EEUU: DESPUES DE LA TORMENTA – EL AMBIENTE SE VUELVE FURIOSO

*  “Son los pobres quienes sufren más de estos "actos de Dios", mientras los ricos no se ven afectados, como si vivieran en un mundo diferente, el cual, a decir la verdad, lo hacen”

*  “Si EE.UU. hubiera tenido un sistema económico racional, armoniosamente previsto para la satisfacción de las necesidades humanas, en vez del sistema de perro – come - perro del capitalismo, Nueva York nunca hubiera tenido que sufrir lo que está sufriendo ahora”

 

Alan Woods    -  www.marxist.com

            Un sol acuoso proyectaba su débil luz sobre Nueva York en esta mañana, después de una semana de desesperación, oscuridad y frío. Los habitantes de esta gran ciudad están despertando por la mañana después de una pesadilla. Sin embargo, los rayos del sol no traen ningún alivio real. Una noche clara, sin nubes, anuncian la llegada del frío. Y dos millones y medio de personas aún carecen de instalaciones para cocinar caliente, iluminación apropiada. Muchos se han quedado sin alimentos. Todo el mundo está sin gasolina.

            La reacción inicial fue de incredulidad. Los huracanes son cosas que se supone que suceden en Cuba y Haití, o en todo caso en la Florida y Nueva Orleans. No se supone que sucede en Nueva York.

             Ethel Liebeskind de Merrick, NY, dijo al New York Times, mientras permanecía de pie en las ruinas tempestuosas de la casa en la que había vivido durante 26 años.  "Esto es tan malo como Katrina", dijo ella, "y llamó la atención mundial. La costa sur de Long Island deben ser tratados de la misma manera. No nos olvides en la costa sur de Long Island. Necesitamos ayuda”.

             One New Yorker me dijo: "Yo vivía al 9/11. Era malo, pero no tan malo como esto. En realidad, sólo se ve afectado el Bajo Manhattan. Esto incluye todo el área Metropolitana de Nueva York, que es de alrededor de 18 millones de personas. "

                 La gente está haciendo cola para recibir comidas gratis o gasolina.  Las líneas de las estaciones están fuera de servicio, se puede estirar hasta 30 bloques en Brooklyn. Conductores cansados ​​y frustrados han estado esperando dos horas o más sólo para que nos dijeran "Lo sentimos, pero no hay gasolina." En toda el área de Nueva York, la paciencia se está agotando.

             Petra Marfil, de 35 años, de Newark, Nueva Jersey, había estado estacionado durante horas fuera de una estación de Lukoil vacío allí, esperando una entrega de llenar su minivan. "He estado buscando gas desde el miércoles", dijo, y agregó que su casa no tiene energía. "Tengo frío, hambre. Ha sido frustrante".

             Lastimeros signos con letras de mano han aparecido en las zonas afectadas con mensajes como: "FEMA por favor ayúdanos." FEMA es la Agencia Federal de Manejo de Emergencias. Pero el alcalde Bloomberg en su sabiduría había dicho a FEMA que su ayuda no era necesaria.

              En el pasado ha habido muchos huracanes, pero nunca han llegado a Nueva York con tal fuerza devastadora de este tipo. Unos pocos kilómetros más al sur y las cosas habrían sido muy diferentes. Es bien sabido que la necesidad se expresa a través de los accidentes. El huracán Sandy fue un accidente, en el sentido de que se trataba de un acontecimiento que podría haber ocurrido, pero igualmente no.

              Pero Sandy se presento y con una violencia increíble. Y de inmediato ha expuesto las feas realidades que yacen bajo la superficie brillante del capitalismo estadounidense. En un país donde la desigualdad ha aumentado a proporciones obscenas, son los pobres quienes sufren más de estos "actos de Dios", mientras que los ricos no se ven afectados, como si vivieran en un mundo diferente, el cual, a decir la verdad, lo hacen.

               En un momento en que gran parte de Manhattan se sumió en la oscuridad, el Goldman Sachs edificio resplandecía con la luz. Este pequeño detalle indica la brecha que divide al conjunto de la sociedad americana. Y como los detalles de esta desigualdad han surgido, el estado de ánimo de choque ha dado paso a las quejas airadas de abandono y trato desigual.

                El número de víctimas muertas de la tormenta en EE.UU se elevó a 110 en nueve Estados, el mayor número se centra en la ciudad de Nueva York. En Staten Island, donde una pared de agua golpeó la ciudad la noche del lunes, los rescatistas solo han sacado dos cuerpos de otra casa en el barrio de Midland Beach, elevando a 41 el número de muertos oficial.

                 La desesperación y la ira son particularmente intensas en Staten Island, ciudad olvidada de la ciudad. Las personas transportan muebles arruinados y basura a la calle. Son amargamente críticos de los organismos gubernamentales y de socorro, por no llegar lo suficientemente rápido.

               Cinco días después del acontecimiento el estado de ánimo está cambiando. Las emociones están desgastadas, casi hasta el punto de ruptura, como más cuerpos y más personas están saliendo de las ruinas. Donde antes había una descarga ahora no es ira. La furia fría que se ha ido poco a poco acumulando debajo de la superficie necesitaba de un punto focal, y lo encontró en la persona de un solo individuo: el alcalde Michael Bloomberg.

El alcalde Bloomberg y el accidente de la Marathon

           El multimillonario Michael R. Bloomberg fue una vez un demócrata, un republicano de entonces, pero ahora es un independiente. Es decir, es completamente independiente de la gente de Nueva York, pero totalmente dependiente de los intereses de las grandes empresas. Al igual que las damas y caballeros que se mueven grandes cantidades de dinero en las instalaciones cálidas y luminosas de Goldman Sachs, el alcalde no tiene conocimiento de la vida y los problemas de la ordinaria neoyorquinos. Frente a ellos él tiene otras prioridades, principalmente cómo hacer un montón de dinero.

             El alcalde entiende que una excelente manera de hacer un montón de dinero era ser anfitrión de la maratón de Nueva York. La maratón ha tenido lugar cada año desde 1970, incluida la carrera en 2001 celebró dos meses después de los ataques terroristas del 11. Además, se previa que traería $ 340 millones, una cifra no despreciable ciertamente.

              Por lo tanto, en medio de este desastre, el alcalde decidió hacer una pose heroica. Envolviéndose en el manto del arte de gobernar, y esperando que nadie se daría cuenta de los signos de la cuenta de dólar sopa en su toga, se pronunció con firmeza: "The Show Must Go On!"

               Además del dinero, aquí fue una excelente oportunidad para la auto-promoción. Al alcalde Bloomberg le ha gustado mucho el paralelismo con el 11 de septiembre y se vio en el papel de salvador de la ciudad, por lo que pidió el asesoramiento del ex alcalde Rudolph W. Giuliani.  El Sr. Giuliani le animó a seguir con su plan original.

                El emperador Nerón se dice que tocaba su lira y recitaba poesía griega cuando Roma ardía. El emperador Bloomberg cantaba himnos de alabanza al Espíritu de la Maratón, mientras que Nueva York luchaba en pie en medio de la oscuridad, el hambre y el frío.

                Mientras miles de familias en vecindarios devastados no tenían energía, la gente podía ver cientos de generadores situados brazos cruzados detrás de las barreras de alambre de púas en espera de la llegada de los corredores de maratón.

              Este gesto da un resumen en la mente de la gente de todo el desprecio arrogante que la élite adinerada tiene hacia la mayoría. Una mujer indignada dijo del alcalde: "El está sentado ahí cálido y seco mientras estamos aquí congelados en las colas. Él es delirante! "

               Durante días, el alcalde, un hombre conocido por su terquedad como una mula, se negó a abandonar esta posición, que apareció casi como una provocación calculada. Él insistió en seguir adelante con la carrera, diciendo que sería "una señal de que la ciudad volvió a la normalidad." Es decir, más de lo mismo, el negocio para hacer dinero. 

                Sólo cambió de idea en el último momento, cuando los corredores de maratón de todo el mundo ya habían llegado a Nueva York, después de haber recibido reiteradas garantías del Alcalde que el evento continuará. Él cambió de opinión porque no tenía alternativa.

                Los críticos dijeron que sería de mal gusto llevar a cabo una carrera a pie a través de los cinco condados, mientras que mucha gente de la zona sigue luchando por recuperarse del huracán, y que los servicios municipales deben centrarse en el alivio de la tormenta, no en la maratón. A petición de algunos corredores de la maratón, los corredores fueron llamados a abandonar la carrera y hacer trabajo voluntario en las zonas más afectadas.

               Detrás de las escenas, la presión fue puesta en Bloomberg para dar marcha atrás. El comisionado de Policía Raymond W. Kelly, el Vice-Alcalde Howard Wolfson y Patricia E. Harris argumentaban todos llamando al evento.

               Una portavoz de la oficina del alcalde, entre lágrimas, hizo una aparición en televisión para anunciar que "con un corazón muy pesado" el evento sería cancelado. Esta fue quizás la más repugnante de todas las escenas repugnantes de los últimos días.

               Esta señora rica y privilegiada con el "corazón roto" por la cancelación de una carrera. Sin embargo, millones de familias comunes y corrientes han perdido sus hogares, han tenido niños pequeños arrastrados fuera de sus brazos y se ahogó, han perdido madres, padres, hermanos, y hermanas, y muchos están todavía temblando y con hambre en las casas que no tienen energía. Ellos son los que tienen motivos para estar con el corazón roto.

                La verdadera razón de la cancelación fue el miedo. La ira se había convertido en furia. Un trabajador de rescate comentó amargamente: "Todavía estamos arrastrando cadáveres fuera del agua, y se va a ejecutar a través de las calles interrumpiendo el tráfico." La indignación casi unánime a la celebración de la carrera llegó a tal punto que si se hubiera ido delante había un grave riesgo de una explosión social.

                No puede haber ninguna duda de que esa medida habría provocado disturbios generalizados en las calles. Imagínese lo que podría haber pasado si la gente enojada atacó a los corredores o de otra manera interrumpida la carrera. ¿Qué hace la policía? ¿Pueden permitirse el lujo de aparecer en las pantallas de televisión de la nación y el mundo golpeando a las personas sin hogar y desesperados?

La solidaridad y la necesidad del socialismo

              Bloomberg dijo que "la mayoría" de Manhattan tendría energía de nuevo antes de la medianoche del viernes. Ese puede ser el caso, pero otras partes de la ciudad estaban todavía en la oscuridad. Esto, dijo, tendría que esperar "mucho más tiempo." El propio alcalde, como Goldman Sachs, no hay que esperar nada.

                Empresas de servicios públicos de energía dicen que podría tomar una semana o más para restaurar plenamente la electricidad a los clientes afectados, incluidas las estaciones de servicios y operadores de terminales. Los mayores cortes estaban en Nueva Jersey y Nueva York. Cada estado tenía más de 1,2 millones de clientes sin electricidad, según dijo el Departamento de Energía de EE.UU.  Mientras tanto, millones de personas están temblando en la oscuridad ya que las temperaturas continuarán bajando.

                 Esta tarde caminamos por la Quinta Avenida, una parte elegante de la ciudad, que parece no afectado por ninguna de esta tragedia. En estos bloques elegantes de Torres de apartamentos, los ciudadanos ricos gozan de los frutos del trabajo de otras personas, mientras que en las calles de abajo, llenas de primeros compradores de Navidad, las tiendas están repletas de artículos de lujo. Aquí hay hambre, oscuridad y desesperación.

               El único rayo brillante de esperanza en esta situación desastrosa conjunto es la forma en que la gente común ha estado subiendo a ayudar a sus hermanos y hermanas. Esta mañana, en el ascensor nos encontramos con una mujer que nos dijo sin ninguna petición que tenía cuatro evacuados en su apartamento. No es un caso aislado.

                Decenas de miles de personas se han ofrecido como voluntarios para participar en la magna tarea de limpiar, ayudar a la gente en sus pies, la distribución de alimentos y otros suministros. Muchos de los corredores de maratón aspirantes a han ofrecido como voluntarios. Incluso una mujer ciega estaba distribuyendo alimentos a las personas necesitadas en las calles.

                Movido por una dedicación totalmente altruista para ayudar a los demás, ordinarios neoyorquinos están mostrando todo lo que es noble en el espíritu humano. Este es el verdadero rostro de la raza humana. El egoísmo mezquino de la burguesía, el credo vicioso que nos dice que la única manera de progresar es pisotear bajo los pies a otros, es sólo una expresión de repulsión de los llamados valores del capitalismo.

               Esta masa en movimiento de solidaridad fue totalmente espontánea. Nadie la llamó a la existencia. Nadie la ha organizado. Nadie la financia. Y le da un mentís a la afirmación, tantas veces oída, de que los seres humanos son egoístas por naturaleza. Esta repugnante calumnia sobre la raza humana ha sido cuidadosamente fomentada como una justificación "teórica" ​​del capitalismo, con su credo feo del egoísmo, resumido en el lema: "cada uno para sí, y que el diablo se lleve la postrera".

               Mientras tanto, la crisis de Nueva York ha dejado huella en la campaña electoral. Con el voto el martes y los dos candidatos aparentemente cabeza a cabeza, Romney y Obama están compitiendo entre sí para demostrar quién tiene la mayor preocupación por las personas afectadas de esa ciudad.

                Obama tiene más que ganar. A medida que el actual inquilino de la Casa Blanca, se puede poner en sus mejores aires presidenciales y parece estar moviendo cielo y tierra para ayudar. A última hora del viernes, la Casa Blanca dijo que la Agencia de Logística de Defensa iba a comprar hasta 12 millones de galones de combustible sin plomo y hasta 10 millones de galones de combustible diesel y enviarlo por camiones cisterna a las comunidades afectadas por la tormenta. El gobierno federal también dijo el viernes que prestará el combustible diesel a partir de una reserva estratégica de las agencias de emergencia para ayudar a mantener los camiones de suministro de energía, generadores y bombas de agua corriente.

              El Departamento de Seguridad Nacional, dijo que suspendía las leyes para los buques tanque de combustible puede moverse rápidamente de refinerías de la costa del Golfo al Noreste. Dos millones de barriles de gas se han entregado hasta el momento, según Rear Admiral Daniel Abel, Comandante de la Guardia de la Costa. Una flota de buques tanque que transportan gasolina está en camino, por lo que la escasez de gas disminuiría. Y FEMA ha movilizado para conseguir finalmente las necesidades de alimentos, agua y otros servicios básicos a las zonas afectadas.

             FEMA dijo que el gobierno federal está ofreciendo cientos de generadores para "sitios críticos de la infraestructura y estaciones de combustible". En su blog, la agencia dijo que se está preparando para establecer centros de distribución de combustibles en las zonas más afectadas, para obtener que los suministros fluyan más rápido.

            Romney, a pesar de todos sus intentos de aparecer compasivo, tiene un pequeño problema aquí. Está a favor de la abolición de la FEMA en conjunto. Este campeón de la economía de libre mercado no cree en animar a la gente a depender de dádivas estatales. "Todos los estadounidenses deben aprender a prescindir de los servicios del gobierno. Todos los estadounidenses deben permanecer en sus propios pies. Todos los estadounidenses, es decir, a excepción de los banqueros que han recibido más de un billón de dólares de dinero público, como recompensa por destruir el sistema financiero mundial”.

            Huracán Sandy ha expuesto cruelmente las deficiencias del capitalismo. Una economía nacionalizada y planificada no puede impedir que los huracanes y otros desastres naturales, pero sin duda puede reducir sus efectos destructivos a un mínimo.  Un sistema racionalmente planificado y controlado democráticamente de la construcción de viviendas nunca habría permitido que el tipo de especulación incontrolada que construye apartamentos al lado de las playas en las áreas que tienen el potencial de tormentas tropicales. Como un New Yorker me comentó: "Las playas deben ser para el baño no los macroproyectos de vivienda".

           Incluso la intervención estatal muy limitado de FEMA muestra la superioridad de una economía de planificación centralizada sobre el caos primitivo de la economía de mercado los llamados libres. Si los EE.UU. hubieran tenido un sistema económico racional, armoniosamente prevista para la satisfacción de las necesidades humanas en vez del sistema de perro – come - perro del capitalismo, Nueva York nunca hubiera tenido que sufrir lo que está sufriendo ahora .

 

El Bronx, Nueva York, 

Sábado, 03 de noviembre 2012

 

Este articulo ha sido traducido del ingles por el editor de  ‘Lucha CONTRA CORRIENTE’