Sobre "La Revolución Traicionada"

NOTA:
                  Es opinión de quien edita este blogs que los actuales acontecimientos que se  desarrollan en gran parte del mundo árabe son procesos revolucionarios que sientan las bases potenciales para el establecimiento de un poder social nuevo, el de los trabajadores. Si la primera tarea en el orden del día es derribar a los gobiernos reaccionarios que están establecidos durante décadas, acto seguido, o al mismo tiempo, hay que barrer toda la vieja basura social que representan las clases dominantes en estos países, que sostuvieron a estos gobiernos y mantienen en las más miserables condiciones de vida a la inmensa mayoría de población.  Sin lograr esto, todo el trabajo de las masas habrá quedado a medias. Desde esta perspectiva,  estos procesos son una bocanada de aire fresco para todos aquellos que aspiramos a cambiar radicalmente la sociedad, que aspiramos al socialismo.
 
                   Es de destacar también que los actuales acontecimientos revolucionarios se están produciendo, algunos de ellos, en países que son clave para el  funcionamiento del corazón económico mundial, al ser productores de la principal materia prima energética: el petróleo. Esto es un elemento más de enorme interés y preocupación para los imperialistas, que a lo largo de la historia reciente no han dejado de usar la más brutal violencia contra naciones y pueblos por defender ese ‘oro negro’ que hace funcionar la economía mundial.
 
                En la práctica,  aquellos que se llenaron la boca a la hora de descartar la validez, dando por muertas,  de las ideas del socialismo, negando la posibilidad de nuevas revoluciones  en el mundo, estarán ahora mismo maldiciendo las revoluciones en los países árabes, que desmontan a las claras sus ideas reaccionarias. Los hechos concretos les están dando en los dientes a todos ellos.
 
               Por este motivo este blogs publica un excelente trabajo escrito hace diez años por el teórico marxista Alan Woods, que destaca la importancia teorica y vigencia de la obra de León Trotsky, escrita en 1936, ‘La Revolución traicionada’.  Hoy, 20 años después de la caída del muro de Berlín, este texto de Alan  continua siendo plenamente actual y además, los recientes acontecimientos a nivel mundial lo hacen más actual aún si cabe.

               En un mundo totalmente interdependiente, bajo pleno dominio de las fuerzas ciegas del mercado mundial monopolista, una revolución socialista victoriosa en cualquier país;  árabe, Rusia, Europa o América, tendría unos efectos eléctricos sobre el resto de países y continentes.
 
               En los últimos años muchos intelectuales pequeñoburgueses, que nunca llegue a entender porque muchos de ellos se autocalifican de ‘izquierdas’, creían haber descubierto algo parecido a la pólvora, con la llamada ‘globalización’. Allá donde pudieron dijeron todo tipo de tonterías sobre este proceso, olvidando que ya había sido brillantemente anticipado por Marx, Engels y Lenin, en su obra 'El imperialismo, fase superior del capitalismo'.

               Pues bien, lo que llaman 'globalización económica', tiene enormes implicaciones en otros terrenos, también en lo social y político: podemos afirmar sin titubeos que estamos en la época de la revolución socialista internacional, donde la clase obrera está llamada a convertirse en clase dominante a escala mundial para el progreso humano.  Porque país comience el triunfo de la revolución es importante, pero lo decisivo será que sus efectos los veremos por continentes enteros, en todo el Planeta. El socialismo será una realidad internacional, lejos de la caricatura estalinista del socialismo en un solo pais. En este sentido, las ideas de León Trotsky serán las autenticas protagonistas del próximo futuro.
 
               Haciendo la aclaración de que quien publica el presente blogs no es militante de la Tendencia Marxista Internacional que dirige Alan Woods,  de la misma forma hemos de decir que si somos de la opinión de que esta es la única organización que en estos momentos claves está ofreciendo una bandera clara y limpia, la del marxismo revolucionario moderno, el trostkismo, a las presentes luchas. Esta bandera puede ser la mayor y mejor garantía de éxito para la revolución, en la medida que se convierta en una fuerza con influencia real entre las masas.
 
                  Publicamos este articulo con el objetivo de contribuir a que los mejores luchadores revolucionarios comprendan que la tarea más urgente a día de hoy es CONSTRUIR EL FACTOR SUBJETIVO, LA DIRECCION MARXISTA que cualquier revolución necesita para acabar victoriosa. Para vencer al enemigo de clase, la burguesía y sus gobiernos, es importante el coraje, el sacrificio, la entrega y la predisposición de ir hasta el final en la lucha, pero sobre todo es necesario un programa, unas ideas claras y ello solo puede ser proporcionado por el marxismo. No existen garantías de éxito de antemano,. Tales garantías no pueden existir en una lucha de factores vivos en la sociedad, de revolución y contrarrevolución, pero podemos partir con grandes ventajas si los trabajadores y jóvenes se arman de la teoría del socialismo científico.
 
               De entre todas aquellas tendencias, grupos. que se denominan marxistas, algunos ignoramos el porque de ello, la solidaridad política y teórica del autor de este espacio esta con la  Corriente Marxista Internacional (CMI), cuyo bagaje teorico y practico de décadas, nos parece absolutamente el más serio y correcto.  A los lectores les advertimos que este texto que ahora publicamos es algo extenso, pero creemos que merece la pena su lectura. Las fotos que ilustran el texto de Alan han sido incorporadas por este blogs,  que además es responsable de la traducción del ingles al español.
                                                                                                                                                                                                 Fdo.      Salvador Pérez


“LA REVOLUCION TRAICIONADA” 
 Una obra maestra del marxismo
Por  Alan Woods
                 ‘La revolución traicionada’ es uno de los textos marxistas más importantes de todos los tiempos. Es un análisis marxista serio de lo que sucedió en la Revolución Rusa después de la muerte de Lenin. Sin un conocimiento profundo de este trabajo, es imposible comprender las razones del colapso de la Unión Soviética y los acontecimientos de los últimos diez años en Rusia y a escala mundial.

                Para los marxistas, la Revolución de Octubre de 1917 fue el acontecimiento más importante en la historia humana. Si se excluye el episodio breve, pero glorioso, de la Comuna de París, por primera vez la clase obrera tuvo éxito en derrocar a sus opresores y por lo menos comenzó la tarea de la transformación socialista de la sociedad.

             La Revolución de Octubre ha sido plenamente justificada por la historia. Como Trotsky señala en La revolución traicionada, por primera vez la viabilidad del socialismo se demostró, no en el lenguaje de la dialéctica, sino en el lenguaje del acero, el carbón, la electricidad y el cemento. La economía planificada nacionalizada establecidas por la Revolución de Octubre tuvo éxito notable en un tiempo corto de transformar una economía tan atrasada como hoy es Pakistán en la segunda nación más poderosa de la tierra. Sin embargo, la Revolución tuvo lugar, no en un país capitalista avanzado como Marx había previsto, sino sobre la base del atraso más espantoso. Para dar una idea aproximada de las condiciones que enfrentan los bolcheviques, en un solo año, 1920, seis millones de personas murieron de hambre en la Rusia soviética.
       
               Marx y Engels explicaron que el socialismo - una sociedad sin clases - requiere de condiciones materiales para existir. El punto de partida del socialismo debe ser el punto más alto de desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad capitalista más avanzada (los EE.UU., por ejemplo). Sólo sobre la base de una industria altamente desarrollada, la agricultura, la ciencia y la tecnología, es posible garantizar las condiciones para el libre desarrollo de los seres humanos, comenzando con una reducción drástica de la jornada de trabajo: la condición previa para la participación de la clase trabajadora en el control democrático y la administración de la sociedad.

                  Engels hace mucho tiempo explicó que en cualquier sociedad en la que el arte, la ciencia y el gobierno es el monopolio de una minoría, esa minoría utilizará y abusará de su posición en sus propios intereses. Lenin se apresuró a ver el peligro de la degeneración burocrática de la revolución en condiciones de atraso general. En “El Estado y la Revolución”, escrito en 1917, planteó las condiciones básicas - no para el socialismo o el comunismo -, sino para los primeros periodos después de la Revolución, el período de transición entre el capitalismo y el socialismo. Estas condiciones planteadas por Lenin eran:

1) Elecciones libres, democráticas y derecho de revocar en cualquier momento a todos los funcionarios, por quienes los han elegido.
2) Ningún funcionario puede cobrar un salario más alto que un trabajador cualificado.
3) No al ejército permanente sino el pueblo armado.
4) Poco a poco, todas las tareas del manejo del Estado se llevarán a cabo a su vez por todos los trabajadores rotativamente: cuando todo el mundo es un "burócrata", a su vez, nadie es un burócrata.

                 Este es un programa acabado de "democracia de los trabajadores”. Está directamente dirigido contra el peligro de la burocracia. Esto a su vez sirvió de base de Programa del Partido en 1919. En otras palabras, en contra de las calumnias de los enemigos del socialismo, la Unión Soviética en la época de Lenin y Trotsky fue el régimen más democrático conocido en la historia.

               Sin embargo, el régimen de "democracia soviética de los trabajadores” establecido por la Revolución de Octubre no sobrevivió. En la década de 1930, todos los puntos anteriores se habían abolido. Bajo Stalin, el Estado de los trabajadores sufrió un proceso de degeneración burocrática que terminó en el establecimiento de un régimen totalitario monstruoso y la aniquilación física del partido leninista. El factor decisivo en la política estalinista contra-revolucionaria en Rusia fue el aislamiento de la Revolución en un país atrasado. La forma en que esta política contra-revolucionaria se llevó a cabo fue explicada por Trotsky en “La revolución traicionada”.

El colapso de la URSS fue previsto

                 En 1936, el fenómeno del estalinismo era completamente nuevo e inesperado. No se explicó e incluso no estaba previsto en los textos clásicos de Marx y Engels. En sus últimos escritos, Lenin expresó su preocupación por el aumento de la burocracia en el Estado soviético, que advirtió que podría destruir el régimen de octubre. Lenin pensaba que el aislamiento prolongado del Estado de los trabajadores en Rusia “llevaría inevitablemente a la restauración capitalista”. Esto finalmente ocurrió, pero después de un período de siete décadas, durante el cual los trabajadores soviéticos perdieron el poder político y el régimen democrático establecido por los bolcheviques en 1917 se transformó en una monstruosa caricatura burocrática y totalitaria. Sólo las formas de propiedad nacionalizada y la economía planificada establecida por la revolución se mantuvieron.

                 En La revolución traicionada, Trotsky proporcionó un profundo y brillante análisis del estalinismo desde el punto de vista marxista. Su análisis no ha sido mejorado, y mucho menos superado. Con un retraso de 60 años, ha sido completamente vindicado por la historia. Trotsky advirtió que la burocracia era el mayor peligro para la economía planificada nacionalizada y la Unión Soviética.

Trotsky
                  En respuesta, fue sometido a una campaña sin precedentes denigrado por los "amigos de la Unión Soviética". Hoy en día, todos los llamados comunistas y compañeros de viaje que cantaban las alabanzas de Stalin, que Trotsky ridiculizó, esconden sus cabezas. La mayoría de ellos han abandonado el campo del comunismo y el socialismo por completo. Los pocos que quedan no tienen nada que decir sobre lo que ha sucedido en la Unión Soviética. Ninguno de ellos puede proporcionar un análisis marxista de la caída de la URSS.

            Pero esto es precisamente lo que la nueva generación (y lo mejor de la vieja generación también) están exigiendo con insistencia. Ellos no encuentran respuesta a sus preguntas en sus líderes. Pero en las páginas de ‘La revolución traicionada’ pueden ver como Trotsky no sólo predijo el resultado con sesenta años de anticipación, analizando y explicándolo desde un punto de vista marxista.

La burocracia socavó la economía soviética

               Hoy en día los enemigos del socialismo tratar de mantener que el colapso de la URSS fue el resultado del fracaso de la economía planificada y nacionalizada, y que ésta es inseparable de un régimen burocrático. Este argumento fue contestado por Trotsky por adelantado en ‘La revolución traicionada’. Él explicó que una economía nacionalizada y planificada necesita la democracia como el cuerpo humano necesita el oxígeno.

                  En La revolución traicionada, con la ayuda de los hechos, las cifras y las estadísticas, Trotsky muestra cómo el estalinismo, sobre la base de una economía planificada y nacionalizada, ha creado un colosal potencial productivo, pero no era capaz de utilizar debido a sus contradicciones inherentes. Las necesidades de la economía planificada y nacionalizada estaban en completa contradicción con el régimen burocrático. Este fue siempre el caso. Incluso en el período de los cinco primeros planes quinquenales, cuando todavía la burocracia jugaba un papel relativamente progresista en el desarrollo de los medios de producción, la burocracia significaba un lastre colosal. Trotsky explicó como la burocracia desarrollaba los medios de producción, pero a un costo tres veces superior al capitalismo. Esta contradicción no desapareció con el desarrollo de la economía, sino, por el contrario, creció cada vez más insoportablemente, hasta que eventualmente el sistema se vino abajo por completo.

                   Las fuerzas productivas de Rusia fueron restringidas artificialmente por el sistema burocrático. Se habían desarrollado en una gran medida gracias a la economía planificada y nacionalizada, pero fueron saboteadas eficazmente por la burocracia. La única manera de haber resuelto el problema era a través del control y la administración democrática de la clase obrera, como Lenin había previsto. Esto se podría haber logrado sobre la base de la economía avanzada que existió en la década de 1980. Pero la burocracia no tenía intención de ir por ese camino. El movimiento hacia el capitalismo no surgió de ninguna necesidad económica, sino por el miedo de la burocracia a la clase obrera, y como una manera de salvaguardar el poder y los privilegios como casta gobernante.

El papel del "Partido Comunista"

                Lo que sorprende es la forma brillante en que Trotsky anticipa las líneas maestras de lo que está ocurriendo en Rusia en la actualidad. Sin embargo, en ciertos aspectos, los acontecimientos se han desarrollado de manera diferente a lo que él esperaba. En la década de 1930 Trotsky estaba convencido de que una contrarrevolución capitalista sólo podría venir como resultado de una guerra civil. Él escribió: "La Revolución de Octubre ha sido traicionada por el estrato dominante, pero aún no derrotada. Tiene un gran poder de resistencia, coincidiendo con las relaciones de la propiedad estatal, que viven con la fuerza del proletariado, la conciencia de sus mejores elementos, el callejón sin salida del capitalismo mundial, y la inevitabilidad de la revolución mundial." (León Trotsky, La revolución traicionada, p. 252.)

              Y otra vez: "Si - a adoptar una segunda hipótesis - un partido burgués quiere derrocar a la casta dirigente soviética, se encuentran no pocos de los funcionarios listos entre los burócratas actuales, los administradores, técnicos, directores, secretarios del partido y los círculos privilegiados superior en general. Una limpieza del aparato estatal, por supuesto, será necesaria también en este caso. Pero una restauración burguesa probablemente tendría que limpiar menos gente en ese aparato que un partido revolucionario. La tarea principal del nuevo poder sería restablecer la propiedad privada en los medios de producción. En primer lugar, sería necesario crear condiciones para el desarrollo de los agricultores fuertes de las granjas débil y para la conversión de los colectivos con fuerza en los productores de las cooperativas de tipo burgués. - en sociedades anónimas agrícolas en el ámbito de la industria, la desnacionalización comenzaría con las industrias de la luz y los productores de alimentos, el principio de planificación se convertirían en el período de transición en una serie de compromisos entre el poder del Estado y el individuo "corporaciones" -, propietarios potenciales, es decir, entre los capitanes de la industria soviética, los propietarios emigrados y los capitalistas extranjeros. A pesar de que la burocracia soviética ha ido más hacia la preparación de una restauración burguesa, el nuevo régimen tendría que introducir en la cuestión de las formas de propiedad y los métodos de la industria no una reforma, sino una revolución social". (Ibíd., p. 253.)

                 No es la primera vez en la historia que una transformación social profunda se ha producido sin la guerra civil. Ha habido ocasiones en que un determinado régimen se ha agotado cayendo sin luchar, como una manzana podrida. Un ejemplo es lo que ocurrió en Hungría en 1919 cuando el gobierno burgués del conde Karolyi se derrumbó y el poder fue entregado al Partido Comunista. Algo similar ocurrió en Europa del Este en 1989. Los regímenes estalinistas estaban desmoralizados por lo que se dieron por vencidos sin luchar. Jaruzelski en Polonia acaba de entregar el poder a la oposición. Esto no ocurrió sin la intervención de las masas, que, dicho sea de paso, no querían una restauración capitalista. Pero en la ausencia del factor subjetivo, los elementos pro-capitalistas fueron capaces de llenar el vacío y hacer fracasar el movimiento en líneas capitalistas. En Polonia y Hungría, esto se hizo con la ayuda de los dirigentes de los ‘Partidos Comunistas’.

                 El factor decisivo ha sido la conducta de los llamados partidos comunistas. En realidad, el PCUS no era en absoluto un partido comunista, sino un club burocrático, con una membrecía de millones. Fue una extensión del estado, compuesto principalmente por arribistas y títeres, dirigidos al control de la clase obrera y subordinar a la casta gobernante. La posesión de un carnet del Partido no fue, como en la época de Lenin, la promesa de una vida de sacrificio y de lucha por la causa de la clase obrera, sino un pasaporte para una carrera. Por cada trabajador honesto que se unieron al Partido, había un centenar de arribistas, aduladores, informantes y rompehuelgas. El papel de un miembro del partido no era para defender a la clase obrera, sino defender a la burocracia contra la clase obrera.

                 En el momento de la verdad, estos líderes se acercaron al capitalismo con la misma facilidad con la que un hombre pasa de una segunda clase a un compartimiento de primera clase en un tren. Durante la noche, el Partido "Comunista" se derrumbó como un castillo de naipes. Cuando quedó claro que los días de la Unión Soviética estaban contados, los primeros en saltar del barco que se hundía y abrazaron el capitalismo fueron los líderes del "Partido Comunista", que rápidamente se transformaron en empresarios y multimillonarios de rublos. Comparado con esto, la traición de los dirigentes de la socialdemocracia en 1914 fue un juego de niños.

                  Esta traición colosal no puede entenderse si se acepta la idea de que lo que existía en la Unión Soviética y Europa del Este era "socialismo real", como los líderes de los ‘Partidos Comunistas’ mantuvieron durante décadas. El colapso de la Unión Soviética era en realidad el resultado de décadas de degeneración burocrática. En un momento en que la burocracia de Moscú se jactaba de "construir el socialismo" la URSS, era de hecho que se alejaban más del socialismo. Y, como Trotsky predijo en 1936, la casta dominante de los funcionarios no estaba satisfecha con sus privilegios y altos salarios, querían asegurar su posición y la de sus hijos, convirtiendo la propiedad estatal en propiedad privada. Esto era inevitable, a menos que la clase obrera derrocara a la burocracia y se regresara a la política leninista de la democracia obrera y el internacionalismo. Al final, lo que pasó fue exactamente eso.

                 El viejo PCUS se derrumbó durante la noche. De los 20 millones de miembros que pertenecían a él, sólo unos 500.000 permanecieron para formar el PCFR. Pero este partido tampoco tenía nada en común con el comunismo, excepto el nombre. Después de haber sido separado del Estado, los dirigentes del PCFR presentaron una semi-oposición a Yeltsin y al ala abiertamente burguesa. Pero en la práctica, ellos aceptaron el capitalismo y el mercado, y en su oposición había un ritual y un carácter puramente simbólico. Lo mismo puede decirse de los líderes de los sindicatos oficiales (la FNPR). Por lo tanto, la ira colosal, la amargura y la frustración de las masas no encontraron una expresión organizada. Al carecer del vehículo necesario para expresarse, el descontento de las masas se disipó, como el vapor, sin un pistón en la caja.

               Es una demostración aplastante de la degeneración de la casta burocrática gobernante estalinista que 80 años después de Octubre, prefirieron impulsar a la Unión Soviética a la barbarie capitalista y no devolver el poder a la clase obrera. Este fue un acontecimiento que el autor del presente trabajo había pensado descartado. Y de hecho durante todo un período lo habíamos descartado. Mientras las fuerzas productivas en la URSS estuvieron desarrollándose, la tendencia pro-capitalista fue insignificante. Pero el impasse del estalinismo transformó por completo la situación.

               El colapso de la Unión Soviética y del llamado Partido Comunista, después de décadas de régimen estalinista, causaron una tremenda confusión y desorientación. Después de haber sido alimentados con una dieta de mentiras y falsificaciones durante décadas, de estar fabricando en una gigantesca máquina de propaganda que enseñaba a la gente a creer que el socialismo y el comunismo había encontrado su expresión más alta en el régimen totalitario, dominado por una corrupta y degenerada casta de burócratas, la conciencia de las masas había ido hacia atrás. Cuando el régimen se derrumbó - como Trotsky había previsto brillantemente en las páginas de La revolución traicionada - las masas fueron tomadas por sorpresa.

                 Trotsky había señalado que, mientras que la revolución es la locomotora de la historia, los regímenes reaccionarios - especialmente los regímenes totalitarios como el estalinismo – actúan como un freno colosal en la conciencia humana. En un grado que ni siquiera nosotros, los marxistas, lo apreciamos, Stalin había logrado destruir completamente las antiguas tradiciones de Octubre. El exterminio físico de la Vieja Guardia leninista y la Oposición de Izquierda, había dejado a la izquierda del proletariado sin líderes. Las décadas de la falsificación y la supresión de los escritos de Trotsky en la URSS destruyeron los últimos vestigios de las tradiciones democráticas e internacionalistas del bolchevismo. Uno por uno, los trabajadores que habían sobrevivido a la pesadilla del estalinismo murieron, dejando un vacío colosal, sin nada que lo llenara. En el momento de la verdad, el proletariado se quedó sin liderazgo, para hacer frente a la embestida capitalista.

                  Es necesario subrayar que lo que fracasó en Rusia no era socialismo. El régimen establecido por la política estalinista contrarrevolucionaria después de la muerte de Lenin no fue el socialismo, y ni siquiera un Estado de los trabajadores, en el sentido entendido por Marx y Lenin. Fue una horrible caricatura deformada de un Estado Obrero, para utilizar la terminología científica de Trotsky, un régimen de bonapartismo proletario. Después de generaciones de régimen totalitario, el privilegio de élite daño por completo todo. Con una facilidad asombrosa, una gran parte de la ex dirigentes "comunistas" han oscilado hacia la derecha, hacia el capitalismo. Sí, todo eso es cierto. Pero ¿cuál es la situación ahora?

El fracaso del "mercado"

               Trotsky escribió en La revolución traicionada: el colapso del régimen soviético conducirá inevitablemente a la caída de la economía planificada y, por tanto, a la abolición de la propiedad estatal, los "vínculo de coacción entre los trust y las fábricas dentro de ellos desaparecerían. Las empresas más exitosas lograran salir en el camino de la independencia. Se convertirán en privadas por medio de acciones, o pueden encontrar otras transiciones, alguna forma de propiedad, por ejemplo, en la que los trabajadores deben participar de los beneficios. El colectivo de granjas se desintegraría al mismo tiempo, y mucho más fácilmente. La caída de la dictadura burocrática actual, si no fuera sustituido por un nuevo poder socialista, significaría un retorno a las relaciones capitalistas, con un descenso catastrófico de la industria y la cultura." (León Trotsky, La revolución traicionada, pp. 250-1).

                 Desde el punto de vista de la teoría marxista de la historia, una nueva clase dominante - en cualquier sistema socio-económico - sólo puede surgir y consolidarse a condición de que desarrolle los medios de producción. Hemos demostrado en otra parte que la razón para el colapso del estalinismo fue que ya no era capaz de lograr tasas de crecimiento superiores a las economías capitalistas avanzadas (véase Ted Grant, Rusia, desde la revolución a la contrarrevolución). Hacia el final - en el llamado período de estancamiento, bajo Breznev, no se desarrollaron los medios de producción en nada. Esto significaba que el régimen estaba condenado.  Históricamente, como explicaba Marx, la burguesía desempeña un papel progresista, en la medida que se desarrolla la economía y sienta así las bases materiales para una forma superior de sociedad humana - el socialismo. Esa es la única justificación para su existencia.

                 Por lo tanto, la única manera de que un régimen capitalista podría lograr la consolidación sería a través del desarrollo de la economía. Marx explicaba que esta es la única manera en la que un sistema socio-económico determinado puede mantenerse. En palabras de Engels, "Consideramos que las condiciones económicas determinan en última instancia las condiciones del desarrollo histórico." (Marx y Engels, Obras escogidas, vol. 3, p. 502.)

               En última instancia todo se reduce a la cuestión de la productividad del trabajo. Normalmente en la historia del capitalismo, un aumento de la productividad del trabajo se logra a través de la inversión. Este es el secreto del desarrollo capitalista. A diferencia de todos los sistemas socio-económicos del pasado, el capitalismo sólo puede existir revolucionando constantemente los medios de producción.

               Trotsky explicó los logros colosales hechos por la economía planificada y nacionalizada en las últimas décadas, a pesar de la burocracia. En 1980, un enorme potencial productivo existía, pero la burocracia era incapaz de desarrollarlo. Este es nuestro punto de partida. La pregunta que surge es: ¿es la burguesía capaz de desarrollar ese potencial? Si la respuesta es afirmativa, entonces tendríamos ante nosotros la perspectiva de una Rusia capitalista que rápidamente se pondría en entredicho con los EE.UU. como potencia económica. El capitalismo ruso no sería un régimen débil como Trotsky predijo, sino una poderosa y próspera superpotencia, y la Revolución de Octubre y la economía planificada que de allí salió serían meros episodios, el significado real de que iba a preparar el camino para el triunfo del mercado. Pero eso es una suposición que está por demostrarse.

                 Se ha estimado que si la industria automovilística soviética hubiera producido suficientes coches, el nivel de propiedad de automóviles en Rusia hubiera sido más alto que en Gran Bretaña en la década de 1980. Los coches no se han producido debido a que la burocracia tenía otras prioridades, pero el poder para hacerlo existía. Pero ¿qué pasa ahora? Los coches aún no se han producido para nada en número suficiente. Los coches extranjeros están siendo importados - sobre todo costosos Mercedes, para la mafia capitalista que paga en dólares. Pero los ahorros en rublos de la gente común han sido eliminados por la inflación. Esto no es un progreso, sino una regresión monstruosa. Aparte de consecuencias humanas desastrosas, no se desarrolla la economía, pero el mercado interno está completamente socavado por la destrucción del poder adquisitivo de las masas y la eliminación de una importante fuente potencial de capital para la inversión.

Una regresión monstruosa

                 El capitalismo ruso se mantendrá o caerá por su capacidad para desarrollar la economía y sobre todo aumentar la productividad del trabajo. ¿Cómo puede hacerse esto? Históricamente la principal forma de lograr una "economía del tiempo de trabajo" fue mediante la inversión en dispositivos de ahorro de mano de obra (maquinaria). Esto por supuesto no se hace por supuestos motivos idealistas, sino por la búsqueda de lucro y con el fin de obtener una ventaja sobre sus competidores. La contradicción es que, al aumentar la cantidad de capital constante en relación al capital variable, el capitalista se enfrenta, tarde o temprano, con la tendencia a la caída de la tasa de beneficio. Pero eso es harina de otro costal. Baste decir que la función progresiva del capitalismo consiste precisamente en esto: que conduce a una mayor economía del tiempo de trabajo a través de la introducción general de nueva maquinaria y técnicas.

                 Esto plantea la cuestión fundamental: ¿la burguesía ha desarrollado las fuerzas productivas en Rusia durante los últimos diez años? La respuesta es claramente negativa. La burguesía rusa no juega ningún papel progresista. Marx consideraba a los capitalistas como meramente los repositorios de las fuerzas productivas. Su función consiste en utilizar la plusvalía extraída a los trabajadores e invertirla en nueva producción. El hecho de que lo hizo por codicia, y que tan brutalmente explota el trabajo de los niños y así sucesivamente, era secundario. Mientras se desarrollaron las fuerzas productivas estaban llevando a la sociedad hacia adelante.

                Pero, ¿cuál es la posición de Rusia? En el período de la llamada reforma de mercado en Rusia, ha experimentado el mayor colapso en la historia económica mundial. Sólo en los primeros cinco años, la economía se contrajo en un asombroso sesenta por ciento. Esta caída no tiene precedentes en la historia económica. Es como una catastrófica derrota en una guerra.

paro
                La situación real es peor casi seguro que incluso estas cifras. Hace dos años, una universidad canadiense hizo un estudio sobre la cuestión de la salida de capitales y concluyó que salían de la región 2 millones de dólares por mes. Se calcula que esto ha significado una pérdida de al menos 140 millones $. Durante un período de seis a siete años, no como lo habían pensado en la práctica, aunque esta cifra es probablemente conservadora. Y este dinero nunca volverá a Rusia. La burguesía rusa no desarrolla las fuerzas productivas, pero saquea y destruye toda la base económica.

              Se podría argumentar que esto es sólo un estado temporal de los asuntos, y todo será como un derecho en forma de lluvia en el largo plazo. Pero como Keynes dijo una vez, ¡en el largo plazo, estamos todos muertos! Naturalmente, la caída no podía continuar indefinidamente. Ninguna economía se puede mover hacia abajo de forma permanente. Desde el colapso de 1998, la economía rusa ha experimentado una cierta recuperación, alcanzando una tasa de crecimiento del 7,7 por ciento en el año 2000. Pero, en segundo lugar, cualquier crecimiento se contrapone a la caída horrenda de los últimos diez años. Como ‘The Economist’ con sarcasmo lo expuso, ¡cualquier cosa que se lanza desde un acantilado tenderá a rebotar!

               Los defensores del capitalismo han puesto el punto en la reciente recuperación de la economía rusa, pero esto no fue el resultado de una mejora orgánica, sino la consecuencia de una evolución episódica: la fuerte devaluación del rublo que siguió a la crisis de 1998, y el reciente aumento brusco en los precios del petróleo. Sin embargo, los efectos de la devaluación ya se evaporaron, mientras que el aumento de los precios del petróleo parece haberse detenido. Si, como parece probable, la actual desaceleración en los EE.UU. se convierte de nuevo en una nueva caída de recesión mundial, el precio del petróleo experimentará un fuerte descenso, lo que traerá del período de recuperación parcial en Rusia a un alto estremecimiento. La conclusión es ineludible. El experimento en la economía de mercado ha terminado en total desastre. Todos los índices de la economía rusa están en el punto de un colapso mayor en los próximos meses y años.

El problema de la inversión

               La cuestión más decisiva en el largo plazo es la economía mundial. Rusia es ahora mucho más dependiente de los mercados mundiales que nunca. Más dependiente en gran medida que el antiguo régimen zarista. Rusia es el país ideal para los inversores extranjeros. Es potencialmente un gran mercado, con una fuerza laboral capacitada y altamente educada, que actualmente recibe salarios ridículamente bajos, y los recursos naturales son casi ilimitados. Sin embargo, nos enfrentamos a una paradoja. En la actualidad, el importe de la inversión privada directa extranjera en Rusia ha sido extremadamente bajo. El flujo de inversión (es decir, la inversión de la empresa) desde el oeste sigue siendo muy débiles. Para poner esta cuestión en su contexto: la entrada de inversión extranjera en China durante la última década ha sido más de veinte veces la cifra de Rusia. La pregunta es ¿Por qué la inversión en Rusia es tan baja? La respuesta fue dada por el director general de la oficina de Moscú de Deutsche Morgan Grenville, la propiedad del banco de inversión-alemán de la siguiente manera:

                   "Yo no creo que nada ha cambiado tan drásticamente en Rusia en las últimas semanas. Es simplemente una cuestión de que un nuevo año ha llegado y los gestores de fondos han hecho bien las nuevas asignaciones," dijo. "Pero no creo que la reforma económica es irreversible en Rusia, y por eso es fundamental que el presidente se mantiene a la cabeza" (Financial Times, 10/1/97, el subrayado es mío.)

             Desde que estas líneas fueron escritas, la situación no ha mejorado, sino empeoró. Un año más tarde, se produjo el colapso, que tuvo como consecuencia un éxodo masivo de la inversión extranjera en Rusia - una tendencia que sólo parcialmente se ha invertido desde entonces. Por el momento la tendencia dominante es en dirección al capitalismo. Pero no es completa y puede ser en un momento dado revertida. Los estrategas del capital son realistas. Ellos saben muy bien la situación. Es por eso que no invierten y por qué están presionando al gobierno de Rusia para continuar con una política suicida.

             La inversión extranjera siempre ha sido muy débil, pero incluso eso se ha evaporado después de la crisis del verano de 1998. Incluso antes de que los inversores extranjeros se sintieron decepcionados ya con Rusia. El sueño de un gran mercado se ha convertido rápidamente agrio. En el contexto de la crisis capitalista mundial, una mayor participación de Rusia en los mercados mundiales no es la solución. Tampoco puede la economía de Rusia se basan en sus enormes reservas de petróleo y otras materias primas para salir de la crisis. Mientras la economía mundial estaba en auge, no había la posibilidad de relanzar la economía sobre la base de los precios del petróleo. Pero con la economía mundial comienza a detenerse, y la consiguiente caída de la demanda, el petróleo de Rusia, la mayoría de los cuales se encuentra en lugares difíciles que requieren una gran inversión, ya no es tan atractivo.

             El flujo de ciertas cosas de este. En la actualidad, es cierto, el viejo orden se ha roto, pero, a pesar de grandes esfuerzos se están realizando para avanzar en una dirección capitalista, estable, nada ha sido puesto en su lugar. Esto significa que toda la situación sigue siendo incompleta, fluida e inestable. Rusia la esperanza de conseguir una gran suma de dinero de Occidente se desvaneció después de 1998. En la actualidad, Rusia debe al Oeste 150 mil millones $. Es cierto que Occidente está alarmado por los acontecimientos en Rusia, pero ha hecho su "ayuda" condicionada al cumplimiento de las políticas monetarias de acuerdo con sus propios intereses - es decir, continuar con la "reforma", programa que ha llevado al desastre actual. Pero esto podría causar una explosión social, más temprana que tarde.

Colapso Social

              Occidente está seriamente preocupado por los efectos sociales de la crisis en Rusia. Tiene buenas razones para estarlo. El colapso del mercado ha llevado a la desintegración social. Los elementos de la barbarie han comenzado a aparecer. La pobreza, la mendicidad, la ebriedad, la drogadicción, la prostitución, la delincuencia, las epidemias se han extendido a un grado sin precedentes. Secciones de los jóvenes se ven afectadas por lumpenización. Para el antiguo flagelo del alcoholismo, nuevos problemas se agregan, como la adicción a las drogas. Un gran número de casos nuevos de VIH se reportan en Rusia cada mes, y el 90 por ciento de estos casos fueron aquellos que contrajeron la enfermedad de agujas sucias. Las cifras oficiales subestiman seriamente la situación real. Hay alrededor de 2,5 millones de enfermos, y no da señales de una caída. Esta enfermedad - tradicionalmente identificados con la pobreza y la dieta - ahora afecta a 73 de cada 100.000 rusos. Según la Organización Mundial de la Salud, algo más de 50 casos por 100.000 habitantes, constituye una epidemia.

               Muchas personas mayores se enfrentan a graves dificultades, e incluso al hambre, un hecho tristemente evidente por el gran número de pensionistas reducidos a la mendicidad, incluso en Moscú y Petersburgo. El problema es aún peor en las provincias. Algunos pensionistas viven con unas sumas miserables de 400 rublos al mes (£ 16). Estas personas, que después de una vida de lucha y sacrificio tenían derecho a esperar una jubilación razonablemente cómoda, han visto reducido su nivel de vida.

              En la época soviética, muchos trabajadores fueron persuadidos por la perspectiva de altos salarios a moverse hacia el norte o al este a las regiones inhóspitas, donde las nuevas ciudades se construyeron para explotar los recursos naturales, como petróleo, carbón, gas y minerales. En el marco del plan central, estas áreas se mantuvieron a distancia suministro constante. Pero ya no. El régimen de "empresa privada", que se supone que es más eficiente que la planificación central ha dejado a estas personas por su cuenta. Los suministros son irregulares o inexistentes. Hay una grave amenaza de colapso que plantea una infraestructura de desintegración.

                 Hace dos años, los cortes de energía causaron un caos en lugares como Vladivostok y Kamchatka en el Lejano Oriente, y Chukota en el Círculo Polar Ártico, donde las temperaturas en invierno oscilan entre menos 38 y menos 55 grados. Dentro de la mayoría de apartamentos, las temperaturas fueron entre cinco y trece grados centígrados bajo cero. La gente recurrió a la utilización de estufas primitivas llamadas burzhuyiki, que quemen algo de leña o los libros de la biblioteca familiar. Muchas familias se han visto obligadas a huir como refugiados sin un centavo en una guerra. Pero el enemigo no son los alemanes o los estadounidenses, pero si el sistema capitalista y la "mano invisible del mercado".

                Las regiones de Siberia y el Kuzbass son potencialmente muy ricas en Rusia. De hecho, estos sectores hasta hace poco siempre un ingreso estable. Sólo los salarios no fueron necesariamente pagados! Toda la zona se basa en dos cosas: los recursos naturales y la industria de defensa. Hay grandes centrales nucleares en Krasnoyarsk y Tomsk y plantas grandes aeronaves militares en Novosibirsk. La alta calidad del carbón para cocinar es producida por el Kuzbass, que en el pasado se ha exportado o utilizado para alimentar una industria a gran escala de acero. La razón por la cual las autoridades soviéticas construyeron grandes plantas en áreas remotas e inhóspitas fue precisamente para aprovechar el carbón y otras materias primas en las proximidades. Por ejemplo, el aluminio requiere una gran cantidad de electricidad. La abundancia de energía hidroeléctrica barata en este ámbito crea una base ideal para la industria del aluminio. En otras partes de Siberia existen grandes reservas de petróleo y gas. La población es pobre o no demasiado mal, dependiendo de la zona y la industria.

                En Novosibirsk, la industria de armamentos es en un punto bajo, pero sobrevive todavía. Los niveles de vida, aunque no desastrosa, sin embargo, son notablemente más bajos que en Moscú. Pero la escena política en general presenta un cuadro de la corrupción y de delincuencia. Siempre que las mercancías se exportan - de aluminio y el carbón - los ladrones obtienen parte, con el disfraz de "intermediarios" y "mayoristas", chupando la sangre de la industria. Muchas veces los directores están implicados de una manera u otra. En casos extremos, la mafia en realidad se ha hecho cargo de las industrias y ciudades enteras, como en el caso de Leninsk-Kuznetsk donde el alcalde era un miembro de la mafia. Finalmente Yeltsin se vio obligado a detenerlo. Si por la iglesia medieval "todos los caminos conducen a Roma" para la burguesía rusa, todos los caminos conducen a la ruina.

                 Las dificultades en la consolidación de un régimen capitalista en Rusia se muestran por la cuestión de la privatización de la tierra. Trotsky preveía que la tendencia hacia la restauración capitalista se iniciaría con la tierra - rompiendo las granjas colectivas y la creación de la agricultura privada. Considerando que los trabajadores se resisten a la privatización, pensó que el capitalismo podría encontrar un aliado en el campesinado. Sin embargo, esto ha demostrado no ser el caso. Después de casi una década, aún no han tenido éxito en la privatización de la tierra o romper los colectivos. En este momento de la escritura, sólo hay 260.000 agricultores privados en Rusia - una décima parte del total.

                 La situación es completamente diferente a cuando Trotsky escribió La revolución traicionada. Generaciones de una economía planificada nacionalizada y la agricultura colectiva han modificado radicalmente el equilibrio de fuerzas de clase en favor del proletariado. En realidad, el campesinado ruso ya no existe. Lo que tenemos en Rusia es un proletariado rural , que no tiene ningún interés en transformarse en una clase de pequeños propietarios. Se trata de personas, principalmente de edad. Los jóvenes durante décadas se unió al ejército y no tenían prisa para regresar a la aldea después de que fueron dados de alta. La mayoría de los que quedan se han acostumbrado al sistema de colectivos que, a pesar de la baja calidad de vida y las malas condiciones, por lo menos les da una cierta seguridad. Es por ello que los planes de privatización de la tierra casi no han tenido eco en el campo, a pesar de que se presentó por primera vez por Gorbachov.

              Putin está tratando de impulsar la privatización de la tierra - una medida que ha estado en los libros de estatutos desde 1993. Pero hay una resistencia generalizada y no hay garantía de que la medida tendrá éxito. La impopularidad de la privatización de la tierra es reconocida incluso en Occidente. Un artículo reciente en The Economist señaló: "Los rusos ya han oído la palabra latifundio, y no les gusta el sonido de la misma." (The Economist, 10 de marzo de 2001.) Incluso el archí-reaccionaria Alexander Solzhenitsyn se ha pronunciado en contra de esto, argumentando correctamente que la privatización de la tierra se beneficiaría "las bandas de ladrones codiciosos que han robado miles de millones de Rusia".

             Lo que esto demuestra es la profunda impopularidad de las reformas de mercado en Rusia, donde la privatización ha sido una mala palabra. El motivo es, pues, se está preparando para una reacción de gran alcance en un determinado momento. El Occidente no se hace ilusiones sobre este punto: lo que se refleja en los bajos niveles de inversión extranjera en Rusia.

Preparación de la Crisis

              La actual puesta en marcha en Rusia es un híbrido horrible que se las arregla para combinar todas las peores características del antiguo sistema con todas las peores características del capitalismo. Es cierto que el Estado totalitario se ha disuelto bajo el peso de sus propias contradicciones, pero la burocracia estatal sigue estando en gran medida en su lugar. De hecho, el peso de la burocracia ha aumentado. Hay 1,7 veces más funcionarios ahora que en la URSS, que había unos 100 millones de habitantes más. Estos funcionarios están totalmente desmoralizados, un hecho que puede deducirse del aumento masivo de la corrupción y el soborno. Por supuesto, estas cosas existían antes. Pero la magnitud de este daño es ahora mucho peor que en la Unión Soviética.

               El hedor de la corrupción está en todas partes. Es como el régimen de Rasputín que marcó la agonía del zarismo. La corrupción y el soborno se filtran por todos los poros del capitalismo amigo de Rusia. La corrupción en una escala infinitamente peor que incluso el de la burocracia estalinista ahora existe en todos los niveles. La policía, que se supone que está para combatir la delincuencia y la corrupción, se está plagado de corrupción en sus propias filas. Hace unos años, una serie de altos funcionarios del gobierno fueron arrestados y la policía descubrió 1 millón $ en efectivo en sus hogares. Eran miembros del servicio de estadística del gobierno que habían sido pagados por las grandes empresas de falsificar datos para ayudar a las empresas evadir impuestos. Esta es sólo la punta de un iceberg enorme de corrupción que está agotando la riqueza de Rusia, al igual que un hombre muriendo lentamente de una hemorragia masiva. "El gobierno está tan recargado de burócratas ahora que apenas puede funcionar", dice Oleg V. Vyugin, economista jefe de la Troika de dialogo de Moscú y ex viceministro de Finanzas.

               Esta corrupción sin precedentes, que hace que el régimen estalinista parezca un modelo de rectitud en su comparación, podría llegar a nuevos niveles, despertando la indignación del proletariado. El obrero ruso en general tiene una actitud cínica hacia sus gobernantes. Pero los trabajadores podían aceptar décadas de régimen estalinista, sin una explosión, porque hasta el final del período de Brezhnev las fuerzas productivas se desarrollaban y mejoraban de las condiciones. Esto está en marcado contraste con la situación actual que se caracteriza por el robo y saqueo universales, que no se acompaña de un desarrollo de los medios de producción.

                La crisis constante del régimen, que se refleja en el aumento sin fin y la caída de los ministros, es un claro reflejo del callejón sin salida del capitalismo en Rusia. Los cambios en la parte superior refleja el hecho de que, sobre bases capitalistas, no hay salida. La elección de Putin no ha resuelto nada. Sólo el accidente afortunado de los precios del petróleo lo ha mantenido a flote, hasta ahora. Poco ha cambiado, salvo un paquete de reforma fiscal que no altera nada fundamental. El aumento de los precios del petróleo produjo una tasa de 7.7 por ciento de crecimiento en el año 2000. Pero el Producto Interno Bruto se espera que crezca sólo un 4 por ciento en 2001, en el mejor de los casos. Estas cifras no tienen sentido para compensar la caída horrible de producción desde 1990, y la mejora relativa actual no va a durar. La Tasa de producción industrial este año (2001) son los más bajos desde hace dos años. Toda la situación es claramente errónea. La inflación aumentó en los tres primeros meses de 2001 un 7 por ciento, lo que socavará aún más el crecimiento industrial de Rusia. A su vez, la disminución de la producción se reducen los ingresos del Estado procedentes de los impuestos, que pondrá en tela de juicio su capacidad para pagar los salarios y las pensiones, y también al servicio de 150 mil millones dólares de la deuda de Rusia. Por otra parte, todos estos índices se establecen a deteriorarse aún más en el próximo período, que se caracteriza por un clima económico desfavorable a escala mundial.

                El escenario está preparado para un periodo convulso en la historia de Rusia. A pesar de todos los esfuerzos del imperialismo y la burguesía rusa naciente el capitalismo ruso sigue siendo un niño débil y enfermizo. Una nota de alarma se ha deslizado en declaraciones oficiales. El 3 de abril, Putin declaró: "El país todavía tiene un clima desfavorable para la inversión si no tomamos medidas activas - en particular, para implementar las reformas estructurales - que pueden provocar un estancamiento a largo plazo.." (Business Week, 16 de abril de 2001.)

               Esta perspectiva es de desastre para Rusia. La decadencia actual ha ido tan lejos que amenaza con una catástrofe social en una escala sin precedentes. Un drama que es muy probable que ocurra, un colapso se debe evitar. Pero imaginar que esto es posible sobre la base de las "fuerzas del mercado" es una ilusión sin esperanza.

               La profundidad de la caída, la desorientación general, el declive de la cultura, el lanzamiento posterior de la conciencia como un resultado de décadas de estalinismo y, sobre todo la falta del factor subjetivo - todo esto se combina para producir el más grotesco y repugnante saqueo de bandas. El aumento del chovinismo gran ruso, el misticismo, la religión, incluso la monarquía (entre una pequeña minoría) y el antisemitismo. Todo esto demuestra que el capitalismo ruso es incapaz de producir cualquier tipo de papel progresista.

              Sólo la restauración de una economía planificada y nacionalizada puede crear las condiciones para una reactivación colosal de la producción potencial de Rusia. En condiciones de una profunda depresión, no es teóricamente descartado que una parte de la burocracia se mueva hacia esta posición. Pero de forma burocrática, sin la administración y control democrático de la clase obrera. Esto en última instancia, terminara en el desastre igual que antes. Como Trotsky señala en un gráfico y profundo pasaje más de La revolución traicionada, una economía nacionalizada y planificada necesita la democracia como el cuerpo humano necesita oxígeno. Sólo un régimen de "verdadera democracia obrera’, en las líneas de Octubre de 1917, puede proporcionar a Rusia con una salida del estancamiento actual.

El papel del proletariado

              La pregunta clave sigue siendo la reacción de los trabajadores. Hasta el momento, los obreros rusos en general han permanecido pasivos. Esta es la única explicación de la dirección particular adoptadas por los acontecimientos. Este hecho ha desconcertado a muchos observadores en Occidente, que tratan de explicarlo en términos de una mística "alma rusa" y la capacidad supuestamente infinita del pueblo ruso por el sufrimiento. En realidad, la explicación es más simple y más prosaica. El problema central para la clase obrera rusa es el problema de liderazgo. En esencia, es el mismo problema que enfrentan los trabajadores de España, Gran Bretaña y todos los demás países.

             Hay, por supuesto, movilizaciones, en particular de los mineros y maestros. No hay que olvidar que la crisis del verano de 1998 fue provocada por el movimiento de los mineros que, junto con otros trabajadores, llegaron a Moscú y se manifestaron ante la Duma. Desde entonces, la mejora temporal de la economía, permite una mejora parcial en las condiciones de las masas, el pago de una parte de los atrasos de los salarios, etc., ha dado lugar a una pausa en el movimiento obrero. En ausencia de cualquier tipo de alternativa, la actitud de la mayoría de los trabajadores a Putin ha sido hasta ahora "esperar y ver".

               Pero Putin en el poder es extremadamente frágil. Una nueva crisis económica va a transformar la situación. La paciencia de las masas tiene sus límites y estos están siendo puestos a prueba. La aventura de Chechenia ha distraído la atención de las masas, pero esto no puede durar. Los acuciantes problemas de la vida cotidiana y las demandas siguen esperando una solución. Por otra parte, en la medida en que el conflicto de Chechenia se prolonga, la actitud de las masas puede cambiar. De ser un punto de apoyo de Putin, que va a cambiar en su contrario.

                Los trabajadores están reagrupándose lentamente. La lentitud es enteramente el resultado de la falta del factor subjetivo. El estado de ánimo de la población es de cólera sombría y frustración, pero esta rabia no tiene un punto de referencia, ningún vehículo organizado a través del cual expresarse. El problema central es la falta de liderazgo político. Ninguno de los partidos políticos realmente se destaca por una política leninista. Ellos no ofrecen ninguna alternativa seria a los trabajadores.

               Si el PCFR fuera un verdadero partido comunista, de pie sobre el programa de Lenin y Trotsky, no habría problema. Pero esto está muy lejos de la realidad. El PCFR - el mayor de los partidos "comunistas" - regularmente recibe decenas de millones de votos, lo que refleja el disgusto y la desilusión masiva con el capitalismo y la "economía de mercado". Pero Ziuganov no tiene ninguna intención de luchar por el socialismo, o incluso se remonta a la época de Brezhnev, aunque la mayoría de sus seguidores estarían a favor de este. Los dirigentes del PCFR han demostrado ser totalmente cobardes y carentes de cualquier perspectiva seria. En efecto, han aceptado el capitalismo (aunque se habla de una "economía mixta", esto es lo que significa). Sobre todo, temen un movimiento independiente de las masas, y no harán nada para provocar un movimiento desde abajo. Ellos prefieren gastar su tiempo en interminables maniobras e intrigas en los pasillos del Parlamento.

              En general, su línea política es de color de nacionalismo ruso. No hay un atisbo de política de clase y socialismo. Ziuganov es un oportunista y sufre de la enfermedad de lo que Marx llamaba "cretinismo parlamentario". Se imagina que es un estadista inteligente, porque se pasa toda su vida en interminables intrigas y maniobras en la parte superior en busca de posibles "aliados". Estos incluyen la Iglesia Ortodoxa Rusa, de la que se proclama un devoto creyente! Él es un entusiasta partidario de la guerra en Chechenia. Al igual que sus homólogos, los dirigentes obreros reformistas en España y Gran Bretaña, Ziuganov resulta no ser inteligente, si muy estúpido. En un momento en que el PCFR se debe mover hacia las masas, la conducta de sus dirigentes parece calculada a perder apoyo. Por supuesto, cuando lleguen las elecciones seguirán recibiendo los votos. Pero esto será a pesar de Ziuganov, no por él.

               A pesar de la conducta de los líderes, un nuevo auge del movimiento obrero es inevitable en el próximo período. Las contradicciones se acumulan, unas sobre otras. Una nueva crisis económica volará todos los planes de Putin para la reforma en mil pedazos. Él se enfrenta a la necesidad de atacar los salarios, las pensiones y los niveles de vida. Esta es una receta acabada para una explosión de la lucha de clases que debe, en cierta etapa, impulsar a los líderes del PCFR pataleando y gritando contra el gobierno. Este escenario llena de miedo a Ziuganov. Lo último que quiere es ser empujado al poder con una gran mayoría por una clase obrera que despertó. De ahí su reticencia a entrar en el gobierno. Pero el resultado final - por suerte - no depende de Ziuganov y la facción del PCFR la Duma.

             En tal situación, el vacío de poder sólo puede ser llenado por los sindicatos y comités de los trabajadores. Teniendo en cuenta el hecho de que su único punto de referencia es 1905 y 1917, la idea de los soviets (consejos obreros) inevitablemente ha comenzado a resurgir.

El papel de los Comités de trabajadores

             Los Comités de trabajadores han existido en diferentes épocas, con diferentes nombres en diferentes áreas - comités de huelga, de trabajadores, comités de salvación, o simple y claramente soviets - pero la esencia de la cosa es la misma. El comité de trabajadores efectivamente se hizo cargo de la gestión de la ciudad de Anzhero-Sudzhalensk. El Comité celebró sus reuniones en las oficinas de la administración de la ciudad, en sesión permanente y en continua discusión. Fueron estas las personas que cortan la línea de ferrocarril trans-siberiano hace dos años. El principal objetivo de los comités es proporcionar las actividades de las clases, con la participación del mayor número posible de personas que trabajan.

            En Rusia, la idea de que la clase obrera necesita de sus propios representantes y órganos elegidos para coordinar las luchas tiene raíces profundas. Llegó a la palestra en 1905 y nuevamente en 1917, y ahora han vuelto a surgir. El comité-Sudzhalensk Anzhero fue elegido de la siguiente manera: los comités de huelga de fábrica eligieron delegados a la comisión de la ciudad. Todos los delegados estaban sujetos al derecho de revocación. Esto es precisamente lo que Lenin defendió en el Estado y la Revolución. "Los trabajadores tienen realmente el control", dijo un observador. ¿Qué es si no esto, un soviet?

            El papel de "control obrero" aquí se reduce a la vigilancia e inspección. Los trabajadores mantienen una estrecha vigilancia sobre las cosas, sobre todo en las actividades de la fábrica y directores de la administración. Esto es comprensible si tenemos en cuenta el nivel de fraude, estafa y la corrupción que existe y las cantidades de sabotaje en las ventas al por mayor de la producción. Esto corresponde exactamente a lo que Lenin escribió en La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla. Así, espontáneamente, la clase obrera rusa vuelve a sus antiguas tradiciones.

              En la medida en que los trabajadores adopten medidas para interferir en el "derecho dado por Dios para administrar" y familiarizarse con los secretos de los jefes, los libros y así sucesivamente, están desafiando el sistema existente y también se preparan casi llevar el funcionamiento de la producción en sus propias manos.

                La necesidad de una "democracia de los trabajadores” es una lección aprendida por las masas de la vida misma. Los Comités de trabajadores son el hormigón, viva expresión de este hecho. Ellos no son vistos como un sustituto de los sindicatos, o en oposición a ellos, sino como un complemento necesario. Tienen algunas ventajas claras sobre las estructuras sindicales: son más flexibles, una base más amplia, y es capaz de reunirse en sesión permanente. Así todos los trabajadores conocen lo que está pasando. Consultar, hacer preguntas, discutir y aprender colectivamente. Hay democracia plena. Todas las tendencias son libres de expresar sus puntos de vista. Las noticias viajan rápido, lo que permite a los trabajadores reaccionar rápidamente a los acontecimientos. Los comités también sirven para otro papel - el de mantener a los líderes sindicales bajo presión constante y evitar la formación de burocracia.

                La fuerza de los comités, naturalmente, ir y venir con el propio movimiento. Pero en cada momento decisivo que volverá a surgir, de dibujo en un número cada vez mayor de trabajadores y otras capas de la sociedad combativa. Este es el elemento más decisivo en la ecuación. Bajo la dirección de una corriente auténticamente leninista, los comités de trabajadores pueden desempeñar el mismo papel que los soviets en 1917. Incluso sin este liderazgo, jugará un papel clave en los acontecimientos que empiezan.

                Los trabajadores vuelven a sus sindicatos y sus comités. Pero hay limitaciones. Los sindicatos no tienen ningún programa político. Sin embargo, un programa político es absolutamente necesario. Sin embargo, no hay ninguno que se ofrecen en la actualidad. El PCFR sólo insiste en la "idea nacional", mientras que los trabajadores están buscando una alternativa de clase, pero no encuentran nada de eso aquí. Ni siquiera la idea de un retorno al período de Brezhnev, vista como una época dorada por muchos.

               En áreas como el Kuzbass, el movimiento obrero asumió un barrido excepcionalmente amplio en el último período, con la participación de amplias capas de la población, no sólo a los trabajadores. Incluso algunos ingenieros (de hecho, los administradores) se han elaborado pulg Después de todo, no han sido pagados. Se sienten simpatía y solidaridad con la clase obrera. Por lo tanto, como predijo Marx, a medida que la clase a la acción para cambiar la sociedad, una capa de "intelectuales burgueses" rompe con la clase dominante y pasa al lado de los trabajadores. Esta gente honesta, inteligente y educado a cabo sus energías y talentos a disposición del proletariado. En los próximos meses, el movimiento va a estallar de nuevo con fuerza renovada. Es muy posible que vaya a empezar, no en Moscú o Leningrado, pero en las provincias. Pero una vez que el movimiento comienza en serio, se pueden adquirir rápidamente un barrido muy amplio, extendiendo de pueblo en pueblo, de provincia a provincia. La existencia de los comités proporcionará una estructura concreta para coordinar y ampliar las acciones de los trabajadores. En tales circunstancias, incluso una pequeña organización revolucionaria podría ganar terreno rápidamente, siempre que esté equipado con las ideas correctas, la política, la orientación y la perspectiva. Pero es esencial que una organización deba existir antes de que el movimiento entre en el camino.

Las perspectivas para el trotskismo

               Este es un momento crítico en la historia de Rusia. La crisis que comenzó en 1998 se ha resuelto temporalmente, pero la situación es muy inestable. Los reformistas han intentado todo para estabilizar el capitalismo ruso y han fracasado. No estabilización duradera que se ha logrado. El descontento de la población se hace más profundo y amargo más con cada día que pasa. La perspectiva de una gran ofensiva de la clase obrera telares. La capa dominante está plagada de divisiones y crisis continua. Las capas medias, que antes miraba al capitalismo para la salvación, se hundieron en el escepticismo y la incertidumbre hacia el futuro. Algunos de los oligarcas capitalistas principales ya han huido al extranjero. El único factor que falta es el partido revolucionario y el liderazgo. Los dirigentes del PCFR y los sindicatos (FNPR) han hecho todo lo posible para poner freno a la circulación. Esto ha llevado a una oleada de descontento, las crisis internas y divisiones en todos los "partidos comunistas".

               A pesar de todo, aún hay millones de votar por el PCFR ("los comunistas") para una buena razón. No hay alternativa Comunista, "El Partido de los Trabajadores (RKRP) está a la izquierda del PCFR, pero es mucho más pequeño. Los otros partidos comunistas son demasiado pequeños para jugar un papel significativo. En la actualidad la mayoría de los miembros del PCFR tienen muchos años de edad, pensionistas, ni siquiera los trabajadores parados, pero si los funcionarios que han perdido mucho y están desesperados y furiosos. Son nostálgicos del pasado. Estas son las personas que portan retratos de Stalin en las manifestaciones. Pero tienen poco o ningún eco entre los trabajadores. Si hubiera una organización trotskista seria, con las fuerzas suficientes, muchos de los comunistas y el archivo de rango pueden ser ganados por un programa leninista. Un número cada vez son amargamente críticos de Ziuganov y dispuestos a apoyar medidas radicales.

IMG_8512 Alan Woods
                 Por razones históricas, las fuerzas del genuino leninismo (los "trotskistas") han sido arrojadas atrás. Hoy su fuerza numérica es pequeña. Pero la fuerza de sus ideas es mucho más importante de su debilidad numérica. Hoy, más que nunca, las ideas de Trotsky están vivas en Rusia. Por encima de todo, las ideas contenidas en la gran obra maestra de Trotsky La revolución traicionada son un faro para la nueva generación de jóvenes de clase obrera que están buscando una salida en el camino revolucionario. Democracia Obrera ( Rabóchaya Demokratia ), grupo o RKP, con mucho, el más importante de los grupos trotskistas en Rusia, ha mantenido la bandera del trotskismo al vuelo, contra viento y marea. Las ideas del trotskismo han ganado recientemente un eco dentro de las filas de los partidos comunistas, donde un número cada vez mayor de activistas están buscando ideas, e incluso están dispuestos a considerar el trotskismo como una posible alternativa.

Perspectivas

             La situación actual en Rusia es una confirmación gráfica de los análisis de Trotsky en La revolución traicionada . Después de una década de "economía de mercado" las masas están desencantadas con el capitalismo. Esto es incluso reconocido por los observadores occidentales. Recientemente, Business Week (16 de abril de 2001) admitió que "Muchos rusos identifican las reformas con las graves dificultades que siguieron con el Presidente Yeltsin en el ejercicio anterior, con un programa de tratamiento de terapia de choque en la década de 1990."

             Marx explicó el proceso por el que la libre competencia engendra el monopolio. Pero el monopolio a su vez prepara el camino para que la propiedad estatal . El espectáculo en la Federación de Rusia, donde grandes monopolios se enriquecen a expensas de la población, está provocando una sensación ardiente ira. No es como en el Oeste, donde las personas han tenido generaciones para acostumbrarse al capitalismo. A ellos no les gusta lo que fluye en el capitalismo, pero la mayoría de las personas lo consideran como algo inevitable y casi natural. Para ellos normalmente se trata de los capitalistas, con derecho dado por Dios a la propia industria y explotar el trabajo.

              Pero en Rusia las cosas son diferentes. Por generaciones la gente se ha acostumbrado a una sociedad donde los medios de producción estaban en manos del Estado, que al menos nominalmente, se supone que representaba los intereses de los trabajadores. La gran mayoría cree que los propietarios de las empresas privatizadas son ladrones que han robado a la población la propiedad . Y esto es totalmente correcto. El capitalismo no tiene ninguna legitimidad a los ojos de la clase obrera. Esta es una diferencia muy importante con Occidente, y puede tener enormes consecuencias en el próximo período.

             Mirando hacia atrás en el período actual, con una perspectiva histórica más amplia, se verá que la aberración temporal no fue la Revolución de Octubre, sino el estalinismo y el régimen podrido del capitalismo, la mafia que trató de reemplazarlo. El actual régimen no representa un progreso, sino una regresión monstruosa . Los horrores del capitalismo mafioso corruptos son impresos en la mente de la gente cada día que pasa. Para ellos traen un nuevo significado las palabras de Engels: "Es la lucha darwiniana por la existencia transferido de la naturaleza a la sociedad, con la violencia que intensificó el desarrollo. Las condiciones de la existencia natural de los animales aparecen como final del plazo de los humanos." (F. Engels, Socialismo utópico y científico MESW, Moscú, 1962, vol. 2, p. 143.)

             Si aceptamos el argumento de Marx y Engels, que la viabilidad de un sistema socioeconómico determinado depende en última instancia de su capacidad para desarrollar las fuerzas productivas, debemos sacar las conclusiones necesarias. Después de diez años de tratar de avanzar en la dirección al capitalismo, Rusia se encuentra en un callejón sin salida.

El problema de la dirección

             Tarde o temprano la cuestión de en qué dirección se moverá Rusia debe ser resuelto de una manera u otra. ¿Cómo se resuelva la contradicción es una cuestión que no pueda ser dicha de antemano, como una ecuación matemática, porque se trata de fuerzas vivas. Se trata de la lucha de clases. Considerando que, como dice Marx, las transformaciones materiales de la producción se puede determinar "con la precisión de la ciencia natural", esto no es cierto en las formas políticas en las que lucha de clase es clave, o la manera en que los seres humanos adquieren conciencia de su verdadera condición. Estos procesos son mucho más complejos y contradictorios.

              La única razón por qué la situación ha evolucionado como lo ha hecho es debido a la inercia temporal del proletariado. Pero eso está cambiando. La clase obrera sigue siendo el elemento más importante en la ecuación. ¿Cómo se prepara para los grandes acontecimientos que tendrán lugar?

              Numéricamente, la clase obrera rusa es una fuerza impresionante. Por otra parte, gracias a la forma en que la planificación central funciona, se concentra en los grandes centros industriales donde participan cientos de miles de trabajadores. Si alguien quiere saber lo que puede significar, vamos a buscar lo que sucedió en Polonia en 1980, cuando 10 millones de trabajadores lucharon por cambiar la sociedad. Nadie esperaba la explosión. Y de la misma manera, la clase obrera rusa, de la que todo el mundo se ha olvidado o dado de baja, puede llevar al mundo a una gran sorpresa. Es cierto que décadas de gobierno totalitario han tenido su efecto, confundir y desorientar a las masas. Pero la vida se mueve y enseña. Los trabajadores han tenido el gusto de la "economía de mercado" y están sacando sus conclusiones. Los ataques recientes indican que están flexionando sus músculos. Inevitablemente se moverá a la acción en el próximo período.

                 Marx y Engels sostenía que la revolución socialista era inevitable. Pero también señalaron que si la clase obrera no tenían éxito, podría acabar en con "la ruina en común de las clases en pugna." La elección es en última instancia, entre el socialismo o la barbarie. En la actualidad, en Rusia ya hay elementos de barbarie. El caos actual amenaza con provocar un colapso total. Esta es una posibilidad real, si la clase obrera no toma el poder en el próximo período. Por supuesto, en un sentido histórico amplio, el socialismo es inevitable porque el sistema capitalista ha llegado a un callejón sin salida a nivel mundial. Esa es una de las principales razones que nos lleva a dudar de la viabilidad del capitalismo en Rusia, aunque no se descarta que puedan tener éxito durante un tiempo sobre una base muy inestable. Pero incluso un sistema inviable aún debe ser derrocado. Y eso requiere una organización que sea capaz de dirigir la lucha correctamente.

                 El resultado de la lucha de clases no puede ser predicho con más certeza que la guerra entre las naciones. Depende de muchos factores. Precisamente por esta razón, Napoleón dijo que la guerra era la más complicada de todas las ecuaciones. No sólo los números implicados en la lucha, también su moral, coraje, disciplina y experiencia, sus suministros, armas y equipo. Por último pero no menos importante, la calidad de sus líderes, desde los ‘generales a los suboficiales’.

                 Afortunadamente, el factor subjetivo no se limita a la capa principal. Lenin dijo que la clase obrera era más revolucionaria que el partido más revolucionario, y eso es mil veces correcto. El proletariado ruso tiene una larga y gloriosa tradición revolucionaria. Lo van a descubrir de nuevo en el curso de la lucha. Por supuesto, este proceso sería mucho más rápido y eficaz si estuviera presente una dirección real leninista. Pero de todos modos los trabajadores van a aprender. El proletariado ruso fue el primero en crear soviets sobre la base de la revolución de 1905. Nunca debemos olvidar que los soviets no eran la invención de los bolcheviques o de cualquier otro partido, fue la creación espontanea de la clase obrera.

                 Los trabajadores rusos regresarán a las tradiciones de 1905 y 1917. De hecho, ya están volviendo a ellas, como hemos visto en las huelgas de los mineros en los últimos años. Esto demuestra que, a pesar de todo, las viejas ideas y tradiciones no se han perdido por completo, que viven profundamente arraigadas en la conciencia de la clase. Aunque los comités de trabajadores tienden a disolverse al final de cada huelga, sin duda volverán a aparecer otra vez en las nuevas luchas, y asumirá un papel mucho más amplio, ya que la crisis comienza a afectar a la clase obrera en su conjunto.

                El destino de Rusia todavía no está decidió por la historia. A pesar de la apariencia de solidez, el régimen en Rusia es como la cabaña sobre patas de gallina del cuento popular ruso. Una vez que el proletariado empiece a moverse, puede barrer todo a su paso. La crisis general de la sociedad también afecta a las fuerzas armadas. La situación en los cuarteles, ya tensa antes, se convertirá en explosiva en cuanto se profundice la crisis económica. Como resultado, es muy poco probable que el ejército pueda ser utilizado para reprimir los levantamientos de la clase obrera. Lo más probable es que el ejército se uniría a ellos - no sólo los soldados sino también los oficiales - como sucedió en Albania. De hecho, los acontecimientos albaneses de hace unos años, muestran lo que puede suceder en Rusia.

                 Aunque Berisha había privatizado prácticamente todo, cuando la explosión vino, el Estado se derrumbó como un castillo de naipes. Todo esto fue visto como poco sólido - al igual que el capitalismo ruso es poco sólido. El escándalo de la pirámide expuesta una debilidad mortal, y que estalló sin previo aviso, cuando nadie lo esperaba. Al igual que Putin, Berisha era un "hombre fuerte" que imaginó que estaba en completo control de la situación. Pero en el momento de la verdad, fue arrastrado como un muñeco de trapo.

                Lo único que impidió el éxito de la revolución albanesa fue la falta de un partido y verdaderos líderes revolucionarios. Sin embargo, Rusia no es Albania. La clase obrera es mil veces más fuerte, sus tradiciones más empapadas en el bolchevismo, y por lo tanto sus posibilidades de éxito son mucho mayores. La amenaza de intervención extranjera se cernía sobre la revolución albanesa. Pero, ¿quién se atrevería a intervenir contra la clase obrera rusa?

              En el fragor de la batalla, los obreros rusos pueden aprender muy rápidamente. Las fuerzas del genuino leninismo pueden crecer muy rápidamente y ocupar un papel de liderazgo en los comités de los trabajadores. El éxito de la revolución depende de la adopción de un programa y una política correcta, basada en la democracia obrera y el internacionalismo. Armados con este programa - el programa de Lenin y Trotsky - sería invencible. La nueva Revolución Rusa transformará la situación mundial mucho más rápida y radical que ‘los diez días que conmovieron al mundo’ en 1917. El camino estaría abierto para la victoria del socialismo, no sólo en Rusia sino también a escala mundial.

Londres,  06 de junio 2001

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