LUCHAS TRABAJADORES/AS TEXTIL EN CAMBOYA

· Reclaman mejores sueldos y condiciones de trabajo.

· Más de una veintena de empleados/as resultaron heridos/as por la represión policial.

Salvador PEREZ

        La lucha de los trabajadores/as del textil en Asia está viviendo momentos de importantes y fuertes movilizaciones. Sobre todo después del derrumbe de un edificio en Bangladesh que alojaba a fabricas que hacían prendas para las principales multinacionales del sector en occidente. Más de 1200 fallecimientos pusieron al descubierto lo que es una práctica habitual, normal, de estas multinacionales: la producción de sus prendas con mano de obra en condiciones de esclavitud o semiesclavitud.

        Ahora el turno de la lucha está siendo de los trabajadores del textil en Camboya, donde ayer más de 3.500 de una fábrica textil ha vuelto a salir a la lucha, declarándose en huelga y manifestándose a las puertas de la fábrica. La mayoría son trabajadoras y el lunes se manifestaron ante las instalaciones de la fábrica, donde la policía antidisturbios dejo un saldo de 23 heridas. Están reivindicando una subida salarial, a una fábrica que elabora hace productos para la multinacional norteamericana NIKE. La dirección de la fábrica, acostumbrada a tratar a estas trabajadoras como esclavas, no negocia, manda a la policía.

       Los trabajadores/as de la fábrica, que está situada en la provincia de Kampong Speu, oeste de la capital del país (Phnom Penh), están recibiendo un mísero salario de unos 74 dólares (57,20 euros) al mes. El Presidente del sindicato, Sun Vanny, explica que los empleados llevan desde el día 21 pidiendo una ayuda económica adicional de 14 dólares (10,80 euros) para pagar el transporte, el alquiler y los servicios sanitarios. La empresa se niega y no negocia.

        Vanny afirma que "continuaremos con la huelga". Los representantes del sindicato, se han reunido este miércoles con miembros de la empresa, sin ninguna solución al problema. Además de la reivindicación económica, ahora desde el sindicato afirman que "queremos saber el porqué se ha utilizado la violencia contra la mujer y los trabajadores". La respuesta, para cualquiera que piense un poco en serio, no es difícil de conocer.

        Las trabajadoras relatan como “una de las víctimas de la manifestación fue una trabajadora embarazada, que fruto de la represión policial, que la arrojo al suelo, perdió el bebé que esperaba”. Como siempre es costumbre de boca de los representantes de las fuerzas represivas de los Estados, un portavoz de la policía militar de Camboya, Jeng Tito, realizó declaraciones negando lo evidente, la represión policial a las manifestantes, afirmando que “los empleados habían herido a policías a pedradas”.

        Las empresas multinacionales, que tienen externalizada su producción en Asia, están viéndose obligadas a ‘cambiar las formas, sobre todo de comunicación’. Los escándalos de sobreexplotación laboral, de las condiciones que soportan los trabajadores/as que fabrican en Asia sus productos, están golpeándoles en las narices e intentan aparecer como ajenos a estas condiciones. La experiencia de Bangladesh, en abril, con más de un millar de muertos, aun resuena en la conciencia colectiva de la población mundial.

       Por todo ello el portavoz de Nike en Estados Unidos este pasado lunes anuncio por medio de un correo electrónico a la Agencia ‘Reuters’ que “la compañía estaba preocupada por la situación y que estaban investigando los hechos”. Pero desde luego nada dijo de mejorar las condiciones salariales y laborales de quienes les producen los productos que les generan a ellos miles de millones.