DEL ‘SUEÑO AMERICANO’ A LA DESIGUALDAD SOCIAL

*  “Desde 1980 la desigualdad de ingresos ha estallado en EE UU. La parte del 10% superior ha aumentado su parte de los ingresos nacionales en mas del 30%-35%”.

*  La tarea sino es fácil, es inaplazable: expropiar socialmente la riqueza a los poderosos, a las grandes industrias, bancos y centros financieros. Ello permitirá que la sociedad democráticamente pueda planificar los recursos para satisfacer las crecientes necesidades sociales.

Salvador PEREZ

       Nada tiene de particular que en las palabras, no en su política concreta, el Presidente de los EEUU, Barack Obama, intentara basar su discurso económico en la ‘lucha por la igualdad de oportunidades. Puesto siempre como el ejemplo vivo del país de las oportunidades vive en el presente una creciente desigualdad social, entre el 1 por ciento y el 99 por ciento restante de la población. Los propios dirigentes del Partido Conservador ya no pueden evitar hablar de las enormes diferencias sociales en los ingresos, de la brecha creciente entre las clases sociales.

      Es tal la situación social en los EEUU que en realidad es lo único que justifica que un mediocre economista, como es el francés Thomas Piketty, se haya convertido en una estrella galáxica en Norteamérica, con un libro titulado “El capital del siglo XXI”.  En el se plantea como el aumento de la desigualdad nos lleva y aproxima a la realidad existente en el siglo XIX.

     Según Financial Times “El capital en el siglo XX, opus magnum”, del economista francés Tomas Piketty, esta lleno de errores, incorrecciones y problemas metodológicos que invalidan sus tesis que indican que la desigualdad ha aumentado y seguirá haciéndolo entre los más ricos y los más pobres. Desde luego este ‘problemilla’ no debe esconder lo esencial del asunto, la realidad objetiva de la creciente brecha entre las clases, entre el 1 y el 99 por ciento de la población, cada vez mas abierta.

    Esa realidad ni siquiera un economista burgués, defensor del keynesianismo y del arreglo de los problemas vía ‘mas justicia en los impuestos’, por tanto no marxista desde luego, por mucho que utilice mal y caprichosamente las cifras y las estadísticas, no altera lo que es claro: la misma realidad.

     EEUU presenta una situación en donde los salarios reales de la clase trabajadora no han aumentado en la realidad, mas allá de estadísticas falseadas, desde los años setenta. Sin embargo, los salarios de 1% con los ingresos mas altos de la sociedad han subido sus ingresos por encima del 165%, según datos oficiales de la realidad, publicados entre otros por el Nobel Paul Krugman.

      Aunque Thomas Piketty, autor de 'Capital en el siglo XXI', ha sido acusado ahora por los economistas de el 'Financial Times' de fallos en su obra, por mala utilización de las estadísticas,… pero ello no invalida por ejemplo que sea absolutamente cierto que como explica en ella, “la desigualdad alcanzó su marea más baja en Estados Unidos entre 1950 y 1980: el 10% superior en la jerarquía de ingresos se llevaban entre el 30% y el 35% de los ingresos nacionales de EE UU, aproximadamente el mismo nivel que Francia hoy”,… “Desde 1980, sin embargo, la desigualdad de ingresos ha estallado en EE UU. La parte del 10% superior ha aumentado del 30%-35% de los ingresos nacionales en los años setenta al 45%-50% en la década del año 2000”.

     Los datos referentes a los incrementos de los ingresos del 1% son todavía mas claros para constatar esta realidad.En realidad todos los datos concretos vienen a confirmar que las desigualdades sociales en la posesión de la riqueza han superado ampliamente a los niveles existentes antes el inicio de la I Guerra Mundial. ¿Cómo podría ser de otro modo que una obra que habla de desigualdad, como la de Piketty, no tuviera una repercusión importante, en un contexto en donde la desigualdad de extiende como el aceite en los EEUU?.

       Un colaborador de Piketty, el economista Emmanuel Sáez, profesor en la Universidad de Berkeley, plantea el asunto así: “El libro tiene un éxito particular en EE UU porque alerta contra el retorno de la sociedad patrimonial, en la que los herederos acaban imponiéndose. Esto toca una fibra en América, un país que se fundó sobre la base del ideal meritocrático”… “El libro de Thomas Piketty tiene tanto éxito porque la sociedad de EEUU esta muy preocupada por el enorme crecimiento de la desigualdad”.

 

Gráficos:   ‘Capital en el Siglo XXI’, Thomas Piketty. / EL PAÍS

 

       En apariencia durante décadas la derecha norteamericana pareció despreciar el aspecto de la igualdad social, en lo que dejan ‘no constituía ningún problema’. Ellos, con el típico nivel de hipocresía que envuelve a los representantes directos de los poderosos, preferían hablar de ‘igualdad de oportunidades’ y pintaban a los EEUU como al ‘país del ascensor social, el del sueño americano’. Hoy todo esto se esfumo definitivamente.

       Las políticas económicas que ayer eran vistas como ‘milagrosas’ por los pudientes hoy están revelando su verdadero carácter catastrófico para la mayoría de la sociedad. La brecha social en los EEUU comenzó a cristalizar en los años de Presidencia Conservadora de Ronald Reagan –los años de la creciente desregulación de los mercados, las rebajas de impuestos— y continuó con la presidencia del Demócrata B. Clinton.

       Los soplos a la desregulación total de los llamados mercados, los soplos en pro de los beneficios rápidos en la burbuja bursátil inmobiliaria,… todo ello dejo a partir de 2008 una terribles secuelas sociales, con más desempleo, falta de políticas sociales y la visión total de que la clase media ha visto cómo se reducían sus ingresos, al tiempo que los ingresos y riquezas del 1 por ciento de la población mas rica se mantenían intactos y se acrecentaban.

       La mentalidad norteamericana esta condicionada mas allá de por las ideas, por la experiencia y las vivencias practicas. Ahora asistimos a un cambio total. La población en los EEUU siente en sus carnes los efectos de la crisis capitalista y la desigualdad. ¿Aspiran a ser ricos?, puede, pero lo que esta viendo la mayoría es el total declive de aquella gran clase media que se construyó tras la Segunda Guerra Mundial. En ese periodo se tenia seguridad, basada en el crecimiento de la economía.

       Las oportunidades, el empleo, el salario digno, la asistencia medica, la posibilidad de enviar a los hijos a la universidad,… todo ello comienza a sonar cada vez mas como música del pasado. “No creo que a los americanos les preocupe que los ricos ganen más. Les preocupa que sus salarios estén estancados. Los americanos no son receptivos ante los discursos sobre la desigualdad. En este país la envidia se dirige sobre todo a las personas con las que fuiste al instituto, a tus parientes, a tus amigos”, afirma profesor Cowen.  Muy bien, pero como decía el viejo proverbio, ‘la vida enseña’.

     Pero es cada vez mas evidente que el futuro del 99 por ciento de la población esta amenazado en sus raíces por la existencia de un 1 por ciento de ricos que viven parasitariamente sobre los hombros del resto de la sociedad. Un nuevo escenario en la lucha de clases estamos viendo resurgir al calor de todas estas experiencias, también y específicamente en los EEUU. La tarea sino es fácil, es inaplazable: expropiar socialmente la riqueza de los poderosos, las grandes industrias, bancos y centros financieros,  para que la sociedad democráticamente pueda planificar sus recursos en satisfacer las necesidades sociales crecientes.