15 OCTUBRE: MOVILIZACION MUNDIAL

Otro Mundo y Otra Sociedad, es Posible Ahora

La Lucha por el Socialismo, por la Justicia e Igualdad Social

  Por   Salvador PÉREZ   

                 

  El 15 de Octubre hay convocada una Jornada Mundial de Lucha y Movilización, por el movimiento que ya ocupara un lugar en la historia como los ‘Indignados contra el capitalismo’. En multitud de países las masas comienzan a ‘despertar’, golpeadas por la crisis del capitalismo y las políticas de saqueo y robo social de los diferentes gobiernos, que hacen todo lo posible e imposible para que los efectos de dicha crisis vayan a parar directamente sobre los hombros de los trabajadores, jóvenes, pensionistas y demás sectores oprimidos por el capitalismo.

    Desde este Blog animamos a la participación activa en esta lucha, que en última instancia es la lucha por poner fin a un sistema social absolutamente reaccionario, que ha caducado desde un punto de vista histórico y objetivo. Por tanto la lucha hoy es por construir ‘un mundo nuevo’, no el del reino de los evangelios, sino el del socialismo en la tierra, basado en la justicia y la igualdad social entre todos los seres humanos.

    

    Creemos oportuno, en apoyo a esta lucha del 15 Octubre, publicar aquí la biografía de un importante y gran luchador de los años 30 en el Estado español, Buenaventura Durruti, así como la ultima entrevista que un periodista canadiense le realizó antes de partir para el frente de batalla.

   Para finalizar, reproducimos unos cuantos ejemplares de carteles de la convocatoria mundial de lucha para el 15 de octubre de 2011.

 

Biografía Buenaventura Durruti  (León 1896 - Madrid 1936) Dirigente anarquista español, una figura legendaria de la lucha por una sociedad sin capitalismo. Hijo de un obrero socialista, trabajó desde los catorce años como mecánico ferroviario. En 1913 se afilió a la Federación Metalúrgica de la Unión General de Trabajadores (UGT). Participó activamente en la Huelga revolucionaria de agosto de 1917, tras lo cual tuvo que exiliarse a Francia.

   

   Al proclamarse la Segunda República (abril 1931), se instaló en Barcelona e impulsó la Federación Anarquista Ibérica (FAI). Siempre estuvo opuesto a la consolidación de la República parlamentaria burguesa y a sus sucesivos gobiernos republicanos- Participó activamente en las movilizaciones anarquistas de 1932 y 1933, y en la Revolución de Octubre de 1934, que fue derrotada. Después de esta experiencia defendió que la CNT no boicoteara las elecciones de febrero de 1936, lo que contribuyo al éxito electoral del Frente Popular por la participación activa de los militantes de CNT – FAI.

   

   Con el levantamiento de los militares en contra de la Republica, que dio paso a la Guerra Civil, Durruti dirigió las fuerzas anarquistas en Barcelona durante los combates del 19 de julio de 1936. Fue promotor del Comité de Milicias Antifascistas y dirigió las columnas de milicianos que marcharon sobre el Frente de Aragón, al objeto de intentar recuperar Zaragoza. Durante su avance hacia la capital aragonesa procedió a la colectivización de los territorios recuperados. Ello le valió el reconocimiento como dirigente de las masas trabajadoras, mucho más que cualquier otro dirigente anarquista.

   

  Es claro que Durruti  estaba evolucionando, rápidamente, desde las ideas del anarquismo, cuya dirección colaboró en el establecimiento del Gobierno del frente Popular con la burguesía y se negó una y otra vez a tomar el Poder, ‘porque no reconocía poder alguno, decían,  hacia las genuinas ideas del marxismo revolucionario, hacia las ideas próximas a los verdaderos partidarios de León Trotsky en España. Puede que en todo ello hubieran suficientes razones para que una bala le partiera físicamente el corazón, el corazón de un revolucionario indomable e insobornable. Su memoria, su lucha, continuará viva en el corazón de los nuevos jóvenes luchadores por una mundo mejor.

 

ENTREVISTA

         

      Antes de su salida para el frente de batalla, el periodista canadiense Von Passen mantuvo una entrevista con Durruti, que fue publicada en el «Toronto Star». Creemos que es oportuna su reproducción en estos días:

DURRUTI:    El pueblo español quiere la Revolución y está en trances de hacerla, a lo cual se oponen los fascistas. Este es el planteamiento general. En tales condiciones, no hay más que dos caminos: la victoria de los trabajadores, es decir, la libertad, o el triunfo de los facciosos, que significa la tiranía. Ambos contendientes saben muy bien lo que les espera si son vencidos. Por esta razón yo creo que la lucha será dura. Para nosotros se trata de destruir la reacción fascista de tal forma que no levante ya nunca más la cabeza en España. De hecho estamos dispuestos a acabar con el fascismo de una vez por todas, incluso a pesar del gobierno republicano.

VON PASSEN:     ¿Por qué a pesar del gobierno republicano? ¿Es que acaso el gobierno republicano no lucha también contra la rebelión fascista?

DURRUTI:    No hay gobierno en el mundo que luche contra el fascismo para destruirlo. Cuando la burguesía ve que el poder se les escapa de las manos, recurre al fascismo para mantener sus privilegios. Es lo que ha ocurrido en España. Si el gobierno republicano hubiera deseado de verdad poner fuera de combate a los fascistas, hace ya tiempo que lo habría podido hacer. En lugar de combatirlos a fondo, no ha hecho más que buscar compromisos y acuerdos. Incluso en este momento, hay miembros del gobierno que hablan de adoptar medidas más bien moderadas contra los fascistas.

VON PASEEN:    Largo Caballero e Indalecio Prieto han afirmado que la misión del Frente Popular era la de salvar la República y restaurar el orden burgués, mientras que tú, Durruti, me dices que el pueblo quiere llevar la Revolución mucho más lejos. ¿Cómo interpretar esta contradicción?

DURRUTI:     El antagonismo es evidente. Esos señores, como demócratas burgueses que son, no pueden tener otras ideas que las que profesan. Pero el pueblo, la clase obrera, no se engaña. Los trabajadores saben lo que quieren. Nosotros luchamos no por el pueblo, sino con el pueblo, es decir, por la Revolución. Somos conscientes de que en esta lucha estamos solos y que no podemos contar más que con nosotros mismos. Desde un principio sabemos ya cuál será la actitud de Rusia. Para la Unión Soviética, después de haber hecho su revolución pequeño burguesa, lo que cuenta es su tranquilidad. Por esta tranquilidad, Stalin ha sacrificado a los trabajadores alemanes, cosa que ya hizo anteriormente con los chinos. Por eso nosotros queremos hacer nuestra propia razón por lo que creemos que hoy mejor que para mañana: si es posible antes de que estalle la próxima guerra europea. De este modo nuestra actitud servirá de ejemplo a los obreros italianos y alemanes, los cuales podrán apreciar cómo se lucha contra el fascismo. Es por esta razón por la que creemos que nadie nos ayudará. Hitler y Mussolini, lo mismo que los demócratas ingleses y franceses, temen el contagio revolucionario, que es lo que, en otro sentido, le ocurre también a Stalin.

VON PASEEN:    ¿Entonces tú, Durruti, no crees que Francia e Inglaterra puedan ayudaros, una vez que se concrete el apoyo de Hitler y Mussolini a vuestros enemigos?

DURRUTI:    No hay gobierno alguno que desee ayudar a una revolución proletaria. Sin embargo, es posible que las rivalidades que existen entre los distintos imperialismos puedan influir en nuestra lucha. Franco, por ejemplo, es indudable que hará lo que pueda para poner a Alemania contra nosotros. Pero esto, al fin de cuentas, no es lo más importante, como ya he dicho antes, no esperamos ayuda de nadie, ni siquiera de nuestro gobierno.

VON PASEEN:     Aun cuando ustedes ganaran, iban a heredar montones de ruina.  (  Durruti pareció salir de una profunda reflexión, y contestó suavemente al periodista pero con firmeza ):

DURRUTI:     Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades... ¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero le repito, a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones, dijo, murmurando ásperamente. Y luego agregó: Ese mundo está creciendo en este instante".

 

 

GALERIA ALGUNOS CARTELES CONVOCATORIA 15 – O