34 AÑOS CONSTITUCION BURGUESA ESPAÑOLA

¡¡ Nada Que Celebrar !! 

*  La propiedad privada medios producción, los políticos y la monarquía son problemas  sociedad.

*  Queremos otra sociedad, otra Constitución democrática de los trabajadores

Salvador PEREZ

          Es 6 de Diciembre, día de fiesta en el Estado español, por el aniversario de la Constitución de 1978. En este jueves del trigésimo cuarto aniversario constitucional español nada positivo que celebrar.

EL ‘TIMO DE LA ESTAMPITA’:  NOS CAMBIARON ESCUDO DICTADURA FRANQUISTA, POR EL ESCUDO MONARQUIA CONSTITUCIONAL

           El Estado español vive inmerso en una profunda crisis económica, social y política, cuyas negras consecuencias en las condiciones de vida están recayendo una por una a los que nos llaman súbditos de Juan Carlos I, el monarca que consagro dicha Constitución, después de haber sido elegido a dedo por el mismísimo dictador, el general Francisco Franco, en el marco de entrada a sus aposentos de muerte.

          No es ni mucho menos casual que todo el entramado que consagro la aprobación de la Constitución española del 78 este en crisis: la monarquía y sus operaciones de cadera, la propiedad privada de los medios de producción y financieros que condenan a la mayoría de la población a unas negras perspectivas,… y como no, reflejo de todo en su conjunto, la llamada clase política, que es ahora mismo considerada como uno de los principales problemas del país, vista como santigüeras, ladrones/as-chorizos, una verdadera plaga ‘egipcia’ que extrae para sí misma una tajada importante de los recursos que deberían ir a parar a manos de las personas necesitadas y golpeadas por la crisis y sus dramáticas consecuencias.

          La Constitución de EEUU, por ejemplo y no es modelo para los que luchamos por una sociedad verdaderamente democrática, en su afán inicial ‘democrático’ comienza su texto por un ‘NOSOTROS’. La Constitución española está firmada por Juan Carlos I, rey de España y servidor de los privilegiados.

          Pero desgraciadamente la Constitución de 1978 fue el reflejo de las claudicaciones que los llamados dirigentes de los trabajadores, de sus organizaciones de clase, comenzando y jugando un papel desgraciadamente vital la llamada dirección del Partido Comunista que dirigía entonces Santiago Carrillo, hizo a la clase dominante, a la burguesía y banqueros españoles para una vez muerto el dictador al sistema se le diera un barniz clarito de apariencias democráticas. En aquellos momentos sociales si  los trabajadores hubiéramos tenido una dirección de masas basada en el marxismo, como decían era la del PCE Y PSOE, podríamos haber conseguido CAMBIAR LA SOCIEDAD RADICALMENTE, comenzando por la terminación de la explotación laboral a la que nos someten los capitalistas.

          En la constitución se recogen muchos conceptos, como no podía ser de otra manera en un texto llamado a que se lo pasen por los forros de las entrepiernas los poderosos, limitándolo a ser un simple e ineficaz ‘papel mojado’, cuyo valor no es siquiera el del propio precio del papel en el que fue escrito.

        Como no, se recoge que ‘todos los españoles tenemos derecho al trabajo, a la vivienda, a los servicios sociales, a la sanidad, a la educación….’. Muchos ‘derechos en papel’, que no valen nada en la práctica para los pudientes y gobernantes.

 

         Pero entre otros muchos de su especie, por ejemplo, el Ministro de Educación del PP celebra este aniversario constitucional dándole una patada a toda la educación, menos a la parte privada y de negocio de la misma, con su ‘reforma educativa, la LOMCE, que literalmente expulsará del sistema educativo a los hijos de los menos pudientes, de los trabajadores.

          Las autoridades sanitarias profundizan en un modelo de privatizar la sanidad, en contra de las necesidades de sus profesionales y pacientes. Ellos quieren ‘potenciar’ la parte privada y de negocio de la sanidad, en donde una cama hospitalaria cuesta más del 75 por ciento que en un centro público.

       Todos ‘tenemos derecho a una vivienda digna’, menos los cientos de miles que la están perdiendo a manos de los avaros, codiciosos y vampiros banqueros, a los cuales no podemos devolverles los préstamos hipotecarios que concedieron para ahora quedarse con el dinero que hemos pagado y con la vivienda.

         Nosotros no tenemos derecho a mantener nuestros empleos, porque los propietarios privados de las grandes empresas deciden que ya no ganan tanto dinero como antes lo hacían y ahora les es más rentable llevarse sus capitales a Barbados, Islas Caimanes o Suiza, cerrando las empresas y condenándonos a formar parte de ese multitudinario ejército llamado desempleados.

          Nosotros no podemos elegir cada 4 o 6 años al Presidente de la Republica española, porque en los papeles de la Constitución se dice que el ‘jefe del Estado’ es una persona de apellido Borbón y que por el simple hecho de haber nacido con ese apellido chupa enormes cantidades de recursos económicos año tras año para mantener la llamada ‘Casa Real’, en la que además de su familia directa seguramente deberemos incluir ‘amantes y vividores/as de todo tipo’.

          En fin, 34 años dice el bolero no es nada. Es hoy día festivo. Pero ya va siendo hora que en el despertar al que estamos llamados los de abajo también incluyamos tirar a la basura una Constitución, la de 1978, que es un mal papel mojado para nosotros y levántennos una sociedad basada en una Constitución que garantice en la práctica nuestros derechos básicos y elementales como seres humanos: un empleo, una vivienda, una sanidad, una educación pública,… y por supuesto un sistema de representación verdaderamente democrático, en donde esté prohibido que unos granujas ganen cientos de miles de euros por no representarnos a nosotros, sino a los pudientes, en donde se inscriba que ‘todo representante de las clases trabajadoras ganaran el salario medio de los trabajadores.’

        En fin, necesitamos cambiar la sociedad, construir una sociedad socialista y junto a ella una nueva constitución verdaderamente democrática.