ESPAÑA: UNA COSTOSA MONARQUIA A LA QUE PAGAMOS TODO… HASTA AMANTES

* Corinna vivió 4 años en España, Identificándose como Miembro Casa Real

* España, Cientos de miles Desahucios y a Corinna le pagan TODO con Fondos Reservados: Vivienda, VIAJES - Desplazamientos, Seguridad,… 

S. PEREZ

        En el libro que tiene mi hermana sobre “Sofía” falta el capitulo que exponemos a continuación. Y es que nuevas informaciones van apareciendo sobre la conducta del monarca español, Juan Carlos I, y sus círculos de amistades peligrosas, que a cualquier persona no puede dejar de escandalizar y pensar firmemente en que esta monarquía española tiene que ceder paso a una republica basada en la verdadera libertad del ser humano, el socialismo.

         Quede claro que a nosotros nos da igual, nos deja absolutamente indiferente, con quien se acuesta o levanta Juan Carlos, si cuando le cuenta tres se queda dormido o despierto,… si dedica su tiempo a Felisa, Clara, Pepa o Corinna. Absolutamente igual, mientras no sea, como parece cada vez más claro que es así, sus aventuras y desventuras amorosas o sexuales no corren a cargo en sus costes de los presupuestos y recursos públicos, que finalmente somos la inmensa mayoría los que los pagamos, porque como está demostrado además los pudientes y ricachones no pagan impuestos.

       Ciertas leyendas cuentan que horas antes de que Juan Carlos se pusiera en pie en su habitación del hospital en donde había sido operado de la cadera, para salir y pedir perdón a los españoles por su viaje a Botswana para matar elefantitos junto a su estupenda amiga Corinna, un ya viejo Consejero real le quito de la cabeza las posibles dudas, con la siguiente frase que le dijo:  "Juan, tú eliges: o Corinna o Corona".  Para estas cosas Juan Carlos, que nunca fue tonto del todo, se dejo llevar por la cabeza e intento dejar al margen el corazón: eligió Corona. Aunque puso algo de tierra quemada de por medio de Corinna, esta parece que no se da por vencida.

        Pues resulta que la llamada “princesa” Corinna zu Sayn-Wittgenstein, quien está identificada a nivel popular como la última amante que se le conoce al ancianito rey de España, según informaciones de los Servicios de Información españoles, ha estado residiendo en el Estado español de forma estable durante cuatro años, en los que los demás le hemos pagado todo de todo a la ‘princesita’ y esta se ha estado paseando alegremente a costa del dinero público, presentándose ante todas las autoridades y demás como miembro de la ‘Casa Real’, con todos los respaldos del Palacio de La Zarzuela.

Miembro de la Casa Real y privilegios

         Según desprenden informaciones confidenciales de miembros de los Servicios Secretos, de personas pertenecientes a cuerpos policiales que han estado trabajando en tareas de protección, afirman que “Corinna llamaba a determinadas instancias del Gobierno español,  presentándose como miembro de la Casa Real y exigía ser tratada como una reina”.

         Estas fuentes confirman que “Corinna ha estado realizando abundantes desplazamientos, tanto en coche como en avión, que exigía a su servicio vehículos de alta gama y que todos estos gastos se cubrían con dinero de los ‘fondos reservados’. Igualmente otros gastos que Corinna tenía durante sus estancias en España eran abonados con los citados ‘Fondos Reservados del Estado’, según se van conociendo de dichas fuentes.

Seguridad del Palacio de La Zarzuela

         Durante estos periodos de sus estancias en España,  Corinna zu Sayn-Wittgenstein era protegida y vigilada por integrantes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, que están integrados en la llamada ‘Guardia Real’, quien tienen la tarea de proteger a la llamada Familia Real y las residencias que tienen. Según las informaciones aparecidas en ‘El Confidencial’, los agentes que se encargaban de la protección y Seguridad de Corinna informaban puntualmente al Jefe de seguridad de La Zarzuela, a quien entregaban las facturas de los gastos de los servicios que realizaban.

         Ello no ha sido impedimento sin embargo para que el CNI (Centro Nacional de Inteligencia) haya estado informado permanentemente de todos los movimientos y actividades de la princesita Corinna, a la cual daban el nombre clave de ‘Ingrid’.

En El Pardo con su hijo

        Durante cuatro años Corinna residió de forma estable en España, sin necesidad de formalizar residencia alguna, alojándose en ‘La Angorrilla’, una vivienda de alto nivel ubicada en el Monte de El Pardo, una zona protegida, de acceso restringido, en la que además se llego a construir una piscina para que ella la utilizara junto a su hijo, Alexander, de once años, el cual la acompaño en dicha residencia gran parte del tiempo.

             Para hacernos una idea de la enorme hipocresía que rodea a todos los temas relacionados con la llamada ‘Corona’, en rueda de prensa la Vicepresidenta del gobierno del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha negado a facilitar datos a los periodistas sobre la estancia de Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, como hemos dicho por una duración de cuatro años, en la casa ‘La Angorrilla’, alegando que “la normativa impide al Ejecutivo tener datos sobre el patrimonio ‘exclusivamente afecto’ al uso de la Jefatura del Estado”.

          Ahora bien, lo que Sáenz de Santamaría no ha dicho es que la conservación de esos bienes la financiamos los ciudadanos normales de España, a través de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), igual que ocurre con el resto del llamado Patrimonio Nacional, que pagamos nosotros y disfrutan ellos.

            De cualquier forma, la negativa del gobierno del PP de informar sobre el uso y abuso que la monarquía realiza sobre el patrimonio que se supone de todos los españoles, al extremo de alojar en este patrimonio de todos los españoles a sus propias amantes, es un reconocimiento implícito de que el gobierno estaba al tanto de todo el asunto y que por tanto es necesario colaborador en lo que es claramente una corrupción, por abuso de su posición para poder disfrutar de medios materiales de lujo, en beneficio propio o de terceras personas, como puede ser el caso de Corinna, que han actuado como reinas consortes de la monarquía juancarlista.

        Y es que se van conociendo algunas otras cosas interesantes, como los empeños de Corinna de buscarle un empleo digno al yerno del rey, Iñaki Urdangarin. Y es que Juan Carlos y su familia no deben de dejar de estar agradecidos eternamente, a esta santa mujer preocupada diariamente por vivir bien ella y que los demás miembros de la familia real también vivan plácidamente.

Juan Carlos, Vete Ya

         Como decíamos, en un contexto en el cual nos están dejando sin nada, donde nuestros derechos a la seguridad social, a la educación de nuestros hijos, a las prestaciones de desempleo, nuestras pensiones,… son sometidos todos nuestros derechos al fuego cruzado del gobierno y la clase dominante para acabar con todo, bueno encima que estemos pagando los gustos y formas de vida lujosas de la ultima amante de Juan Carlos nos parece al menos que indecente.

           El hecho de que la cuestión de tener amantes sea una constante en los miembros de la llamada Casa Real nos da igual, lo mismo que si ella es cantante, pintora o ‘princesita’. Tanto es así que animamos encarecidamente a Juan Carlos a defender ‘sus legítimos derechos a tener las amigas que quiera’, pero eso sí, que los gasto de ello corran de su cuenta.

          Nosotros, la aplastante mayoría de la sociedad, no podemos con nuestras casas como para ocuparnos de la de Juan Carlos, sino fuera porque la Casa Real suya no es la nuestra, nos fue impuesta por el dictador Franco antes de morir y esa casa nos cuesta anualmente, de los Presupuestos del Estado que pagamos nosotros, una millonada, que por cierto no tenemos.

          Así que animamos a Juan Carlos ciudadano a defender sus apetencias, deseos y sentimientos de su corazón, pero dejando claro que tiene que marcharse como monarca del país ya, dejando paso a una republica en la que los ciudadanos opinemos y decidamos quien queremos al frente de ella, de forma democrática. Cuando esto sea así, cuando las amantes del rey no nos cuesten el dinero que no tenemos, dejaremos de preocuparnos por las idas y venidas de Juan Carlos, Felipe y demás miembros de la monarquía española.