PERSPECTIVAS PARA LA REVOLUCION EUROPEA

** Juncker: “No excluiría corramos riesgo ver una rebelión social”… “aconsejo equilibrar  políticas neoliberales… Tendremos problema mientras las perspectivas crecimiento no mejoren y nivel paro crezca”

Las condiciones objetivas para la revolución al orden del día. Casos como Grecia, procesos similares en España, Portugal, Italia, Francia…, las condiciones amenazan con pudrirse

Salvador PEREZ

        Bueno, no nos damos por aludidos en la defensa que la Jerarquía Vaticana hace del nuevo Papa y sus ‘relaciones peligrosas con la Junta Militar de la dictadura argentina’. Ellos dicen que es una ‘campaña de difamación de la izquierda anticlerical contra el papa’ y que es ‘mentira’. Como nunca participamos de campañas difamatorias, pues a los hechos y testimonios de los represaliados por la dictadura nos remetimos. 

        Por otra parte, el viejo mundo, y no solo nos referimos a Europa, sino al conjunto del capitalismo mundial y su clase dominante decrepita, esta ‘enfermo de muerte’, atenazado por la mayor crisis económica de su historia. La burguesía y sus estrategas son plenamente conscientes del papel reaccionario que juegan, imposibilitando el avance de las fuerzas productivas, las generadoras de la riqueza social. 

         Hemos entrado en un contexto objetivo en el cual vuelven a estar plenamente vigentes, como jamas antes,  las palabras que escribió León Trotsky en ‘El Programa de Transición’: “vivimos una época de agonía prolongada del capitalismo”.

     La crisis económica y sus consecuencias lo impregnan todo. La política, las instituciones burguesas, la cultura, la ciencia, la familia,… la sociedad capitalista está en crisis como reflejo del evidente retroceso de las fuerzas productivas al que asistimos. No nos extraña nada que en esta situación objetiva la clase dominante este destilando por todos sus poros el más absoluto pesimismo ante el presente y el futuro que se le dibuja. La mente de la burguesia y de sus estrategas esta llena de total pesimismo.

         Ellos no ven, ni encuentran salidas en ninguna politica, al callejón en el que esta la economía de mercado. Sienten sobre sus pies como la sociedad se convierte a cada paso cada vez mas en una verdadera 'olla de presión'. De forma dialectica se estan generando enormes tensiones sociales en el interior de la sociedad, se acumula cada vez más cabreo, rabia y frustracion que amenaza con estallar llegado el punto critico. Y en esta situación son incapaces de ofrecer ninguna alternativa de progreso social.

       Sienten sobre sus cómodos traseros como todo está en ebullición y se incuba pais tras pais las condiciones clásicas para el estallido de procesos revolucionarios.

         En los últimos años estamos viendo un clarísimo repunte de la lucha de clases, lo cual evidentemente es el reflejo objetivo de un proceso creciente de polarización social, de aumento brutal de la llamada “brecha entre ricos y los pobres”, que no hace más que acentuarse y aumentar. En países como Grecia, España, Italia, Portugal,… es bastante difícil llevar una estadística minuciosa sobre las movilizaciones, huelgas y manifestaciones sociales que se producen, ya que estas comienzan a ser el pan nuestro de cada día.

         La Confederación Europea de Sindicatos (CES), ha convocado para este jueves una manifestación en Bruselas, en contra de “las medidas capitalistas que están hundiendo a Europa en la miseria, con despidos masivos, tasas récord de desempleo, privatizaciones, recortes salariales y un drástico incremento de precios en los servicios básicos”.

PESIMISMO BURGUESIA

          Al ser preguntado sobre esta convocatoria, Jean-Claude Juncker, el ex Presidente del Eurogrupo, mostrando el pesimismo reinante en los circulos pudientes, ante las perspectivas perspectivas de futuro, ha afirmado que “no excluiría que corramos el riesgo de ver una rebelión social”. Esto es un reconocimiento claro del temor que se extiende en la clase dominante europea, en el imperialismo aleman, sobre las posibilidades de una rebelion de los de abajo en Europa.

         Y tras ello, como quien no participa en estos procesos, añadió que “aconseja equilibrar las políticas neoliberales… Tendremos un problema mientras las perspectivas de crecimiento no mejoren y el nivel de paro crezca”. Pero estos tipos son conscientes de que la situación objetiva de la economía capitalista, atenazada por una brutal crisis de sobreproducción, esta ante la perspectiva de años aún en donde lejos de crecimiento económico vemos destrucción de capacidad productiva instalada y con ello aumento de esa lacra capitalista llamada desempleo.

         Es por ello, en la dinámica permanente de la clase dominante de volcar sobre los más débiles de la sociedad los efectos de la crisis, que en la reunión que este jueves mantuvieron “los Jefes de Estado y de Gobierno de los países del norte de la Eurozona exigieron a los gobiernos de los países del sur mantener a rajatabla los paquetes de recortes sociales dictados por la llamada Troika, conformada por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE)”.

       Cada vez que se reúnen estos ‘macabros’ gobernantes de la Unión Europea escuchamos, invariablemente, el mismo guión: “tenemos que buscar políticas de crecimiento,…” Pero mientras dicen esto con la boca pequeña, acaban llegando a un acuerdo, el que marca el imperialismo alemán, que no es otro en este periodo que “ratificar los compromisos con la austeridad y los ajustes, la receta del saneamiento de las finanzas públicas y de las economías europeas”.

        Hombre siempre viene bien un poco de humor dicho por algún ‘payaso del circo europeo’, como en este caso correspondió el papel a Mariano Rajoy, quien por supuesto se mantiene firme en la senda de la austeridad y los recortes, pero le gustaría ver también crecimiento. Como siempre ocurre, fácil decirlo, más difícil como lograrlo. El declaro que: "Creo que son necesarias las políticas de control del déficit, no gastar por encima de lo que se tiene, pero hay que apostar por el crecimiento, porque Europa tiene que crecer, porque ello también ayuda, da más ingresos a los Estados para ir corrigiendo las malas situaciones de déficit". Perfecto, el gran hombre que quiere apagar el fuego con gasolina se encontrara con un monumental incendio histórico.

        Si alguien tenía aún dudad, a pesar de que son conscientes de que sus políticas están provocando un empobrecimiento brutal y general de la mayoría de la población en Europa, que millones de personas pierden sus empleos, millones de jóvenes ven cerradas las puertas a una educación pública digna y millones ven cerradas las vías al derecho a una sanidad de calidad,… a pesar de que comienzan a sentir el aliento de la revolución en sus cuellos, a pesar de todo, la estrategia de la clase dominante, puesta en marcha por tecnócratas y economistas como Jean-Claude Juncker continua y continuara siendo la misma: que la crisis recaiga sobre las familias trabajadoras y oprimidos de la sociedad, al objeto de continuar incrementando los abultados bolsillos millonarios de los grandes empresarios y banqueros, sus amos.

        Ante todo ello debemos reexaminar la situación social para ver cuáles son las perspectivas para los próximos meses y años en Europa y en el mundo. Y este análisis indica efectivamente que Jean-Claude Juncker tiene razón: estamos en la antesala de un proceso revolucionario que afectara, de una u otra forma, al conjunto de Europa y que dará la oportunidad a la clase trabajadora de ponerse al frente de la dirección de la sociedad, si es capaz de dotarse en este proceso de un correcta y genuina dirección marxista con influencia entre las masas.

        Esta es la autentica y simple verdad, de la que es consciente la propia clase dominante. Pero al parecer, como siempre, no todos opinan de la misma forma. Existen unos 'bichitos torpes', que se creen inteligentes por algo msterioso para nosotros, que estan lejos de ver las cosas asi. Estos son, como siempre, los llamados dirigentes socialdemócratas, 'socialistas' y sindicalistas, que en todo este periodo estan predispuestos una vez mas a jugar un papel nefasto, lamentandose de las contrarreformas’, pero incapaces de hacer nada contra ellas. 

       Como siempre, desde al menos 1914, este tipo de dirigentes de los sindicatos y los partidos de izquierdas son en realidad el único sostén en el que se apoyan y confían los poderosos, la clase dominante, en su lucha por evitar la revolución socialista.

       Podemos concluir que estos dirigentes sindicales y reformistas de derechas pueden aplazar el desenlace por un poco de tiempo, negándose a dirigir las luchas, pero no podrán evitar el desenlace finalmente. Cuando estalle lo hará mas virulentamente, por la acumulación de mayores dosis de material inflamable, que saldrá a la superficie de forma brusca en forma de revolución social. Esto es el reflejo de las condiciones objetivas de la marcha de la economía y la sociedad bajo el capitalismo, que tiene sus propias leyes históricas y cuyo desarrollo pueden retrasar unos meses o años, pero que no pueden evitar. Cuando todo salte por los aires, estos dirigentes reformistas y sindicales serán pillados como siempre, en brazos de la clase dominante.

        Los llamados reformistas y los ultraizquierdistas son en realidad dos caras complementarias de la misma moneda. Ambas tendencias siempre están sujetas al ‘impresionismo de los hechos’ y de ellos solo sacan finalmente conclusiones pesimistas. Mientras los reformistas solo ven viable, posible, el sistema capitalista y a ello se ajusta y someten hasta el final, los ultraizquierdistas, los sectarios de todo tipo, solo saben gritar ‘revolución, partido revolucionario, gritándoles desde los márgenes del movimiento a los trabajadores que los apoyen a ellos, los más inteligentes del mundo mundial’. Y tienen en común que siempre los procesos revolucionarios los pillan con los ‘pasos cambiados’, incapaces de comprender los mecanismos objetivos que llevan a las masas al proceso de la revolución.

CONDICIONES OBJETIVAS PARA LA REVOLUCION

        Un análisis correcto, marxista, de las cosas nos indica de forma clara que todo proceso revolucionario está marcado por una serie de condiciones objetivas, que son necesarias para que dicho proceso revolucionario se abra en la sociedad. Además de estas condiciones objetivas también tiene que darse el factor subjetivo de la revolución, o lo que es lo mismo, como los marxistas llamamos a la necesidad de que exista una dirección revolucionaria, con un programa y unos métodos correctos para dirigir la lucha de los trabajadores hacia la transformación socialista, hasta el final.

        V. I. Lenin explico de forma minuciosa y detalladamente los cuatro puntos fundamentales necesarios para que se abra paso un proceso revolucionario en la sociedad. Estos cuatro puntos o condiciones objetivas son las siguientes:

1.- La clase dominante, los capitalistas, banqueros y terratenientes, sienten que el sistema esta ante un callejón sin salida, una situación de profunda crisis a la que ellos son incapaces económica y socialmente de dar una salida.

        Claramente las declaraciones de todos y cada uno de los elementos de la clase dominante y sus representantes vienen a confirmarnos que están ante esta situación. Es más, ellos ven que sus políticas en vez de lograr salir de la crisis provocan más y más crisis. Sin embargo no ven otra salida que continuar arrojando combustible al fuego. Movidos por la necesidad de incrementar la tasa de beneficio capitalista, son conscientes de que hagan lo que hagan solo lograrán empeorar las cosas.

2.- Las clases medias de la sociedad deben sino apoyando a los trabajadores en la lucha, al menos vacilantes entre los gobernantes de de la clase dominante y los trabajadores.

         Un análisis serio de la situación nos indica que estamos ante las mejores condiciones con respecto a este punto. No vemos por ningún lado ‘neutralidad de las clases medias’, sino un claro apoyo y participación de estas capas junto a las luchas y movilizaciones de la clase trabajadora. En cierta forma la crisis ha provocado que la mayoría de los que se veían a sí mismos como personas sin intereses comunes al resto de trabajadores, estén en estos momentos por sus condiciones de vida fusionados al conjunto de la clase trabajadora. En algunos casos sectores de ‘clase media’ están en la vanguardia de las luchas de los trabajadores, como vemos en el caso de profesores, médicos, enfermeras o funcionarios.

3.- Una predisposición a la lucha, la movilización y a participar activamente por parte de la clase trabajadora y las amplias masas.

        Solo una persona muy miope o ciega podría dejar de ver la voluntad firme de los trabajadores y los oprimidos de la sociedad de buscar los causes para expresar su frontal rechazo a las políticas de la clase dominante mediante la movilización y la lucha. Hemos entrado en un nuevo y radical periodo de la lucha de clases en Europa, la cual veremos en este periodo en el que estamos profundizarse aún más hacia la izquierda.

         En Grecia hemos asistido en este periodo a la celebración de veintiuna huelgas generales de 24 horas y tres de 48 horas, además de continuas movilizaciones parciales y sectoriales contra los recortes. En España las convocatorias de manifestaciones son casi semanales, el gobierno del PP ha vivido dos Huelgas generales de 24 horas en su primer año y la juventud esta movilizándose constantemente en diferentes plataformas de lucha. Sin el tapón que están suponiendo para las luchas los dirigentes sindicales y los reformistas, la situación en algunos países como Portugal, Grecia, España e incluso Italia sería revolucionaria y la clase trabajadora se estaría planteando la cuestión del poder.

4.- Una tendencia cada vez mayor por parte de la clase dominante de usar medidas de bonapartismo burgués, de represión policial y judicial contra los movimientos de luchas e incluso un cada vez mayor apoyo de los poderosos a las bandas fascistas, utilizándolas contra el movimiento de los trabajadores y oprimidos.

         Sobre esto pueden preguntar a cientos, miles de manifestantes que han sufrido ya las políticas de represión policial que practican los distintos gobiernos, en busca de amedrantar y asustar al movimiento obrero, a la juventud y los oprimidos para que abandonen cualquier idea de movilizarse. Estamos ante una situación en donde sectores claves de la clase dominante contemplan cada vez más firmemente que los derechos democráticos de manifestación y huelga son cosas a eliminar. Porras, pelotas de goma, multas por manifestarse, infiltraciones policiales generalizadas a las manifestaciones,… son buena prueba de ello.

       Es cierto que para la utilización de las bandas fascistas, como combatientes de primera fila contra el movimiento obrero aún no es contemplado mayoritariamente por la clase dominante, que ve los peligros de ello, sobre todo porque además un movimiento fascista supone tener detrás el apoyo de una base de masas, que históricamente lo lograron en el lumpeproletariado y en la pequeña burguesía, sobre todo en las zonas rurales. Ahora mismo carecen de tal apoyo para las ideas del fascismo. Pero el ejemplo del grupúsculo ‘Amanecer Dorado’ en Grecia es una prueba también de que dentro de los planes de la burguesía esta opción continua estando presente.

LA NECESIDAD DE UNA DIRECCION REVOLUCIONARIA

       Nuestro análisis nos conduce a un escenario en donde las condiciones para la revolución están al orden del día, en algunos casos como en Grecia, lo cual es un proceso similar al que vemos en España, Portugal, Italia, Francia,…, las condiciones maduran de forma rápida, amenazando con pudrirse, ante las dificultades para que la revolución encuentre los causes para desarrollarse. Aquí es clave en la situación la debilidad o ausencia del factor subjetivo, la dirección marxista que de expresión consciente a estas necesidades inconscientes ahora mismo en la cabeza de millones de trabajadores y oprimidos.

      Por todo ello, la tarea más urgente y apremiante a nivel del conjunto de Europa es la de construir las fuerzas de una genuina dirección bajo la bandera del socialismo científico, del marxismo. Esta tarea en última instancia decidirá el desenlace final de la lucha de la mayoría de la sociedad por conquistar un futuro digno de tal nombre, una sociedad socialista.