ISRAEL: Impresionante Lucha ‘Indignados’

OBREROS Y JOVENES POR JUSTICIA SOCIAL

500.OOO Manifestantes, Judíos y Árabes, sacuden Israel 

                   Hemos explicado en diferentes artículos de este Blog que la lucha de clases no conoce de fronteras, idiomas, razas o religión. Por encima de otras consideraciones es una lucha común por una vida digna, parar los ataques sociales desde los Gobiernos y las patronales, en última instancia por evitar caer en lo más profundo del pozo de la barbarie a la que el capitalismo nos quiere llevar. Una lucha por una sociedad basada en la igualdad, la democracia y el bienestar social, para todos y todas, en nuestra calidad de seres humanos.

                 En los últimos meses hemos sido testigos de la irrupción en escena de las masas, en todos los continentes, revelándose contra las cada vez más difíciles condiciones de vida a las que se ven sometidas. Hemos dicho, visto, el comienzo de procesos de lucha, de revolución y contrarrevolución en distintos países árabes (Egipto, Túnez, Libia, marruecos, Siria,…),  en Europa (con movimientos de masas en España, Grecia, Portugal, Italia, Gran Bretaña,…), en América (importantes luchas en EEUU, Chile, Bolivia, Argentina, Venezuela,…).

                 Habíamos dicho algo que en nuestra opinión es cada vez más evidente, que toda esta nueva situación marcaba en el proceso histórico un antes y un después. Que lo que tenemos delante de nuestros ojos, de forma dialéctica, es el inicio del proceso de la revolución social, con sus inevitables avances y retrocesos, en un contexto de profunda crisis económica, social y política del capitalismo y sus instituciones a nivel mundial.

                 Israel es uno de los Estados, sin duda, más reaccionarios del Planeta. Un Estado ‘fiel servidor’ de los intereses y posiciones del Imperialismo en Oriente Próximo. Durante décadas el Estado de Israel, hasta nuestros días, se ha caracterizado por ser una democracia ‘sui generis’, en donde los gobernantes han hecho a su antojo lo que han creído oportuno, con represión sistemática de todo movimiento de oposición, asesinatos de activistas incluido y métodos de guerra, con la excusa del ‘peligro’  árabe/palestino.                   Sin embargo las cosas, también en Israel, están comenzando a cambiar, en el sentido de la puesta en escena de los primeros combates de la revolución social. Hoy 3 de septiembre, los titulares de presa recogen el magnífico movimiento de las masas en Israel, tanto judías como árabes, en una lucha que supone un autentico punto de inflexión en toda la situación para el país y de paso para toda la zona.  Acaba de celebrarse la manifestación más importante de la historia de Israel contra la carestía de la vida. Este hecho determina el inicio de la revolución israelí, cuyos efectos estamos convencidos de que serán tremendos en toda esa parte del mundo y en el conjunto de Planeta.

                Los analistas de la burguesía, los redactores de la prensa burguesa, están boquiabiertos por la situación, en un país que por sus características no esperaban ver un movimiento como el que se esta desarrollando. Con toda seguridad habrña muchos de estos individuos que, además de culpar a la tecnología, aún se esten preguntando de donde han salido tanto manifestantes y sientan un frio miedo recorrer sus cuerpos, pensando en las perspectivas. Los marxistas si habíamos previsto anticipadamente estos acontecimientos y veníamos defendiendo la necesidad de unir en la lucha, en una misma lucha contra el capitalismo, a judíos y árabes.

               Tomamos el relato de los hechos del diario ‘Público’, de España, pero podríamos hacerlo de cualquier otro, pues en los aspectos centrales de los acontecimientos, aunque para confundir intentan ‘tirar arena en los ojos de las masas’, los hechos objetivos son tozudos. Las masas país a país están moviéndose y un paso adelante del movimiento vale más, mucho más, que toneladas de mentiras. En ‘Publico’ podemos leer el relato de los hechos así:

      “Más de 450.000 personas de todas las edades y condiciones salieron anoche a la calle en un gran número de localidades israelíes para exigir al Gobierno de Binyamin Netanyahu un cambio político trascendente que elimine las grandes desigualdades económicas que se observan en la sociedad y que crecen continuamente en detrimento de la justicia social”…

      “La Marcha del Millón fue, según la Policía, la mayor protesta en la historia de Israel, aunque el número de participantes al final fue inferior al previsto y se celebró 52 días después de que se iniciaran las protestas contra el abusivo precio del requesón, que los israelíes consumen de manera cotidiana en el desayuno”.

      “En Tel Aviv se reunieron más de 250.000 personas, que corearon: ‘El pueblo pide justicia social’. En Jerusalén, 60.000 personas se congregaron muy cerca de la residencia del primer ministro Netanyahu. Riadas de gente continuaban llegando a ese lugar pasadas las nueve y media de la noche, la hora en la que dio comienzo la protesta. En Haifa se reunieron 40.000 personas; una parte importante de ellas eran árabes israelíes que exigían más justicia, puesto que en muchos aspectos se consideran marginados por el Estado”.

                 Evidentemente todo el movimiento sale a la superficie ahora, pero lleva gestándose años, donde la presión en la sociedad israelí se ha ido acumulando subterráneamente, hasta llegar al punto crítico ahora que hace que salga todo a la superficie.  Estamos ante los primeros pasos del movimiento, en sus primeras etapas. Nuevas capas de la sociedad se han incorporado a la lucha y otras nuevas lo irán haciendo en los próximas semanas. Estos nuevos sectores en lucha necesitaran tomar experiencia, aprendiendo en el transcurso de la propia lucha, el movimiento ira sacando todas las lecciones necesarias para plantear nuevas fases en la lucha, ir comprendiendo que lo que se necesita, en el fondo, es la transformación socialista de la sociedad, que bajo el capitalismo no habrá solución a los problemas de fondo de las masas.

              Es inevitable, pues, que el movimiento haya comenzado por reivindicaciones en apariencia muy ‘simplistas’, que parecen no tener tanta trascendencia. La subida de precios (algo que ya vimos en las reivindicaciones de las primeras etapas de la revolución en Túnez, Egipto, …), por ejemplo del Requesón,  que es consumido por la mayoría de la población en Israel. Esto no es de extrañar, todas y cada una de las revoluciones nunca comienzan por consignas de ‘tomar el poder’, sino por aquellas que expresan necesidades inmediatas de las masas, las cuales les permiten elevar el nivel de conciencia hacia mayores niveles de comprensión de las verdaderas tareas históricas.

            En Rusia del 17, a pesar de lo que muchos creen, una de las primeras reivindicaciones no fue ‘tomar el poder’ o cosas por el estilo, sino que fue  ‘agua caliente para el te’. Acto seguido aparecieron las reivindicaciones contra la Guerra Imperialista, la miseria de las masas y el monopolio de la tierra en las clases altas de la sociedad, que hicieron reivindicar ‘PAZ, PAN Y TIERRA’ a las masas rusas. Meses después las masas tomaron el poder e hicieron realidad todas estas reivindicaciones. La experiencia en la lucha llevó a los trabajadores a comprender que incluso reivindicaciones ‘tan simples’ eran incompatibles con la existencia de un Sistema económico basado en la avaricia, el beneficio privado y la explotación. 

             Hoy,  en el caso de Israel, los primeros pasos del movimiento es en línea a protestar contra los ataques al nivel de vida de las masas por parte de la clase dominante, que se expresa en un precio demasiado alto del Requesón para la mayoría. Ello llevará a preguntarse ¿porque unos pocos en la sociedad pueden vivir como reyezuelos y la mayoría pasando penurias?. 

              Como suele decirse, ‘la experiencia es la madre de la sabiduría humana’, o como le gustaba citar a Lenin, ‘la vida enseña’. Así, por ejemplo uno de los dirigentes de los estudiantes en la Universidad de Haifa, Yosi Shalom, quién está participando en la organización de las movilizaciones, dijo: "No hay una escena más hermosa que la solidaridad y el espíritu social que vemos aquí. Es muy emocionante ser miembro de esta protesta. Como estudiante, la lección más importante que he aprendido a lo largo de mi vida la he aprendido en las últimas semanas"…

             Y añadió, algo importe en la tarea de hacer avanzar al movimiento, "Ha llegado el momento de salir a la calle y luchar por un futuro mejor y por derechos para todos. Los estudiantes, como representantes de la nueva generación, tenemos responsabilidades sociales que no se limitan a las universidades".

             El Gobierno de Netanyahu cree que el pasar de los días juega a favor del Gobierno y por ello está empleando una táctica que le puede salir bastante mal: no hacer caso al movimiento de protestas, dilatando en el tiempo las negociaciones e intentando hacer ver al movimiento no tendrá ‘exitos’ c0n las movilizaciones.  Con ello y la ‘ayuda’ de viejos trucos y ‘asusta-viejas’ pretende disipar las movilizaciones, pero esta vez se puede encontrar que todo lo que intenta puede tener el efecto contrario, hacer que estas crezcan aún más.

               Según publica el diario ‘El País’, “el Gobierno de Benjamín Netanyahu espera que los probables brotes de violencia por parte de los palestinos, una vez la ONU vote sobre el reconocimiento de Palestina como Estado, y las crecientes tensiones en Oriente Próximo diluyan poco a poco las protestas. Ayer intentó suprimir los servicios de tren y autobús para asfixiar la concentración de Tel Aviv, la más importante, pero el Tribunal Supremo de Israel ordenó que no solo se mantuvieran los horarios habituales de los servicios, sino que se incrementaran para atender "las necesidades del público".

               Pero como declararon los dirigentes de las movilizaciones,  “si el gobierno no reacciona pronto, las protestas se extenderán. Los indignados creen que el Gobierno está jugando con ellos la carta del tiempo; es decir, pretenden dejar pasar los días y las semanas con la esperanza de que las protestas remitan por la fatiga de los manifestantes”.

            Esta vez el movimiento obrero y juvenil, junto a los sectores mas desfavorecidos de la sociedad,  en Israel comienzan a encontrar vías de lucha por encima de las diferencias de raza y religión. Esta lucha tiene un denominador común, objetivos sociales comunes. Es una lucha de clases, por encima de otra consideración. Esto permitirá ser más fuertes frente al reaccionario Estado de Israel y permitirá abrir nuevas perspectivas a la lucha de los trabajadores y jóvenes árabes de los países vecinos, que  verán una ‘luz de inspiración’ en la lucha por un sistema sin explotadores, ni represores. La lucha por el socialismo comienza a inscribir una nueva página, a la cual calurosamente damos la bienvenida.

 

¡¡ OBREROS Y JOVENES, JUDIOS Y ARABES:

LA BURGUESIA, EL CAPITALISMO, ES EL ENEMIGO COMUN.

ADELANTE EN LA LUCHA COMUN POR CAMBIAR LA SOCIEDAD !!

 

Fdo. Salvador Pérez