CUMBRE UE SOBRE PRESUPUESTOS SUSPENDIDA, OTRO PASO HACIA RUPTURA

- Diferencias Insalvables entre Países Contribuyentes netos y Beneficiaros de Ayudas Bloquean la Cumbre Europea.

CRISIS Y RUPTURA DE LA UE EN PERSPECTIVA

 

Salvador PEREZ

Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se han reunido durante el jueves y hoy viernes al objeto de aprobar el Presupuesto Comunitario para el periodo de 2014 al 2020. Herman Van Rompuy, el presidente del Consejo Europeo, pasadas las 16:30 horas, ha tomado la decisión de levantar la reunión al comprobar que era imposible poner de acuerdo en torno al presupuesto comunitario a los diferentes países, del total de 27 que pertenecen a la UE.

La cumbre ha terminado antes de tiempo, sin celebraciones, en un ambiente que se puede resumir en los términos que muchos diarios económicos de la burguesía mundial no han dudado en emplear para calificar su desarrollo: “Fracaso absoluto”.

Los países que son contribuyentes netos a los Presupuestos Comunitarios, encabezados por Gran Bretaña, han puesto sobre la mesa sus posiciones de mas y mas recortes en los presupuestos. Mientras aquellos países hasta ahora beneficiados de las ‘ayudas’ comunitarias, como el mismo Estado español, querían mantener las inversiones comunitarias y han planteado de hecho un bloqueo en lo que llamaban metafóricamente ‘negociaciones’. Unos ladrones queriendo engañar a los otros sin más.

Ante esta situación se abre un paréntesis en el contexto general de la crisis de subsistencia de la propia UE, amenazada en su existencia por la profunda crisis economía del capitalismo. Van Rompuy se prevee que convoque una nueva Cumbre Extraordinaria, posiblemente a principios de febrero, aunque en esta situación objetiva nada hay que dar por seguro y los acontecimientos pueden precipitarse bruscamente a un desenlace brusco y contundente.

A pesar de los ‘intensos movimientos diplomáticos y de políticas de acuerdos detrás de las cortinas’, las maratonianas reuniones de Van Rompuy CON TODOS LOS JEFES DE GOBIERNO, en un maratón de 21 horas entre el jueves y el viernes, además de algunas reuniones previas a varias bandas, no han servido en la practica para unir interés totalmente contrapuestos en la Cumbre europea.

Van Rompuy había presentado una última propuesta que ‘mejoraba’ las menores ayudas planteadas para países como Francia, Italia o España, en los capítulos de ‘ayudas regionales y agrícolas’. Van Rompuy llegó a ofrecer un ‘cheque de ayuda para las Comunidades Autónomas españolas por un importe de 2.750 millones de euros’, algo totalmente insuficiente para compensar los más de 20.000 millones de euros que la propuesta de nuevos presupuestos supone de ‘perdidas’ en ayudas comunitarias para España. De igualmente forma Francia, por medio de su Presidente François Hollande, reclamaba un aumento extra de 6.000 millones de euros para las ayudas que recibe de la Política Agrícola Común, propuesta que era apoyada por España e Irlanda.

Los Países beneficiarios que han bloqueado el acuerdo de los presupuestos comunitarios planteaban mantener el grueso de las ayudas a las políticas agrarias y hacia las regiones más desfavorecidas, detrayendo presupuestos de los Fondos de I+D y de los Programas de Infraestructuras. Todos los intentos de Van Rompuy de conjugar el interés de los países contribuyentes de fondos a los presupuestos y de los países beneficiarios de ayudas han terminado en absoluto fracaso, porque en el contexto de la crisis económica capitalista actual era como querer unir en interés común el fuego y el agua.

T0dos los ‘cambios’ propuestos han sido considerados insuficientes por Francia, España e Italia. Aquí hemos tenido conformado un bando unido por intereses materiales de continuar recibiendo ayudas para sus sectores más sensibles económicamente.

Por otra parte, todo el contexto de la Cumbre tenía bastante irritables a los gobiernos de Gran Bretaña, Alemania y el resto de los países contribuyentes a las arcas de la Unión Europea. La propuesta que había sobre la mesa mantenía en unos 80.000 millones de euros el recorte de los Presupuestos Comunitarios, algo que estos países consideraban totalmente insuficientes y querían ampliar los recortes en otros 10.000 – 20.000 millones de euros más.

Otro aspecto que ha unido en interés común a Londres y Berlín ha sido sus pretensiones de reducir de forma fuerte ‘el gasto administrativo’ (los gastos derivados de la creación de un aparato burocrático propio de la UE para su funcionamiento). Esto en la práctica les lleva a realizar una propuesta de reducción de los gastos en funcionarios de la UE y del funcionamiento de las instituciones comunitarias. Hoy hemos sabido que solamente en bebidas, fundamentalmente vino y licores, la UE ha tenido un gasto en los últimos meses de casi 300.000 euros.

Los besos, las flores, las risas de los dirigentes burgueses de la UE de la época del crecimiento económico van quedando en un lejano recuerdo, cuando se hablaba de mas y mas Unión Europea. En el contexto actual, de profunda crisis de la economía y las finanzas, estos mismos dirigentes que ayer se lanzaban piropos permanentemente, hoy son incapaces de ponerse de acuerdo en uno de los elementos básicos: la elaboración de un presupuesto para el propio funcionamiento de la UE.

Estos llamados dirigentes de la Unión Europea Capitalista, en la demostración de que en el fondo les guían los intereses mezquinos y estrechos de sus respectivas clases dominantes nacionales, han sido incapaces de acordar en esta cumbre nada de nada en positivo para la unificación europea, que en términos capitalistas hoy por hoy ya representa un sueño reaccionario, pues que todo se mueve en función a políticas de ataques y recortes a los trabajadores y los más débiles de la sociedad europea.

La suspensión de la Cumbre ha sido una demostración más del fracaso capitalista para unir Europa, pero no será el último, ni mucho menos que veamos. Nuevos y virulentos enfrentamientos entre los representantes de las distintas clases dominantes nacionales saldrán a la luz en los próximos meses, dejando al descubierto que la única clase social que puede abordar la unificación de Europa en términos progresista será la clase trabajadora en su lucha por construir una sociedad socialista.