SUICIDIOS: EL CAPITALISMO PERJUDICA LA SALUD, NOS MATA

· Los Suicidios, grave problema de salud pública y gobiernos no quieren ‘verlo’.

· Aumentan Considerablemente los Suicidios por la Crisis económica y social (España, Grecia, Portugal,…),

Salvador PEREZ

              Hace unos pocos años era casi imposible encender la televisión en España y no ver un anuncio de la Dirección General de Tráfico llamando a la precaución de los ciudadanos, en tonos que llamaban al dramatismo en los intentos de reducir los accidentes de tráfico, los cuales estaban costando muchas vidas en las carreteras. Inclusive se hablaba de ellos, siguiendo la definición de los organismos de salud internacional, como ‘grave problema de salud pública’.

           Es curioso resaltar que en estos momentos se están produciendo muchas menos muertos por accidente de tráfico que por la nueva ‘lacra de muerte’ que inunda las sociedades de los países más afectados por la crisis: los suicidios. Según el Instituto Nacional de Estadísticas de España (INE) “el suicidio es la primera causa de muerte no natural en el estado español”.

             Sin embargo la nueva máxima no es ver campañas ‘preventivas’ al objeto de evitar los suicidios por parte de los gobiernos. Es más, obtener datos fiables sobre el número de suicidios es cada vez más difícil. Los gobiernos son conscientes de que estas muertes tienen una relación directa con la situación económica del sistema, con sus políticas de recortes sociales y salariales, de los recortes de los derechos laborales, de las políticas de austeridad en definitiva.

             Es por ello que los gobiernos están haciendo de los suicidios un tema del que no es ‘positivo hablar’. Cada época, cada momento social, tiene sus temas tabú y ahora toca oficialmente no tener en cuenta, no hablar, no mirar hacia los suicidios y los trasfondos que se esconden detrás de cada uno de ellos.

               Es por ello que igual está llegando el momento que pongamos las cosas en su sitio, cada una de ellas. Momento para arrojar luz al verdadero drama colectivo que suponen los suicidios, que haya un gran número de ciudadanos que deciden o se ‘ven obligados por la situación social y económica’ a poner punto y final a sus vidas.

              En estos momentos, porque la tendencia indica una clara proyección alcista. En España se están quitando la vida al menos 10 personas al día. Seguramente el numero en realidad es mayor, porque otros tipos de muertes pueden esconder suicidios que no se declaran como tales, por ejemplo en accidentes de tráfico y similares. Es un hecho constatado que el suicidio es la primera causa de muerte entre las mujeres españolas de 30 a 34 años. Pero el dato en si es escalofriante: 3.500 al año es una sangría de muertes. 

           Italia está en la misma senda, llevada por la crisis y la Sociedad Italiana de Psiquiatría, afirma tener registrados un promedio de ocho suicidios mensuales con la agudización de la crisis. "Es una tragedia que afecta tanto a empleados como a patrones que ya no ven ninguna perspectiva laboral y están angustiados por su futuro y el de sus familias…  Este comportamiento extremo refleja una situación de dificultades económicas que golpean a un gran número de familias y negocios, situación que con frecuencia es agravada por la crisis crediticia".

              La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) esta advirtiendo que los suicidios están convirtiéndose en un ‘grave problema de salud pública’ y esta instando a los diferentes gobiernos para que adopten medidas preventivas ante los mismos. ¿Pero qué medidas, si son las políticas de estos mismos gobiernos las que en muchos casos están detrás de esos mismos suicidios?

              Si pudiéramos mirar ‘debajo de cada suicidio’ cuales son las causas reales que existen, mas allá de las aparentes y formales, veríamos las manos invisibles del capitalismo con su crisis, las manos de los gobernantes con sus políticas antisociales, las manos de los explotadores de los trabajadores, … detrás de la mayoría de estas muertes. Y más allá de las estadísticas, de los números, veríamos el verdadero drama social y familiar que subyace. Comprobaríamos como quedan familias rotas de por vida porque los poderes dominantes en la sociedad han empujado a una persona hacia la dramática decisión de quitarse la vida.

             Si pudieras mirar cada caso igual veríamos que alguien llego a un hospital público en busca de ayuda, buscando que le quitaran esa idea que le ronda la mente, la de suicidarse y que encontró en las urgencias, cuando hay psiquiatra en ellas, que estaban saturadas, que nadie le podía ofrecer esa ayuda y que finalmente le recetaron las mismas pastillas que recetan a todo el mundo. Podríamos ver de qué forma las deficiencias agravadas por los recortes de los presupuestos sanitarios hicieron posible que esa persona no fuera ayudada correctamente, como la salud mental en la sanidad no es algo importante.

              Si pudiéramos mirar detrás de todas esas muertes veríamos como las condiciones de sobreexplotación laboral combinada con sueldos de miseria radica detrás de un numero de esas muertes. Veríamos al padre desesperado por haber perdido el empleo y no saber cómo va a conseguir los recursos necesarios para alimentar a sus hijos, a su familia, veríamos a una madre desesperada porque a sus hijos le han quitado las ayudas en el colegio para libros y comedor y la familia no puede cubrir eso,… podríamos ver todas esas cosas que hay detrás de esos datos que ya no son noticia y que el gobierno quisiera borrar de las estadísticas.

              Cuando los gobernantes se reúnen y discuten sobre qué medidas van a tomar, en el Consejo de Europa o en los Consejos de Ministros, cuando Rajoy declara que aun continúa pensando en cuando solicitara el rescate de España,… Pero ellos, todos ellos, no están pensando en esas personas que morirán jóvenes agobiadas por los problemas de un sistema socioeconómico en crisis.

             Ellos solo piensan en como traspasar recursos sociales a los más poderosos, en cómo hacer que los grandes empresarios tengan mas fácil y barato el despido, ellos están pensando no en nuestros intereses sociales, los de la mayoría de la sociedad, sino en los beneficios bastardos de una pequeña minoría de la sociedad, cuya obtención están haciéndola sobre la base del empobrecimiento y el deterioro de la salud, incluyendo la salud psíquica, de cada vez un mayor número de personas en la sociedad.

           Por todo ello, en estos momentos de reflexión quisiera decir en voz alta que el sistema capitalista merece ‘morir’ pronto y ser arrojado a los cubos de la prehistoria. Nos mueve deseos firmes de vivir y luchar por una sociedad de hombres y mujeres iguales en derechos, en oportunidades y en condiciones de vidas dignas, porque apostamos por un futuro disfrutado en libertad de verdad por los seres humanos. Y somos optimistas porque sabemos que tenemos por delante un mundo mejor por el que luchar y dejar en herencia a nuestros hijos, un mundo socialista.