EL 99 % PAGAMOS LOS IMPUESTOS, MIENTRAS 1 % PRIVILEGIADOS EVADEN PAGAR

· Los sistemas impositivos, tanto impuestos directos como indirectos, recaen sobre familias trabajadoras asalariadas y trabajadores autónomos.

· Las Grandes empresas burlan Legislación impositiva con ingeniería fiscal –contable o evaden el pago impuestos llevándose contabilidad a paraísos fiscales.

Salvador PEREZ

      Una de las medidas económicas que tomo el gobierno de la derecha en España fue subir los impuestos, algo que cuando estaba en la oposición criticaba e incluso llego a poner mesas de recogidas de firmas en contra de la subida del IVA practicada por el gobierno del PSOE. Ahora ya escuchamos cada vez con más fuerza, la idea lanzada en la Unión Europea, sobre la necesidad de una nueva subida del IVA, de los impuestos en España. Pero en realidad ¿pagamos todos los mismos impuestos?

      Con los datos oficiales en la mano, en el Estado español más del 75% de los recursos económicos ingresados por el Estado provienen de los impuestos que afectan directamente al consumo, el IVA, al igual que los pagos del Impuesto de las Rentas de las Personas Físicas, el IRPF, que se aplica directamente sobre las rentas del trabajo, aportando los asalariados un 80 por ciento de este impuesto.

      Estos datos contrastan con el dato de que los ingresos de más de 1.000 millones, que están situados en las grandes empresas, entidades financieras,… en vez de tributar a los tipos impositivos normales lo hacen tan solo al 17 por ciento.

      Con carácter general, o sea para todos nosotros, cada ciudadano que consume en España 100 euros debe de pagar un ‘extra’, en concepto de impuesto indirecto, del 21 por ciento en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Los beneficios fiscales para el común de los ciudadanos, los trabajadores, quedan de esta forma de una forma inexistentes. El IVA lo pagamos en forma de sobreprecio del producto que compramos y en cuanto al IRPF, nos deducimos el porcentaje correspondiente por la Adquisición de vivienda y ya solamente nos podremos deducir la “Aportaciones al Plan de Pensión”, que no es muy frecuente por cierto, ya que no nos llegan los ingresos a los comunes de los mortales para ello y además no es una deducción en sí mismo, sino un ‘diferimiento de rentas’.

      Como resultado final de todo ello tenemos que el grueso fundamental de los ingresos fiscales que recauda la Hacienda Pública española esta soportado por la clase trabajadora asalariada y la llamada ‘clase media’, normalmente trabajadores autónomos. Como decíamos, al derivar del IVA y el IRPF, el 75 por ciento de los ingresos del Estado por el IVA y más del 80 por ciento que el IRPF saca de las rentas del trabajo. Y ello nos sitúa ante la realidad económica actual, que obliga a los ciudadanos a continuar soportando el pago de estos impuestos, aunque los ingresos por salarios o ejercicio del trabajo de los autónomos desciendan, fruto de la crisis. Hacienda no entiende y nos seguirá cobrando de la misma forma.

      Esto siempre supuso, algo que queda más al descubierto en este periodo de profunda crisis económica del sistema, una brutal discriminación sobre el tipo de fiscalidad que el Estado hace sobre las empresas y muy especialmente sobre las grandes corporaciones empresariales, con especial forma de privilegios sobre aquellas que operan en diferentes países, las multinacionales. Estas en realidad operan libres de impuestos en España, por la risueña fiscalidad que tienen.

       Las multinacionales en especial actúan con distintos impuestos, dependiendo en los países en los que están establecidas, y por medio de ‘complejas operaciones contables y complejos flujos de capitales entre sus diferentes filiales en los diferentes países, siempre logran una clara disminución de los impuestos que pagan sobre sus abultados beneficios. Aquí ya ni siquiera opera ‘la ley de la selva’, sino los puros mecanismos de complejas ingenierías financieras fiscales, puestas al servicio de los poderosos.

        Los diversos Informes de ‘auditoria’ que realizo la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en 2010, sobre las diez grandes empresas españolas que cotizan en Bolsa (Santander, BBVA, ACS, Iberdrola, Telefónica, Inditex, Abertis, Repsol, Gas Natural y Ferrovial) arrojan unos beneficios aproximados, antes de impuestos, de unos brutales 51.300 millones de euros.

        A un Tipo Nominal del 30%, que correspondería sobre esos beneficios, deberían haber pagado a la Hacienda española unos 15.300 millones de euros. Sin embargo, según los balances oficiales de estas mismas empresas, los Balances no oficiales los tienen a buen recaudo para que no sean conocidos, estas empresas pagaron no más de 12.242 millones de euros, representando ello que pagaron a un Tipo Nominal Impositivo del 23,9% sobre los beneficios que obtuvieron, en vez de hacerlo al que le correspondía del 30 por ciento.

       Solamente esta cifra es suficiente para decir que estas diez grandes empresas españolas, todas ellas muy patriotas cuando no cuesta nada, pagaron un tipo impositivo inferior al 6 por ciento que le correspondía, dejando de ingresar al fisco más de 3.000 millones de euros, por lo que además se vieron beneficiadas en deducciones, reducciones y hasta créditos fiscales, que bajaron aún de una forma más repugnante los impuestos que pagan, ellos los ricos de este país. Pero además, como decíamos, tenemos la ingeniería económica-fiscal que practican dichas multinacionales y con ella lograron hacer ‘pagos diferidos’ (que no deben abonar en ese momento),… Finalmente tenemos que en realidad pagaron muy por debajo del 21 por ciento de Tipo Impositivo por sus millonarios beneficios.

        Los últimos datos oficiales de Hacienda datan del año 2008 y cuando han sido analizados por expertos han encontrado que “la mayoría de las grandes empresas que cotizan en Bolsa tributaron a un tipo fiscal efectivo medio del 14,5%, lo que representa menos de la mitad del 30% nominal”. Desde el año 2008 esta práctica empresarial se ha incrementado, pagando menos, aquellas que no buscan ‘móviles de crisis económica para no pagar’, con lo cual ha habido una caída brutal del Impuesto sobre Sociedades, entre los años 2006 y 2010 de cerca del 70%.

          La tributación de las compañías pasó de 41.675 millones de euros en 2006 a escasos 13.383 millones en el 2011, un 68% menos. Una cifra espectacular, en realidad muy, que muy superior a la caída del PIB de la economía española, que fue del 3,6 por ciento en 2009. Ni siquiera esta caída de la actividad llega a justificar el desplome del pago de impuestos de las grandes empresas, que huelen de esta forma mucho más a un fraude organizado.

          Las multinacionales españolas no pagan los impuestos que deberían, por sus ganancias, bordeando o saltándose directamente las leyes tributarias. Pero en el caso de las multinacionales ‘de fuera’ es aún mucho más escandaloso. Uno puede probar hacer ‘compras’ con algunas grandes empresas de servicios informáticos, como Google, Amazon, Apple, eBay o Facebook y veremos como en muchos casos ‘nos facturan’ desde países como Irlanda. Estas grandes multinacionales, de media, no pagan más del 2 por ciento de impuestos sobre sus enormes ganancias en suelo español. Por ejemplo, Apple o Google facturan alrededor del 99 por ciento de sus ventas en España desde Irlanda. Esa es la realidad objetiva, digan lo que digan.

            En este contexto, a quien le puede extrañar que la diferencia entre los ricos y pobres aumentó en España un 10 por ciento durante los dos primeros años de la crisis, entre 2007 y 2009, un porcentaje "sensiblemente" superior al registrado de media en el resto de países de la Unión Europea, según se desprende del 'Informe sobre la Desigualdad' realizado por la ‘Fundación Alternativas’.   Este aumento en el índice de ‘Gini’, las diferencias entre los que más tienen y los que menos. es fruto de la ralentización de la actividad económica, el brutal aumento del desempleo y con ello “un aumento del numero de  los hogares con menores ingresos que han visto mermados sus recursos durante la crisis, al contrario que en los hogares más ricos".

        Conclusión del gobierno, los estrategas del Capital y los multimillonarios: hay que subir los impuestos a los que pagan, a las familias trabajadoras y autónomas y ello es la otra cara del asunto, de que los ricos pagan ridículos impuestos o no pagan directamente.

        ¿Caben alternativas a toda esta situación denigrante y criminal contra los que somos la aplastante mayoría de la sociedad? Nuestra opinión es que si, cambiando radicalmente todo el sistema impositivo, las leyes que encubren y protegen a las grandes fortunas y por último, cambiando el sistema social, llevando a cabo la expropiación de estas grandes fortunas y empresas, al objeto de poner las palancas centrales de la economía al servicio de la sociedad, lo contrario de lo que ocurre hoy, que la sociedad está al servicio de las grandes fortunas y empresas.