850 MILLONES PERSONAS PASAN HAMBRE - CRISIS SOBREPRODUCCION CAPITALISTA

* Las cifras del hambre se producen en el contexto de la crisis histórica de sobrecapacidad productiva capitalista, con cierres de empresas como si fueran cajas de cerillas.

* Las cifras de miseria, pobreza y hambre comienzan a dispararse en los países económicamente avanzados, como una lacra producto del dominio de la propiedad privada sobre los medios de producción.

* Oficialmente 15,7 millones de personas pasan hambre en Países Desarrollados. En Europa se espera 25 millones de pobres nuevos en pocos años.

Salvador PEREZ

          ¿Como es posible que los capitalistas estén destruyendo una parte importante de la capacidad productiva instalada en la sociedad, en un mundo en donde el último informe de la FAO certifica que alrededor de “842 millones de personas —el 12% de la población mundial— sufrieron hambre crónica entre 2011 y 2013 al carecer de alimentos suficientes para llevar una vida activa y saludable”?  La respuesta no es ningún misterio, sino que todo ello es el resultado de que la economía bajo el capitalismo funciona bajo el prisma mezquino de los beneficios privados de un puñado de individuos a nivel mundial, lejos de las necesidades del conjunto de la sociedad.

          La FAO es un organismo dependiente de la ONU, por tanto nada proclive a exagerar los asuntos que nos afectan a los de abajo en la sociedad. Pero los datos concretos que baraja son demoledores sobre el carácter absolutamente reaccionario de un sistema socioeconómico que solo mira las cuentas corrientes, la Tasa de beneficios de los poderosos, de los propietarios de las grandes empresas, esas que deciden producir o no hacerlo sobre la base de la rentabilidad privada que ello genera, aunque en el camino dejen a millones de personas muertas por el hambre en el mundo, que podría erradicarse sin demasiados problemas.

          El director del Fondo para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al dar a conocer estas dramáticas cifras mostro la cara de siempre de los cínicos tecnócratas del sistema, de los hombres de paja de la clase dominante. José Graziano da Silva, como se llama este caballerete, mostro su alegría porque la cifras de los 842 millones de personas que han tenido alimentos entre los años 2011 y 2013 significan una ‘reducción’, con respecto a los 868 millones de personas que carecían de alimentos entre 2010 y 2012. Según él, que come bastante bien todos los días, "con un último esfuerzo en el próximo par de años, todavía podemos llegar a la meta de los Objetivos del Milenio”.

          Evidentemente esta demás decir que la aplastante mayoría de las personas incluidas en el Informe “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI)” viven en los países que se han dado en llamar ‘en desarrollo’. Pero destacan los datos concernientes al número de personas crecientes en los países económicamente avanzados que están entrando en la pobreza, en la miseria y en no poder alimentarse diariamente. El Informe dice que “el crecimiento económico en los países en desarrollo ha mejorado los ingresos y el acceso a los alimentos, pero 15,7 millones de personas en los países avanzados han entrado en el círculo de las personas que no tienen posibilidad de alimentarse por falta de medios para ello”.

          Una simple mirada al planeta indica que se mantienen las enormes diferencias económicas en las distintas zonas del planeta y ello da pie a que persistan los niveles de pobreza concentrados en algunas de estas zonas. En concreto, a pesar de todas las promesas y juramentos de los poderosos para actuar y solucionar el problema, que hacen solemnemente cada poco tiempo, África Subsahariana continúa siendo la región del planeta en donde ‘más prevalencia de alta subalimentación existe’. Según los cálculos de la FAO, uno de cada cuatro africanos sufre el hambre (24,8 por ciento).

          El informe está repleto de lo de siempre. Toneladas de bellas palabras y de objetivos. No mucho más. En el año 1996 se celebro la “Cumbre Mundial sobre la Alimentación”, que estableció el objetivo de reducir a la mitad, en el año 2015, las cifras totales de personas que sufren el hambre en el mundo. A pesar de que 22 países dicen haber conseguido ese objetivo ya en el año 2012, las cifras globales están totalmente descartado que puedan lograrse.

           En 1996 el mundo vivía unos momentos de crecimiento económico, que sin duda dejo su impronta en estos objetivos de los estrategas humanitarios del sistema. Como dice el propio Informe de la FAO, “el crecimiento económico es la clave para el progreso en la reducción del hambre, pero no puede llevar a más y mejores empleos e ingresos para todos, a menos que las políticas se dirijan específicamente a los pobres, especialmente en las zonas rurales… En los países pobres, la reducción del hambre y de la pobreza solo se logrará con un crecimiento que no solo sea sostenido, sino que también sea ampliamente compartido".

          En estos momentos la situación es radicalmente distinta a la del año 96, con la economía capitalista en recesión, en una de las más severas crisis económicas de la historia del capitalismo. De hecho podemos concluir que el fenómeno está aumentando de forma galopante en los propios países económicamente avanzados. Pero ello no se refleja en toda su magnitud en los informes oficiales de los organismos, que “solo miden el hambre crónica”. Algunos informes últimos de organismos humanitarios occidentales de hecho alertan de un posible aumento de la pobreza en más de 25 millones de personas en Europa, de aquí al año 2025, “si se prosiguen las llamadas políticas de austeridad que practican los gobiernos”.

          Pero bueno, casi siempre es del gusto de estos ‘humanistas internacionales’ rodearse de gobernantes, representantes de las grandes compañías y los bancos, alrededor de una buena mesa repleta de buena comida y bebida, para entre plato y plato hablar de las buenas voluntades existentes de luchar contra las lacras sociales que produce este podrido sistema social. Al fin y al cabo las palabras, que luego se recogen en multitud de informes, no cuestan nada pronunciarlas, máximo si son dichas en foros pagados con los impuestos que nos roban a los de debajo de la sociedad.

            Para ello desde el 7 al 11 de octubre, en la sede de la FAO en Roma, se congregaran a comer y beber no los hambrientos del mundo, sino aquellos que con el estomago lleno tienen la humanidad de hablar de pobreza, hambre,… y luego acudir a un buen hotel de lujo en donde dormir. En unos pocos días, o mientras están hablando ene este foro inclusive, estos amables señores y damas continuaran apoyarán con el dinero público el cierre de más y más empresas, incrementos en las ayudas a los banqueros y a los grandes empresarios, todo ello junto a mas y mas políticas de recortes sociales, laborales y salariales para la mayoría de la población. Algunos de ellos dirán ser buenos Católicos, otros Luteranos, Evangélicos de mil colores, Musulmanes, Budistas, Bahaistas, Hinduistas,… pero todos ellos tienen en común adorar sobre todas las cosas  al nuevo dios de dioses, personalizado en el Capital.

           Estos ‘luchadores contra el hambre en el mundo’ por supuesto que están en contra radicalmente de lo que es la única solución real al problema de la miseria, la pobreza y el hambre. Porque ellos miembros o servidores de la clase dominante jamás reconocerán que para erradicar estas situaciones se requiere ante todo y sobre todo poner las palancas fundamentales de la economía bajo el control democrático de la mayoría de la población, de la clase trabajadora, para que funcionen al servicio de las necesidades sociales. El mundo tiene en ultima instancia la elección ante sí:  expropiar a la burguesía como clase dominante, dueña de los medios de producción y de las finanzas o continuar viviendo en el mundo del horror que significa que cientos de millones de personas mueran de hambre y de enfermedades producidas por la miseria creciente bajo el capitalismo. Como en casi todas las cosas serias de la vida, no existen terceras vías, que jamás condujeron a ninguna parte.