LECCIONES DE VENEZUELA - ¡Última advertencia!

      *  "Tenemos que tener mucho cuidado con esas corrientes que no se definen muy bien, cuidado con el reformismo, no es reforma lo que estamos haciendo aquí, es una Revolución, no es economía de mercado, ni capitalismo humano, ni ponerle caretas al capitalismo, es liquidar al capitalismo y construir el Socialismo, de eso se trata".  

Hugo Chávez  - I Congreso Extraordinario Partido Socialista Unido de Venezuela. Caracas, 21/11/2009

 

Leonardo Badell www.luchadeclases.org.ve

      Las contradicciones no han hecho más que agudizarse, aún más con la muerte de Chávez en marzo. La derecha ha incrementado el caos, desabastecimiento, especulación, guarimbeando e incentivado la guerra económica para atacar al gobierno. Antes de las elecciones municipales, Maduro tomó medidas contra los especuladores y las masas no tardaron en responder, ganando la mayoría de las alcaldías del país en las elecciones de diciembre. Sin embargo la raíz fundamental de la guerra económica y de las guarimbas se mantiene: la propiedad privada de los grandes medios de producción.

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      La negativa a expropiar a los capitalistas en la revolución española de 1936-1937 llevó al pueblo español a la total catástrofe. El presente artículo busca hacer una serie advertencia a la dirección política del PSUV y a todos los revolucionarios en general, pues cada día que pasa, las similitudes con la guerra civil española no hacen más que crecer. La única salida a la crisis política y económica que se mantiene en Venezuela es una: completar la revolución.

     Durante años las masas en Venezuela se han movilizado por millones como las marchas que hemos visto en Caracas últimamente. Al mismo tiempo han acumulado años de experiencia, mientras la burocracia acumula cada vez más errores e improvisaciones puestas en práctica. No se puede tardar más en completar la revolución. Ésta es la más importante lección que los revolucionarios debemos extraer de la revolución venezolana.

El contexto de la revolución bolivariana y el artículo de Trotsky

        Las similitudes de la revolución bolivariana con la revolución española son bastantes. El presente artículo lo escribo inspirado fundamentalmente en el artículo de Trotsky “Lección de España: ¡Última Advertencia! (1)escrito por Trotsky a finales de 1937, haciendo una seria advertencia ante los dramáticos acontecimientos de la guerra civil que se estaba encaminando a un desenlace terrible por la necia política de conciliación de clases que llevó a cabo el Frente Popular, buscando una supuesta alianza (imposible) con la burguesía “democrática” o “progresista”.

        Por años y años, el proletariado español demostró tener un altísimo nivel de conciencia: se ocuparon fábricas, industrias y tierras, asaltaron cuarteles, se apropiaron del armamento, tomaron centrales telefónicas, expropiaron y colectivizaron tierras, se encargaron de la distribución de productos a través de vales, el poder económico estaba prácticamente en sus manos. Lamentablemente el poder político se mantuvo en las manos de la burguesía, ya que los republicanos hicieron todo por mantener a la revolución dentro del limitado marco de la democracia burguesa apoyados por el ala izquierda (republicanos de izquierda y socialistas).

       A su vez la dirección anarquista osciló de derecha a izquierda inculcando a sus bases una confusión sin límites negándose a tomar el poder como hicieron en Cataluña dejando el poder en manos de la burguesía por una parte, y aliándose a su vez con el gobierno burgués (incluso llegando a tener ministros anarquistas) por otro.

        Los estalinistas del Partido Comunista en España recibían líneas políticas directamente de la URSS, y junto con los republicanos de derecha defendían con fuerza la consigna de “primero ganar la guerra, después la revolución social” “buscar acuerdos con la burguesía”, “mostrarse moderados ante los gobiernos capitalistas para no quedar aislados” (estas consignas ya las hemos escuchado en Venezuela), pero los resultados de la guerra civil demostraron lo equivocada de llevar a la práctica estas consignas, pues para poder ganar la guerra civil era necesario hacer la revolución social tal como lo explica con claridad Trotsky en sus artículos sobre España.

       Ante el levantamiento de los militares fascistas en julio de 1936, los obreros, sindicatos y militantes de partidos de izquierda exigieron que se armara rápidamente al pueblo para frenar el avance de las tropas contrarrevolucionarias. Tras dos días de discusiones y vacilaciones, el gobierno no tuvo otra alternativa que entregarle armas a las organizaciones proletarias. Los obreros actuaron rápidamente de manera espontanea para hacer la revolución social como la mejor estrategia para acabar con el golpe.

       Pero en los momentos más decisivos de la revolución, las direcciones políticas (socialistas, anarquistas y republicanas) no estuvieron a la altura de la situación (como si lo estuvieron las masas) oscilando sus discursos de derecha a izquierda, dejando la propiedad en manos de la burguesía. El vacío fue tomado totalmente por el estalinismo que aliado con los republicanos y partidos burgueses reconstituyó el ejército burgués, devolvió propiedades a los capitalistas. El punto de inflexión fue el aplastamiento del levantamiento de mayo de 1937 en Barcelona, cuando los trabajadores se alzaron para defender las conquistas revolucionarias amenazadas por el gobierno republicano.

        El nuevo gobierno formado en mayo de 1937 por Juan Negrín cedió a todos los pedidos de Moscú llevando a la revolución y al proletariado a la derrota. Al final el gobierno de Negrín fue depuesto por un golpe de estado del ala de derecha republicana y “socialista” (cosa que ya han intentado sin resultados algunos elementos infiltrados en Venezuela) para tratar de negociar con Franco sin ningún resultado, pues éste pedía una rendición sin condiciones, teniendo estos que salir de España. Sería el comienzo de una dictadura fascista que duraría los crueles 40 años.

       Las condiciones para la victoria estaban al alcance de la mano tanto de los socialistas, anarquistas y sus respectivas centrales sindicales. Los anarquistas dirían descaradamente durante y después de la guerra civil española que si hubiesen querido habrían tomado el poder en España. En su artículo “Lección de España ¡Última Advertencia!” Trotsky explica antes del desenlace de la revolución y la guerra civil las condiciones de la victoria (colocaremos los puntos 1, 5 y 10 por ser importante para la revolución en Venezuela):

        1.- “Los combatientes del ejército republicano deben tener una conciencia clara de que combaten por su completa emancipación social y no por el restablecimiento de la antigua forma (democrática) de explotación”.

        5.- “El ejército revolucionario no solamente debe proclamar, sino realizar inmediatamente en las provincias conquistadas las medidas más urgentes de la revolución social: expropiación y entregando a los necesitados de las reservas existentes de productos alimenticios, manufacturados y demás, redistribución de las viviendas en beneficio de los trabajadores y sobre todo de las familias de los combatientes, expropiación de la tierra y de los instrumentos agrícolas a favor de los campesinos, establecimiento del control obrero de la producción y del poder soviético en lugar de la antigua burocracia”.

       10.- “La estrategia de la guerra civil debe combinar las reglas del arte militar con las tareas de la revolución social. No sólo en la propaganda, sino también en las operaciones militares, es necesario contar con la composición social de los distintos componentes del ejército enemigo (voluntarios burgueses, campesinos movilizados, o como en el caso de Franco, esclavos coloniales) y al optar por las líneas de operaciones , considerar muy seriamente la cultura social de las regiones correspondientes del país (regiones industrializadas, campesinas, revolucionarias o reaccionarias, regiones de nacionalidades oprimidas, etc.). En pocas palabras: la política revolucionaria domina la estrategia. “

         En su artículo Trotsky explica que era posible que los dirigentes del Frente Popular antes de dejar España derrotados (en verdad no por los militares sublevados sino por sus propios crímenes) podrían hacer toda una serie de reformas para que los obreros tuvieran un buen recuerdo de ellos, pero ni eso hicieron. Al final se quedaron solos, la población estaba cansada y exhausta de años de guerra y de promesas incumplidas por parte del gobierno. La política de “primero ganar la guerra, después la revolución” mostró en la práctica ser un escandaloso fracaso. Esta es una importante lección para la guerra económica que vive hoy Venezuela.

        La contrarrevolución en Venezuela ha intentado acabar con la revolución por todos los medios posibles igual como han hecho los fascistas en España y Chile. Sin embargo la derecha en Venezuela (al mismo tiempo que sabotea la economía y conspira abiertamente contra la democracia) sabe bien lo que sabemos los marxistas: se sienten síntomas de agotamiento y decepción en las filas revolucionarias, saben que las contradicciones se agudizan con más fuerza en la medida que pasa el tiempo.

        La mayor debilidad del gobierno ha sido justamente no expropiar a los capitalistas, y sus minúsculos partidos se han aprovechado al máximo de esta situación, intensificado aun más la campaña contrarrevolucionaria después de la muerte del comandante. En la rueda de prensa del  6 de noviembre de 2013, Maduro explicó cuáles eran los puntos para avanzar en la ofensiva contra la guerra económica y la construcción del socialismo y dijo: "Al capital especulativo y antipatria lo vamos a golpear sin contemplaciones, con la ley y la Constitución en la mano. Aquel que quiere participar de la actividad económica que participe respetando al pueblo venezolano”.

      Maduro tiene hoy en sus manos la Ley Habilitante, que le permitiría modificar la Constitución y expropiar el capital, pero se insiste neciamente en “negociar” y “dialogar” con los empresarios. ¿No han acaparado estos toneladas de productos de la cesta básica sin ningún pudor?. La solución al problema del acaparamiento no es solamente ir con la Guardia Nacional a registrar los galpones de los capitalistas, el problema es la propiedad. Ellos acaparan y el Gobierno incauta los productos de los capitalistas para venderlos a precio popular, pero ¿Qué pasa después de las operaciones? Todos los sabemos: los capitalistas vuelven a acaparar una y otra vez.

        Se regulan los precios de los productos, ¿pero no han burlado los capitalistas y comerciantes la regulación de precios? Se regula el pan canilla ¿Qué hacen las panaderías? hacen pan canilla con semillas de ajonjolí encima, entonces deja de ser un producto regulado para ser un producto especial. Se regula la mortadela y los capitalistas comienzan a vender mortadela con trozos de aceituna. El caso más descarado es el del papel sanitario que está regulado, los capitalistas comienzan a producir papel sanitario aromatizado a rosas, a durazno, a fresas y demás. ¡Sólo hace falta que produzcan papel sanitario con aroma de chocolate! ¿No es evidente que el problema es de hecho la propiedad? Para los reformistas parece que no.

        El estancamiento en el que ha caído la mal llamada “transición económica” es producto del atraso en expropiar a los capitalistas y no otra. Es sobre esta base que argumentamos nuestra crítica.

Bolchevismo y Menchevismo en Venezuela

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       La situación actual de crisis y guerra económica en Venezuela no puede resolverse dentro del orden capitalista, como ya hemos explicado. Los capitalistas acaparan, esconden y hacen desaparecer descaradamente productos, alimentos, cierran, paran fábricas y empresas, compran jueces y burócratas para poder botar trabajadores a la calle (violando la inamovilidad laboral), matan trabajadores, campesinos, dirigentes estudiantiles, dirigentes indígenas, suben precios y usan permanentemente sus medios de comunicación para culpar al gobierno de la falta de productos y del desabastecimiento usando el absurdo argumento por todos conocido: “la falta de dólares”.

      Tal como hemos dicho en nuestros artículos publicados anteriormente, el problema no son los dólares para poder importar productos o materias primas, el problema es que es imposible que puedan coexistir en paz la revolución social y la propiedad privada de los medios de producción. La única alternativa es expropiar a los capitalistas y colocar las empresas bajo control democrático de los trabajadores para poder abastecer de comida y productos a bajo costo, expropiar a los terratenientes y crear un plan de producción de tierras para abastecer de comida a todo el país, nacionalizar la banca, para poder crear un plan masivo de construcción de viviendas, escuelas, hospitales, centros recreativos, teatros, en general aumentar la expectativa de vida de las masas.

        Además, se debe abolir el corrompido y burocrático aparato de estado burgués, que se ha convertido en un verdadero monstruo que frena cualquier posibilidad de participación de las masas revolucionarias, en un estado que fue creado para defender el derecho de la burguesía como clase social dominante. La creación de comités unificados a nivel municipal, estadal y nacionalmente abolirían totalmente el estado burgués para abrir paso a un estado democrático de los trabajadores. La Asamblea Nacional, el centro de debates donde participan hoy en día las minorías burguesas y propietarias de la oposición sería abolida para crear una Asamblea Revolucionaria con diputados obreros elegibles y revocables en cualquier momento que representen los intereses del pueblo. Estos diputados deben ser elegidos por consejos revolucionarios de base. Ésta es la verdadera democracia que defendemos y no la participación de empresarios mafiosos y corruptos como lo hemos visto hoy en día.

        Estas medidas están a la orden del día, al alcance del gobierno. La Ley Habilitante permitiría expropiar a los capitalistas, banqueros y terratenientes movilizando en masa al pueblo. Es el mismo debate de la revolución española de los años 30 “primero ganar la guerra, después la revolución social” dijeron los estalinistas en España, “ganar la guerra económica, la próxima elección y después la revolución social” nos dicen los reformistas hoy en Venezuela, pero ¿cuántas elecciones más deben ganarse si el pueblo ya ha participado en más de diez elecciones durante quince años?

        Está claro que para los reformistas 15 años no son suficientes. Para ellos la revolución en Venezuela es estrictamente democrática y por tanto burguesa y por lo tanto deben “buscar alianzas” “tender puentes” a la burguesía, para ellos las tareas que están a la orden del día son democrático-burguesas. Pero debemos preguntar ¿Cuántas reuniones se han hecho con los empresarios venezolanos? ¿Cuáles han sido los resultados de estas reuniones? Quizá la más importante de todas estas reuniones fue la del llamado “Reimpulso Productivo” cuando Haiman El Troudi era ministro de Planificación. La reunión fue con los principales banqueros, empresarios y terrateniente de toda Venezuela. Se flexibilizó Cadivi (la institución responsable en distribuir los dólares en Venezuela), se eliminó el impuesto a las transacciones financieras, se dieron créditos a las grandes empresas y se hizo una especie de alianza con Lorenzo Mendoza de empresas Polar. Debemos insistir con la misma pregunta: ¿Cuáles han sido los resultados?

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        Vimos como VTV junto a algunos diputados de la derecha endógena impulsaron un fulano grupo llamado “Empresarios por Venezuela” (EMPREVEN) que se volvió polvo cósmico rápidamente, pues su mayor dirigente se vio envuelto en una trama mafiosa de lavado de dinero de un banco a otro. Otro de los miembros de Empreven se vio envuelto en un grave caso de narcotráfico siendo arrestado en Colombia. El tiempo demostró que Empreven no fue más que una asociación de mafiosos que adulaban al gobierno para conseguir prebendas de la burocracia.

        Sólo quedan dos fulanos empresarios que supuestamente apoyan al gobierno: Miguel Pérez Abad de Fedeindustria, que se molestó porque el gobierno aprobó la ley de las comunas y nadie le consultó a él como burgués y Alberto Cudemus de Feporcina que aparece en la televisión estatal y privada antes de todos los diciembres para subir los precios del pernil. Estos dos empresarios dicen apoyar al gobierno en verdad sólo para flexibilizar las políticas revolucionarias a su favor.“¡Pero hemos conseguido dividir a la burguesía pues los banqueros nos apoyan!”Nos dicen los burócratas desde sus grotescas oficinas con costosos aires acondicionados. En verdad los banqueros esperan que las últimas decisiones del Banco Central les favorezcan, ya sea bajando o subiendo las tasas de interés.

       Tal como hemos explicado, cada paso atrás que dé el gobierno la burguesía exigirá dos más hasta llevarlo donde ellos realmente quieren: eliminación de impuestos, eliminación de la inamovilidad laboral y del control de precios, liberar totalmente el dólar y quizás el más importante: acabar con el gasto público “que genera inflación”, es decir, acabar con las misiones sociales, acabar con la inversión en hospitales, escuelas y viviendas. Ya han pasado cinco años de la reunión del “Reimpulso Productivo” y todos sabemos los nefastos resultados.

        Maduro ha llamado a Mendoza nuevamente para “dialogar por la paz” una vez más. Todos los venezolanos saben los resultados de las reuniones con Mendoza que no llegan a nada. Mendoza tuvo la desfachatez de decirle al gobierno que se debe crear “una comisión de la verdad económica”, por supuesto, para decir que el desabastecimiento es producto de la falta de dólares. El año pasado, Mendoza dijo que empresas Polar sólo produce el 48% de harina precocida y que el resto es responsabilidad de la competencia (otras marcas de harina) y del gobierno. Sin embargo dio un elemento interesante: dijo que en el 2012 no consiguieron producir más por “conflictos sindicales amparados por la impunidad de la nueva ley del trabajo” (2).

        Los trabajadores denunciaron que empresas Polar está produciendo al 100% y que no tiene sentido la desaparición de harina, arroz, aceite y pasta que reina en el país. Es evidente que la producción de Polar, y a su vez los derechos de los trabajadores, choca con la propiedad privada. Para satisfacer la necesidad e incrementar la producción es necesario expropiar empresas Polar e implementar el control obrero, pues como vemos, los trabajadores saben más que el propio empresario el total de la producción nacional (3).

        El desarrollo de las fuerzas productivas en Venezuela pasa estrictamente por la expropiación de los capitalistas, el atraso en tomar ésta medida ha sido el principal responsable del estancamiento en la transición al socialismo al que hacía referencia Maduro. El gobierno se ha enfocado en la búsqueda de dinero (y dólares) para poder mantener el gasto público, es como un león que tiene una vaca gorda al frente e insiste en comer hierbas porque no tiene nada que comer. La nacionalización de la banca permitiría que el gobierno cuente con el dinero necesario para poder mantener y desarrollar las misiones sociales, crear un plan masivo de construcción de viviendas, escuelas, hospitales. La expropiación de la industria permitiría crear puestos de trabajo en masa, desarrollar nueva tecnologías, acabar con el desabastecimiento. La expropiación de los latifundistas permitiría abastecer todos los mercados con productos agrícolas. El monopolio estatal del comercio exterior (junto a la expropiación de los capitalistas) acabaría definitivamente con la especulación de dólares que ha impulsado la burguesía a nivel nacional e internacionalmente. Todo esto sobre la base de un plan discutido democráticamente con los consejos obreros y comunales que desarrollarían Venezuela rápidamente.

         Son estas medidas que defienden los bolcheviques en la corriente marxista Lucha de Clases en el PSUV. Sin embargo, el menchevismo hace su trabajo permanentemente colocando ideas reformistas en el movimiento revolucionario para crear confusión dentro de sus filas, mientras controla la mayoría de las instituciones burocráticas. Ese es el papel fundamental de la burocracia dentro de la revolución y no otro: apropiarse de todos los espacios políticos de la revolución para defender sus intereses personales haciendo discursos a veces de izquierda y a veces de derecha, en ese vaivén de discursos la revolución y la economía se mantienen estancadas.

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       Los marxistas del PSUV hemos explicado en nuestros artículos publicados en nuestra página www.luchadeclases.org.ve cuáles son las tareas que deben realizar los dirigentes de la revolución para llevar la revolución hasta el final. Los medios de la burguesía salieron asustados cuando el camarada Alan Woods publicó el artículo ¿Adónde va la revolución venezolana? (4) donde explica pacientemente el papel que tiene que jugar la dirección política de la revolución. La derecha no perdió tiempo (Primero Justicia fundamentalmente) y salieron rápidamente a dar una rueda de prensa en contra del artículo de Alan Woods (5). Estudiaron bien el artículo, criticando justamente el punto de cómo ganar a las capas medias de la sociedad (donde la derecha tiene más fuerza). Los medios de comunicación hicieron toda una campaña en nuestra contra a nivel regional, nacional e internacionalmente. ¿Por qué preocuparse con un grupo pequeño? Por una sencilla razón: ellos saben que los militantes de la corriente marxista Lucha de Clases tenemos el programa que acaba definitivamente con la burguesía como clase social dominante, es decir el programa del marxismo.

        Existen hoy un grupo de bandidos contrarrevolucionarios vestidos de rojo que están infiltrados en altos cargos en las principales instituciones y ministerios en todo el país, diciendo que las “condiciones para la revolución socialista no están maduras”. Volviendo a Trotsky decimos que las condiciones hoy en día no sólo están maduras, sino que están comenzando a podrirse. Dentro de la burocracia pugnan dos ideas (ambas reformistas) una que la revolución debe hacerse por etapas, primero la revolución democrático burguesa, condenando al proletariado a años de capitalismo y de horror sin fin (como diría Lenin) para algún día (no se sabe cuándo) expropiar a los capitalistas. Pero, debemos preguntar ¿cómo ha respondido la burguesía ante lo que supuestamente es su revolución? ¿Han abierto empresas? ¿Han creado más puestos de trabajo? Ya hemos respondido claramente a esta pregunta.

        La otra idea es que el gobierno debe dedicarse a crear “Empresas de Producción Social” desarrollar más la producción estatal en oposición a las empresas capitalistas, una tarea que nadie sabe cuántos años va a durar. Es totalmente imposible crear islas de socialismo en un mar de capitalismo donde reina justamente la anarquía del mercado y la competencia (y en esto los capitalistas son expertos), estos buscarán por todos los medios posibles comprar materias primas más baratas, explotar a la clase trabajadora, evadir impuestos para poder vender sus productos más caros y aumentar así sus ganancias. Es una especie de vía china a la inversa que no está dando ningún resultado positivo.


Notas:

(1) Lecciones de España ¡Última Advertencia!. Trotsky, obras 3. España, 1936-39. Akal Editores.

(2) Ultimas Noticias, declaraciones de Lorenzo Mendoza http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/economia/mendoza-es-imposible-que-el-48-que-tenemos-abastez.aspx

(3) Trabajadores de empresas Polar denuncian el acaparamiento http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/empresas-polar-programa-acaparamiento-alimentos/

(4) ¿Adónde va la revolución venezolana? Una contribución al debate sobre la propiedad y las tareas de la revolución Alan Woods http://www.luchadeclases.org.ve/venezuela/psuv/6834-alan-woods-29143

(5) La derecha venezolana ataca el documento de Alan Woods http://www.luchadeclases.org.ve/venezuela/6850-la-derecha-venezolana-ataca-el-documento-de-alan-woods

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