CRISIS ESPAÑA: EN EL PRECIPICIO

El ciego Gobierno de Rajoy niega la 'Cida Libre'

Confian que la UE no deje caer a España por 'Ser Demasiado Grande'

 
Salvador Pérez

                 ¡Demasiado grande para caer! Esta parece ser la única idea que mantiene con los ojos abiertos a los miembros del Gobierno reaccionario del Partido Popular en el Estado español. Como los boxeadores noqueados, en este caso por los movimientos especulativos mundiales entorno a la deuda española, Mariano Rajoy niega hoy, en algo que parece que solo él es capaz de comprender, lo que ayer mismo afirmaba su ministro de economía: ESPAÑA ESTA EN EL BORDE DEL PRECIPICIO.

                 Parece que últimamente a los políticos y economistas de la burguesía todo les parece ‘demasiado grande’. Este ha sido el mismo argumento que utilizaron para salvar a los colosos financieros en todo el mundo. El mismo argumento central para ‘meter’ 23.5000 millones de euros en Bankia, poco después que ‘obligaran’ al ex ministro de la derecha que la presidia a dimitir y saliera a flote parte de la podredumbre que tienen debajo de las alfombras los bancos.

                    Mariano Rajoy piensa, suponemos que por que no es capaz de ver nada más que lo superficial de los asuntos, que ‘Europa no dejara caer a España, que es una economía demasiado grande y cuya caída seria el fin del euro’. Sin embargo no parecen de la misma opinión aquellos que están ahora mismo en la ‘dulce tarea especulativa’ de llevar la Prima de Riesgo española a los niveles de no retorno, donde los tipos de integres a pagar por el Estado hará impagable la deuda y por tanto la declaración de quiebra como un hecho en perspectiva.

                  Empeñados,  como niños pequeños y no muy inteligentes, en dar lo que llaman ‘tranquilidad a los mercados’ sobre la base de llamadas telefónicas, Mariano Rajoy y sus ministros afirman que están ‘moviendo todos los hilos necesarios y posibles’ para dar una solución al asunto. ¿A qué hilos se refieren?. Vamos a intentar descubrirlo en el contexto del estado de animo esquizofrénico que están mostrando.

                El pasado jueves Rajoy llamo, como el hermano pequeño llama a la hermana mayor cuando está asustado, por teléfono a Ángela Merkel, al objeto de pedirle cambiar algo la posición de Alemania y posibilitar ayudas del BCE en forma de ‘rescate para los bancos españoles’. Merkel, seguramente escucho e hizo un gesto preocupada y  se limitó ha hacer unas declaraciones públicas diciendo que el gobierno español era buenos chicos, que había recibido una pesada herencia y… ya está. Sin embargo desde entonces, como verdaderos ciegos, con niveles hacia arriba sin límite de la Prima de Riesgo española, el gobierno de Rajoy insiste en el túnel negro a no encender luz: “todo está girando y los resultados deberían llegar en la cumbre del 29 de junio”.

                 Cristóbal Montoro ejerció de Portavoz del Gobierno el pasado viernes, tras el  Consejo de Ministros y en tono especialmente serio reconoció explícitamente la gravedad de la situación y que la única esperanza del Gobierno es que Europa salve a España: “Hemos vivido situaciones más difíciles, y salimos. No estamos solos, tenemos detrás a Europa, un proyecto que ha de responder cuando un país se comporta lealmente como España”.

               En un alarde de inteligencia dudosa, Montoro afirmo que “a nadie le conviene que caiga España”. Como quien bromea en el cementerio, el Ministro Montoro lo hizo en torno al “por qué estamos tan seguros de que España no va a ser intervenida? ¿Usted me ve seguro? Está bien que me vean seguro”, para acto seguido lanzar el único mensaje en el que el Gobierno tiene depositadas todas sus esperanzas, lo único que son capaces de articular en estos momentos: “España es un país grande, internacionalizado, con alta renta per cápita. El problema es la deuda externa, pero los tenedores son los máximos interesados en que a España le salga bien, porque quieren cobrar su deuda íntegra. Está claro que Europa se está moviendo y lo está haciendo muy rápido”.

               Los problemas de fondo, hoy por hoy, de España son las necesidades crecientes, que aumentarán brutalmente en  las próximas semanas con la aparición de mas y mas peticiones de ‘ayudas de los bancos’, que aún no han sacado a la luz las verdaderas dimensiones de las carteras de prestamos inmobiliarios que no podrán cobrar y que desean endosar a las tetas del Estado (a la espaldas de todos nosotros). Por otro lado,  la elevada y ascendente Prima de Riesgo, que esta situando los tipos de intereses de la Deuda española en niveles que harán imposible que esta sea devuelta por el Estado. El Gobierno esta aceptando estos intereses impuestos porque necesita de ese dinero, pero al hacerlo esta firmando un claro “NO PODRE PAGAR Y ME TENDRE QUE DECLARAR EN QUIEBRA.

                El Gobierno de Rajoy quiere cambiar las reglas del juego europeo para sus intereses, en realidad el peligro es cierto que es para toda la UE, pues la caída de España afectará decisivamente al euro y al propio futuro de la Unión Europea, haciendo que el BCE pueda inyectar dinero directamente a los bancos, sin que este pase por los diferentes Estados.

                 Esto trasladaría el problema de manos del Gobierno español, que no tiene la descomunal cifra que llegado el momento próximo los bancos van a pedir, al BCE, que por supuesto dirá NO, porque tampoco tiene los fondos necesarios para ello. Montoro llamó a esto la “Unidad Bancaria Europea”. Como siempre es típico en estos economistas y políticos de la burguesía española. siempre andan al contrario de la realidad: cuando vislumbramos la ruptura de la UE y del euro, ellos hablan de Unidad Bancaria.  De nuevo ‘sueños frente a la realidad’. Pasarse la pelota unos a otros no resuelve nada, pero si demostrara la incapacidad del conjunto de la burguesía española y europea para hacer frente a la crisis de su sistema. Parece que por ello están poniendo en alza LA FE, como alternativa a posibles respuestas objetivas.

                  La situación es tal que frente a los iniciales elogios desde Europa a Rajoy por sus medidas de ataques laborales y sociales, que lo animaban a ir por esa senda, ahora comienza a recibir CRITICAS EN CASCADA, desde Alemania, Bruselas, el BCE,… hasta el propio Rodrigo Rato (el ex del PP y ex Presidente de Bankia) están cuestionando cómo ha gestionado la crisis de Bankia el Gobierno, le reprochan haberlo hecho “de la peor manera posible”.  De forma increíble el  dirigente,  llamado así mismo ‘socialista’,  Alfredo Pérez Rubalcaba, después de mantener un vergonzante silencio sobre Bankia, sin defender ningún planteamiento en favor de una política en beneficio de los trabajadores en este asunto, ahora dice que:  “Estoy de acuerdo con el BCE, con Bankia no se podía haber hecho peor”.   Por supuesto, esto viene a reivindicar que dentro de la lógica del capitalismo, en donde está inmerso este amable señor,  no existen ninguna alternativa seria, viable y concreta, que no sea estar al lado de la clase dominante y los banqueros. Una lógica de clase lleva a exigir y reivindicar la TOTAL EXPROPIACIÓN DE LA BANCA Y EL SISTEMA FINANCIERO, PARA PONERLO AL SERVICIO DE LAS NECESIDADES DE LA CLASE TRABAJADORA Y LOS OPRIMIDOS DE LA SOCIEDAD.

                   Parece ser que toda la estrategia del Gobierno de Rajoy es muy simple, al tiempo que hemos de decir que arriesgada: GANAR TIEMPO EN MEDIO DE LA CRISIS. Igual piensan que otras cosillas podrían ser ‘paños de agua caliente’, como unos buenos encuentros de la selección española en la Eurocopa que comienza ahora. Pero sin duda ello no solucionara nada de nada de los problemas de enfermedad mortal que padece la economía española y que amenazan con llevar a la tumba al euro y a la propia UE, tal y como la hemos conocido hasta ahora.

                    Una enorme olla a presión es en estos momentos la economía, la política y la sociedad en su conjunto española. La presión continúa subiendo a ritmos acelerados y son pocas las válvulas de escape que hagan disipar pequeñas dosis de ese vapor. La olla, llegado el momento crítico, estallará y seremos testigos de la mayor ‘lucha entre lo viejo y lo nuevo’, entre la burguesía aferrándose al poder y a la clase trabajadora en lucha por conquistar ese poder, para comenzar la tarea histórica a la que esta llamada: la construcción de una sociedad socialista en la Península Ibérica. Ello será un movimiento que inspirará al conjunto de la clase trabajadora de Europa y el mundo en la lucha por cambiar la sociedad y ciertamente abrirá el camino de crear una verdadera UNION DE EUROPA, basada en una Federación Socialista del conjunto de sus pueblos, unidos en la tarea común del progreso de la humanidad.