HEMOS VIVIDO, VIVIMOS, “POR DEBAJO DE NUESTRAS POSIBILIDADES”

* Aumento brutal de la desigualdad y las necesidades sociales.

*España, el país más desigual en Europa, junto a Portugal, Bulgaria y Letonia

Salvador PEREZ

               Marx explico que la política, en última instancia, no es otra cosa que economía concentrada. Desde esta premisa los procesos fundamentales que tienen lugar en la sociedad están determinados, en última instancia, por la marcha objetiva de la economía, determinando esta así los procesos sociales y políticos, al igual que de los culturales,… Hacemos esta consideración previa porque creemos que con ella nos será más fácil comprender todo el mundo que nos rodea, premisa primera para plantearse cambiar las cosas, transformar la realidad.

mapa_PIB_2008

             Los datos económicos existentes, no hay necesidad de inventarse ningunos para defender la idea de que el capitalismo es reaccionario, demuestran que estamos ante un periodo histórico de profunda crisis estructural del sistema. No es cierto que sea el mundo financiero y las finanzas públicas las que están en crisis. Estas crisis financieras son el reflejo directo de una profunda crisis orgánica de la economía real, del sistema productivo en su conjunto, de la economía capitalista a nivel mundial.

           En el año 2009, por ejemplo, vimos una caída global, del Producto Interior Bruto mundial del -0,6 por ciento. Si tenemos en cuenta que países como China aún están viendo sus económicas crecer, menos que años anteriores pero aún con un crecimiento del 6,5 por ciento, o la India, con un crecimiento del PIB del 4 por ciento, es importante fijarse en las caídas que el sistema productivo está viviendo en los países de la OCDE (- 3 por ciento), la Unión Europea (-2,7 por ciento) y EEUU (-2,4 por ciento). Y el proceso continua ahora acelerándose, con la UE en recesión y los EEUU entrando de nuevo en ella, lo que arrastrara al resto del mundo detrás a unas mayores niveles de crisis.

            Estas cifras, que reflejan una situación en donde la caída de la producción, por tanto de la economía real que determina la marcha de todo lo demás, aun no ha tocado ni mucho menos fondo, es una verdadera catástrofe para las sociedades, sustentadas hasta ahora en la perspectivas para la gente de que ‘en el futuro las cosas irán mejor’. Esa perspectiva se esfuma y está dejando paso a una clara visión de que la mayoría de la sociedad nos enfrentamos ante oscuras perspectivas de futuro, con un presente dominado por los permanentes ataques a todos los aspectos de las políticas sociales que habíamos conquistados estas décadas atrás.

          Con el estribillo de una vieja canción del capitalismo, la promesa eterna de que ahora ‘estamos obligados a realizar enormes sacrificios’, con una política de ataques sociales, laborales y salariales que han rebautizado con el nombre de ‘políticas de austeridad’, como forma de ‘luchar contra la crisis y poder enfrentar en mejores condiciones el futuro’. Ello no son ni más ni menos que las viejas notas de la melodía burguesa de hacer recaer sobre los hombros de los más débiles las consecuencias de la crisis estructural del capitalismo, un sistema bajo el cual la inmensa mayoría de la sociedad somos machacados y explotados al objeto de que una ínfima parte de la población, la clase burguesa viva en su paraíso terrenal.

           Pero esa ‘vieja canción de que tenemos que aguantar sacrificios’ tiene las alas cortadas. Ya no es creíble para cientos de miles, millones de personas. Y no es creíble porque los sacrificios siempre recaen en una clase social, los trabajadores y sectores más desfavorecidos. Jamás vemos ‘sacrificios’ para los más pudientes y adinerados, sino al contrario, políticas como la amnistía fiscal que les estimulan más en sus prácticas de no pagar impuestos y llevarse sus millonarias cuentas hacia paraísos fiscales, como Suiza. Es más, cobra cuerpo la realidad que presentíamos y que se nos confirma con todos los datos en la mano: la crisis es aprovechada por los multimillonarios para duplicar sus fortunas, mientras a la mayoría se nos hunde en condiciones de vida de miseria.

         Los estrategas de la clase dominante ya hablan a boca abierta que viviremos una década perdida. Pero aún no termino el proceso de recesión de la economía y aún sin que asistamos a una depresión de niveles semejantes a los posteriores al crack del 29, ¿serán las décadas que perdamos en vez de una, dos por ejemplo? Ya en estos momentos en países como España estamos viendo una reducción de la Renta Per Cápita, en comparativa por supuesto relacionada con los países de nuestro entorno europeo, que se establece ya en los mismos niveles del año 2002. Este dato confirma que ya hemos perdido una década completa a nivel de bienestar.

producto interior bruto

          ¿Y para qué sirve sino la economía sino para que el bienestar de la sociedad en su conjunto aumente, crezca? Pues para poco, al parecer bajo el capitalismo para nada. Se están destruyendo ante nuestros ojos las conquistas sociales de al menos 4 décadas, conseguidas con bastantes luchas sociales y laborales, que dejo por supuesto por el camino sangre, además de lagos de sudor, de los trabajadores. Este es el presente del capitalismo. Del futuro solo podemos esperar, hoy nada anima a pensar de otra forma, mas caída libre en el agujero del pozo sin fondo de la crisis capitalista.

           De esta forma todos los sacrificios anteriores que nos exigieron e impusieron a la mayoría de la sociedad, por ejemplo a la clase trabajadora española, fueron hechos en vano. Bueno, mejor dicho, para use y disfrute de los poderosos en exclusiva, que se beneficiaron en aquellos momentos de estos sacrificios y continúan haciéndolo en el presente.

         Una sociedad que en vez de caminar hacia la igualdad camina hacia la ampliación de la desigualdad social es una sociedad fundamentada en la crisis y llamada a vivir la explosión social que se cultiva en su interior. Y eso es lo que vemos de forma notica en estos momentos, para lo cual debemos prepararnos. Un periodo convulsivo en la sociedad está servido y de dicho proceso tendrá que hacer algo nuevo: una revolución social triunfante hacia el progreso humano o una reacción bajo el mando de la clase dominante que nos devuelva hacia etapas ya superadas hace mucho tiempo, de la prehistoria del capitalismo.

          Recientemente se ha publicado el “Primer Informe de la Desigualdad en España”, que ha elaborado para la ‘Fundación Alternativas’ el equipo del Catedrático Jesús Ruiz-Huertas, de la ‘Universidad Rey Juan Carlos’. Pues bien, es interesante la tendencia que afirma dicho Informe en la que hemos entrado en el Estado español:

1.- “una caída en los niveles de bienestar mucho más intensa en España que en la mayoría de los países de la Unión Europea”.

2.- “una ampliado de las diferencias de las rentas entre los ciudadanos españoles, que crece de forma acelerada y que ha roto el margen temporal, muy breve, de la tendencia a la moderación de las mismas, que se había producido durante la mayor parte de la etapa democrática (sobre todo, hasta el año 1996)”.

pib mundial

          Los datos de este Informe son contundentes, para demostrar que es falsa hasta la medula la idea de que la crisis, de enorme envergadura, ha extendido sus efectos de una forma generalizada sobre el conjunto de la sociedad, de sus diferentes capas sociales. Por el contrario el Informe viene a confirmar lo que antes decíamos: bajo la crisis capitalista, mientas la inmensa mayoría de la sociedad pagamos los platos rotos de las orgias de la burguesía, sus desmesurados esfuerzos por la ganancia cuanto mayor posible en el menor tiempo, es igualmente aprovechada por la clase dominante para hacer montañas de beneficios, provocando una ampliación brutal de la brecha entre ricos y pobres.

        Los datos objetivos hablan claramente en el sentido de confirmar los análisis de Marx en ‘El Capital’. Eso es exactamente lo que demuestra la marcha de la economía capitalista, una confirmación de las teorías marxistas sobre el desarrollo y la crisis de la economía. Veamos sino que significa el hecho de que estemos asistiendo a un brutal aumento de la pobreza en la sociedad) mas dosis de pobreza), conjuntamente con una mayor extensión de la misma (el número de personas afectadas por la pobreza está en aumento).

         Cada día que pasa nuevas familias se ven afectadas, por el hecho de que la persona que soporta fundamentalmente el peso económico de la familia, el perceptor de los ingresos, pierde su empleo.

         En ello radican muchas de las causas que indica el Informe de Desigualdad al que nos referimos, que indica cuatro causas centrales en el asunto. Veamos que nos dice el Informe, para confirmar el hecho de que España sea uno de los países más afectados por la desigualdad y la pobreza:

1.- Una espectacular destrucción de empleo, que hace que el desempleo haya crecido más de 18 puntos en los últimos años. Teníamos oficialmente una tasa de menos del 8% en el año 2007 y hemos pasado a más del 26,02% en 2012.

2.- El desempleo entre los cabezas de familia, los que sustentaban los ingresos fundamentales en la familia, está en niveles históricos, habiendo pasado en el mismo periodo del 6%, a nada menos que el 21,4%.

3.- Aumento brutal de las diferencias salariales, entre las rentas más altas y las ‘normales’, sobre todo aquellos que están afectados por contratos temporales y de escasa o nula protección social.

4.- Escasa o nula capacidad del sistema para hacer frente a las que serian necesarias políticas de protección social que ayudaran a combatir las crecientes desigualdades sociales. Por el contrario, en estos momentos la dinámica de las políticas desde los gobiernos sirve para todo lo contrario, para abrir aun más las brechas de las diferencias sociales.

          Aunque resulte asqueroso escuchar o leer de parte de economistas o estrategas de la clase dominante realizar estos análisis al objeto de justificar la inevitabilidad de las crecientes desigualdades en la sociedad, queremos reproducir unas líneas del enfoque que realizan:

           “La etapa previa a la crisis no se aprovechó la capacidad política para aproximar el gasto social al nivel existente en los países europeos más poderosos y reducir así las brechas ciudadanas, concluyendo que en contra de lo que mil veces se ha repetido como un mantra falso, en el ámbito de la protección social lo que hicimos fue vivir por debajo de nuestras posibilidades”… “Se ha llegado a la crisis económica con una insuficiencia de redes de protección para responder al drástico aumento de las necesidades sociales. La cobertura proporcionada ha sido insuficiente para poder contener los menores ingresos derivados del espectacular incremento del desempleo”.

          Es curioso como constantemente nos encontramos ante economistas y otro tipo de estrategas que señalan en estudios, informes o declaraciones cuales son los síntomas de la enfermedad que padece el capitalismo. Pero para curar una enfermedad no es suficiente con hacer eso. T ellos no pueden diagnosticar la enfermedad del sistema porque son incapaces de admitir la inviabilidad del capitalismo para el periodo histórico en el que hemos entrado. En este sentido son como médicos que solo conocen la ‘aspirina’ para recetar y por tanto se niegan a buscar cual es el fondo de la enfermedad.

ciudadanos y crisis

         Solo partiendo del análisis marxista de la economía y la sociedad podemos tener además de un diagnostico certero, un tratamiento completo y decisivo para la enfermedad capitalista, planteando la sustitución del sistema de explotación por uno basado en la justicia, la igualdad y la más amplia democracia social posible, una sociedad socialista.

          Marx escribió al respecto que “hasta ahora los filósofos se han limitado a interpretar el mundo. Ahora de lo que se trata es de transformarlo”. Y en este punto no puede haber equívocos. Lo que las fuerzas productivas necesitan objetivamente es liberarse del asfixiante control que sobre ella ejerce la burguesía, que las tiene en sus manos para su exclusivo beneficio privado.

          El ‘medicamento’ que necesita la economía y la sociedad es la expropiación, nacionalización bajo control democrático de la población, de las grandes empresas e industrias, de la banca y centros financieros, así como de los grandes latifundios de tierras, para sobre la base de un plan democrático poner a funcionar todas las potenciales fuerzas generadoras de riqueza social al servicio de satisfacer una por una todas las necesidades sociales existentes, hoy y en el futuro. ?Puede ser tolerable una situación en donde cuatro familias de banqueros se están llevando en sus bolsillos cientos de miles de millones que tendrían que ser dedicados a satisfacer necesidades sociales, en educación, pensiones, sanidad?. No podemos, ni debemos tolerarnos mas, sin rebelarnos ante ello.

         Una sociedad socialista abolirá de inmediato las necesidades angustiantes que existen en la sociedad, repartirá el trabajo y garantizara sueldos y pensiones dignas para todas las personas.

          Estas serán las premisas objetivas la abrir las puertas al progreso para la sociedad, la humanidad. Esta es la condición previa hacia el camino para la verdadera libertad personal y colectiva, situándonos ante un futuro sin las lacras actuales del podrido sistema de dominación de la mayoría por parte de una ínfima minoría de la sociedad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

INFORME ANTE LA CORRUPCION EN COLOMBIA Y LA DEPORTACION DE SALVADOR PEREZ

¡¡ Derogar Ya !! Las medidas de Migración Colombia contra Salvador Pérez

COLOMBIA: SITUACION Y PERSPECTIVAS - ¿ HACIA DONDE VAMOS ?