo histórico estamos viendo desarrollarse ante nuestros ojos. El futuro no esta escrito ni predeterminado. Lo único cierto es que el capitalismo como sistema social esta en declive y muestra claramente sus limitaciones reaccionarias. Frente a ello la única alternativa solida es dotar al movimiento de lucha de los trabajadores, la juventud y los oprimidos de un claro programa que ofrezca una alternativa de sociedad.

        Frente a la decadencia del mundo de los grandes empresarios y banqueros es necesario que la mayoría expropie las palanca fundamentales de la economía para planificarla en beneficio del conjunto de la población. Solventar la contradicción capitalista de que en la producción sobre de todo y a la mayoría nos falte de todo, esa es el objetivo central de una sociedad socialista, una sociedad democrática basada en el control de los trabajadores y la mayoría de la población de todos los aspectos importantes, de los centros de trabajo, estudio y barrios donde vivimos.

             Toda la experiencia histórica, teórica y practica del movimiento obrero y los oprimidos, demuestra que para cambiar la sociedad necesitamos de organizaciones de clase, sindicatos y partidos, dotadas de claras y correctas direcciones a la altura de la necesidad. Esto es posible dotando a nuestras organizaciones de el genuino programa del socialismo científico, del marxismo, al objeto de abordar una lucha consciente, ganando para ella a la mayoría de la sociedad, por este cambio de sociedad. Esta es la tarea histórica del marxismo revolucionario, el conectar y ganar a los trabajadores y la juventud para estas ideas.

             La contradicción histórica de la madurez para el socialismo, por una parte, y la debilidad aun de las ideas del marxismo, por otra parte, esta provocando nuevamente un proceso que ya hemos visto muchas veces: grupos pequeños, que no pueden dejar de ser vistos como sectas por las masas, que apresuradamente corren a proclamarse el ‘Partido de la Revolución’ (¿¿??), ‘la internacional revolucionaria. Entre sus actos favoritos están los de publicitar la celebración de congresos de ‘unidad revolucionaria’.

           Estos grupos se caracterizan por gritar en los márgenes del movimiento obrero, pero no construirán semejante partido revolucionario ni en otros veinte siglos. La experiencia lo corrobora una y otra vez, sobre todo porque llenos de sectarismos olvidan aspectos centrales del trabajo revolucionario en estos momentos, que no es ‘dar lecciones de cátedra revolucionaria a las masas’, sino en palabras de Lenin, ‘hacer un trabajo sistemático y paciente entre las masas y sus organizaciones tradicionales, al objeto de ganar a los sectores y mejores individuos para construir las fuerzas del marxismo’. De cualquier forma este asunto deberemos abordarlo en próximas fechas.

         Jamás en toda la historia las condiciones para cambiar el sistema dominante han sido mas propicias. Los trabajadores y la juventud efectivamente necesitan para ello de herramientas correctas y en el transcurro de la lucha lograra el marxismo genuino enganchar con el movimiento de lucha y dirigirlo hacia el final del capitalismo. Grupos como la Corriente Marxista Internacional están haciendo un serio y honesto trabajo en esta línea.