CENTENARES DE MILES MANIFESTANTES EXIGEN A HOLLANDE ROMPER CON LA AUSTERIDAD

* Los socialdemócratas, que son de derechas cuando hay que enfrentarse a la crisis del capitalismo, están claudicando uno por uno en todos los aspectos centrales de la política económica

* Una manifestación para "arrebatar el poder al mundo de las finanzas" y "proclamar la VI República".

Salvador PEREZ

       A punto de cumplirse el primer año, de los cinco que estará como Presidente de la Republica francesa, M. Hollande no vive precisamente sus mejores meses. En estos momentos, todo ello fruto de la política económica y social de su gobierno, esta bastante lejos de aquellos respaldos entre la población que le hicieron vencer al derechista Nicolás Sarkozy. Pero su impopularidad es creciente, al igual que los malos datos que emanan de la economía francesa, inmersa a ritmo distinto, pero inmersa, en la crisis económica del capitalismo europeo.

        De hecho, a pesar de todas las declaraciones bien intencionadas de los miembros del gobierno francés, que intentan ante las masas del país hacer ver que todos los problemas son por ‘la austeridad que impone Berlín’, el gobierno ‘socialista’ de Francia esta aplicando las políticas que se conocen como de ‘austeridad’. Políticas de recortes sociales han comenzado, o mejor dicho continuado, bajo el gobierno del Presidente Hollande.

       El Ministro Economía del gobierno francés ha declarado, en línea con otras declaraciones del propio Hollande, que no se corresponden con la realidad, que "la austeridad ha acabado en Europa para dar paso a las políticas de crecimiento". Muy bello todo, en el país de “Alicia”. Pero acto seguido afirmo que el gobierno continuara con una política de “control del gasto público, para que Francia no pierda la autonomía presupuestaria”. En definitiva y textualmente, el Ministro de Economía de Francia ha tenido que reconocer que “la política que propongo es de seriedad presupuestaria”.

       De hecho, el gobierno de Francia aprobó recientemente un ‘Programa de recortes equivalentes a unos 14.000 millones de euros, en la reducción del llamado gasto público”. A esto hay que añadir una subida de impuestos sobre la inmensa mayoría de la población por valor no inferior a otros 6.000 millones de euros.

          La Comisión Europea recientemente ha concedido a Francia dos años suplementarios en el objetivo de cumplir el objetivo de déficit del 3%. El gobierno de Hollande ha pretendido vender esto como un triunfo de su gobierno de ‘izquierdas’ frente a las tesis que viene defendiendo el gobierno de Ángela Merkel, en Berlín y en Bruselas.

          Pues menos mal que estamos ante un triunfo de las políticas de ‘izquierdas’ del gobierno de Hollande frente a las tesis de derechas del gobierno Merkel en Alemania. Pero en Francia esas políticas de izquierdas no se ven en el gobierno. La realidad es que los socialdemócratas, que todos son de derechas cuando hay que enfrentarse a la crisis del capitalismo, están claudicando uno por uno en todos los aspectos centrales de la política económica. Ellos, de la misma forma que lo hace el reaccionario de derechas Mariano Rajoy en España, están ahora ‘pidiendo paciencia, que los frutos de las políticas que aplican vendrán’ a medio y largo plazo.

         El mismísimo Primer Ministro de Francia, Jean-Marc Ayrault, este mismo domingo a afirmado que “el Gobierno está estudiando la venta de acciones de empresas participadas por el Estado para financiar inversiones públicas…. No es un asunto tabú. Estamos estudiando, en ciertas empresas públicas donde la tasa de participación del Estado es muy importante, ceder una parte para financiar inversiones, no para cuadrar el presupuesto". Y esto supone una claudicación total y absoluta a las políticas de la burguesía para hacer frente a la crisis, consistentes en ‘entregar todo’ a manos del Capital privado, sobre todo los negocios que a ellos le generaran enormes beneficios económicos, aun a costa de dejar sin servicios sociales a la mayoría de la población.

           El mismísimo Primer Ministro, como un típico cínico burgués, ha declarado como lo hacen los políticos de la derecha que “los franceses juzgarán nuestra política cuando comience a dar sus frutos. El objetivo es que el país recupere el orgullo y, para ello, tenemos que seguir profundizando en las reformas. El objetivo es reformar el modelo social francés para que pueda durar". Los mismos argumentos en esencia que utiliza la derecha en cualquier país europeo y del mundo.

         En los últimos meses el gobierno ‘socialista’ de Hollande ha estado acostumbrado a que la derecha, junto a la extrema derecha de Francia, convoquen manifestaciones con reivindicaciones en la mayoría de los casos reaccionarias. Ello por supuesto no desesperaba al gobierno, mientras en el Parlamento el Frente de Izquierdas, liderado por Jean-Luc Mélenchon daba además un apoyo al gobierno socialista frente a la derecha. Las manifestaciones en contra del matrimonio homosexual no iban ha ser apoyadas por el grueso de la clase trabajadora, la mayoría de los franceses y ello era ‘tranquilidad relativa’ para el gobierno Hollande.

        Sin embargo este domingo toda la situación social ha experimentado un vuelco total, mostrando el enorme potencial revolucionario latente en el interior de la sociedad, que rechaza abiertamente que la crisis del capitalismo la haga recaer directamente sobre los hombros de la mayoría el gobierno que eligieron los trabajadores frente a Sarkozy y que esta continuando en lo central la política de la derecha.

       Una impresionante manifestación de mas de 250 mil franceses ha recorrido las calles de Paris, confluyendo en la Plaza de la Bastilla, convocados por el Frente de Izquierdas y la mayoría de los colectivos a la izquierda del Partido Socialista francés.

       Al objeto de central bien de que estamos hablando hay que decir que un cuarto de millón de trabajadores se han manifestado en Paris bajo las reivindicaciones de "arrebatar el poder al mundo de las finanzas" y "proclamar la VI República". Como una muestra del enorme impacto que la manifestación ha tenido sobre la clase dominante y el gobierno de Hollande, la propia policía no ha querido dar cifras de manifestantes. Todos somos conscientes de la enorme afición de esa policía de decir públicamente, desprestigiando las luchas, que ‘eran cuatro’.

         Desde el Gobierno y los dirigentes derechistas del Partido Socialista han pretendido acusar al Frente de Izquierdas liderado por Mélenchon de "romper la unidad de la izquierda, lo que beneficia a la derecha". Pero Mélenchon ha demostrado inteligencia política y una correcta posición, planteando en la manifestación la necesidad de un “giro progresista en la política de Hollande”.

          Lo mismo de siempre, los socialdemócratas que le hacen la política a la clase dominante intentando asustar a las masas con la derecha y a los que luchan en contra de su entrega a los capitalistas los acusan de beneficiar a la derecha. Vano intento sin embargo en unos momentos en donde las opciones son claras: o con los burgueses y su sistema en crisis, o con los trabajadores luchando contra los intentos de la burguesía de hacernos pagar los efectos perversos de la crisis de su sistema.

            Estamos sin duda ente un periodo que esta llevando, en términos de clase, a la sociedad en toda Europa a una clara diferenciación hacia izquierda y derecha. La clase obrera francesa siempre fue abanderada en procesos revolucionarios y volverá a estar en una posición de honor en el periodo de luchas revolucionarias en todo el continente europeo. Los cientos de miles de manifestantes de hoy en Francia es un síntoma claro de que ello será así.

           El capitalismo francés esta enfermo, al igual que el conjunto del capitalismo europeo lo esta. La clase dominante no tiene márgenes para políticas de ‘reformas progresistas’, al igual que estamos viendo en el conjunto de los países del Sur, Francia recorrerá un camino bastante parecido. La única lucha progresista que se puede dar es la de la lucha por cambiar radicalmente la sociedad.

          El dirigente del Frente de Izquierdas, Mélenchon, ha manifestado, “el periodo de pruebas se ha agotado y no salen las cuentas". Tras haber avalado al Partido Socialista, a M. Hollande, en la segunda vuelta de las presidenciales, ahora el Frente de Izquierdas realiza un balance critico de la política del gobierno durante el ultimo año y efectivamente, ‘las cuentas no salen’ para la clase trabajadora.

        Mélenchon correctamente ha calificado como una estafa los dos años de plazo suplementarios que Bruselas ha dado a Francia para llegar al objetivo del déficit estatal al 3 por ciento. A afirmado que son "una mentira, porque representan dos años más de chantajes y de sufrimiento de los ciudadanos"… "El esfuerzo que se impone a los ciudadanos es innecesario y sádico. La deuda de los países de Europa y Estados Unidos nunca será pagada".

        Ello es totalmente correcto y como conclusión de ello tenemos que repudiar ya el pago de esa deuda, que no es otra cosa que una gran estafa contra la mayoría de la sociedad de manos de gobiernos, banqueros, especuladores-inversionistas y grandes empresarios.

         De forma correcta, Mélenchon durante la manifestación acusó a la "maldita troika" de acreedores internacionales y a la "vacía Comisión Europea" de llevar a cabo, junto con el mundo de las finanzas, un "infame complot contra el desgraciado pueblo griego, portugués y español".

         En un lenguaje radical y correcto, que con toda seguridad tendrá sus efectos positivos en amplios sectores de la clase trabajadora y la juventud francesa, el Frente de Izquierdas esta defendiendo en estos momentos una política que se aleja correctamente de instalarse en lo establecido dentro del sistema. Esta defendiendo la “instauración de una Asamblea Constituyente que reforme la Constitución y abra la VI República, en la que los poderes del presidente estén limitados a la voluntad del pueblo".

        Tras haber estado pacientemente apoyando al gobierno del Partido Socialista de Hollande en el parlamento el ultimo año, ahora una vez esta quedando en evidencia social que este se esta entregando mas y mas a los intereses de los poderosos, la tarea central que debe ocupar el trabajo del Frente de Izquierdas, dentro y fuera del parlamento, tiene que ser animar y organizar la respuesta de clase, en la movilización y lucha, en contra de esas claudicaciones.

        Continuar llamando a los dirigentes del Partido Socialista a romper con la clase dominante y dar un giro radical hacia la izquierda a sus políticas. En todo caso la tarea central es reforzar y organizar al movimiento obrero, a la juventud y los explotados de Francia en torno a un genuino programa de lucha por cambiar la sociedad.

        Sin duda en ello el Frente de Izquierdas tiene una enorme responsabilidad, como la principal organización de izquierdas con una influencia de masas. Mélenchon esta llamando a "trabajar para crear una nueva mayoría parlamentaria". Para ello que duda cabe que la primera batalla es ganar tras del programa para cambiar la sociedad a la mayoría de la sociedad. El principal campo de batalla para ello esta en las calles, en las fabricas y en los barrios obreros de Francia.

 

FUTURO UE:  ABISMO CRECIENTE ENTRE FRANCIA Y ALEMANIA

         El panorama que tenemos ante nosotros en la UE es parecido al de un edificio en el cual sus vecinos brindan cada vez más sus propias puertas, que ‘sospechan que la inestabilidad están en el vecino y ellos quisieran ponerse a salvo y en donde parece que en todo caso siempre prevalece la postura de la vecina ‘mas pudiente’, a la cual todos llaman por el nombre de Sra. Merkel.  Todos comienzan a sentir un temor creciente de que el ‘edificio esta podrido en sus cimientos’, que pronto puede caer como un castillo de naipes al suelo y en esa creencia la imposición de la vecina de unas normas de máxima rigidez en el gasto les hace a todos los demás incrementar sus sospechas.

        Realizando una breve inspección en el edificio de la UE vemos, mas o menos lo siguiente: Inestabilidad, crisis profunda y situación prerrevolucionaria en Grecia; creciente inestabilidad y crisis económica y política en Italia; total situación de inestabilidad y crisis en España, con 6,2 millones de desempleados que suponen el máximo histórico desde el franquismo; crisis y situación prerrevolucionaria en Portugal;… en el conjunto de la UE una situación en donde 26,5 millones de trabajadores están condenados al desempleo;…

        En este contexto vemos como la crisis económica en Francia comienza a salir a la superficie, la cual esta haciendo que rápidamente la mayoría de la población comience a manifestar su frontal rechazo a las políticas de recortes que continua haciendo el  gobierno de François Hollande. Es el principio, sin duda.

      Parece ser que en el conjunto del vecindario cada vez son más los deseos de decir que hay que ‘tranquilizar los ritmos de las políticas que están aplicando’. Temen con toda razón una explosión social en el conjunto del continente. Pero cuando alguno se atreve, incluyendo a Hollande, a insinuar a la Canciller Merkel la idea de ‘ir más despacio’, la respuesta de la burguesía alemana es siempre la misma: Nein, Nein.

       Si le dicen a la Sra. Merkel que el desempleo juvenil es del 57 por ciento en España, Ángela Merkel resuelve rápido que “el gobierno español tiene que hacer los deberes, al igual que el resto”. El problema es que los deberes es ella, Alemania, quien los impone y estos siempre dicen que ‘mas ajustes estructurales’. Ya sabemos que es eso.

       Cada vez más el viejo aire de grandeza falsa del imperialismo francés se toca con una dura realidad para ellos: Europa está dominada a todos los efectos por Alemania. Y este dominio cuando había una situación de crecimiento de la economía era permitido y hasta celebrados por el conjunto, en donde ‘todos ganaban una parte del pastel’. Ahora con la crisis las tensiones nacionales volverán a la superficie, sin duda.

       Ahora la situación es de una creciente crisis en la que parece que los distintos países compiten con los vecinos por tener la mayor profundidad de la misma. No solo no hay crecimiento, sino que no hay tarta que repartir, a ningún nivel. Todo el pastel se lo como hoy Alemania. Los demás solo ven como crecientes capas de la población se hunden en la miseria creciente, se les dice que tienen que seguir recortando y ya no tienen mucho en donde meter la tijera.

       La austeridad ha destruido, está haciéndolo, las conquistas sociales, que eran un autentico balón de oxigeno para evitar la miseria generalizada. Han destruido con todos los recortes los niveles de vida, con ellos el consumo y con ello la producción, que hoy decrece en todos sitios. Conceptos como ‘actividad económica, bienestar o perspectivas de futuro” son cosas ‘viejas”, que no tienen bases objetivas en la situación real de hoy, ni de mañana.

        Los Estados, las empresas, las familias se ahogan por falta de créditos y los que existen deben ser pagados a precios desorbitados. Esto es que no podrán ser pagados en estas condiciones nunca. Países como Francia comienzan a tener ‘problemas de liquidez’, España e Italia pagan intereses que devoran sus riquezas internas al completo. Y en el otro lado de la sociedad, en el lado de los poderosos, mientras unos piden los recursos del Estado para ellos, esos mismo y los demás multimillonarios ladrones tienen a buen recaudo sus capitales, escondidos en los ‘paraísos fiscales’.

       Aquellos que se hicieron inmensamente ricos en el boom económico, los especuladores, constructores, prestamistas y ladrones de mil tipo distinto, tienen lejos de las zonas calientes de la crisis sus capitales millonarios, generando con ello aun mas crisis. El propio Comisario Europeo de Fiscalidad, Algirdas Semeta, afirma que la “evasión fiscal sustrae a Europa un billón de euros anuales”. Mientras afirma y asegura esto, sus colegas de la Comisión estudian el inevitable colapso financiero del Sur de Europa.

       El país acreedor de acreedores, Alemania, continúa su política para garantizar que esto no cambia. Que sus bancos tienen asegurado el cobro de sus ‘prestamos llenos de dura usura’,… Ellos dicen que ‘no hay mas salida’. Pero los demás, los que se ahogan en el gran charco de la crisis capitalista, no tendrán más remedio en un momento u otro de revelarse contra eso. Y Francia ya no es candidata al club no selecto de los países del Sur de Europa, sino que forma parte de el con todos los problemas de los demás en sus cuentas. No tendrá más remedio que ‘rebelarse’ contra Alemania. Esto es un punto central para la ruptura de la Unión Europea.

       Posiblemente, y las posibilidades aumentan con la presión social creciente que vive Francia en contra de la austeridad, el famoso ‘eje franco-alemán’ puede que este ante su definitivo entierro. La ruptura de Berlín con Paris será un elemento más, pero de primer plano, en la perspectiva definitiva de la ruptura de la Unión Europea.

       Pero estamos ante el final del ‘sueño capitalista de unir a Europa’, no de la idea de esa unidad del continente Europeo. La clase trabajadora en su programa revolucionario llevara inscrita la tarea de unificar Europa en beneficio de las masas trabajadoras. Pero será una Unidad basada en una Federación Socialista de los pueblos de Europa. El proceso de la revolución que comienza a desarrollarse en Europa, a diferente niveles y ritmos (como no puede ser de otra forma), ira determinando todos y cada uno de los demás aspectos políticos. La clase obrera francesa, por supuesto, ocupara una posición de honor en ese proceso hacia la revolución socialista. De ello no tenemos dudas.