La Crisis Capitalista provoca Crisis Histórica Socialdemocracia

· La crisis del capitalismo hace inviable las políticas de ‘reformas’ desde el sistema.

· La crisis capitalista se refleja en todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo las direcciones y organizaciones socialdemócratas, que forman parte del propio Sistema.

Salvador PEREZ

         Uno podría imaginar que en estos tiempos de atroz crisis del capitalismo mundial, en donde por todos lados imperan las políticas mas reaccionarias y de derechas (teniendo en mente que las políticas de derechas siempre son aquellas que por activa o por pasiva benefician a la clase dominante en detrimento de las clases sociales de abajo, de los trabajadores, jóvenes , pensionistas, pequeños trabajadores por cuenta propia,…) aquellos que se postularon siempre en el llamado progresismo, en las ideas socialdemócratas (que parten en principio del deseo de sus defensores de hacer políticas a favor de los más desfavorecidos, desde el propio sistema y sin romper con el), deberían estar aumentando sus apoyos sociales y electorales a nivel general.

1

         Sin embargo parece que ‘el mundo está loco’. Porque estamos asistiendo a una caída en picado del apoyo social al conjunto de las direcciones socialdemócratas, por lo menos en todo el continente europeo. Partidos de hecho como el PASOK en Grecia han colapsado, dando lugar a la aparición de una organización nueva, con planteamientos radicalmente a la izquierda de los dirigentes del PASOK, como es el caso de Syriza.

         Los elementos de la dirección socialdemócratas son muy peculiares. En las mejores circunstancias objetivas para el avance logran grandes retrocesos. Y es que no solo política, también organizativamente, “los socialdemócratas se caracterizan por ser incapaces de organizar correctamente una borrachera en una bodega”. Cuando más necesaria es una dirección política para la clase obrera, en la mayor crisis de la historia del capitalismo, los dirigentes socialdemócratas están desprestigiándose cada día más debido a sus políticas de aceptación de las políticas que les dictan los poderosos, los capitalistas. La clase obrera, la juventud y los oprimidos, de forma cada vez más clara repelen a estos dirigentes socialdemócratas, a los que ven como gente ajena a nuestra clase.

        En 1914 los dirigentes socialdemócratas cometieron su primera gran traición a los intereses de la clase obrera mundial, apoyando a sus respectivas burguesías en los parlamentos nacionales, en los preparativos que dieron lugar al inicio de la primera carnicería capitalista, la I Guerra Mundial. Nada les importo los acuerdos y resoluciones de la propia Internacional Socialista, que había aprobado en sus congresos y conferencias oponerse a los preparativos de la guerra imperialista.

        Ahora, como en 1914, los dirigentes socialdemócratas de todos los países, aparecen encuadrados en las barricadas del enemigo de clase, de forma cada vez más claro para mayor número de trabajadores, jóvenes y oprimidos. En la mayor crisis de la historia del capitalismo, estos dirigentes son incapaces de defender políticas nítidas que favorezcan a los más débiles de la sociedad. En última instancia cuando los escuchamos hablar de ‘pactos sociales’, de ‘Acuerdos de Estado contra la crisis’ y cosas por el estilo, vienen a ratificar que defienden las políticas de la burguesía para ‘salir de la crisis’.

          Evidentemente ello lo hacen de forma distinta si están en el gobierno o en la oposición, pero no muy distinto, pues el deseo de todos ellos es estar en los gobiernos para aplicar desde ahí las políticas que le dicten los Consejos de Administración de las grandes empresas y los bancos, sus auténticos jefes y a los cuales están sometidos políticamente.

           Objetivamente esta es la respuesta concreta al porque en estos momentos la socialdemocracia, la cual esta incrustada en el sistema capitalista y defensor del mismo, está en absoluta crisis a nivel internacional. La crisis del capitalismo, que la burguesía impone que paguemos la mayoría, hace inviable las políticas de ‘reformas’ desde el sistema y finalmente la crisis capitalista se acaba reflejando en todos los ámbitos de la sociedad, en las direcciones y organizaciones socialdemócratas también. Y es aquí donde S. Freud afirmaría que “hasta la locura tiene su propia lógica”.

          Así se presentan los hechos reales, concretos, en los momentos decisivos de la lucha de clases. Los dirigentes socialdemócratas durante décadas nos decían que había que ser moderados, no asustar a la burguesía,… (justificando sus constantes claudicaciones ante la clase dominante), que las políticas genuinamente de izquierdas no atraían a las masas,… Al final creyeron tanto en el cuento que se han moderado tanto que aparecen en las barricadas del enemigo y difícilmente podemos diferenciarlos de los representantes burgueses, de cualquier otro político de derechas.

2

        Y todo ello lo están pagando los socialdemócratas también electoralmente, en donde van de desastre en desastre. Mientras aquellas organizaciones que aparecen como de izquierdas, con un programa en beneficio de la mayoría y en contra del capital, están avanzando y fortaleciéndose, social y electoralmente. Por cierto, de esto deberían de tomar nota aquellos dirigentes de estas organizaciones que cuando parecen que tienen verdaderas posibilidades de ganar electoralmente, sus dirigentes sacan conclusiones equivocadas y tienen no a reafirmar la defensa de la política de izquierdas que ha permitido que estas organizaciones hayan y estén avanzando.

        Están sacando las mismas conclusiones que han, están, llevado a la debacle a las organizaciones socialdemócratas tradicionales: “tenemos que pasar a ser realistas, defender políticas moderadas”, dicen y se aproximan a las ideas y el programa que en este periodo histórico es la receta acabada para el desastre. El programa de la vieja socialdemocracia.

        Tal es el caso claramente en la dirección de Syriza en Grecia, donde han girado hacia un claro programa socialdemócrata y reivindicaciones como “repudiar la deuda y las condiciones de los rescates de la troika”, están siendo cambiados por sus dirigentes por “negociar con la troika las condiciones”,… Por otra parte, Izquierda Unida en el Estado español esta fortaleciéndose de forma clara, social y electoralmente. Ello tiene su base en la posición de esta organización de estar al lado en las principales luchas que el movimiento obrero, la juventud y los más desfavorecidos han y están protagonizando en el país.

        Esto es una gran parte del porque se está produciendo este avance, al estar IU visualizada por las masas como la organización de izquierdas que defiende a los oprimidos de la sociedad, en contra de la situación del Partido Socialista, cuya política de sus dirigentes, que constantemente está intentando llegar a acuerdos para ‘la colaboración de las clases’ ante la crisis, está siendo claramente rechazada por la mayoría de la sociedad.

       Un programa claro a la izquierda del PSOE, junto al pozo histórico en la conciencia de las masas de que IU está vinculada al histórico Partido Comunista, de lucha por cambiar la sociedad, es lo que permite de forma clara que IU pueda convertirse en un verdadero polo de atracción para la lucha de las masas en estos contextos de profunda crisis del capitalismo español.

       Sin embargo, todo este proceso en España tampoco está falto de ‘peligros’, por la propia actuación de los dirigentes de IU, que en cierta forma cayeron en todo este periodo anterior en la ‘enfermedad del cretinismo parlamentario e institucional”, lo que provoco debilitar el trabajo social, en la calle, de la organización. Esto puede claramente ser corregido, por la propia presión de las bases y de la sociedad, que busca no ‘alternancias’ de gobiernos, sino un genuino programa de lucha para transformar la sociedad.

3

        “Tocar poder” y cosas por el estilo, que defiende un sector de la dirección de IU debe ser enérgicamente combatido políticamente, con un genuino programa marxista, dentro de IU. De lo contrario veremos surgir en el camino nuevos errores garrafales, como es actualmente que los dirigentes de IU estén participando en el gobierno regional de Andalucía, junto al PSOE. ¿El objetivo es tocar poder bajo el capitalismo, participando en gobiernos que llevan adelante recortes y ajustes sociales, laborales,… aunque lo hagan utilizando la etiqueta de que lo hacen por ‘imperativo legal’?,…

        La posición correcta de los dirigentes de IU tiene que ser la de ‘explicar pacientemente’, como lo definió Lenin, que IU al frente de la clase trabajadora y los oprimidos de la sociedad deben acumular las fuerzas suficientes para TOMAR EL PODER EN SUS MANOS, ACABANDO CON EL REACCIONARIO SISTEMA CAPITALISTA Y LLEVANDO A CABO UNA LUCHA FIRME POR UNA SOCIEDAD SOCIALISTA. Al fin y al cabo, además de ser lo correcto objetivamente, ¿no es este el objetivo que marca los propios estatutos de IU y sobre todo las aspiraciones de sus bases y los cientos de miles de trabajadores y jóvenes que en estos momentos esperan el desarrollo de la política de IU en ese sentido?

        Aquellos que tengan una mínima duda de que todo esto es cierto, lo podemos remitir a un breve repaso de cuál es la situación de los principales partidos socialdemócratas en Europa, partidos que está claro y nítido que no se caracterizan por poseer al frente de sus direcciones a marxistas revolucionarios, sino más concretamente a dirigentes comprometidos en la teoría y en la práctica con la defensa del mantenimiento del sistema capitalista. Ello nos lleva a pensar, evidentemente, que será esta la explicación del estado en el que están. Pero de cualquier forma demos ese rápido repaso.

         Comenzamos por el partido clásico y todopoderoso en el pasado de la socialdemocracia, el SPD alemán. Su máximo dirigente actual podría entrar en unos pequeños párrafos de los libros de historia como una persona a la que persigue la ‘mala suerte’, o sea su dependencia política, moral y hasta cultural de la clase dominante alemana. De hecho, Peer Steinbrûck fue en el pasado Ministro de Finanzas del gobierno alemán. Pero como dicen en mi pueblo, “cada vez que habla suben los alimentos”.

image

          Como un verdadero repugnante burgués, este dirigente del SPD lo primero que declaro cuando fue elegido para ser el candidato del partido a las elecciones fue que “el nunca se bebería una botella de vino blanco italiano cuyo precio fuera inferior a 5 euros”, para acto seguido tener dos actuaciones que lo han comprometido seriamente con actitudes racistas: Critico duramente al partido, el SPD, por expulsar al economista del Bundesbank, Thilo Sarrazin, por xenófobo. Era una constante las declaraciones públicas de este individuo en contra de los inmigrantes, al igual que en contra del euro, ‘por los costes que le suponía a Alemania’. Pero el apoyo de Steinbrûck a este reaccionario no era casual y ello quedo constatado en el nombramiento que hizo de Rolf Kleine como su portavoz, un periodista del sensacionalista “Bild”, que de forma reiterada hace campaña en el medio en contra de los griegos.

        En realidad, este burgués al frente del SPD está limitando objetivamente las esperanzas de un triunfo electoral de la izquierda. Todo está al alcance para poder vencer a la reaccionaria Ángela Merkel, pero no con políticas de derechas, sino con un claro programa de clase.

        Desde que Peer Steinbrûck fue elegido candidato todas las encuestas electorales para el SPD no hacen sino dar malos resultados. Pero según este individuo, indigno de ser llamado dirigente de izquierdas, el problema para vences a Merkel no radica en dirigentes como el mismo, incapacitado para conectar con la clase trabajadora, la juventud y los sectores más desfavorecidos, sino según afirmo, la ventaja en los sondeos electorales a favor de Merkel “se deben a que es mujer. Ella es querida porque tiene un plus femenino".

       Esto va mucho más allá de un simple comentario machista. Es una demostración de que gente así, plegada por y para la clase dominante, lejos de atraer el apoyo de la mayoría de la sociedad hacia la izquierda, provocan un claro rechazo a sus políticas y planteamientos, que en última instancia no difieren en lo fundamental de los políticos de la derecha.

image

        En el país vecino, Francia, tenemos al Partido Socialista en el gobierno, que encabezado por François Hollande, realizando promesas de reformas progresistas, de izquierdas, pudo vencer al odiado por las masas gobierno de la burguesía presidido por Nicolás Sarkozy. Pero como se suele decir, “una cosa es predicar y otra dar trigo”.

       Hollande, al que muchos calificaron y vieron como ‘la gran esperanza de la izquierda europea’, en menos de un año en la presidencia ha perdió casi todo su crédito a ojos de los trabajadores, la juventud y los desfavorecidos de la sociedad francesa. Las masas lograron echar a Sarkozy de la Presidencia para llevar a ella a un ‘socialista’. Pero este ‘refinado hombre de gustos burgueses’, tan solo necesito un año para convertirse en el dirigente de un país que más rechazo social concertaba hacia él. ¿Qué se puede esperar si desde el gobierno ‘socialista’ no se hace una política radicalmente distinta, en su fondo, a la que hacia el gobierno reaccionario de Sarkozy?

       El caso del PSOE es todo un claro ejemplo, igualmente, de la situación general de la socialdemocracia internacional, sumida en su más profunda crisis histórica. Hace apenas dos años estaba en el gobierno, con su Secretario General, Zapatero, en la Presidencia del país. Su política de alineamiento al lado y junto a la clase dominante española ha sido una constante. Más allá de gestos puntuales, aparentemente progresistas, como la Ley de Dependencia o la del reconocimiento de la igualdad de los sexos, en política decisiva, la económica, la burguesía mantuvo en la práctica su programa aplicado bajo este último gobierno ‘socialista’.

       La crisis y la visualización de que bajo los dirigentes del PSOE el programa que se aplicaba era el que elaboraban los grandes banqueros y empresarios, provoco una histórica derrota electoral del PSOE, que se desplomo y permitió el triunfo por mayoría absoluta de la derecha. Podemos afirmar que la victoria electoral del corrupto PP en España fue el fruto y la herencia del gobierno ‘socialista’ presidido por el egocéntrico presidente Zapatero, que preparo y aliso el camino con su política de recortes sociales y laborales, en la que luego ha profundizado brutalmente el gobierno de Rajoy.

image

        La derrota electoral en noviembre de 2011, uno de los peores resultados de todos los tiempos para el PSOE, provoco que “las ratas saltaran del barco hundiéndose”. De forma ‘urgente’ tuvo que ser nombrado Secretario General del partido Alfredo Pérez Rubalcaba, en febrero de 2012. Desde entonces las cosas no han dejando de ir de mal en peor, fruto de una política claramente derechista, de adaptación y defensa del capitalismo.

          Rubalcaba solo ha sabido proponer desde su minoritaria posición en el parlamento, y ante los más graves ataques al conjunto de la sociedad de las ultimas décadas a manos de la derecha, ofrecimientos al gobernó Rajoy de ‘pactos sociales, acuerdos de Estado’,… para afrontar la crisis más grave del capitalismo español, siempre deseosos de cumplir su papel de quita muleta que sostiene en pie al capitalismo.

         Como nuevo Secretario General, Pérez Rubalcaba, esta indudablemente condicionado por su propio pasado, en el que participo en los nefastos gobiernos ‘socialistas’ de Felipe González y hasta como Vicepresidente del gobierno de Rodríguez Zapatero. Alfredo Pérez Rubalcaba tiene claramente asumido de que es un agente de la clase dominante en una organización tradicional de la izquierda, el PSOE. Sus manos y sus palabras están condicionados por todo ello, lo cual ha llevado de forma rápida a que haya pasado de ser el político mejor valorado en el Estado español, ha ser en estos momentos el que menor apoyo social congrega en torno a su figura.

         Como síntoma general del conjunto de la situación de la socialdemocracia y su crisis, el caso de Alfredo Pérez Rubalcaba lo resume bastante bien: inestabilidad, crisis y pérdida de apoyos interna y externamente. Casi al día siguiente de haber sido nombrado Secretario General ya se cuestionaba su continuidad y se hablaba abiertamente de ‘primarias’ para elegir al candidato a un previsible adelanto electoral. El ocaso y caída de la dirección de Rubalcaba solo es cuestión de poco tiempo más, pero el problema es que dentro del partido no hay visiblemente una alternativa que pueda ni de lejos aparecer como algo claramente de izquierdas y esta circunstancia determina el futuro del partido, que como decíamos esta en caída libre, hacia el cual los trabajadores y la juventud sienten cada vez más como un partido ajeno a la clase, con una dirección burguesa.

          El caso del Laborismo en Gran Bretaña o del Partido Democrático en Italia, por ejemplo, no cambia en absoluto este análisis. En todo caso ambos casos vienen a reafirmar lo que aquí apuntamos. Toda esta situación de la socialdemocracia a nivel internacional nos trae a la mente la idea que expresara Trotsky en el documento fundacional de la IV Internacional. El Programa de Transición, cuando afirmo que “la crisis de la humanidad es en última instancia la crisis de dirección de la clase trabajadora”.

          Los trabajadores y los desfavorecidos de la sociedad necesitamos de forma urgente emprender, preparándonos para ello, la lucha por derrocar a un sistema socioeconómico que nos conduce hacia nuevas dosis de barbarie humana. Pero para emprender esta lucha necesitamos sobre todo y ante todo poder contar con una dirección genuinamente revolucionaria, armada con un claro programa basado en el socialismo científico.

          Así es como se nos presenta el hecho objetivo de que barrer la sociedad capitalista, significa comenzar por barrer a ‘nuestras’ direcciones políticas y sindicales, inútiles para la lucha. Esta contradicción dialéctica llevara al basurero de la prehistoria del movimiento obrero a la burguesía y junto a ella, a la socialdemocracia en todas sus variantes, como elementos ajenos a nuestra clase que logro infiltrar en nuestras filas la burguesía, para defenderse de nuestra lucha.

4

          Pero la lucha, la movilización en el contexto de la situación actual es algo inevitable, que expresara a cada paso el desarrollo de la lucha de clases, la lucha social abierta entre el Capital y el Trabajo. Una lucha que en última instancia expresa el camino que vamos a recorrer hacia los procesos revolucionarios que comienzan abrirse paso país tras país. En este proceso será posible ir construyendo unas direcciones revolucionarias que expresen subjetivamente las necesidades objetivas que tenemos por delante, la necesidad de provocar un cambio radical de sociedad, de construir el socialismo internacional.

          Cualquier otra cosa, otro planteamiento de buscar ‘terceras vías’, entre el capitalismo y el socialismo, es pura y dura utopía e intentos de volver atrás en el proceso histórico. Ese es el verdadero significado de la imagen que vemos en el espejo del fracaso absoluto y sin paliativos de los renegados dirigentes socialdemócratas, los cuales decían expresar esas ‘vías intermedias’, en realidad vías muertas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

INFORME ANTE LA CORRUPCION EN COLOMBIA Y LA DEPORTACION DE SALVADOR PEREZ

¡¡ Derogar Ya !! Las medidas de Migración Colombia contra Salvador Pérez

COLOMBIA: SITUACION Y PERSPECTIVAS - ¿ HACIA DONDE VAMOS ?