BRASIL: MILES MANIFESTANTES EN MAS DE CIEN CIUDADES

* En Salvador de Bahía manifestantes heridos por la represión policial. El gobierno de Dilma Rousseff anula la subida del transporte.

* Ahora lucha contra la corrupción, el derroche de presupuestos en el Mundial de futbol, lucha por la justicia social y el socialismo.

Centenares de Miles de brasileños exigen: "menos fútbol, más salud y educación".

Salvador PEREZ

           Con la mirada puesta en la celebración de la Copa Confederaciones y la próxima celebración del Mundial de Futbol, en el país en donde este deporte acaba convertido en verdadero arte, el gobierno brasileño decidió subir el precio del transporte. Ello fue el detonante para que toda la situación acumulada de frustración social, de enorme cabreo ante las injusticias, la corrupción y la falta de perspectivas en el futuro, acabará estallando en las narices al gobierno del Partido de los Trabajadores (PT). Miles de jóvenes comenzaron de forma espontanea a manifestar su insatisfacción en una oleada de movilizaciones y manifestaciones, que son sin duda las mas importantes en los últimos 20 años.

           Ante el movimiento ascendente de lucha el gobierno presidido por Dilma Rousseff ha decidido dar marcha atrás a la subida del precio del transporte, pero el malestar social ya hace que este retroceso no sea suficiente para evitar la movilización y la lucha. En todo caso parece que la marcha atrás del gobierno hace ver a los manifestantes que su lucha sirve, que asusta a los gobernantes y por tanto los hace fortalecer en el propio movimiento de lucha, a pesar de que hemos visto una actuación represiva importante por parte de las fuerzas policiales del Estado.

           Hoy jueves decenas de miles de jóvenes, de trabajadores y oprimidos de Brasil has salido de nuevo a las calles, en más de 100 ciudades de Brasil, exigiendo unos servicios públicos de calidad, al tiempo que para denunciar los altos costes de los gastos del gobierno en la obras de preparación de la celebración del Mundial de fútbol, cuando enormes necesidades sociales están latentes, en una clara desigualdad social que reina en el país. Prueba del enorme calado y apoyo social que la lucha esta teniendo, podemos ver como incluso un sector importante de los propios futbolistas de la selección de futbol brasileña esta apoyando las movilizaciones por la igualdad social y criticando el derroche de los gastos en el Mundial.

          Las fuerzas de elite de la policía intenta a cada paso reprimir la lucha. En Salvador de Bahía por ejemplo, la policía ha disparado botes de gases lacrimógenos y pelotas de goma contra las decenas de miles de manifestantes, que estaban concentrados a unos escasos 2 km del estadio donde jugaban el encuentro de la Copa Confederaciones, Nigeria y Uruguay. Los manifestantes se han tenido que defender de la policía y les han tirado piedras, en un clima de máxima electricidad social.

Prueba del enorme impacto social que están teniendo las movilizaciones es el hecho del apoyo a las mismas de figuras mundiales del futbol brasileño. El famoso Pelé ha pedido públicamente a los brasileños que `abandonen protestas´, pero el reconocido futbolista Romario le ha contestado que `hablas tanta mierda que callado eres un poeta´. Como fruto de todo ello, la propia Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha tenido que cancelar un viaje oficial que tenia previsto a Japón la próxima semana, en vista a que la situación social no esta nada clara desde el punto de vista del gobierno.

          Con la actuación de represión la policía ha ocasionado heridos entre los manifestantes. La explosión social podría radicalizarse mucho más y provocar hasta la caída del gobierno del PT. Como decía un manifestante en Salvador de Bahía, “la gente en Salvador tiene la sangre caliente, van a matar a alguien. Esto no es Sao Paulo, tenemos sangre negra e india". No es un juego, ni gimnasia revolucionaria para los manifestantes, los oprimidos, que ven las movilizaciones como lo que son, algo muy serio.

            En estos momentos la situación es eléctrica entre las masas en Brasil. Un conductor ha atropellado a un grupo de manifestantes en Riberao Preto, en el estado de Sao Paulo. Un joven ha muerto por el atropello y varios han resultado heridos. La respuesta de las masas puede ser contundente y empujar mucho mas allá de lo vivido hasta ahora el movimiento de lucha. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha convocado una reunión ministerial de urgencia, como un síntoma claro de que el gobierno teme, con toda la razón, perder totalmente el control de la situación en estos momentos en donde la explosión social puede acabar en un autentico incendio revolucionario.

          Llegados a este punto es importante destacar el enorme potencial que estas movilizaciones demuestran para la lucha por acabar con la injusticia y la desigualdad social. El Partido de los Trabajadores, primero con Lula y ahora con Dilma Rousseff, fue llevado al poder por las masas trabajadoras y oprimidas con la ilusión puesta en que se gobernara para lograr acabar con las lacras de desigualdad y miseria a las que el capitalismo asume a la mayoría.

           Sin embargo la política de los gobernantes del PT ha sido y es la del compromiso y mantenimiento de las estructuras del capitalismo, que es precisamente el sistema que impide la autentica democracia, libertad e igualdad social para la mayoría. Esto, junto a la implicación de gobernantes en sonados casos de corrección, al tiempo que la mayoría ve como el gobierno que eligió para que luchara contra estos problemas no hace nada frente a ellos, sino que además apoya y fomenta el poder de los empresarios, los ricos y además se embarca en obras socialmente inútiles como son las de las infraestructuras para un Mundial de futbol, esta provocando que miles de jóvenes y trabajadores sientan la necesidad de tomar el destino en sus manos y pasar a la acción directamente frente a este mismo gobierno del PT.

           Como todo un positivo síntoma para el futuro, estas movilizaciones vuelven a situar a Brasil en el lugar que realmente tiene en el conjunto del proceso de la lucha social. Brasil es un país clave en el proceso de la revolución socialista en Latinoamérica. Su importancia de potencia económica en la zona y su colosal proletariado confiere a Brasil esa importancia.

          Como decíamos, si la dirección del PT se hubiera basado en la clase trabajadora y la juventud para transformar la sociedad se podría haber acabado con el capitalismo sin demasiados traumas. En la medida que esta dirección ha ido claudicando en los asuntos decisivos ante la clase dominante, es necesario ir forjando, se esta forjando, una tendencia revolucionaria en el seno de las masas, dentro del propio PT, los sindicatos, las organizaciones juveniles,… al objeto de preparar esta lucha por la justicia y la igualdad social.

          Estas movilizaciones, las mayores de los últimos 20 años, contribuirán a ello, sin duda. Como un guantazo con las dos manos a todos aquellos sectores y grupos de sectarios, que identifican al PT por la política y las acciones de sus dirigentes, negándose a ver que en sus bases este partido esta estrechamente ligado a los trabajadores y oprimidos, las movilizaciones que estamos viendo están siendo apoyadas por las agrupaciones y las bases del Partido de los Trabajadores (PT), que pese a Luna da Silva y a Rousseff, hacen llamamientos a los militantes del PT a apoyar e impulsar las protestas. De ahí surgirá, en gran parte, y se forjará  la dirección que conduzca a las masas de Brasil a la lucha por tomar el poder y acabar con el capitalismo.