“ITALIA AVANZA A GUERRA CIVIL”– Revolución y Contrarrevolución Europa

* La Burguesía: Ataques/Recortes sociales, laborales, salariales, Represión Policial-Judicial, aumento medidas antidemocráticas,…

* Trabajadores: Enfrentar la crisis económica, social y política del capitalismo; luchando por una sociedad socialista.

Salvador PEREZ

      La situación global es de una absoluta inestabilidad económica, política y social, a nivel de los países y de continentes enteros, como es claro ejemplo Europa. No queda nada firme sobre los pies de la clase dominante, nada. Todos sus sueños sobre un futuro ininterrumpido de auge económico, de prosperidad, democracia y de hacer suculentos beneficios permanentemente ha caído como un verdadero castillo de naipes, reflejando que solo era eso: un sueño de la burguesía.

      Todos sabemos que los sueños suelen reflejar los momentos concretos que vivimos y esos sueños burgueses correspondían a lo que empíricamente veían ante sus ojos, en un boom económico de casi dos décadas, que forjaron sobre las bases de arena de la especulación pura, del llamado ‘pelotazo económico de beneficios rápidos’ y sobre todo de llevar las políticas de crédito mas allá de sus normales desenvolvimiento.

      De la misma forma, este mundo idílico que se dibujo la propia burguesía estaba contagiado por los efectos del colapso y caída de los regímenes burocráticos stalinistas del Este de Europa, que le permitió forjar una brutal campaña ideológica sobre el final de cualquier posibilidad de socialismo, de comunismo, certificaron de forma prematura la muerte del marxismo (la cual vienen certificando en una u otra forma desde al menos 1948, año en el que Marx y Engels escribieron ‘El Manifiesto Comunista’). Algunos de los estrategas burgueses incluso se atrevieron a escribir sobre el fin de las ideologías y cosas por el estilo.

      En ese contexto histórico, que la burguesía creía como siempre hace en esos momentos que serian ‘eternos y para siempre’, la burguesía como clase dominante irradio al máximo sus posturas ideológicas sobre el conjunto de la sociedad y hasta los mismos burgueses y sus estrategas llegaron a creer que el sueño que vivian era cierto y para los siglos de los siglos. Nos llegaron a prometer un Nuevo orden Mundial, basado en la prosperidad de la sociedad, el final de las guerras, incluyendo el final de la guerra de clases, democracia a diestro y siniestro. En fin, nos decían un mundo en donde hoy viviríamos mejor que ayer, pero que el mañana sería mejor aun.

      Pero los sueños suelen tener en ocasiones despertares ansiosos y crueles a realidades bien distintas. Y este es el caso concreto de los momentos actuales. El “Nuevo Orden Mundial” que nos anunciaron en realidad es desde el principio un nuevo y enorme ‘GRAN DESORDEN MUNDIAL CAPITALISTA’, en donde todo aquello que nos prometieron los burgueses ha acabado dialécticamente con ser todo su contrario.

      El final de la llamada guerra fría ha traído de sus manos nuevas y crueles guerras de rapiña imperialista, con invasiones de países enteros incluidos por parte de las fuerzas militares del país imperialista dominante, los EEUU: Irak, Afganistán, Libia,… y todo con el resultado de un creciente negocio internacional de venta de armamentos, que nos recuerda a la vieja política nazi de “cañones en vez de mantequilla”.

      Por otra parte, los espejismos del boom económico basado en burbujas especulativas en la construcción, en el sector inmobiliario, con una desenfrenada política de aumento del crédito, privado y público, ha traído de los pelos a la situación actual la crisis económica más grave y profunda de toda la historia del capitalismo, en donde el factor decisivo está situado como en todas las crisis importantes en la sobreproducción capitalista.

      La sobreproducción capitalista ha adquirido en estos momentos dimensiones brutales, en donde se enfrenta una capacidad casi ilimitada de producción de la economía, de la industria, frente a una capacidad cada veza más en descenso de la capacidad adquisitiva de las masas. Ello tiene su reflejo en una permanente caída del consumo. La paralización y el cierre de importes porcentajes de la capacidad productiva instalada (la burguesía cierra cadenas de producción y empresas a diario, con la misma facilidad que se cierra una caja de cerillas).

      Y todo ello con efectos sociales dramáticos: el desempleo ya se ha convertido, en los primeros años de la crisis, en un fenómeno dramático que afectan a las masas de todo el mundo, por millones y millones de trabajadores que han perdido sus empleos y han pasado a formar parte de lo que Marx denomino “el ejercito de reserva industrial de la burguesia”, en cuyas filas no existen perspectivas de volver a estar en ‘activo’, bajo las condiciones de crisis económica galopante que vive la economía real capitalista.

        La viejas promesas de principios de los años 90, de prosperidad creciente, ‘en un sistema socioeconómico, el del ‘libre mercado’ nos lo rebautizaban, que ya sería eterno, por los siglos de los siglos, tras el colapso del ‘comunismo’, hoy se han convertido en un tremendo chiste del mal humor de los burgueses, sus estrategas y políticos. El panorama que vemos en todos los países es el mismo: ataques sin precedentes a todas las conquistas sociales, laborales y salariales del pasado, en un claro intento de devolvernos a las condiciones típicas de vida de la clase trabajadora de los siglos XVIII y XIX.

       Se nos asegura desde los gobiernos que en la sociedad no hay recursos, dinero, para mantener las condiciones de vida de lo que fue denominado como el ‘estado del bienestar’: pensiones, educación, sanidad pública,… todo es mucho para la clase dominante, que evidentemente ellos quieren para sus bolsillos los recursos que los Estados dedicaban a estos gastos sociales. No hay dinero, pero los gobiernos e instituciones del imperialismo han gastado miles, cientos de miles de millones en entregarlos a las manos codiciosas de los banqueros y grandes empresarios. Todo este descarado robo social de los gobiernos de la burguesía a las familias trabajadoras lo han hecho bajo el leonino argumento de que “era necesario salvar a los bancos y a la industria, como la del automóvil en los EEUU”.

      Así tenemos que las promesas de bienestar y mejores niveles de vida futuros que nos hacían se han convertido en una política descarada de robar a los pobres y entregarles el robo a los ricos. “Rescatar a los bancos y empresas, pero no a las personas”, es el lema de la clase dominante en este periodo. Y todo esto solo está en sus inicios, dentro del conjunto de los planes de la burguesía.

      El Fondo Monetario Internacional, ese ‘inmaculado’ organismo del imperialismo, cuyos tres últimos Directores Generales están teniendo problemas graves con la justicia en sus países (Rodrigo Rato, Dominique Strauss-Kahn y C. Lagarde), acaba de lanzar sus ‘nuevas’ propuestas para España: reducción de más del 10 por ciento de los salarios, nuevos recortes presupuestarios en pensiones, educación y sanidad,… Menos niveles de vida para las masas y más transferencias de recursos públicos a los bolsillos de los ricos, ese es el resumen de las tendencias económicas y sociales de los estrategas de la clase dominante para España y el resto de los países, sobre todo para los del sur de Europa.

      Algo que no debería escapar a nadie. Toda esta política económica de la burguesía causara una mayor profundización de la crisis estructural y orgánica del capitalismo en el próximo periodo. No es algo que los propios economistas burgueses ignoren. El capitalismo continua basándose en la ‘ley económica de la oferta y la demanda’. Claramente los planes de la clase dominante constituyen un serio y profundo ataque a los niveles de vida, a la capacidad adquisitiva de las masas. Con ello conseguirán que la demanda se desplome más aún, incrementándose el exceso de oferta y por tanto la sobreproducción capitalista: en este escenario el desmantelamiento de capacidad productiva instalada, el cierre de empresas continuara aumentando en el próximo periodo y junto a ello millones de trabajadores incrementaran las escalofriantes listas del desempleo capitalista.

      Las conclusiones de todo ello tampoco deberían extrañar a nadie. Estamos viendo un aumento de las tensiones entre las clases sociales. La polarización de la sociedad en este contexto inevitablemente conducen hacia un giro cada vez más acusado hacia la izquierda de las masas, que solo ven como alternativa a la situación la necesidad de luchar frente a la permanente política de ataques que la burguesía perpetra. Aquellos estúpidos dirigentes reformistas de derechas en los sindicaros y partidos de izquierdas que esperaban otra cosa es solo porque se dejaron influenciar a todos los niveles, de vida y pensamiento, de las estúpidas ideas de promesas de ‘prosperidad y democracia’ de la burguesía. Hoy se están dando de bruces con la situación real, que no es otra que el caminar de nuevo a situaciones revolucionarias en todo el viejo continente, Europa.

      La situación objetiva crea pues las condiciones cada vez más maduras para la revolución social, para la lucha por cambiar la sociedad. Y ello impepinablemente hace girar hacia la derecha cada vez más a la clase dominante. La burguesía percibe el riesgo real de que la clase trabajadora entre en la senda de la revolución socialista y ellos, los burgueses, en ese contexto ya consideran ‘inservibles’ las políticas de democracia, aun las más aparentes. La democracia burguesa se convierta a cada paso en algo incomodo, inservible, a los ojos de la clase dominante, en sus intentos de encauzar por la vía de la aparente democracia la legitimación de sus políticas antisociales. No pudiendo los llamados ‘sistemas democráticos’ ser frenos a la lucha de clases, en unas democracias en donde todo el poder real está en manos de la burguesía, la democracia se convierte en un lujo innecesario para la clase dominante y se prepara desde ya a dominar a la sociedad por otros medios, ejerciendo claramente su dictadura de clase de forma abierta.

      En España el gobierno corrupto del PP está armando con todo tipo de medios represivos a la policía, animando a los jueces a aplicar condenas ejemplares a los que luchan,…. En Grecia estamos viendo al gobierno reaccionario de Sámaras ejercer poderes bonapartistas, de prohibir las huelgas y las manifestaciones de sectores de la clase trabajadora, junto a un incremento de la represión policial y judicial, como vimos hasta con la detención y juicio de un periodista que publico la lista de los evasores griegos con cuentas corrientes en Suiza. Se informo en su momento que han existido ‘movimientos de sables’ en los cuartes del ejército griego, ante el callejón sin salida de la crisis capitalista, que está empujando a la sociedad hacia una clara salida revolucionaria.

     ¿Y qué decir de las últimas declaraciones del Coordinador del partido de Silvio Berlusconi, en Italia, el PdL?  Es una clara demostración de que la democracia, la libertad, la justicia, las leyes y todo eso solo son instrumentos en manos de los poderosos. Cuando algunos de ellos es afectado, por estas ‘cosas secundarias’ para la burguesía, como ahora ha sido el caso del propio Berlusconi condenado en firme a una pena de cuatro años de cárcel por Fraude Fiscal, eso de la democracia, la libertad y las leyes lo consideran como algo estúpido y a suprimir.

       Sandro Bondi, Coordinador del PdL, ha declarado abiertamente que la condena firme del Tribunal Supremo de Italia contra Berlusconi avanza al país hacia “una guerra civil”. Bondi advirtió: “Se debe restablecer el equilibrio entre los poderes del Estado, o de lo contrario, se podría llegar a una guerra civil"… "O la política es capaz de encontrar soluciones capaces de restablecer un equilibrio normal entre los poderes del Estado en al mismo tiempo posibilite que el líder del mayor partido italiano tenga capacidad política o Italia podría caer en una forma de guerra civil de consecuencias imprevisibles para todos".

      Creemos un error trivializar sobre este asunto, quitando importancia a estas palabras. En el fondo es cierto que no abra una guerra civil en Italia por la condena a cárcel de Berlusconi. Pero todos los datos puestos sobre la mesa, uno sobre otro, nos indican que la clase dominante, en Grecia, Italia, España,… está estudiando atentamente las posibilidades de establecer regímenes de dictaduras abiertas ante el avance de la lucha y movilización social. Y esta es inevitable, empujada objetivamente por la profunda crisis económica del capitalismo, que se traslada hacia el terreno social y político.

      Ante estas perspectivas, la peor política posible para los trabajadores, para los dirigentes de las organizaciones sindicales y políticas de izquierdas, es cerrar los ojos y no querer ver la situación real. Ellos, la mayoría de los dirigentes reformistas de derechas en el movimiento obrero, en cierta forma aún viven bajo la influencia de los sueños pasados de la burguesía, no en el presente reaccionario del capitalismo.

      Es increíble que los dirigentes, por ejemplo, del Partido Democrático (PD) en Italia, algunos de ellos aun se autocalifican de ‘progresistas’ y hasta de ‘izquierdas’, estén participando en el gobierno junto precisamente al partido de Berlusconi, el PdL, cuyo responsable declara abiertamente estar dispuesto a desencadenar una guerra civil en Italia.

       Los reaccionarios del PdL, junto al conjunto de los grupos fascistas italianos, hacen preparativos serios para cumplir sus palabras. Han convocado una manifestación, la cual pretenden que tenga una afluencia de masas, para este domingo, a las 18.00 horas, que pretenden convertir en un Plebiscito de Roma sobre la condena a pena de cárcel a Berlusconi.

       En un comunicado público el PdL afirma que "desde todas las partes de Italia se ha informado de iniciativas espontáneas y de una verdadera movilización generalizada en apoyo a Silvio Berlusconi. Para reunir todas estas iniciativas en un solo esfuerzo, invitamos a todo el que quiera mostrar su cercanía al presidente a venir con nosotros y con él mañana”.

        Estos intentos de organizar en las calles al fascismo italiano deben ser respondidos enérgicamente con la movilización de la clase obrera y la juventud. Preparar un programa de lucha firme contra los ataques económicos y sociales de la burguesía y los intentos de fortalecer sus posiciones fascistas. ¡¡ Y qué mejor forma que arrancar en ese calendario de luchas con la convocatoria de una Huelga General!!

      La clase obrera italiana, griega, española, portuguesa,… tiene la obligación, convertida en necesidad objetiva, de responder a toda esta situación social. La lucha es absolutamente necesaria para parar los ataques permanentes de la burguesía a nuestras condiciones de vida y laborales. Es absolutamente necesaria para parar la escalada ascendente de represión policial que están auspiciando los gobiernos. Absolutamente necesaria para parar en seco los intentos de eliminarnos los derechos democráticos conquistados en el pasado con duras luchas.

       Ante todo esto no caben términos medios. No se puede defender los intereses de la clase trabajadora y estar participando en gobiernos con los representantes de la burguesía. No se puede defender los intereses de clase de los sectores oprimidos por el capitalismo y estar permanentemente buscando ‘pactos sociales’ y practicando políticas de ‘colaboración de clases’, que solo pueden beneficiar a la burguesía. O con los trabajadores o con la burguesía, así está planteada la situación objetiva.

       Aquellos dirigentes sindicales y reformistas de las organizaciones de izquierda, aunque se autocalifiquen inclusive de socialistas o comunistas, que no estén por la labor de organizar y llamar a la lucha a los trabajadores, a la juventud y al conjunto de los desfavorecidos en el capitalismo, están situándose claramente en las barricadas de la clase dominante.

       Son simple y llanamente un puñado de renegados y vendidos, inútiles objetivamente para jugar el papel que deberían de estar realizando de dirección de las luchas, sobre la base de dirigir a las organizaciones que en su día fueron creadas por los trabajadores para la lucha contra la opresión, la explotación y la barbarie capitalista. Desgraciadamente en el momento que mas necesitamos de unas direcciones correctas en nuestras organizaciones, están muestran en general debilidad y mezquindad política.

       Tenemos fuerzas de sobra para ganar la lucha a la burguesía. Solo hay que hacer consciente en la mente de los millones y millones que somos esto. Sin el permiso de la clase trabajadora en la sociedad capitalista no funciona nada, ni enciende una bombilla, ni gira una rueda, ni se produce nada. La lucha es inevitable en el contexto actual y sobre las mismas bases de ella debemos poder barrer a los dirigentes reformistas de derechas de nuestras organizaciones, sustituirlos por genuinos luchadores, revolucionarios, que estén a la altura de las circunstancias, dotados de un claro programa para llevar un profundo cambio radical de la sociedad.

 ¡¡ SOCIALISMO O BARBARIE !!

* NINGUNA POLITICA DE COLABORACION DE CLASES CON LA BURGUESIA.

* POR UN PROGRAMA DE LUCHA PARA TRANSFORMAR LA SOCIEDAD.