CONDICIONES LABORALES Y SALARIALES PEORES PARA LA MAYORIA, AUMENTAN LOS BENEFICIOS EMPRESARIALES

* Informe UGT pone manifiesto que los más débiles pagamos la crisis del Sistema

* Aumento desempleo, menos salarios y peores condiciones laborales,… para beneficio grandes empresarios

Salvador PEREZ

        Todos los datos de los que podemos disponer, incluyendo el ‘nuevo marco de previsiones macroeconómicas’ que acaba de aprobar el gobierno del PP, vienen a reafirmar la idea que hemos expuesto una y otra vez, sobre como la clase dominante, utilizando para ello su Junta General de Administración, o sea los gobiernos, hacen recaer todos los efectos, todo el peso, de la crisis sobre los hombros de las familias trabajadoras, de los más débiles de la sociedad.

        Estamos sin duda ante momentos de elaboración y presentación de Informes, de todo tipo. Casi todos tienen en común en que vienen a confirmar que anteriores previsiones de los estrategas, fundamentalmente los elaborados por los más acérrimos defensores del sistema, son arrojadas a la papelera, porque la situación real es muchísimo peor que lo que ellos habían previsto.

        Una confirmación brillante de esto es, como decíamos, las nuevas previsiones del gobierno de la derecha, que tiran como inservibles las que elaboraron hace pocos meses y pasan a reconocer que lo que ellos han aprobado en el último año solo ha hecho profundizar hasta efectos dramáticos la situación económica y social: los 6.2 millones de desempleados y las previsiones de una brutal caída del PIB para este año superior al 1,5 por ciento es la constancia.

         El sindicato UGT, que tiene buenos analistas para ello, acaba de presentar un Informe que denuncia cómo “el peso de las rentas del trabajo en el PIB se ha reducido un 5,2% desde 2008 al tiempo que el de las rentas del capital crece un 3,6% en el mismo periodo”. Otra cosa bien distinta es que sus máximos dirigentes no sean capaces de ofrecer una alternativa de lucha digna de tal nombre contra esta situación. Ellos comprenden perfectamente la situación real y por ello afirman que “con la excusa de la crisis se está implantando en silencio y a costa del sufrimiento de los trabajadores y las familias, un nuevo modelo social y económico”.

Menos trabajo, más productividad

         En el mundo de los contrasentidos capitalistas, el informe de UGT revela que “la productividad ha aumentado a medida que caía el empleo”. Esto ha sido la tendencia general en los periodos de 2007-2008 y 2011-2012. En el primer periodo el PIB sufrió una caída del 3,7%, por una caída del empleo de más del 6,3%, mientras la Productividad del trabajador aumento un significativo 2,5%. En el periodo segundo, la caída de la economía fue del 1,4%, mientras el empleo sufrió una destrucción del 4,4% e increíblemente, la Productividad del trabajo creció un 3%. Así afirma el Informe de UGT que "La explicación reside en el hecho de que en nuestra economía el principal ajuste de la actividad en las empresas se realiza vía empleo y no producción. El descenso del empleo es proporcionalmente mayor que el descenso de la producción, lo que hace aumentar la productividad en épocas de crisis".

          Estos datos objetivos significan la constatación de lo que afirmábamos y que en el caso concreto de España, marcando otra diferencia más con la mayoría de los países de la UE, que los trabajadores con la excusa de la crisis son sometidos a menores salarios, peores condiciones laborales, desempleo masivo y a un incremento de la sobreexplotación laboral, mediante mayores ritmos de trabajo y de jornada, que provocan un aumento de la productividad, de los cual se beneficia en exclusiva los empresarios en forma de beneficios. En España la Productividad por hora de trabajo creció en 2009 y 2012 una media del 2,5 y del 2,9 por ciento respectivamente, mientras que países como Dinamarca vieron crecer la productividad de sus horas de trabajo en el 1,8 por ciento en 2009 y crecimiento productividad nulo en 2012.

        Todos estos datos, que han sido puestos sobre la mesa por el Informe de UGT solo pueden contemplar una parte aún pequeña de los dañinos efectos de la contra-‘reforma laboral’ que aprobó hace un año el gobierno del PP. No dudamos que sus efectos habrán y estarán siendo los de profundizar en estas enormes contradicciones laborales y sociales, que están abonando el caldo de cultivo propicio para una brutal explosión social en el Estado español. Como el Informe de UGT dice, "las políticas de ajuste y recortes están provocando un deterioro significativo en la capacidad adquisitiva de las rentas del trabajo, en la calidad del empleo y en el nivel de vida de la población, lo que obstaculiza la recuperación de la demanda y de la actividad económica". Ante ello deberían sacar las lógicas conclusiones, lo cual no hacen.

        Pero el terreno decisivo en todos estos asuntos es el de la practica. Veamos que nos dice esta practica del día a día. Cándido Méndez, Secretario General de UGT dice que el gobierno tiene "resignación y parálisis", después del dato de los 6,2 millones de desempleados, un escalofriante 57 por ciento entre los jóvenes menores de 25 años. Ello le ha servido para ‘avisar de que las reservas morales y emocionales se están agotando, lo que puede acabar en un estallido social". Méndez ha afirmado que es una “necesidad de invertir las prioridades y abandonar la política de recortes excesivos del déficit que ha sido un fracaso".

         Pero para que no tengamos muchas, o ninguna, ilusiones en que estos dirigentes sindicales lideres en el cretinismo capitalista, están sacando conclusiones de que deben ponerse al frente de las convocatorias de luchas contra las políticas del gobierno y la troika, ha llegado Ignacio Fernández Toxo, el Secretario General de CCOO, famoso mundialmente por dejar inaugurar el Congreso de CCOO al máximo dirigente de la patronal española, y para centrarnos en que ellos, los mal llamados dirigentes de los trabajadores, son gente sensata, ha vuelto hacer un llamamiento al gobierno reaccionario de Rajoy para que “lidere un gran pacto nacional por el empleo y ponga en marcha todos los recursos disponibles para arbitrar un plan de choque contra el desempleo masivo y un programa de atención a las personas necesitadas”.

         Toxo ha dicho que "el Gobierno tiene la obligación de tomar el toro por los cuernos y asumir ese liderazgo… "Ellos tienen la obligación de darle una oportunidad a este país y nosotros estamos dispuestos a asumir la parte de compromiso que nos corresponda". Pero parece de niños pequeñitos el que Fernández Toxo ‘no comprenda’ que el gobierno de la derecha ya está ‘liderando la política’, que le marcan las grandes fortunas españolas y europeas y que por supuesto no hará otra distinta hasta nueva orden de esa misma gente.

       En realidad los únicos que quedan ‘fuera de juego’ en toda esta situación son ellos, los dirigentes reformistas sindicales y de la izquierda, que aún creen en cuentos de hadas y esperan que cuenten con ellos para ‘pactos’, en el mismo momento en el que estamos ante una brutal ofensiva de la clase dominante contra los trabajadores, en la guerra de clases en la que la mayoría tenemos una dirección actual incapaz, idiota y cobarde, que huye del campo de batalla sin combatir, haciéndonos retroceder con ello. ¿Para que quiere el gobierno pactar nada con estos dirigentes si lo imponen todo vía ‘decreto-ley’ y estos ‘pactistas’ no son capaces de ofrecer respuesta social seria a los ataques?.

       Y este último aspecto es el que una y otra vez los dirigentes sindicales de UGT, al igual que los de CCOO, se niegan a analizar. Se niegan a ello porque de inmediato entonces tendrían que plantear cual es el verdadero papel que tienen que jugar unos dignos dirigentes sindicales en una situación como la actual: actuar como moscas en el trasero del movimiento obrero y de la sociedad, o ponerse al frente de las convocatorias de luchas, para hacer insostenible para la clase dominante el continuar aplicando ataque tras ataque a todos los aspectos de nuestras vidas.

          No tenemos dudas de que si  si los llamados dirigentes sindicales continúan empeñados en negarse a dar cauce de expresión, ofrecer una genuina dirección para las luchas de los trabajadores, estos dirigentes que ya se están viendo aislados socialmente, menospreciados por la clase dominante y despreciados política y socialmente por los trabajadores, van ha acabar con unas buenas patadas bien propiciadas en sus traseros. Estamos ante un proceso profundo de paralización en la sociedad y el movimiento obrero esta en un claro giro hacia la izquierda. Ello tendrá mas temprano que tarde también su expresión en las organizaciones tradicionales, incluyendo los sindicatos, donde veremos el surgimiento de corrientes de izquierdas que darán la batalla a estos cretinos dirigentes inútiles para la lucha.