Colombia: Perspectiva del “Paro Agrario Indefinido”

* El gobierno colombiano se reúne a negociar con los campesinos movilizados en un ‘paro indefinido’. La reunión termino sin acuerdos.

* En el tercer día de bloqueos y movilizaciones se producen duros enfrentamientos, con catorce detenidos. El gobierno intensifica los intentos de acusar a los luchadores de estar ‘infiltrados’ por elementos ‘guerrilleros’.

Salva Pérez

        Los campesinos colombianos están en lucha reclamando que se cumplan los acuerdos que lograron en la movilización de septiembre del año pasado. Mayor presupuesto gubernamental para el sector, condonación de la deuda de los agricultores, menores precios en los fertilizantes y combustibles, disminución de la competencia ilegal del contrabando de productos agrícolas, así como de la competencia desigual de los productos que entran en Colombia fruto de los acuerdos de los tratados de libre comercio con Estados Unidos y Europa.

        Exigiendo soluciones a los problema, los campesinos piden también un mayor control al sector minero, que esta destrozando la geografía colombiana, campesinos e indígenas de Boyacá, Cauca, Norte de Santander, Casanare, Tolima, Huila, Caquetá y otros departamentos del país iniciaron el pasado lunes este nuevo paro agrario.

        La respuesta inicial del gobierno fue acusar al movimiento campesino de estar infiltrado por la guerrilla y elementos ‘violentos’. ¿Qué mayor violencia que la del gobierno de la oligarquía y burguesía colombiana, en todos las facetas d ella vida social y política del país?. A pesar de que el gobierno ordeno militarizar todas las vías y algunas ciudades de Colombia, no logro su objetivo de hacer fracasar el seguimiento del paro agrario.

         Ante una primera actitud del gobierno de no querer negociar nada, el éxito de la movilización ha arrancado ya una primera mesa negociadora, con el propio Ministro de Agricultura, Rubén Lizarralde, al frente. La negociación se produjo ayer, en la sede del Ministro de Agricultura, con el objetivo del gobierno de lograr un acuerdo para levantar la protesta. El acuerdo no llego y parece lejano en el horizonte.

        El propio Ministro Lizarralde declaro que “hemos estado discutiendo alrededor del tema del crédito, la refinanciación y los insumos pero no hemos cerrado los puntos. El ambiente fue bueno, fue constructivo y seguimos trabajando”. Por su parte, César Pachón, representante de “Dignidad Agropecuaria”, organización convocante del paro, afirmaba claramente las posiciones divergentes entre ambos lados, afirmando por ejemplo que “nosotros pedimos condonación de las deudas, mientras que la propuesta del Gobierno se basa en ampliar los créditos, cuando nosotros no tenemos cómo responder. Estamos reclamando los cafeteros y los agricultores de Colombia que el Gobierno cumpla con lo pactado”.

        Los bloqueos de carreteras esta siendo contestados por el gobierno con una escalada de represión policial. La tercera jornada de paro dejo un balance de 14 detenidos y duros enfrentamientos de los manifestantes con la policía, que llevaban ordenes del gobierno de desalojar a los campesinos de las vías.

        Desde incluso antes de comenzar la movilización el Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, dijo que “grupos guerrilleros estaban infiltrados en la organización de la protesta”. Esta idea fue ratificada en estos días atrás también por el Fiscal General, Eduardo Montealegre. Esta idea puede constituir el elemento en el cual intenten basarse para ‘justificar la represión de la lucha’.

       En oscuras circunstancias un policía, de los 27 que oficialmente resultaron heridos, resulto alcanzado por un disparo de arma de fuego, lo cual podría encajar perfectamente en planes de las propias fuerzas represivas y reaccionarias de preparar el terreno, en línea con lo que habían afirmado de que había ‘guerrilleros infiltrados entre los campesinos’, para reprimir salvajemente el movimiento de lucha campesino.

        De cualquier forma el conflicto se mantendrá en el tiempo, aunque este paro sea incluso desconvocado en los próximos días. Las bases objetivas en las que se sustenta la agricultura colombiana tiene una bases muy débiles, que llevan a unas condiciones de vida terribles a la mayoría de la población del campo. Y en las ciudades la situación y los niveles de vida no son mejores. Este paro agrario forma parte de la dinámica ascendente en el ultimo periodo de aumento de las luchas de los sectores mas desfavorecidos en Colombia, un movimiento ascendente de la lucha de clases.

       Bajo el capitalismo en Colombia, en todo el continente, la aplastante mayoría de la población es condenada a unas condiciones de existencia, de vida, míseras. Mientras en el polo opuesto, una ínfima minoría disfruta y posee todo un ‘paraíso’ en la tierra. Ellos son los miembros de las oligarquías, los dueños de las tierras robadas a los indígenas y campesinos pobres. Ellos son igualmente los dueños de las empresas y bancos, estrechamente unidos por miles de lazos con los burgueses de todo el mundo.

     Los problemas de fondo en Colombia y en el resto de Latinoamérica solo podrán ser resueltos definitivamente derrocando el sistema capitalista, origen de todo tipo de desigualdades sociales. Ayudar a que el proceso de la revolución socialista se vaya abriendo paso en Colombia, en el conjunto de América Latina, es la necesidad imperiosa del momento, el deber de todo luchador por un mundo de justicia e igualdad social.