LA REVOLUCION TURCA ENTRA EN UNA NUEVA FASE
* El gobierno Erdogan da más poderes autoritarios a la Policía para reprimir.
* Las masas comienzan a extraer conclusiones de los primeros combates revolucionarios.
Salvador PEREZ
Las movilizaciones de protestas contra el gobierno de Turquía dejan hasta el momento centenares de heridos, miles de detenidos y la confirmación de que uno de los países claves de la zona es lo mas alejado imaginable a una democracia. De hecho podemos asegurar que Turquía es en estos momentos un Estado policial en toda regla, gobernado por por reaccionarios islamistas.
En Estambul, en Ankara,… la policía a las ordenes del gobierno esta actuando con mano de hierro, reprimiendo salvajemente las manifestaciones y concentraciones. El gobierno representa los bastardos intereses de clase de los poderosos, que están con el corazón en un puño, asustados por el movimiento revolucionario de la clase trabajadora y la juventud, que claramente apunta en sus reivindicaciones hacia un cambio de gobierno, de sistema social.
"Mira las calles. Es lo que ocurría durante las juntas militares. Gente detenida que llena pabellones deportivos, filas de personas en la calle con las manos atadas atrás y de cara a la pared. Se ha alabado al AKP por acabar con el tutelaje militar, pero sustituir eso por un Estado policial no es democracia", ha declarado Ilhan Cihaner, el antiguo Fiscal General de Turquía y actual diputado socialdemócrata, del CHP, quien denuncia que el Gobierno está convirtiendo al país en un Estado policial.
FUERZAS ESPECIALES REGISTRAN CASAS EN BUSCA ACTIVISTAS
La policía ha sido desplegada por todos los rincones del país. Miles de policías antidisturbios están en las calles. Los grupos o Unidades policiales especializados en lucha antiterrorista turca han detenido ayer a decenas de activistas, de trabajadores y jóvenes, en diversas ciudades de Turquía. La mayoría de los detenidos fueron arrestados de madrugada en sus casas, lo cual rebela todo un plan consciente del gobierno de avanzar por la línea de la represión del movimiento de lucha. Muammer Guler, ministro del Interior, reconoció la detención de 62 personas en Estambul y 23 en Ankara, la capital. El Ministro aseguro que se trata de una operación contra grupos de izquierda, que han participado en las movilizaciones. Un balance modesto inicial nos situa ante más de 500 detenciones realizadas por la policía durante el fin de semana en Estambul, Ankara y miles de detenidos por todo el país desde que hace tres semanas comenzarán las movilizaciones.
Este hecho hace que después de casi tres semanas de luchas, los trabajadores y la juventud estén buscando nuevos cauces de para movilizarse contra el gobierno, nuevos ‘métodos’ al objeto de intentar evitar e lo posible la represión. Ayer lunes las concentraciones, comenzando por la de Estambul, están buscando métodos como los llamados "Duranlar", que podríamos calificar como "gente de pie", que se mantienen quietos y en silencio como muestra de rechazo a la situación y al gobierno reaccionario. El propio gobierno ha tenido que afirmar que ‘estar de pie’ no supone ningún delito. Pero las autoridades están dispuestas a actuar a fondo con su mano represiva para intentar cortar el movimiento en alza de lucha.
El gobierno esta decidido a utilizar toda la mano dura que sea necesaria, dotando a la policía de toda la autoridad para reprimir salvaje e impunemente toda manifestación de lucha. Pero se equivocan quien piensa que asistimos al final de la revolución turca. Las masas están ahora mismo asimilando las lecciones de estas tres semanas de lucha, reorganizando sus filas y volverán a la batalla sin duda.
Los manifestantes han vuelto a la Plaza Taksim, para manifestarse de forma silenciosa y quietos. Ni siquiera de esta forma la policía permitió la concentración de las personas, a las que procedió a dispersar y a detener a manifestantes. Cualquier consideración de democracia es en estos momentos algo ajeno al gobierno, que puesto entre defender sus posiciones y el orden burgués o la democracia, eligió lo primero.
El gobierno ha ordenado a la policía detener sobre todo a los activistas de las organizaciones de izquierdas. Incluso el ministerio del Interior ha ordenado investigar a os profesores que, según ellos, pudieron haber incitado a los alumnos a la movilización.
Recep Tayyip Erdogan, el Primer Ministro turco, esta justificando como puede las actuaciones represivas de la policía durante las protestas. En un momento determinado deberá ser juzgado por tribunales populares por crímenes contra las masas. El ha afirmado ante los diputados islamistas del AKP, que “daré más poderes al cuerpo para actuar contra cualquier ilegalidad"... "A partir de ahora, dentro de la autoridad que proporciona la ley, nuestra Policía no pasará por alto ninguna ilegalidad y seguirá cumpliendo su deber. Vamos a fortalecer a nuestra Policía para aumentar su poder de intervención contra esos sucesos".
UNA NUEVA ETAPA LUCHA CLASES
Turquía juega un papel estratégico desde el punto de vista de los intereses del imperialismo norteamericano en la zona, ya que junto con Israel son los baluartes reaccionarios en los que se apoyan los imperialistas para dotarse de bases logísticas para controlar toda la zona, sobre todo a los cercanos países productores de petróleo. Desde este punto de vista el proceso de la revolución turca adquiere un significado de enorme importancia para las masas a nivel internacional, como lo esta adquiriendo en estos momentos el proceso de lucha en Brasil, en donde cientos de miles de jóvenes se están enfrentando a la represión policial igualmente.
Como hemos explicado en otros artículos, todos estos acontecimientos son la demostración firme de que la sociedad ha entrado en una etapa menormente convulsiva en su historia, una etapa de revolución que podría acabar con la clase trabajadora tomando el poder y transformando la sociedad. Donde ocurra es importante, pero más porque tendrá un enorme efecto de contagio que afectara a las relaciones de clase a nivel mundial.
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