ALEMANIA ANTE EL ESPEJO: EL DESASTRE ECONOMICO UE

*  La Lucha por Cambiar la Sociedad en Perspectiva

¡¡  CAPITALISMO, CON UNA MANO INJUSTICIA SOCIAL Y CON LA OTRA MISERIA PARA LA MAYORIA  !!

Salvador PEREZ

La situación económica, política y social de la Unión Europea presenta a todos los niveles grandes claroscuros, con grandes diferencias cualitativas y cuantitativas entre los diferentes Estados y dentro de ellos, en las distintas zonas de los países. En principio este era un factor decisivo en el surgimiento, que ya los tenemos delante de nuestros ojos, de enormes tensiones y problemas para la propia viabilidad de la construcción de la UE

Si vemos, aunque sea someramente, la situación salta a primera vista que la situación en Alemania aparece como un ejemplo al que aspiran todos los demás podríamos concluir, aunque objetivamente en perspectiva ello es de indudable discusión ya en estos momentos, que no hay otra economía en el conjunto de la UE a la que le vayan mejor las cosas económicamente que a Alemania.

Respecto al nivel de su población Alemania es en estos momentos, aún, el país con mayor capacidad exportadora de la economía mundial. Los éxitos de su sistema productivo han consagrado a la economía alemana en los mercados mundiales con el marchamo además de ‘producción de calidad’. En el mercado mundial los productos ‘Made in Germany’ son identificados y solicitados como sinónimos de calidad.

Todos estos éxitos económicos alemanes permitieron a su economía convertirse claramente en la dominante en el conjunto de la UE, en donde ‘reina económicamente’ sin que nadie discuta su liderazgo. Todos los demás miran hacia Alemania con ‘envidia’, en donde territorio ven algo así como un ‘milagro económico’, del cual quieren estar cerca.

En comparación con la situación en el sur de Europa, en donde vemos un mar creciente de desempleo masivo, que tiene infectados a más de la mitad de los jóvenes, hasta ahora la situación en Alemania se nos representa como idílica. Pero todo ello ya ha comenzado a cambiar y podemos observar síntomas claros de ese cambio en multitud de factores, comenzando por el estancamiento que comienza a vivir la economía germana.

Podríamos decir a pesar de la situación que aun vive Alemania, desde un punto de vista económico y social, cada vez mayor número de personas comienzan a sentir un frio miedo a tener que verse obligados por la situación económica en deterioro a padecer desempleo y tener que comenzar a vivir en parte, o gran parte, del Subsidio Publico Básico, llamado Hartz IV. Y es que aunque las cosas, los problemas, aun no hayan surgido a la superficie de forma brusca, todo el mundo si es consciente de que la desigualdad social continua abriendo brecha en la sociedad alemana.

Cifras oficiales del Instituto Federal de Estadística, en su último informe, establece que “a pesar del auge económico, su número ha experimentado un ligero aumento en 2011. El 15,1% de la población se enfrenta al problema de la pobreza. En estos momentos en Alemania uno de cada siete niños con menos de 15 años está viviendo gracias a las ayudas sociales, cifras que se disparan drásticamente en el caso de la antigua RDA, en donde ya serán uno de cada cuatro niños. Tan solo en la capital, en Berlín, los niños que logran sobrevivir gracias a las ayudas se levan a uno de cada tres.

Afirman algunos expertos, impregnados de pesimismo ante la situación, que en Alemania ser pobre o rico es una cuestión casi hereditaria, en donde la educación además ayuda a consolidar, pero no ayuda a cambiar en lo fundamental, las cosas. Podemos concluir que el sistema educativo alemán desatiende a los niños que proceden de familias en donde los padres tienen un bajo nivel educativo, o simplemente carecen de formación. Y a ello contribuye, por ejemplo, de forma clara la existencia de muy pocos colegios en donde existe ‘jornada completa’.

Según argumentan desde la OCDE, “Alemania es un país en donde el ascenso social es de enorme dificultad”. Hasta ahora los niveles de desempleo han sido muy bajos, pero cuando alguien ha entrado en el ‘circulo vicioso’, tiene muchas dificultades en poder salir del. Podríamos afirmar que una característica de la sociedad alemana es su enorme complejidad en la reinserción laboral de los trabajadores.

Pero es cierta que hasta ahora todas las contradicciones de la sociedad alemana fueron ‘tapadas’ por sus notables éxitos económicos. En la medida en que las sombras del auge y el crecimiento económico predominaron, los problemas sociales aparecían siempre en un segundo plano, al cual la gente normalmente no le prestaba demasiada atención. Todo estaba dominado por el ‘mañana todo estará mejor, los problemas se habrán solucionado’. Todo ello ha funcionado, relativamente bien, en un contexto de ‘paz social’ que parecía inamovible.

Pero ya toda esta situación es claramente algo del pasado. Los éxitos de la economía alemana dominando una Europa en expansión, comienzan a ser recuerdos del pasado. Alemania continua dominando económicamente a la UE, pero toda la zona euro hace aguas por todos los flancos. Si antes el resto de Europa se miraba en Alemania como un modelo al que imitar, ahora es Alemania quien mira hacia el resto de Europa como hacia un espejo en el que se mira para ver las perspectivas hacia donde se dirige. El espectro de la crisis económica, social y política planea sobre la potencia, poniendo en entredicho su devenir próximo.

Hasta tal punto la situación de equilibrio del capitalismo alemán se está rompiendo que el propio Gobierno alemán en las últimas semanas ‘se vio obligado’ a tener que maquillar hasta el último Informe Oficial sobre igualdad y riqueza en el país. En dicho Informe se alertaba sobre “el aumento de la desigualdad social en el país”. En dicho Informe, de 500 páginas y fechado tan solo hace dos meses, se afirmaba como puntos críticos de la situación de reparto injusto de la riqueza en el país que “la riqueza privada está repartida de forma muy desigual”… “el desarrollo en el tramo más alto de los salarios es positivo mientras que en el tramo más bajo, el poder adquisitivo ha retrocedido si se tiene en cuenta la inflación de la última década”.

Aun en septiembre, antes de que dicho Informe haya sido ‘maquillado y adulterado por el gobierno de Ángela Merkel, se señalaba que “se está abriendo más la horquilla entre ricos y pobres y que esto lesiona el sentimiento de justicia de la población. Todo ello está poniendo en peligro la cohesión de la sociedad alemana”.

Sin embargo, en el debate sobre los Presupuestos Merkel llego afirmar en su discurso algo que solo ella y sus acólitos eran capaces de decir en el contexto actual alemán, que “las diferencias sociales han disminuido en el país”. Acto seguido todo el gobierno se lanzo en tromba detrás de esa idea falsa y para amoldar la realidad a los deseos de la derecha alemana hasta el citado Informe lo han desvirtuado, falseado y borrado de el los datos claros que demuestran que estamos ante una creciente desigualdad social en Alemania, que su economía comienza a verse atrapada por la recesión del conjunto de la zona euro y que finalmente todo ello tendrá su reflejo claro en la lucha de clases, que reaparecerá como el factor más determinante de la situación.

No estamos ante problemas puntuales en la economía alemana, que pueden ser corregidos en un próximo periodo de crecimiento económico. La economía alemana, acompañando al conjunto de la economía capitalista europea y mundial está entrando en un círculo vicioso que provocara en el próximo periodo una autentica explosión social.

Para hacernos una idea aproximada de la tremenda brecha que se abre en la sociedad alemana podemos examinar el fenómeno laboral llamado “Minijobs”, que actualmente está ‘garantizando empleo a millones de trabajadores, sobre todo mujeres’, pero a costa de preparar un cataclismo en el próximo periodo.

Según el propio Ministerio de Trabajo, en un Informe que ha publicado el pasado miércoles el diario muniqués “Süddeutsche ZeitungW”, afirma que las cotizaciones a los fondos de pensiones públicos de los empleados de “minijobs” solo les darán derecho a 3,11 euros de pensión al mes por cada año trabajado. Si tenemos en cuenta que la edad de jubilación en Alemania está en los 67 años, algo que ahora imitan el resto de gobiernos europeos retrasando la edad, después de pasarse 45 años sirviendo mesas, limpiando casas y cotizando a la seguridad social, las mujeres en precario, con contratos ‘minijobs’, tendrán derecho a unas pensiones de unos 139,95 euros mensuales. Ello, en sí mismo es un grave insulto a los derechos y la mentalidad de los trabajadores/as alemanes, que se acabaran rebelando socialmente, y de ello no tenemos dudas.

Estamos hablando de más de 7 millones y medio de trabajadores, fundamentalmente mujeres, con contrarios precarios en la actualidad, de media jornada u horas concretas y con sueldos que no llegan en muchos casos a los 400 euros mensuales. Un total de 4,65 millones de estos precarios son mujeres, de las cuales más de tres millones de ellas carecen de cualquier otra fuente de ingresos regulares. Cuando se jubilen descubrirán la cruda realidad que les impone el capitalismo alemán hoy en día, ya que estas empleadas no llegaran a cobrar pensiones de más de 200 euros mensuales. Un bonito ‘regalo’ del llamado libre mercado que romperá como un arma punzante todos los sueños de una vida tranquila, tras largos años de trabajo.

Hoy ya Alemania se encuentra atenazada por la crisis del capitalismo, cuyos vientos de recesión comienzan a soplar en su territorio cada vez con mayor fuerza. En todo el periodo anterior del boom económico la clase dominante alemana se beneficio de forma bestial de su posición dominante en la principal economía europea. En ese mismo momento ya estaba engendrándose las semillas de una profunda diferenciación social entre ricos y pobres.

Ahora se prepara y abona el terreno fértil capitalista en Alemania para que veamos resurgir el fenómeno de la pobreza como una enfermedad de masas en los próximos años. El caldo de cultivo de la lucha de clases comienza a calentar motores y sin duda la clase obrera alemana jugara un papel destacado, en el conjunto de la lucha en Europa, por la transformación socialista de la sociedad.

Y ello finalmente es la única y real alternativa ante la cada vez más evidente bancarrota capitalista en todo el planeta: ¡¡ socialismo o barbarie!! La clase trabajadora alemana se une de esta forma a la lucha de los trabajadores a nivel internacional por una sociedad basada en la igualdad y la justicia social.