¿MONARQUIA O REPUBLICA? – ¡¡Queremos decidir!!

· La clase dominante intenta nuevamente realizar reformas por arriba, para evitar la revolución desde abajo.

· Intentan a marchas forzadas proclamar con urgencia a Felipe como rey, ante la crisis creciente.

· “Republica es no a la deuda, no a las privatizaciones, por el trabajo para todos, por las pensiones, por la educación,…”

Salvador PEREZ

       Siempre intentan aparentar que se hacen cambios, para que todo continúe funcionando igual, sobre la base del control total de la economía, la cultura,… la sociedad por un puñado de familias, al único objeto de satisfacer sus inagotables ansias de enriquecimiento sin limites. La historia siempre se repite, “unas veces como farsa y otras como tragedia”. En cada periodo de ascenso de la lucha de clases, de la lucha de los de abajo por la justicia e igualdad social, la clase dominante siempre recurre a tácticas y métodos similares: realizar reformas por arriba, con el objetivo de controlar y disipar los movimientos de lucha por la transformación social que emanan desde abajo. Esta es una constante histórica.

     Aquellos que han podido tener dudas de que hemos entrado en un nuevo periodo histórico solo deberían mirar las ráfagas de enormes acontecimientos que están teniendo lugar en la sociedad, en estos mismos momentos. Todos estos acontecimientos durante los últimos años constituyen toda una magnifica escuela de aprendizaje para las distintas clases y capas de la sociedad. Acontecimientos que necesariamente se producen de forma dialéctica y que en su conjunto marcan el camino del proceso de la revolución social en el estado español.

      Entramos a un nuevo escenario en donde todo lo que ayer parecía firme y estable hoy solo es arena movediza en constante cambio. Todo está cada vez más cuestionado, todo se mueve cada vez más para dar paso a nuevas situaciones. Este periodo estará cada vez mas caracterizado por cambios bruscos y repentinos en toda la situación, lo cual constituye una señal inequívoca de que estamos ante un apasionante nuevo periodo histórico de revolución y contrarrevolución social.

      Un claro ejemplo de todo ello lo podemos ver en las consecuencias sociales que han abierto en el Estado español los resultados de las recientes elecciones europeas. Estas han estado precedidas de enormes acontecimientos y movilizaciones sociales, como el Movimiento 15M, las luchas de distintas ‘Mareas’ (Sanidad,Educación, Afectados por las Hipotecas,…), la Marcha por la Dignidad,… que han ido colocando a todos los elementos que parecían estables y fijos en la situación española en crisis.

    Todos y cada uno de los estamentos e instituciones del régimen burgués español esta absolutamente desprestigiado y es rechazado socialmente. Desde el Parlamento a la Monarquía, desde el gobierno a los dirigentes del principal partido de la oposición (PSOE), que es visto justamente como un simple continuador de las políticas de la clase dominante. Es todo ello lo que produjo el día de las elecciones una foto en donde vimos la caída en picado del voto del PP y del PSOE, que pasaron de contar con el 81% en 2009 al 49% en 2014,con mas de 5 millones de votantes menos.

      Acompañando a este dato hemos visto un fuerte aumento del voto a la izquierda, hacia aquellas fuerzas que aparecen como contrarias a las políticas de ataques y recortes sociales, en contra de la ‘austeridad’ que obliga el imperialismo europeo. Izquierda Unida y PODEMOS sumaron mas de 18% de los votos y ello solo es un leve reflejo de que existe una mayoría de la sociedad que esta buscando una alternativa revolucionaria para cambiar la sociedad.

      Tras este resultado electoral la crisis política del sistema se ha agudizado enormemente, provocando verdadera preocupación y dolores de cabeza en los estrategas mas serios de la clase dominante. Como efectos directos de todo ello vimos la dimisión fulminante de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del PSOE, con un colapso total de la dirección socialdemócrata de derechas a niveles históricos. Los apuntaladores del sistema, los socialdemócratas entregados de cuerpo y alma al capitalismo sufren una crisis de tal envergadura que tienen malos pronósticos de recuperación a la vista.

     Pero igualmente vemos la mayor crisis de los últimos cuarenta años de una de las instituciones que aparentaban fortaleza y estabilidad en el capitalismo español: la monarquía. Juan Carlos se ha visto obligado a abdicar tras las elecciones, en un intento desesperado de dejar el trono para salvar a la monarquía, intentando dar paso a su hijo Felipe como nuevo rey.

      Pero la abdicación de Juan Carlos ha abierto la ‘Caja de pandora’. Una amplia mayoría de la población comienza a ver cada vez mas como ilegitima y bastarda ala monarquía, la cual es el fruto de la imposición que realizo la agonizante dictadura del general Franco.

      El gobierno de la derecha, del corrupto Partido Popular, se ha visto obligado ha realizar una urgente ‘Ley de Sucesión’ ante la abdicación del rey, para ser aprobada hipócritamente por un Parlamento que es absolutamente a estas alturas totalmente ilegitimo y que no refleja en absoluto la nueva realidad política española. En marchas forzadas intentan cubrir toda la crisis institucional de la vida española con votaciones en el parlamento, en donde se dan la mano los corruptos dirigentes del PP con los del PSOE. Pero estas ‘decisiones parlamentarias’ a cada paso se ven enfrentadas a la verdadera opinión de la población, que no se refleja en ese parlamento, pero si cada vez mas en las calles.

      No fue casual cuando cientos de miles de personas en el Estado español se lanzaran a las calles el mismo día de la abdicación de Juan Carlos, celebrándose decenas de manifestaciones espontáneas en el conjunto del Estado, en las que predominaba un ambiente de alegría y euforia ante el final de la monarquía y de reivindicación al derecho de la ciudadanía a decidir entre monarquía o republica. Esto es claramente una muestra firme de la total crisis del régimen que surgió de la Constitución de 1978, una muestra de la necesidad de abrir un nuevo proceso constituyente que permita a los pueblos del Estado español luchar por una republica socialista federal, una verdadera democracia de los pueblos.

      Desde la abdicación del rey hasta ahora mismo, cuando intentan a marchas forzadas proclamar con urgencia a Felipe como nuevo monarca, existe un creciente movimiento de apoyo al derecho del pueblo a elegir entre monarquía o republica. En realidad si este movimiento no se ha concretado ya en jornadas decisivas de lucha que tiren por la borda a esa institución anacrónica,como es la monarquía, ha sido hasta ahora por las indecisiones, titubeos,… de aquellos que dicen ser dirigentes de izquierdas y que deberían haber dado pasos mucho mas firmes y decididos en el camino de la lucha y la movilización.

      Por cierto, frente a centenares de miles de manifestantes por el Referéndum para decidir, la derecha también intento organizar una manifestación de apoyo a la monárquica en las calles de Madrid, con un exitoso y clarificador resultado: reunieron patéticamente a 150 manifestantes.

       Jornadas importantes están por vivirse en torno a este asunto y la burguesía española es consciente de ello. Es por esto que desde el Presidente del Parlamento, Posadas, pasando por el órgano de gobernó de los propios jueces españoles,esta pidiendo con urgencia una Ley para aforar y evitar que Juan Carlos pueda ser juzgado por los delitos que ha podido ir cometiendo durante sus años de reinado. Están proponiendo al Gobierno que ¡¡ “la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) incluya el aforamiento del rey Juan Carlos I, de tal manera que sea juzgado ante el Tribunal Supremo tras su abdicación” !!   Estas propuestas para ‘aforar por completo’ a Juan Carlos de Borbón estarían pues más que fundadas y como botón de muestra ya existen noticias sobre presuntas demandas judiciales:

       En ‘Radio Gramsci’ un abogado de Alicante, José Luis Escobar, ha afirmado que “va a solicitar el procesamiento del ciudadano Juan Carlos de Borbón, por un ‘delito fiscal continuado’, mediante denuncia judicial que ya ha puesto en marcha... Este mismo abogado, en 2012, ya planteó judicialmente las responsabilidades del aquel momento monarca, por presuntos y diferentes delitos que pudo cometer tras su viaje de cacería a Bostwana.

      Es claro que estas propuestas no surgen porque si, sino de la apreciación correcta de que mas allá de las intenciones de la clase dominante de pasar pagina en el problema de la monarquía cambiando de monarca, los acontecimientos pueden sufrir un vuelco decisivo en cualquier momento si se profundiza el descontento y la movilización social en las calles. Ello les puede obligar rápidamente a cambiar la hoja de ruta y tirar a la propia monarquía al cubo de la basura, en un intento de salvar lo fundamental para ellos, el capitalismo.

       Los intentos de reprimir, de asustar a la gente mediante medidas de incremento de la represión policial y judicial están condenadas en estos momentos al fracaso. Miles y miles de manifestantes continúan acudiendo a las manifestaciones, a pesar de que “decenas de agentes de la Policía Nacional rodeaban la plaza, los accesos de metro y la propia concentración en la Puerta del Sol,… Al menos una decena de manifestantes han sido identificados por los agentes de la UIP, a los que posteriormente les llegaran multas”.

        La gente es cada vez mas consciente de que la lucha no es en abstracto entre monarquía o republica, sino que tiene un trasfondo claramente social: la lucha contra los privilegios de aquellos que detentan las grandes fortunas del país y contra la continuidad de las políticas de recortes y ataques sociales, laborales y salariales que durante años padecemos.

       Nada de casual tiene por supuesto que Juan Carlos se haya despedido con lagrimas en los ojos de los grandes empresarios y banqueros, como Emilio Botín. Al fin y al cabo ha sido una escenificación mas de que la monarquía es un instrumento mas en manos de la clase dominante para dominar la sociedad, de que Juan Carlos ha sido, lo mismo que ahora pretende ser su hijo, el rey de los capitalistas, los banqueros y los terratenientes españoles, a los cuales con gusto acompaño por todo el mundo para realizar suculentos negocios privados, los cuales dejan a la Corona abultadas comisiones.

        "Monarquía ¡abolición!. El pueblo decide", es una de las consignas mas repetidas en las manifestaciones y concentraciones de estos días, que se ve acompañada de otras muchas de carácter democrático y social, como el grito de "Basta ya de Estado policial", cada vez que la policía identifica a los manifestantes. Efectivamente estamos ante una lucha de carácter democrático y con un carácter claramente social. Cualquier otra forma de plantear el debate entre monarquía o republica, por el Referéndum, es falso y no se corresponde a los verdaderos sentimientos de la mayoría.

      Cada vez es más visible el hilo que une en la lucha a los trabajadores, a los jóvenes, a los desfavorecidos de la sociedad en estos días: la lucha por una republica es claramente la lucha contra las políticas de austeridad que imponen los capitalistas, la lucha contra el pago de la ilegitima deuda a costa de empobrecer a la mayoría, la lucha contra las políticas de privatizaciones, la lucha por un trabajo, por tener pensiones dignas, por la educación publica de calidad, por la separación de la Iglesia y el Estado, por los derechos democráticos de los distintos pueblos que viven en la península ibérica,…"

        Es en este contexto en donde aparecen claramente diferenciados aquellos que, independientemente del nombre o siglas con el cual lo hacen, están al lado de los trabajadores y de la mayoría de la sociedad o están al lado de la clase dominante y por tanto de la explotación, la injusticia y la desigualdad social. Por ejemplo, nuevamente vemos perfectamente retratados a los dirigentes socialdemócratas de derechas del PSOE (por llamarlos de alguna forma), que nuevamente se prestan para ser ‘muletas de la moribunda monarquía’, apoyando en el parlamento la “Ley de Sucesión” y oponiéndose con las dos manos al respeto democrático básico de que la ciudadanía pueda expresarse libremente en una consulta, en un Referéndum.

      Pero dejemos, como decía el clásico, “que los muertos entierren a sus muertos”. Ahora y aquí lo que necesitamos es una dirección política y sindical que este a la altura de las circunstancias históricas, que sea una genuina dirección revolucionaria para luchar por todos los derechos democráticos y sociales que necesitamos, que nos permita luchar abiertamente con garantías de éxito por la transformación socialista de la sociedad, expropiando a los parásitos sociales que son dueños actualmente de las grandes empresas y los bancos.

      Toda la situación del presente nos indica que defender los intereses de la mayoría de la sociedad es absolutamente incompatible con estar sentados en la misma mesa con los grandes empresarios y los banqueros. Como decía el fundador del socialismo español, Pablo Iglesias, “o con los trabajadores y los oprimidos o con los capitalistas. Ambas cosas al mismo tiempo son incompatibles”.

      En esta lucha de nuevo se hace necesario y urgente levantar, construir una firme dirección para la lucha, una dirección basada en el firme y correcto programa del socialismo científico, el marxismo, el único capaz de ofrecer una salida al callejón sin salida actual del capitalismo.