CAPITALISMO Y HUMANIDAD: 1% RICOS SOCIEDAD Y MISERIA GALOPANTE

*  Actualmente las 67 personas más ricas del mundo son dueñas de activos con un valor que asciende a 110 billones de dólares, una cifra 65 veces mayor que la riqueza total que posee la mitad de la población mundial, 3500 millones de personas

*  La humanidad necesita la transformación socialista, la expropiación de la riqueza que tiene en su poder el 1 por ciento, para que el resto podamos aspirar a vivir una vida digna de tal nombre

Salvador PEREZ

         Las ideas teóricas, los argumentos y los análisis siempre debemos confrontarlos con la practica iba de los acontecimientos. Es y seguirá siendo valida la premisa de que “la experiencia practica es la madre de la ciencia”. Según los datos oficiales de la ONU, de su ‘Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo’ – PNUD -, vivimos en el Planeta una población total de 7.200 millones personas. Del conjunto de la población, tenemos que tan solamente el 1 por ciento es propietaria y dueña de no menos del un total del 40 por ciento de la riqueza global existente en el mundo.

        Se puede y debe discutir sobre el hecho de que hayamos entrado en un mundo con mayor calado de la injusticia social, de aumento brutal de las diferencias sociales y sobre todo de las causas objetivas existentes para que la sociedad camine en el filo de la navaja.

     Una sociedad en la que vemos que a cada paso un menor numero de personas acumulan cada vez mayores niveles de riqueza, en algo que se convierte en absolutamente despreciable, máxime cuando junto a este mundo de la opulencia convive en el otro extremo social cada vez mayores bolsas de pobreza, de miseria y necesidades crecientes.

      Es una verdad constatada por la realidad objetiva de que los ricos son cada vez mas ricos, mientras los pobres cada vez son mas pobres y en mayor numero. Y los pronósticos para el futuro no son positivos, sino que apuntan a mayores niveles de desigualdades sociales, como reconoce por ejemplo el catedrático de Economía Santiago Niño Becerra, quien asegura que “la desigualdad es un compañero de vida al que nos tenemos que acostumbrar, ya que ha hecho acto de presencia para quedarse”.

         Y las perspectivas no dejan lugar a la duda: el ultimo “Informe sobre Riesgos Globales 2014”, hecho publico en Madrid (España) el pasado 10 de marzo, es absolutamente claro al respecto: “la brecha crónica entre los ingresos de los ciudadanos más ricos y los más pobres se sigue acrecentando”. Los llamados ‘expertos’ y economistas del Foro Económico Mundial destacan que esta situación, junto al desarrollo de ‘desastres naturales’, representan “los mayores peligros de causar graves perjuicios a escala mundial en la próxima década”.

        Desde luego que personas, miserables en espíritu, ideas e intelectualmente, aunque siempre defensores de los privilegiados, como Cristóbal Montoro (Ministro de Hacienda del gobierno corrupto del Partido Popular en España), pueden poner el grito en el cielo, criticar y hasta perseguir a las organizaciones de carácter ‘humanitario’ que publican sus informes sobre el aumento de las desigualdades sociales en el país. Pero ello no cambia un milímetro la realidad viva de la situación.

         El Comité de Oxford para la lucha contra el hambre –Oxfam- ha hecho publico también su Informe en el que plantea claramente que “actualmente las 67 personas más ricas del mundo son dueñas de activos con un valor que asciende a 110 billones de dólares, una cifra 65 veces mayor que la riqueza total que posee la mitad de la población mundial, 3500 millones de personas”.

        Oxfam en el año 2013 afirmaba textualmente que “Una pequeña élite que podría caber en un vagón de tren acumula la misma riqueza que la mitad de la población más pobre del planeta. Tan solo los 85 individuos más ricos acumulaban la riqueza”. La Ejecutiva del Comité de Oxfam, Bárbara Stocking, decía que “este tipo de extrema riqueza es económicamente ineficiente, políticamente corrosiva, provoca división social y ambientalmente es destructiva”.

       Con estas cifras en la mano solo podemos concluir que la aplastante mayoría de la sociedad es arrastrada a un mundo de necesidad permanente para que un minúsculo e insignificante numero de multimillonarios vivan en la total y repugnante opulencia. Y desde este punto de vista no nos pueden consolar las ideas de sociólogos y analistas burgueses que intentan convencernos de que ‘el dinero no da la felicidad. Bajo esta óptica personas como Zygmunt Bauman no dicen que "resulta muy difícil encontrar una persona feliz entre los ricos",… "La felicidad es el gozo de superar momentos infelices. Sin conflicto nuestra vida sería aburrida".

      ¡ Expropiemos socialmente la riqueza de los parásitos burgueses. Ayudémosles a ser felices y dejemos de experimentar las necesidades de todo tipo que solo provocan aberraciones de todo tipo en la sociedad e infelicidad !

        Pero el punto central es que todos los análisis, datos y cifras nos revelan que estamos ante una situación en donde “la riqueza se ha concentrado en menos manos, la desigualdad económica de la sociedad sigue ascendiendo y la fortuna de los más ricos del mundo ha ido aumentado dramáticamente”, mientras en el polo opuesto, a escala de todo el Planeta, la miseria se extiende como una repugnante mancha de aceite, que amenaza con liquidar a una parte considerable de la humanidad.

         Todos estos ejemplos y datos solo vienen a mostrar el carácter absolutamente reaccionario de un Sistema socioeconómico concreto, que se llama capitalismo y la necesidad urgente de que la humanidad ponga punto y final a la existencia de este sistema y comience la tarea progresista y revolucionaria, que no es otra que la transformación socialista, la expropiación de la riqueza que tiene en su poder el 1 por ciento, para que el resto podamos aspirar a vivir una vida digna de tal nombre.