SUDAFRICA: CONTINUA LUCHA MINEROS LONMIN

 

*   La Multinacional británica Lonmin Amenaza Mineros, que Prosiguen la Lucha

*   Empresa y Gobierno son Cómplices Asesinato Huelguistas

¡¡ Mejorar Condiciones Vida Mayoría !!

¡¡ Expropiar las Empresas Multinacionales !!

 

Salvador PEREZ 

                                                                                                    "Es mejor morir que trabajar por esta  mierda. La gente va a volver a regresar aquí mañana (por este lunes, al lugar de las protestas). Yo voy a seguir en huelga".” (un minero sudafricano)

           La semana pasada, en lo que suponía un claro recordatorio a la clase obrera sudafricana que el ‘apartheid’ fue abolido en 1994, pero no la dominación de clase de la burguesía y sus métodos criminales para obtener beneficios de cualquier forma posible, 34 mineros fueron asesinados por la policía sudafricana.

         El marxismo explica que el papel y las funciones de la policía, el ejército y demás aparatos bajo el Estado capitalista constituyen “grupos especiales de hombres armados en defensa de la propiedad privada”. Basta mirar lo ocurrido con la policía sudafricana durante la huelga de los mineros, asesinando a decenas de los mismos, para afirmar que esta es una caracterización 100% correcta, sin lugar a ninguna duda.

        La policía, los ejércitos, los jueces y todo lo demás del Estado burgués, en cualquier país del mundo, solo constituyen instrumentos al servicio de la clase dominante para ser usados contra la mayoría cuando lucha por mejorar sus condiciones de vida o trabajo. Son ‘instrumentos’ del Estado burgués, al igual que la ‘Junta de Administración de los negocios comunes de la burguesía’, que llaman gobiernos, están puestos al servicio de los intereses de los poderosos, de los empresarios y sus multinacionales.

MULTINACIONAL LONMIN ‘AMENAZA’

       La empresa “Lonmin Platinum”, que explota la mina en Marikana (Sudáfrica), es una multinacional que tiene su sede central en Gran Bretaña. A nivel mundial ocupa la tercera posición en el negocio de la industria del Platino y además, ahora ya sabemos por su actuación, que ha visto la luz publica gracias a la huelga que están protagonizando sus 28.000 trabajadores en Marikana, que forma emplea para obtener su abultados beneficios: la explotación hasta limites inhumanos de sus trabajadores, con salarios míseros y llegados el caso, como ocurrió ahora, asesinar a los trabajadores que decidan luchar y oponerse a sus criminales formas de obtener esos beneficios.

          De forma irresponsable, criminal y provocadora, acostumbrados a la explotación  de la mano de obra como si de esclavos se tratarán,  la multinacional Lonmin, ha procedido ya en dos ocasiones (porque los trabajadores mayoritariamente han hecho caso omiso a tal amenaza y continúan la huelga) a dar un ultimátum a los trabajadores en huelga, a la que han declarado como ‘huelga ilegal’, afirmando que “si no se incorporan este martes, serán despedidos”. En un acto de clara prepotencia empresarial, los representantes de la empresa aseguraron que “en menos de 24 horas restablecerá la producción”.

            En estos ‘ultimátum a los trabajadores’, tras los asesinatos hace unos días de los huelguistas, la multinacional incluso ignora las ‘advertencias y llamados a la cordura’, que le han realizado distintos representantes del Gobierno sudafricano, los cuales temen que la aptitud de la empresa acabe provocando una explosión social general en todo el país. El gobierno teme que la revolución social en Sudáfrica pueda arrancar en cualquier momento y una de las chispas que la pueden encender son conflictos como los que vemos en la empresa Lonmin.

            A pesar de las amenazas de la multinacional, de sus actuaciones y declaraciones de total provocación a los trabajadores, el grueso mayoritario de la plantilla continua firme en su disposición a vencer en sus reivindicaciones frente a la multinacional. La huelga continua mayoritariamente seguida por la plantilla, aun a pesar de que ha sido declarada ilegal y que la empresa a cada hora amenaza con el despido de todos los huelguistas.

           En una clara cifra propagandística, la empresa ha tenido que reconocer que “casi una tercera parte de los 28.000 empleados acudieron a sus puestos en el turno de la mañana”. La aplastante mayoría de los trabajadores han desoído las amenazas de la empresa e informaciones de diversos medios periodísticos confirman que la actividad en las instalaciones de ‘Lonmin’ es casi nula.

           Ante ello y para disimular el fracaso de sus amenazas al movimiento, la empresa en un comunicado, como quien hace un ejercicio de bondad, a tenido que prolongar un día más sus amenazas de despidos, afirmando que "los trabajadores que mantienen la huelga ilegal y que no han regresado esta mañana no serán despedidos y se les ha dado un día más en vista de las presentes circunstancias". El caso es que la actividad de la mina continúa parada totalmente.

EMPRESA Y GOBIERNO ‘CONVERSAN’

          El propio gobierno, por medio del Secretario General de la Presidencia sudafricana, Collins Chabane, ha tenido que salir públicamente para “exigir a la empresa británica que suspenda su ultimátum hasta que todas las víctimas de la represión policial del pasado jueves hayan sido identificadas y enterradas”…  “Durante nuestras conversaciones con la dirección, hemos subrayado, y creemos que nos han entendido que […] debemos tratar de calmar la explosión de emociones en ambos bandos e intentar alcanzar una solución razonable”.

         Estas palabra resumen elocuentemente el enorme miedo que existe en el Gobierno, expresado por boca de Chabane, ante la posibilidad de que el conflicto en la mina de ‘Lonmin’ se extienda a otros sectores y que la sociedad en su conjunto conozca una explosión social.

           Leyendo entrelineas en los comunicados de la empresa multinacional y del propio gobierno presidido por el renegado y cobarde Jacob Zuma (quien mancillando el nombre de la organización, es Presidente de la organización que fuera insignia de la lucha por los derechos de la mayoría trabajadora negra, el Congreso Nacional Africano - ANC), podemos ver claramente los lazos que han unido y unen a los grandes empresarios con el Gobierno, que esta implicado criminalmente en el asesinato ya de más de 44 mineros durante el conflicto.

          El propio presidente Zuma finalmente ha tenido que ir finalmente a reunirse con los huelguistas y les ha dicho justo lo contrario de la realidad. Todo el mundo es consciente de ello y por eso Zuma les ha querido engañar burdamente, afirmando:  "Quiero que sepáis que el Gobierno jamás planeó la muerte de los mineros, ni se reunió con la empresa para planear una matanza". Tras escuchar los mineros al presidente decir que “aun no se ha reunido con la empresa y que le trasladara las peticiones a la empresa”.

         Los mineros en huelga ya no creen al renegado presidente Jacob Zuma y tras escucharlo en sus hipocresías,  han afirmado rotundamente: "Es demasiado tarde. Vamos a seguir en huelga. Zuma no es la solución". Todo esta cambiando rápidamente en la conciencia de las masas trabajadoras sudafricanas y de ello veremos importantes acontecimientos para el futuro de la lucha de clases.

        La multinacional Lonmin ha rechazado cínicamente “cualquier responsabilidad en lo que ha sucedido es una huelga ilegal. Los empleados decidieron no venir a trabajar. Y rápidamente se convirtió en un asunto de violencia pública fuera de nuestro control. Hemos necesitado de la intervención de la policía sudafricana”. Esto ha sido dicho por Simon Scott, el Jefe Financiero de la compañía multinacional.

        En realidad, como ocurre siempre en las luchas de los trabajadores, en cualquier rincón del planeta, los mineros han ido a la huelga por cuestiones muy básicas y sencillas. Ellos viven en chozas sin ningún tipo de servicios, la mayoría de ellos lejos de sus familias, sin poder llevar a sus hijos a los colegios y ni siquiera muchas veces mal comer.

ESCLAVITUD ASALARIADA, MONTAÑAS BENEFICIOS

        La multinacional Lonmin en realidad trata a sus trabajadores, a los mineros que generan todos sus beneficios astronómicos como si fueran esclavos en la práctica. Condiciones laborales brutales, largas jornadas de trabajo y salarios ridículos, máximo si los encuadramos en los abultados beneficios económicos de la tercera empresa mundial del platino.

        Resulta increíble, pero los mineros comenzaron la huelga para pedir unos salarios que les permitan vivir, comer a ellos y a sus familias. Sus salarios actuales son de poco más de 4.000 - 5.000 rand sudafricanos (entre unos 390 y 490 euros) y están pidiendo un aumento hasta los 12.500 rand (unos 1.220 euros). Como vemos no están pidiendo nada del otro mundo, sino algo que parece a simple vista muy razonable, menos para una multinacional, que tiene al gobierno a sus ordenes, como L0nmin, que solo quiere más y más beneficios, aun a costa de asesinar a sus trabajadores.

        La policía del gobierno y la multinacional hasta ahora asesinó a 40 mineros, como siempre diciendo que lo han hecho ‘en defensa propia’. Pero no han logrado quebrar la voluntad de lucha de los trabajadores, que están dispuestos a llegar hasta e final en la misma hasta conseguir doblegar a la empresa. La actitud de los trabajadores, que lejos de flaquear en la lucha tras la represión, están más convencidos que nunca de la necesidad de proseguir la lucha, esta llenando de enorme preocupación al propio gobierno de J. Zuma.

         Los mineros en huelga tienen plena predisposición, ánimos y fuerzas para vencer esta lucha. No tienen más que sus cadenas que perder en ella. Como dice el minero Kaizer Madiba, que recoge el periódico sudafricano ‘Times’, "ya hay personas que han muerto, así que no tenemos nada que perder. Vamos a seguir peleando por lo que creemos que es una lucha legítima sobre nuestros sueldos. Estamos dispuestos a morir como nuestros camaradas antes que ceder".

         Otro diario sudafricano, el ‘Mail & Guardian’, recoge las palabras de otro minero, que reflejan a la perfección el estado de animo de los huelguistas en estos momentos, que afirma que "es mejor morir que trabajar por esta mierda. La gente va a volver a regresar aquí mañana (por este lunes, al lugar de las protestas). Yo voy a seguir en huelga".

         Estas dos declaraciones de mineros, empleados de la multinacional ‘Lonmin’, son sintomáticas del estado de ánimo, de conciencia de la clase obrera sudafricana, que esta avanzando a saltos de gigantes en estos momentos, gracias a la propia lucha. Esto es lo que esta llenando de enorme preocupación a la burguesía y a sus representantes en el gobierno ‘negro’ sudafricano, sus cómplices.

         El presidente sudafricano ha declarado estar “conmocionado por lo ocurrido, que recuerda a los peores episodios del apartheid”. Es consciente, no por nada es Presidente también de la organización que mantuvo una dura lucha contra el régimen racista, el ANC, que en aquellos momentos difíciles de la lucha contra el apartheid, la burguesía blanca temía que la lucha contra el apartheid acabara derribando el propio sistema capitalista en Sudáfrica.

        Fue este temor lo que hizo que la burguesía, la minoría blanca, hiciera la reforma desde arriba del apartheid, dando formales derechos democráticos a la mayoría negra, al objeto de evitar que la revolución social por abajo estallara y acabara con todo el tinglado de dominación de clase que tienen.

        Sin el apartheid, ahora, ellos continúan siendo los propietarios de las grandes empresas, de los recursos naturales y por tanto de astronómicos beneficios económicos gracias a la esclavitud que supone en la práctica el trabajo asalariado de la mayoría negra trabajadora.

         Pero las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población negra en Sudáfrica continua igual o peor aun, en algunos casos, que en los tiempos del apartheid. El país vive en estos momentos una situación límite en lo social, con altos niveles de paro, que oficialmente esta en el 25%, pero que en realidad no baja del 50% entre los jóvenes del país.

        La tensión social continúa acumulándose hasta límites insostenibles. En un punto u otro, esta tensión deberá surgir a la superficie de la sociedad inevitablemente, en forma de explosión social. La aplastante mayoría de los sudafricanos han visto como todo el crecimiento de la economía en estos años ha ido a parar a unas mismas manos, beneficiando en exclusiva a la minoría blanca, la burguesía, que tiene comprados absolutamente a una pequeña elite negra de profesionales de la política burguesa. Entre ellos, su máximo representante ahora es Jacob Zuma.

        La lucha de los mineros de la empresa Lonmin es solo un ejemplo más de las cientos de luchas que se están desarrollando en estos momentos en Sudáfrica. En el proceso de estas luchas los trabajadores están sacando lecciones muy valiosas para el próximo periodo.

LA LUCHA ES CAMBIAR LA SOCIEDAD

         Ultimas informaciones que nos llegan indican que el estado de lucha se esta extendiendo a otras empresas, sectores y regiones de Sudáfrica. Según estas informaciones, los mineros en las minas Samancor, al igual que en su filial Extractor, ambas explotan Cromo y ubicadas a pocos kilómetros de Marikana, están caminando ya hacia la huelga.

        Esto vendría a justificar el estado de miedo y pánico que siente el gobierno de Jacob zuma, por todo su cuerpo, que en estos momentos están buscando desesperadamente una ‘salida’ al conflicto en Lonmin, al tiempo que buscan ‘lavar su imagen’. Evidentemente siente pánico ante la posibilidad, real, de que el conflicto se generalice y les haga a ellos perder totalmente el control de la situación.

        Sobre todo una es especialmente valida e importante: mientras el capitalismo exista en Sudáfrica, las condiciones de vida para la aplastante mayoría de los trabajadores de raza negra serán horribles y jamás habrá verdadera libertad e igualdad entre los seres humanos.

         Una vida digna, el pleno reconocimiento practico, no teórico, de la igualdad entre negros y blancos,… todo ello equivale a una lucha por la expropiación de la riqueza, de las empresas y los recursos naturales, que están en manos de la minoría blanca burguesa. El único futuro digno, merecedor de tal nombre, en Sudáfrica es un futuro basado en el socialismo.