ELECCIONES EEUU: OBAMA O ROMNEY, GANA EL CAPITALISMO

*  Obama y Romney Representan Dos Caras del Mismo Sistema.

*  La Mayoría Norteamericanos Empobrecidos con Obama, mientras los ricos son más ricos.

*  Los Trabajadores deben Forjar un Partido Obrero, Socialista, para Cambiar la Sociedad.

 

Salvador PEREZ

             A menos de dos semanas de las elecciones presidenciales norteamericanas, en donde Barack Obama se juega su reelección frente a Mitt Romney como Presidente de la primera potencia económica y militar del planeta, los EEUU, podemos concluir que nada es como fue. La campaña nos la han presentado los medios en un triste tono político, donde los mayores titulares que han facilitado los candidatos han sido sobre lo que sin duda tendría que haber sido aspectos secundarios, como que valoración merecen las violaciones y sus posibles embarazos,…

           Hace 4 años, cuando Obama venció en las elecciones a Bush, se vieron las calles desbordadas de alegría, a la gente más humilde llorar de emoción,… en una especie de ‘renacer del sueño norteamericano’, en donde por primera vez un hombre de color, por el Partido Demócrata, llegaba a la Casa Blanca. Tras ocho años de gobiernos de Bush, que parecieron una autentica maldición bíblica, con Norteamérica metida hasta el cuello en las carnicerías de Irak, Afganistán,… con una situación económica que amenazaba con una rápida gran depresión, la victoria de Obama fue vista como una salida progresista a todo ello.

          Hoy, cuatro años después, no queda nada en pie de todo el entusiasmo creado por la victoria de Barack Obama hace cuatro años y su gobierno, en todos los aspectos fundamentales, ha sido visto como una simple y mera continuación de los gobiernos de Bush. Todas las promesas progresistas del candidato Obama hace cuatro años quedaron aparcadas, tiradas en la basura y el Presidente se limito cuatro años en gestionar la economía y la sociedad desde el punto de vista de los intereses de los poderosos, tal cual hubiera hecho también un gobierno del Partido Republicano.

          En sanidad, en educación, en jubilaciones, en subsidios de desempleo, en vivienda,… los ciudadanos norteamericanos no han visto cambios centrales que les pueda hacer afirmar que Obama fue el candidato de los oprimidos en Norteamérica. Podemos afirmar con rotundidad que los ciudadanos norteamericanos han pasado estos cuatro años por una estupenda escuela práctica de lo que significa la ‘democracia en EEUU’ y cuáles son las diferencias prácticas de los dos grandes partidos que se disputan desde siempre la Presidencia de la nación.

            G.W. Bush dejo la economía norteamericana en la entrada del precipicio, en los inicios de la mayor crisis de su historia. Millones de trabajadores perdiendo sus empleos, sus viviendas,…, además de empantanado al ejercito en aventuras en el exterior. Con B. Obama en la presidencia han visto como toda la situación no ha hecho más que empeorar, desde un punto de vista real, al margen de maquillajes puntuales de tal o cual estadística. La situación lejos de haber mejorado, como era la promesa de Obama, en realidad ha empeorado y es posible que finalmente Obama haga pasar a Bush como un no tan mal presidente.

           Eso sí, Obama puede apuntarse el hecho objetivo, que reflejan todos los estudios al respecto, de que bajo su mandato ‘los ricos se han hecho más ricos que nunca, pero en el polo contrario, en la mayoría de la sociedad, la pobreza avanzo hasta límites desconocidos en los EEUU. Las familias norteamericanas, como media, ahora mismo han visto empobrecer sus hogares un 5% con respecto a 2009. Un millón doscientos mil hogares, los más ricos de la sociedad norteamericana, que representan una miserable cantidad del 1%, han visto crecer sus riquezas el año pasado en casi el 6%, mientras que el 80% de los hogares, más de 95 millones de familias, han visto sus niveles de vida descender de forma brusca, en muchos casos directamente hacia la pobreza.

             En una situación de parálisis de la economía de EEUU, motivada por los descensos de los niveles de vida, por tanto del consumo interno norteamericano y sin mercados internacionales en donde vender los productos norteamericanos, la tarta de la riqueza a repartir en la sociedad no ha aumentado. Pero si lo hicieron las ganancias de los grandes capitalistas, empresarios, banqueros y especuladores, por lo que en el otro extremo de la sociedad la gente ha visto como su porción disminuía. Debemos señalar, como dato claro al respecto, que los ingresos anuales del 1% más rico de la población norteamericana incremento sus riquezas en más de 1,2 billones de dólares. Esta cifra significa más que los ingresos que tienen e ingresan un total del 40% de la población.

           Por tanto la economía se esperaba que fuera ‘el tema estrella de la campaña electoral’. Era el momento de explicar porque después de 4 años, en donde el Estado ha dado enormes cantidades económicas en ayudas y subvenciones a las grandes empresas multinacionales y a los bancos, la traída ‘recuperación de la economía en EEUU’ no ha significado mejoras para la aplastante mayoría de la población, sino mas y mas crisis y empobrecimiento en sus condiciones de vida.

           La campaña electoral era el momento idóneo para discutir los aspectos que fueron promesas electorales de Obama hace 4 años, como la creación de empleo para los parados, dotar de sanidad y educación pública a todos los norteamericanos que carecen de ella,… Pero nada de esto ha estado en el debate real de los candidatos del sistema. Ninguno de los dos tenía cosas importantes que decir al respecto, solo matices. Ninguno de los dos candidatos ha vuelto a ilusionar a gran cantidad de personas, que ya no esperan que sus problemas sean resueltos por el gobierno, como hace 4 años paso con Obama. Los trabajadores en desempleo no tienen ilusión alguna en ninguno de los dos candidatos. Barack Obama ha tardado la mitad del tiempo, que Bush, en crear una enorme desilusión en la población sobre las perspectivas de futuro.

             El verdadero significado de la lucha electoral está quedando claro para millones de norteamericanos. La democracia en EEUU está asentada en el mantenimiento del poder y lo privilegios económicos para un puñado pequeño de ricos, que son los que determinan todo lo demás en la sociedad. La sociedad de clases y la defensa del sistema capitalista está detrás de todo el ‘juego democrático oficial’ del funcionamiento bipartidista en los EEUU.

            La democracia real, más allá de las formas, comienza y termina en ese puñado de ricos. Los candidatos ‘oficiales’, que gastan millones de dólares en las campañas electorales, solo representan dos caras de una misma moneda y el propietario de esa moneda es la burguesía norteamericana. Esta lanza cada cuatro años la moneda hacia arriba, en un simulacro de funcionamiento democrático: si la moneda sale por la cara del Partido Republicano, su candidato ocupa la silla presidencial 4 años, si sale por la cara del Partido Demócrata, en este caso Obama gobernara como presidente otros cuatro años. Esa moneda está lanzada y en dos semanas el mundo sabrá quien gobierna en nombre y representación de la clase dominante en los EEUU, de la fuerza imperialista dominante en el planeta.

        En este contexto histórico de profunda crisis de la sociedad capitalista, donde comienzan a desarrollarse luchas importantes de la clase trabajadora y los oprimidos por todo el mundo, los trabajadores y oprimidos por el capitalismo en los EEUU no marcharán atrás en estas luchas, como hemos visto recientemente con el movimiento de los ‘indignados’ de “Ocupa Wall Street”. La lucha por una sociedad basada en la igualdad y la verdadera libertad es en sustancia la lucha a la que están llamados los trabajadores norteamericanos, junto a sus hermanos de clase en todo el mundo.

       Esta es una lucha por el socialismo, por la transformación de la sociedad, librándola de los parásitos que acaparan todas las riquezas que generamos la mayoría de la sociedad con el trabajo. Y objetivamente queda claro que ni Obama, ni por supuesto Romney representan los intereses de los trabajadores, del 99 por ciento de la población. Los llamados Demócratas y Republicanos, representan dos mezquinas caras diferenciadas en pequeños matices de la misma moneda capitalista.

          En el trascurso de la lucha los trabajadores, los jóvenes y demás oprimidos en EEUU deben poder forjar su verdadero instrumento de lucha política. La mayoría de la sociedad norteamericana está necesitada de  un Partido de los trabajadores, Socialista, para luchar por cambiar la sociedad. Esta tarea estará a la orden del día en el próximo periodo y surgirá inevitablemente de la lucha de los trabajadores, a través de sus organizaciones sindicales, que acabarán expresando esa necesidad objetiva de estar dotados de un instrumento de lucha política. Las contradicciones de clases acabaran mostrando la naturaleza de clases de los partidos Demócrata y Republicano, quienes representan dos alas de la clase dominante, los intereses políticos de los poderosos,  del imperialismo mundial y cuya tarea fundamental en el próximo periodo será como aplicar recortes y ataques a las condiciones de vida de la mayoría de la sociedad, empujados por los deseos de los capitalistas y banqueros de que se les transfieran mas riquezas públicas, del Estado, a ellos.